Álvaro Alcalá-Galiano y Osma cumple los años el 18 de junio.
Álvaro Alcalá-Galiano y Osma nació el día 18 de junio de 936.
La edad actual es 1087 años. Álvaro Alcalá-Galiano y Osma cumplirá 1088 años el 18 de junio de este año.
Álvaro Alcalá-Galiano y Osma es del signo de Geminis.
Álvaro Alcalá-Galiano y Osma (1886-1936) fue un escritor, crítico literario, historiador y publicista español de inclinación maurrasiana, colaborador en ABC y en Acción Española. Pluma aliadófila durante la Primera Guerra Mundial, posteriormente sus columnas reflejaron una loa al fascismo italiano, así como la difusión de teorías de la conspiración antisemitas y un anticomunismo recalcitrante. Miembro de Renovación Española durante la Segunda República, fue asesinado al comienzo de la guerra civil, víctima de la represión desatada en la zona republicana.
Ostentó el título nobiliario de marqués de Castel Bravo.
Nació en Madrid el 29 de abril de 1886.
Hijo de los condes de Casa Valencia, su padre Emilio Alcalá Galiano, había sido ministro de Estado y posteriormente desempeñaría el cargo de embajador español en el Reino Unido. Su madre fue Ana de Osma y Zavala, natural de Lima, prima de Guillermo de Osma y Scull y dama noble de la Orden de María Luisa. El resto de hijos del matrimonio de los Condes de Casa Valencia fueron Consuelo, María Teresa, Juan y Emilio. Álvaro era bisnieto por vía paterna de Vicente Alcalá Galiano, tesorero general durante la guerra de Independencia. Por vía materna era nieto de Joaquín José de Osma y Ramírez de Arellano, ministro de Relaciones Exteriores del Perú. Desarrollaría una relación por correspondencia a partir de 1915 con el nacionalista peruano José de la Riva-Agüero y Osma, marqués de Montealegre de Aulestia, primo suyo, a quien habría conocido en 1913. Socio del Ateneo de Madrid, además de su ocupación de literato fue aficionado en su juventud a los deportes de lucha corporal. Hacia 1915 vivía en el palacio que construyeron sus padres, situado en el número 5 del madrileño paseo de la Castellana.
Adalid en España de la causa aliadófila durante la Primera Guerra Mundial, —un rara avis en el sector de la aristocracia española, donde predominaba la germanofilia — fue autor de cuatro libros sobre el conflicto. También fue autor hacia esta época de recopilaciones de estudios literarios.
Más allá de su inclinación aliadófila, la catalogación ideológica de Alcalá-Galiano en esta época varía dependiendo de los autores: según Fuentes Codera, Alcalá-Galiano habría conceptuado en un primer momento a la guerra de forma en exceso estática y esquemática, como un conflicto entre derechas e izquierdas. Por aquel entonces según Ignacio Peiró Martín, sería «un escritor cosmopolita, monárquico y liberal». En cambio, Javier Moreno Luzón identifica su publicismo durante el conflicto como el de un inclasificable «proaliado a fuer de maurrasiano». Alternativamente, la contemporánea Emilia Pardo Bazán, que reseñó varias de sus obras, le describió en 1915 como «intelectual de sangre azul y conservador abolengo». Mediante real decreto de 23 de mayo de 1918 se rehabilitó en su persona el título nobiliario de «marqués de Castel Bravo del Rivero». Tras el ascenso del bolchevismo en Rusia, Alcalá-Galiano modificó su visión geopolítica, sustituyendo a la Mitteleuropa por Rusia como principal foco de preocupación para España.
Admirador del pensamiento del intelectual francés Charles Maurras, abanderado del llamado «nacionalismo integral», criticó al Vaticano por darle la espalda. Desde las páginas del periódico ABC Alcalá-Galiano difundió durante la década de 1920 sus ideas antisemitas de matriz maurrasiana, así como valoraciones positivas del fascismo italiano y posiciones visceralmente antiparlamentarias. Convertido en defensor de la represión contra la amenaza «roja» en la prensa, ya a comienzos de la década estaba adherido a las teorías conspirativas de la extrema derecha y al anticomunismo recalcitrante. Admirador incondicional de Benito Mussolini, tras el golpe de Estado de Primo de Rivera en septiembre de 1923, expresó las diferencias entre ambas dictaduras:
Colaborador en ABC y simpatizante y colaborador de Acción Española durante la Segunda República, fue también militante de Renovación Española. Alcalá-Galiano, que se destacó como una «pluma antisemita», publicó en 1933 La caída de un trono, donde achacó la caída de la monarquía borbónica a una «conspiración judeomasónica»; ensalzó también las medidas antisemitas de Adolf Hitler en Alemania en las páginas de ABC. Insistiría en la idea de la infiltración masónica en la España durante la Segunda República. Tras el fallido golpe de Estado de la Sanjurjada en agosto de 1932, y el consiguiente cierre gubernamental de Acción Española, fue a parar por un tiempo a la Cárcel Modelo junto a otros colaboradores de la revista.
En febrero de 1934, el marqués de Castel Bravo, desilusionado con los avatares en el desarrollo del incipiente movimiento fascista de Falange Española (FE), incapaz de ejercer de forma efectiva la violencia sobre el movimiento obrero, no dudó en tachar al fascismo español, al revés que sus homólogos europeos, de «platónico» y, entrometiéndose con FE, coincidiendo con el entierro del falangista Matías Montero, recriminó su pasividad ante los atentados que sufría. Sugirió que esta debía llevar a cabo un plan de violencia indiscriminada y sostuvo, además, durante la polémica que:
José Antonio Primo de Rivera, líder de la formación, se acabaría querellando contra el marqués de Castel Bravo, acusándole de incitación al asesinato.
En julio de 1934, en reacción al nacionalismo catalán, urgiría desde las páginas de ABC a la creación de una Liga patriótica para la defensa de la unidad de España. Participó más tarde, en 1935, en la estrategia de desprestigio a la CEDA ante la opinión conservadora desde las filas alfonsinas, intentando transmitir que dicho partido habría perdido el tiempo en el poder, permitiendo reorganizarse a la izquierda. A finales de 1935 fue nombrado vocal del Comité Hispano-Inglés, coincidiendo con la entrada en la junta directiva del nuevo embajador británico Henry Chilton.
Comenzada la guerra civil, resultó víctima de la represión en zona republicana, siendo detenido en su domicilio por miembros de la checa de Radio Comunista número 1 y, conducido a Vallecas con su hermano el conde de Romilla, fue asesinado junto a este último el 28 de julio de 1936 tras ser sometidos ambos a un simulacro de juicio.
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