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Andrés Jiménez Fernández



Andrés Jiménez Fernández (Carmona, provincia de Sevilla, 6 de junio de 1962), fue un jugador de baloncesto español de los años 80 y 90. Destacó como jugador del F.C. Barcelona, con el que ganó siete ligas ACB y cuatro Copas del Rey, entre otros títulos, y como integrante de la Selección de baloncesto de España, con la que disputó 186 partidos, participando en la consecución de la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984, y en la del Eurobasket de Nantes de 1983. Jugaba en la posición de ala-pívot, y medía 2,05 metros de altura.

Se retiró como jugador en activo en junio de 1998. El 13 de septiembre de 1998 el F.C. Barcelona le hizo un homenaje retirándole la camiseta con su número 4, y colgándola en el Palau Blaugrana, en reconocimiento a sus méritos y dedicación al club.[2]

Tuvo un hermano menor también baloncestista, Paco Jiménez (n. 1967), que al igual que Andrés inició su carrera en el Club Joventut Badalona.

El Cotonificio de Badalona de Aíto, Héctor Perotas, Agustín Cuesta, Jiménez, Joaquim Costa y compañía es una especie de leyenda del básquet español. Con un presupuesto ridículo se instaló en la élite del básquet nacional firmando varias campañas de enorme mérito llegando a ser juez de la liga 77/78 derrotando al Madrid y entregándole el título al Joventut de Badalona de Zoran Slavnic. Son varios los detalles que hacían de aquel equipo algo inhabitual en la época: entrenaban mañana y tarde todos los días (no era lo habitual), realizaban una defensa que fue bautizada como karate pres (se empezó a usar la defensa de "saltar y cambiar" dos años antes de que Díaz-Miguel la usara en la selección) y sobre todo, por jugar con Andrés Jiménez por fuera, algo que Aíto empezó a usar en el Coto y que luego pulió en el Joventut de Badalona y en el Barcelona siempre con el mismo jugador como protagonista.

La progresión de Jiménez fue constante y se convirtió en internacional en el 80, formando parte de la gloriosa generación baloncestística que logró las platas de Los Ángeles y Nantes.

Cuando Aíto ficha por el Joventut en la temporada 83/84 se lleva consigo a su jugador-talismán y juntos revitalizan a la Penya,[3]​ que venía de quedar séptimo, firmando dos temporadas con un tercer puesto (84/85) y una final de liga perdida contra el Madrid pese a la portentosa exhibición de los Jimix (sobrenombre con el que Andrés firma los cómics que dibuja), Jordi Villacampa, José Antonio Montero y compañía en el primer partido de la serie en Madrid.

En la temporada 85/86, el camino de Jiménez se separa por primera vez del de Aíto, al fichar éste por el Barcelona. Su sustituto en el Joventut de Badalona será Miquel Nolis y el equipo badalonés quedará tercero en la clasificación mientras el Barcelona perderá la final contra el Real Madrid.

A comienzos de la temporada 86/87, Aíto reúne en el Barcelona al triángulo mágico del Cotonificio Badalona (Costa, Jimix y él mismo), que unidos a los Epi, Solozábal, Sibilio y compañía dan como resultado un equipo inabordable, más aún si tenemos en cuenta que el Joventut de Badalona queda debilitado por la ausencia de Jiménez y el Madrid por la de Martín (en su fugaz paso por el banquillo de Portland). Ese equipo logra todos los títulos en juego (Liga, Copa y Copa Korac) y, con el importantísimo añadido de Audie Norris, inicia la era de mayor dominio que ha conocido la ACB y parte totalmente esencial de dicho dominio hay que otorgársela a la figura de Andrés Jiménez, que por entonces ya juega casi siempre de tres, siendo prácticamente indefendible.

Su más que decente tiro de 4-5 metros le permite ser una amenaza para sus defensores en esas distancias y su velocidad y notable coordinación propician que sea capaz de dejarles atrás con relativa facilidad. Cerca del aro, sus movimientos son veloces y pulidos, lo que unido a su altura le permite rendir con solvencia también ahí. Su categoría de "hombre que marca la diferencia" se pone de manifiesto al comprobar la frecuencia con la que Lolo Sainz, entrenador del Real Madrid, cambia de alero americano en sus vanos intentos por pararle (ni Larry Spriggs, ni Wendell Alexis, ni Linton Townes, ni Johnny Rogers, ni Anthony Frederick lo conseguirán en los momentos decisivos) En esa época sólo tiene un lunar: los tiros libres. Su porcentaje suele ser más que discreto y es algo que no logró corregir hasta que su carrera tocaba a su fin.

En el verano del 87 forma parte de la selección española que queda cuarta en el Europeo de Atenas y su sensacional trabajo es premiado con la inclusión en el mejor quinteto del campeonato.

Tras cuatro ligas consecutivas y toparse dos veces en la Final Four con la Jugoplástica, Aíto deja su puesto de entrenador al serbio Bozidar Maljkovic y en esa temporada Jiménez sufre la lesión más importante de su carrera que le tendrá más de media temporada lejos de las canchas, no pudiendo disputar ni la final de la Copa de Europa ni la de liga (ambas perdidas, respectivamente, ante Jugoplastica y Joventut). Es el prólogo a 2 años de sequía para el F.C. Barcelona, que incluirán la peor temporada ACB de su historia (92/93, séptimos).

La progresión de Jiménez va un poco más allá con Bozidar Maljkovic y con el regreso de Aíto y empieza a probar suerte desde más allá de la línea de 6,25, quizá fruto de los años que le hacen perder velocidad hasta el punto de que en sus últimos años ya prácticamente nunca se le ve en sus clásicas acciones fuera-dentro, centrándose en el tiro exterior y en jugar al poste bajo, jugando con la inteligencia que siempre le caracterizó, supliendo su cuesta abajo física producto de la edad.

Jiménez cierra su carrera con tres ligas más consecutivas, la última de ellas conquistada en la pista del Madrid en un extraordinario quinto partido en la temporada 96/97 en el cual tiene un papel más que digno pese a sus 35 años. Con motivo de su retirada, fue objeto de diversos homenajes, tanto por parte de su último club (que le organizó un desconcertante partido de homenaje en el que no jugó y le retiró la camiseta) como por parte de la ACB al ser el último representante de la generación que triunfó en Los Ángeles en retirarse.



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