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Alberto Aybar Augier



Alberto Aybar Augier (San Miguel de Tucumán, 1885-Buenos Aires, 10 de septiembre de 1950[1]​) fue un político argentino, que se desempeñó como diputado y senador Nacional por la provincia de Tucumán.

Su padre fue don Silvestre Aybar y su madre doña María del Socorro Augier y Molas del Viso (hija de quien fuera Gobernador de Catamarca en 1841, Francisco Marcelino Augier)[2]​ derrocado por Mariano Maza, cuyos bienes fueron expropiados, y exiliado por 20 años de su provincia). Bisnieto de Francisco Rafael Augier.

Después de terminar sus estudios secundarios se trasladó a Buenos Aires para continuar los universitarios, egresándose con el título de abogado de la Universidad de Buenos Aires. Regresó a Tucumán y comenzó su vida pública en 1903 había abrazado al radicalismo y en 1911 era delegado nacional, militando en el partido de la Unión Cívica Radical fiel al sector de Hipólito Yrigoyen fue el primer diputado y senador radical de la provincia de Tucumán junto al primer gobernador radical en esa provincia Juan Bascary. En las elecciones de 1918 fue elegido diputado provincial y a poco de asumir sus pares determinaron que él debía ocupar el cargo de Presidente de la Honorable Cámara de Diputados de Tucumán. Asumió el cargo y tuvo una destacada actuación como legislador, siendo autor de numerosos proyectos de ley. Entre ellos se destaca un proyecto presentado en 1919 de pensiones a la vejez ya a la indigencia, ya que en ese año los ancianos o desvalidos no recibían ayuda alguna del Estado. [3]​ El proponía que “toda persona nativa del territorio de la provincia, que hubiese llegado a los 70 años o a cualquier edad en caso de invalidez absoluta e indigencia, tiene derecho de recibir del Estado una pensión mínima de 360 pesos al año, o su equivalente en asistencia directa o indirecta”

El fondo para todas estas pensiones se formaría de varios aportes, por ejemplo de un pequeño aumento de impuestos sobre algunos inmuebles. Después de depositados los importes logrados por los nuevos impuestos en el Banco de la provincia, la institución que se encargaría de administrarlos y dar la pensiones sería, la Junta de Montepío Civil.

La Unión Cívica Radical tucumana se preparaba para colocar, por primera vez, a uno de sus hombres en la Cámara Alta del Congreso. Había que elegir al reemplazante de Brígido Terán, que ya había concluido su periodo. Pero, hubo ocho convocatorias fallidas de la Asamblea Legislativa, hasta noviembre de 1919, donde nunca podía conseguirse quórum. Faltaban radicales, y mientras que concurrían los del partido liberal, dando su presencia. Es decir que existían conflictos internos en el partido radical.

Poco después, el 18 de noviembre, se logró el quórum, y don Alfredo Guzmán obtuvo 15 votos , mientras que el doctor Alberto Aybar Augier, también consiguió 15 votos de las distintas facciones de los radicales. Ante el empate de ambos candidatos, el presidente desempató, a favor de Aybar Augier.

Los legisladores del partido Liberal, sostenía que no correspondía desempate sino la proclamación de Guzmán como senador. Ese mismo día, con esos argumentos, elevaron al Honorable Senado de la Nación, un extenso memorial. En detalle, el documento decía que ellos habían obtenido 15 votos, mientras que los radicales sólo 13, porque dos de los votantes, por tener empleos a sueldo del gobierno cesaban, inmediatamente en su calidad de legisladores, de acuerdo con el artículo 60 de la Constitución provincial.

La cuestión es que volvieron a empezar las convocatorias para una nueva asamblea y una nueva elección, ya que el Senado de la Nación, rechazó el diploma de Aybar Augier, argumentando que había sido votado por dos legisladores que no eran tales. Hubo varios intentos, pero recién el 21 de octubre del años siguiente, 1920, se reunió la asamblea.

El doctor Roque Raúl Aragón, diputado provincial, planteó su desacuerdo con el hecho de que integraban la Asamblea, legisladores a quienes el Senado Nacional consideraba cesantes, y se retiró del recinto. Ante ello, Aybar Augier – que era diputado provincial - mocionó para que se mantuviera el quórum por la fuerza pública. La votación se realizó de inmediato. Aybar Augier obtuvo 19 votos Guzmán 8 , Pedro Sal 2, y recibieron un voto los doctores Aragón, Miguel P. Díaz y Mario Bravo. El doctor Aybar Augier, fue entonces proclamado Senador. Luego, pronunció un discurso expresando que” el proceso de mi candidatura, ha dado motivo a un espectáculo desagradable durante un año y medio”. Advirtió la existencia de “un obstruccionismo premeditado “, obra de “hombres de espíritu estrecho, que posponen los grandes intereses colectivos a las pasiones subalternas “. “Caras y Caretas” lo caracterizó, al momento de su elección como senador diciendo que “es hombre de lucha, su desventaja como candidato nace de tal circunstancia, quizás. En el batallar continuo ha abierto heridas que sangran todavía. En general se ve, no sin azoramiento, que un hombre joven (cuenta 34 años de edad) sin fortuna, sin el apoyo de las chimeneas, como llaman aquí a las fábricas de azúcar,… haya sido electo senador”.[4]​ El doctor Alberto Aybar Augier tuvo numerosos proyectos para los trabajadores de surcos, y de las fábricas (ingenios) azucareros. Fiel defensor de la actividad azucarera y de sus trabajadores.[5]

En 1919 el doctor Alberto Aybar Augier, presentó un proyecto sin precedentes, ese año a la Cámara de Diputados de Tucumán, de la que era presidente. Proponía que "toda persona nativa del territorio de la provincia, que hubiere llegado a los 70 años o a cualquier edad en caso de invalidez absoluta e indigencia, tiene derecho a recibir del Estado una pensión mínima de 360 pesos al año, o su equivalente en asistencia directa o indirecta". El fondo para estas pensiones se formaría con varios aportes. Estos eran: una sobretasa del 1 por mil a propietarios de inmuebles cuyo valor no sea inferior a 200.000 pesos; un impuesto "de previsión social" de 50 centavos por mes a los empleadores y patrones, por cada empleado u obrero que tuvieren; una sobretasa de medio centavo por litro de alcohol de buen gusto elaborado; otra de 25 centavos, sobre los barraqueros, por cada cuero vacuno; un impuesto a los naipes, de 12 centavos por mazo a los importados y 5 a los nacionales, y un impuesto sobre la cerveza, de 3 centavos hasta 58 centilitros y de 5 hasta un litro.

Los importes se depositarían en el Banco de la Provincia y la Junta de Montepío Civil se encargaría de administrarlos y dar las pensiones. La invalidez se probaba con certificado del médico de Policía, y la indigencia por información sumaria ante los Tribunales o el juez de Paz. LA GACETA destacaba el proyecto como "humanitario" y revelador del "espíritu moderno y justiciero" de su autor, quien meses después fue elegido senador nacional.[6]

Entre el doctor Alberto Aybar Augier senador nacional y Pedro Llanos senador nacional por el partido Concentración Popular, del primero fue padrino el doctor Horacio Oyhanarte y el Gral. Toranzo. De Pedro Llanos fue padrinos los doctores Rodolfo Moreno y Carlos Sarrey. Con un nutrido grupo de espectadores en el club Regatas, entre los espectadores se contaba con la presencia del doctor Eliseo Cantón.

En ese mismo instante en que termina el que el director del lance, General Toranzo, de dar las tres palmadas reglamentarias, el senador Pedro LLanos apunta y dispara contra el doctor Alberto Aybar Augier mientras este levanta ostensiblemente su brazo haciendo su disparo al aire, por cuya causa los padrinos de ambos suspenden el duelo y tras largas deliberaciones resuelven darlo por terminado ante las declaraciones terminantes del doctor Alberto Aybar Augier de que tiraría nuevamente al aire. Los espectadores que habían seguido anciosamente las incidencias preliminares del lance y su ejecución, celebran animadamente la reconciliación y la actitud del senador Aybar Augier.[7]

Después del golpe militar, que derrocó al presidente Hipólito Yrigoyen , en 1930, la Unión Cívica Radical se mantuvo en constante estado de alerta. El Ejército y la Policía mantenían atenta vigilancia sobre los dirigentes de este partido, tanto en Buenos Aires, como en las provincias, -todas intervenidas-.

Así se descubrió una conspiración radical en Tucumán, el 27 de agosto de 1931. El jefe del movimiento fue el exsenador nacional Alberto Aybar Augier que fue detenido. Se habían tratado de complicar algunos elementos militares, según el Ministerio del Interior. El exmiembro de Honorable Senado de la Nación, junto a otros dirigentes fue puesto a disposición del Poder Ejecutivo Nacional y enviados a Buenos Aires alojado en la cárcel de Devoto[8]​ Un año más tarde se realizaron elecciones nacionales, que la Unión Cívica Radical condenó por fraudulentas. Salió electo el general Agustín P. Justo. Posteriormente, en 1933, se hizo una redada de los supuestos conspiradores radicales. Se detuvo al doctor Hipólito Yrigoyen y Marcelo T. de Alvear y se los envió a la isla Martín García. También se arrestó a Honorio Pueyrredon, Jose P. Tamborini, Carlos Noel, Manuel Ruiz Moreno, Miguel Tanco y Alberto Aybar Augier y se dispuso confinarlos a la remota localidad de San Julián, en Santa Cruz. Fueron trasladados en barco y estuvieron privados de su libertad desde el 26 de enero hasta el 4 de mayo de 1933.

Horacio Lafuente, en su artículo “Los confinados radicales en San Julián”, de la revista ”Todo es Historia”, número 348,[9]​ narra con detalle las peripecias del episodio. Escribe allí, que el tucumano Aybar Augier fue el más activo cronista del grupo. Este fue quien logro que la opinión pública mantenga su atención sobre la suerte de los confinados, ya que sus relatos se publicaron en varios diarios del país.[10]

Se proclamó en ese periodo denominado por algunos historiadores como Década Infame la abstención radical en toda su mayor cúpula, en la que cumpliendo la proclamación fueron los líderes radicales a parar a los encarcelamientos, a los confinamientos situación que fue aprovechada por algunos radicales de segunda línea para ir a los comicios, a los cargos electivos, denominados radicales concurrencistas y que acordarían con Agustín P. Justo. Situación que luego sería denunciada por uno de los fundadores de la Unión Cívica Radical Marcelo Torcuato de Alvear como la primera traición al partidaria.

El doctor Aybar Augier sufrió durante su confinamiento, debido a su ferviente resistencia y denuncia en distintos medios, toda clase de torturas y tormentos fue unos de los primeros presos políticos a los que se le aplicó de la picana eléctrica, el aislamiento, al salir de San Julián su imagen lo retrata con notorios desmejoramientos físicos, y gamberrada delgadez. Durante la década infame un sector no tan ortodoxo del radicalismo ante el pedido de los altos líderes radicales de no presentarse a elección y mantenerse en la abstención entre ellos Marcelo Torcuato de Alvear, la convención de la provincia de Tucumán desobedeció la orden del fundador y se fue a elecciones, Alvear criticaría enérgicamente en los medios luego de salir de prisión a aquellos dirigentes que fueron denominados del sector concurrencista radical a los que tildo de pretender las jugosas dietas, la fama antes que las consignas partidarias. Este sector gobernaría y pondría diputados que a posterior serían gobernadores en pleno gobierno de facto de Agustín P. Justo. Durante la muerte del caudillo radical Hipólito Irigoyen los radicales fieles al presidente muerto fueron sus celosos custodios, a tal punto que al velorio y entierro del denominado apóstol de la democracia, no pudieron concurrir irónicamente quienes habían sido los "concurrencistas radicales" o Unión Cívica Radical Concurrencista aliados a Agustín P Justo. Uno de los máximos custodios fue Horacio Oyhanarte quien había padecido el asesinato de su padre por los conservadores lo que lo dejó marcado y había tenido un serie de duelos de la que salió muchas veces mal herido, Oyhanarte sería perseguido por Justo por evasión, a sabiendas de que continuarían perseguidos los radicales abstencionistas todos estuvieron presentes por su líder muerto, Horacio Oyhanarte exclamaría en el entierro "ha muerto mi padre" luego fue inmediatamente detenido, sus días continuaron preso y totalmente empobrecido luego de seis meses con ayuda logro ir a París, continuando su exilio. Escribió un libro denominado "El Hombre- El Apóstol de la democracia". El diario El Orden, viernes 7 de julio de 1933 con el título: Los oradores que hablaron primero, uno de los primeros oradores fue Honorio Pueyrredón, quien fue anunciado como gobernador de la provincia de Buenos Aires. En esa misma tribuna hablaron Alberto Aybar Augier, Amadeo Sabattini, González Zimmermann, Rébora y Pugnalin. En otra tribuna mientras tanto, hablaron Marcelo Torcuato de Alvear, Carlos Noel, Horacio Oyhanarte, Taleans, O`Farrel y Ricardo Rojas todos los que habían ido a parar a las cárceles.

Un proyecto humanitario en 1919.

1)Lafuente, Horacio. Revista Todo es Historia. Número 348. Los confinados radicales en San Julián.

2)Páez de la Torre, Carlos. a)Historia Ilustrada de Tucumán. Ediciones Síntesis. I Edición. Buenos Aires 1994. b)Revista CCC. Familias tucumanas. Los Aybar. Edición agosto de 2010. Tucumán. c)Diario LA GACETA. Sección Apenas ayer. La segunda, la vencida. La banca del doctor Aybar Augier. Edición del 23 de octubre de 1992 d)Diario LA GACETA. Sección Apenas Ayer. Dirigentes radicales presos en 1933. 29 de julio de 2008. e) Diario LA GACETA. Sección Apenas ayer. Un proyecto humanitario de 1919.

3)Base de datos. Patagonia. http://www.drault.com/pdb/Pieradon/fechas2.html

4) Jirones de pasado santacruceño. http://gonzalez-pedemonte.blogspot.com.ar/2009/12/la-politica.html

5) Sitio del Honorable Senado de la Nación Argentina. Sección histórico de senadores. https://web.archive.org/web/20110531182113/http://www.senado.gov.ar/web/senadores/historico/per_rem.php



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