Aleramici

Los Aleramici (anteriormente conocidos como Aleramidi) fueron una importante familia feudal piamontesa de origen franco, cuyas diferentes ramas gobernaron Monferrato, Saluzzo, Savona y otros territorios entre Liguria y Piamonte.

Los Aleramidi se hicieron especialmente conocidos durante las cruzadas. El marqués Guillermo V conocido como el Viejo, sobrino del papa Calisto II y cuñado del emperador Conrado III del Sacro Imperio Romano Germánico y del rey de Francia Luis VI , fue uno de los comandantes de la Segunda Cruzada. La familia alcanzó especial relevancia en la Tercera Cruzada, cuando los hermanos Guillermo Spadalunga (Espadalarga) y Conrado de Montferrato jugaron un papel destacado en diversas batallas y episodios de la misma; Guillermo se convirtió en yerno de Balduino IV, mientras que Conrado fue elegido en abril de 1192 como Rey de Jerusalén, aunque sería asesinado poco después (ya lo era de Iure por su matrimonio con Isabel de Jerusalén). El hijo de Guillermo, Balduino V, fue Rey de Jerusalén entre 1183 y 1186. mientras que la hermana de éste María de Montferrato y la hija de esta, Yolanda, serían reinas entre 1205 y 1228. Un tercer hermano de Guillermo y Conrado, Bonifacio I de Montferrato, fue el líder de la Cuarta Cruzada, que condujo a la conquista de Constantinopla y al establecimiento del Imperio Latino y el Reino de Tesalónica, entre otros; en virtud de ello los descedientes de Bonifacio ostentaron el título de reyes de Tesalónica.

Ejercieron un generoso mecenazgo literario que favoreció la producción de poesía trovadoresca en la corte de Monferrato, de Saluzzo y de Finale de nombres célebres como Rambaldo di Vaqueiras, Bernart de Ventadorn y Gaucelm Faidit. La liberalidad de los marqueses les supuso un gran reconocimiento en el ambiente literario europeo recibiendo elogios de Dante Alighieri en el Convivio y, en tiempos más recientes, de Giosuè Carducci^[1]​.

La rama principal de los Alemarici tuvo su fin con Juan I de Montferrato, el último marqués de Montferrato de esta dinastía de la Plena Edad Media, a su muerte, en 1305. No obstante sus descendientes continuaron estando presentes en la historia italiana mediante un gran número de líneas dinásticas: los marqueses de Saluzzo, los de Busca y Lancia, los de Ceva y Clavesana, los de Savona y los de Incisa. La familia Del Carretto, de origen alerámico, cuyo fundador fue el también cruzado Enrique del Vasto, hijo de Bonifacio del Vasto, gobernó los territorios del Marquesado de Finale durante cuatro siglos, hasta que su titularidad pasó, a principios del siglo XVII a manos de los Austrias españoles.

Los Aleramici no siguieron la regla del mayorazgo y para mitigar el debilitamiento de la dinastía debido a la escisión de los bienes feudales, los administraron a modo de consorcio. Los dominios de Aleramo siguieron siendo propiedad parcialmente indivisa entre los descendientes de sus dos hijos Otón y Anselmo durante casi un siglo, como lo demuestran los acuerdos que Savona continuó renovando con todas las ramas de la familia hasta 1085.

A finales del siglo XI , aproximadamente un siglo después de la muerte de Aleramo, las tres ramas principales del linaje de Aleramo eran:

En el siglo XII, la enorme extensión de territorio que gobernaba Bonifacio del Vasto, descendiente de Anselmo, fue dividida entre sus hijos. Fueron siete los hijos del marqués que heredaron, habidos todos con su esposa Agnes de Vermandois,​​​ hija del príncipe Hugo I de Vermandois​.

Tuvo un hijo ilegítimo, Bonifacio d’Incisa, que fue desheredado por desobediencia, y del cual descienden los marqueses de Incisa.

La familia Monferrato se vinculó con descendientes de Alfonso X de Castilla y finalmente con la posterior dinastía paleóloga: Irene de Montferrato (también conocida como Violante o Yolanda) dio a luz a Teodoro, sobrino del último marqués Aleramici de Montferrato, tras casarse con el emperador bizantino Andrónico II Paleólogo. Teodoro, gracias a los derechos de su madre, resistió con éxito las demandas de sucesión de los marqueses de Saluzzo, accediendo al gobierno de Monferrato en 1305, comenzando así una nueva dinastía.

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