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Arlington National Cemetery



El Cementerio Nacional de Arlington en Arlington, Virginia, es un cementerio militar estadounidense establecido, durante la Guerra de Secesión, en terrenos que pertenecían al general confederado Robert E. Lee. Está situado cerca del Río Potomac, en las proximidades del Pentágono.

Veteranos de todas las guerras están enterrados en este cementerio, desde la Guerra de Independencia de los Estados Unidos hasta la guerra de Afganistán e Irak.

La Tumba de los desconocidos, conocida también como la Tumba al soldado desconocido, no ha recibido nunca un nombre oficial. Está situada en la cima de una colina del condado de Arlington, mirando hacia la ciudad de Washington D. C.

La tumba es uno de los sitios más populares del cementerio. Está hecha de siete piezas de granito con un peso total de 72 toneladas. Fue abierta al público el 9 de abril de 1932. La tumba tiene un guardia permanente las 24 horas del día, todos los días del año.

Otros sitios visitados con frecuencia es el Memorial Iwo Jima y la tumba con la "llama eterna" del presidente John F. Kennedy, quien está enterrado junto a su esposa Jacqueline y 2 de sus hijos (Arabella y Patrick). Muy cerca de ahí está enterrado su hermano, el senador Robert F. Kennedy, y desde 2009, también se encuentra enterrado su otro hermano, el senador Edward M. Kennedy.

Es curioso que, estando dicho cementerio reservado a los militares y a aquellos que prestaron valiosos servicios militares a su país en distintas guerras, esté allí enterrado el expresidente William Howard Taft, quien nunca fue militar.

El Memorial del transbordador espacial Challenger está dedicado a la tripulación del vuelo STS-51-L, que el 28 de enero de 1986 murió durante el lanzamiento de la nave. Aunque la mayoría de los restos fueron identificados y devueltos a sus familiares para un funeral privado, en Arlington se enterraron los restos de aquellos que no se pudieron identificar. Además, dos miembros de la tripulación, Francis Scobee y Michael Smith, están enterrados en este cementerio. Hay un memorial similar dedicado a la tripulación que falleció en el accidente del transbordador Columbia el 1 de febrero de 2003.

Otro de los memoriales del cementerio está dedicado a las víctimas del ataque terrorista del 11 de septiembre al Pentágono con el vuelo 77 de American Airlines. El memorial incluye el nombre de los 184 muertos, militares y civiles, en la instalación militar. Existe otro memorial a las 259 personas que perdieron la vida en el Vuelo 103 de Pan Am, en Escocia. El avión estalló en 1988 por una bomba colocada en su interior, atentado en el que 190 de las víctimas fueron estadounidenses.[1]

Una tumba muy famosa de este cementerio, y considerada la tumba más peligrosa del mundo, está ubicada en la Sección 31 del mismo y corresponde a Richard Leroy McKinley, un especialista militar fallecido el 3 de enero de 1961, víctima de una explosión nuclear en el reactor SL-1. Su cadáver absorbió una cantidad tan grande de radiación que se encuentra forrado con un nylon especial sellado al vacío y dentro de un sarcófago sellado hecho de plomo, y este a su vez envuelto con varias capas de algodón y plástico, todo guardado dentro de dos bóvedas más, una sobre otra y debajo del suelo, selladas y reforzadas cada una con capas de metal de 30 centímetros. La radiación que emite el cadáver mataría toda forma de vida que esté cerca en cuestión de segundos si estuviera expuesto; por esta razón, los guardias que custodian su tumba tienen órdenes de disparar a matar a quien se atreva a acercarse al lugar con una pala u otra herramienta para excavar, sea quien sea. Pese a estas medidas de seguridad, su sepultura y su lápida es similar a la de los demás militares enterrados en el cementerio.[2]

Anfiteatro, vista frontal.

Anfiteatro, vista lateral.

Vista de las lápidas en un día de sol.

Cartel de bienvenida.

Lápidas en un día nuboso.



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