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Agnotología



La agnotología (del griego ἄγνωσις, agnōsis, "desconocer" (griego ἄγνωτος "desconocido"[1]​), y -λογία, -logía.[2]​es el estudio de la ignorancia o duda culturalmente inducida, especialmente a la publicación de datos científicos erróneos o tendenciosos.[3]

El término fue acuñado por Robert Proctor, profesor estadounidense de Historia de la ciencia y de la tecnología en la Universidad de Stanford.[4][5][6]​ De forma más general, el término también hace referencia a los casos cada vez más comunes en que un mayor conocimiento de un tema resulta en que se tengan más dudas que al comienzo.

Robert Proctor investiga cómo la ignorancia se genera activamente en la sociedad a través de fuentes como el secretismo militar o judicial y por medio de políticas deliberadas. La manufactura de la ignorancia es muy común, como en el caso del calentamiento global o la teoría de la evolución, que siguen poniéndose en duda en algunos colectivos, como si no se tratara de verdades científicas[cita requerida]. El autor afirma que este tipo de tecnología de la desinformación surge de la industria tabacalera.[cita requerida]

En el caso del debate político se recurre a su absoluta degradación por medio de la retórica de la desinformación o hacer que el debate gire no en torno a unos datos, sino en torno a propuestas para cambiar esos datos y la realidad. Las "armas de distracción masiva" persiguen dos cosas:

El efecto combinado de estas dos estrategias es brutal: la producción intencionada de ignorancia que, todo sea dicho, necesita de la colaboración no solo de políticos y publicistas, sino también de grandes medios de comunicación y periodistas bien conocidos, comprados o voluntarios, logra resultados, produciendo la llamada posverdad.[7]

"La ignorancia es poder… y la agnotología es la creación deliberada de ignorancia" [cita requerida]

Robert Proctor, investigador



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