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Adam Bede



Adam Bede fue la primera novela escrita por la británica George Eliot (cuyo nombre real era Mary Ann Evans). Fue publicada en 1859 bajo un seudónimo para que su obra fuese tomada en serio, a pesar de que ella era una intelectual bien aclamada y respetada en su época. La novela ha permanecido impresa desde entonces y ha sido usada como fuente de estudios de literatura inglesa del siglo XIX.[1][2]

Según The Oxford Companion for English Literature (1967), «La trama se basa en una historia contada a George Eliot por su tía Elizabeth Evans, una predicadora metodista, y la verdadera Dinah Morris en la novela, en donde una joven le confesó haber cometido infanticidio.» La trama recorre las vidas rurales de cuatro personas que viven en la comunidad ficticia de Hayslope—una comunidad rural, pastoral y unida en 1799. La novela se desarrolla en una especie de ''rectángulo amoroso'' entre la bella, pero muy absorta Hetty Sorrel; el capitán Arthur Donnithorne, el joven escudero que la seduce; Adam Bede, su pretendiente no reconocido; y Dinah Morris, la prima de Hetty, quién es una ferviente, virtuosa y bella metodista laica.

Adam es un carpintero local muy admirado por su integridad e inteligencia que está enamorado de Hetty. Ella se siente atraída hacia Arthur, el encantador nieto y heredero del escudero local y termina enamorándose de él. Cuando Adam interrumpe una cita entre ellos, Adam y Arthur se ponen a discutir. Arthur decide romper con Hetty y deja Hayslope para regresar a su milicia. Después de haberla abandonado, Hetty se compromete a casarse con Adam pero poco antes de su matrimonio, se da cuenta de que está embarazada. Desesperada, se va de la comunidad con la intención de buscar a Arthur, pero no logra encontrarlo. Negándose a volver al pueblo por temor a la vergüenza y el ostracismo que tenía que soportar, logra dar luz a su hijo con la ayuda de una agradable mujer que se encuentra en el camino. Posteriormente, abandona el niño en un campo pero mostrándose incapaz de soportar los llantos del infante, intenta recuperarlo. Sin embargo, ya era demasiado tarde porque que el niño había fallecido al haber quedado a la intemperie.

Hetty fue arrestada y acusada de haber asesinado a su hijo. Fue declarada culpable y sentenciada a la horca. Dinah ingresa a la prisión y le promete a Hetty que se mantendrá con ella hasta el final. Su compasión conduce hacia la melancólica confesión de Hetty. Cuando Arthur Donnithorne, al salir de la milicia para acudir al funeral de su abuelo, oye de la inminente ejecución de Hetty y conmuta la sentencia por destierro penal.

Finalmente, Adam y Dinah, quienes poco a poco van adquiriendo un amor mutuo, se casan y viven pacíficamente con sus familias.

A menudo se ha observado la importancia de las Baladas líricas de Wordsworth en la forma en que Adam Bede está escrito. A partir de ello, Adam Bede presenta observaciones empíricas y psicológicas minuciosamente detalladas sobre la "gente común" analfabeta quienes, debido a su mayor proximidad a la naturaleza que a la cultura, son considerados como emblemas de la naturaleza humana en su forma más pura. Por lo tanto, detrás de la apariencia humilde de esta novela, presenta en realidad un proyecto muy ambicioso[3]

La pintura de género y la novela surgieron juntas como formas de arte para la clase media y mantuvieron fuertes vínculos hacia finales del siglo XIX. Según Richard Stang, fue un tratado francés de 1846 sobre la pintura holandesa y flamenca, quienes fueron los primeros en popularizar la aplicación del término realista a la ficción. En su libro La Teoría de la Novela en Inglaterra, p. 149, Stang hace referencias hacia la obra de Arsène Houssaye, Historia de la pintura flamenca y holandesa (1846; 2d ed., París: Jules Hetzel, 1866). Houssaye dice (p, 179) que Terborch «tiene el gusto holandés, y llena de poesía realista», y sostiene que »la obra de Gerard de Terburg es el íntimo romance de Holanda, como lo es el romance familiar de Gerard Dow», y ciertamente es con la pintura holandesa, flamenca y la pintura de género, en donde se compara el realismo de George Eliot.[4]​ Ella misma pide esa comparación en el capítulo 17 de Adam Bede, y Mario Praz lo aplica a todas sus obras en su estudio de El Héroe en Eclipse en la Ficción Victoriana.[5]

Siendo inmediatamente reconocida como una obra literaria de gran importancia, Adam Bede ha disfrutado de una gran reputación crítica mayoritariamente positiva desde su publicación. Una crítica anónima en The Athenaeum en 1859, la elogió como la "novela de la más alta clase," y The Times la llamó "una novela de primera categoría''. Una crítica anónima por Anne Mozley se convirtió en la primera en afirmar que la novela fue escrita probablemente por una mujer.[6]​ Críticas más contemporáneas, a menudo influenciados por la nostalgia hacia el período representado en Bede, elogiaron enormemente las representaciones realistas y características de la vida rural. Charles Dickens escribió: :"Toda la vida campestre en la que se desarrolla la historia es tan real, tan graciosa, tan genuina, y continúa siendo tan escogida y pulida por el arte, que no puedo elogiarte lo suficiente." (Hunter, S. 122) De hecho, durante las primeras críticas, la tragedia del infanticidio a menudo ha sido pasado por alto a favor del mundo ídilicamente pacífico y de las personalidades familiares que Elliot recreó.[7]​ Otros críticos han sido menos generosos. Henry James, entre otros, se molestó con las intervenciones del narrador. En particular, en el Capítulo 15 ha sido mal recibida entre los estudiosos debido a la moralización e intromisión del narrador/a, en un intento de balancear las opiniones de los lectores de Hetty y Dinah. Otros críticos han objetado a la resolución de la historia. En las últimas páginas, Hetty, estuvo al borde de ser ejecutada por el crimen de infanticidio, pero es salvada por su seductor, Arthur Donnithorne. Los críticos han argumentado que este final estilo deus ex machina, se contradice con las lecciones morales que aprendieron los personajes principales. Si el indulto no se hubiese llevado a cabo, el sufrimiento de Adam, Arthur y Hetty habría sido mucho más realista. Además, algunos estudiosos expresan que el matrimonio de Adam a Dinah es otro caso de intromisión del narrador/a. Estos casos se han encontrado directamente en conflicto hacia otros acontecimientos e imágenes realistas de la novela.

En septiembre de 1885, se estrenó una adaptación de la novela en el Teatro Real de Edimburgo[8]

En 1918, una adaptación cinematográfica muda titulada Adam Bede fue creada, bajo la dirección de Maurice Elvey y protagonizado por Bransby Williams e Ivy Close.

En 1991, la BBC produjo una versión televisiva de Adam Bede protagonizado por Iain Glen, Patsy Kensit, Susannah Harker, James Wilby y Julia Mckenzie.[9]​ Se estrenó como parte de la antología de Masterpiece Theatre en 1992.

En 2001, BBC Radio 4 retransmitió una adaptación de la novela con Katherine Igoe como Hetty, Vicki Liddelle como Dinah, Thomas Arnold y Crawford Logan como el Señor Irwine. Esta adaptación fue posteriormente retransmitida en BBC Radio 4 Extra, en una versión de quince segmentos con episodios de 15 minutos.



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