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Ascensión de Isaías



La Ascensión de Isaías es un texto pseudoepigráfico judeo-cristiano.[1][2]​ Se estima entre los académicos que La Ascensión de Isaías se escribió bien durante las últimas décadas del siglo I o durantes las primeras del siglo III, aunque algunos académicos afirman que ocurrió en algún momento a comienzos del siglo II. La razón para esta falta de consenso sobre su fecha se debe al hecho de que no hay prácticamente ninguna información que permita fecharla de manera definitiva en un período específico.[3]​ Muchos académicos creen que es una compilación de varios textos hecha por un escriba cristiano anónimo que usó el nombre del profeta Isaías, mientras que un número creciente de académicos en los últimos años han argumentado que la obra es de hecho una unidad y fue escrita por un solo autor que puede haber utilizado múltiples fuentes.[4]

Se cree de manera general que el texto está compuesto de tres secciones diferentes, escritas cada una en diferentes momentos y por autores diferentes.[5]​ La sección más antigua, correspondiente a los capítulos 3:13 - 4:22, fue escrita aproximadamente a fines del siglo I d.C. o quizás a principios del siglo II, y se cree que originalmente era un texto de origen judío que luego fue redactado por escribas cristianos.[6]​ La fecha en que se escribió La Visión de Isaías (capítulos 6-11) es considerablemente más difícil de determinar, pero ciertanmente no ocurrió después del siglo III, ya que san Jerónimo (c. 347-420 d.C.) cita un fragmento de la obra en algunos de sus escritos. Con base en la evidencia interna, parecería que el texto se podría localizar antes del final del siglo II d. de C. La obra entera fue compilada en una fecha posterior, como escribe M. A. Kinibb[7]​:

No se sabe cuándo exactamente se combinaron las tres secciones de la Ascensión. El fragmento griego (de los siglos V-VI), el palimpsesto del que proviene el texto de los fragmentos de la primera traducción al latín (también de los siglos V-VI) y la traducción etíope (hecha en algún momento durante los siglos IV-VI) presuponen todos la existencia de la obra completa. Sin embargo, el carácter de los errores en el fragmento griego y en el palimpsesto latino sugiere que la obra completa ya había existido por algún tiempo para cuando se copiaron estos manuscritos. Parece, pues, probable que las tres secciones de la Ascensión hayan sido compiladas en el siglo III o IV d. de C., lo que se confirma en el hecho de que Jerónimo parece haber conocido el libro completo. Es posible que haya habido dos etapas en el proceso, primero la combinación de 3:13 - 4:22 con el Martirio, y luego la combinación del Martirio ampliado con La Visión.

Así pues, Knibb sugier que el texto completo se escribió entre los años 150 y el 200 d.C., pero solo se compiló en un momento posterior. La mayoría de académicos concuerdan en que una fecha de mediados a principios del siglo II para la parte principal del documento es probable,[8]​ fechable en su forma actual hasta al menos las primeras décadas del siglo II.[9]

El libro contiene tres secciones principales:

Algunos elementos en la Ascensión de Isaías tienen un paralelo en otros escritos judíos y cristianos. La manera en la que muere Isaías (cortado por la mitad por Manasés) es descrita de igual forma tanto en el Talmud de Babilonia como en el Talmud de Jerusalén y probablemente se alude a esto en la Epístola a los Hebreos (11:37). El demonio Beliar o Belial aparece asimismo en varias obras apócrifas, entre las que se incluyen el Libro de los Jubileos, el Libro de Enoc, los Testamentos de los Doce Patriarcas y los Oráculos Sibilinos. Finalmente, el viaje de Isaías a través de los Siete Cielos es similar al que hace Enoc en el Segundo Libro de Enoc .

La primera sección del texto incluye también una evidente hostilidad hacia los samaritanos, una secta judía cuyos miembros afirmaban ser judíos que se quedaron atrás durante el exilio babilónico, repudiados por el resto.

Algunos académicos han señalado que la Ascensión refleja una perspectiva proto-trinitaria,[4]​ como es el caso cuando los habitantes del sexto cielo le cantan alabanzas al "Padre primigenio y su Amado Cristo, y al Espíritu Santo". Larry Hurtado escribe que

No obstante, la narración más extensa sobre la adoración celestial ocurre en 9, 27-42, donde se presenta una visión triádica similar. Habiendo alcanzado el séptimo cielo, que está bañado en una luz incomparable, Isaías ve innumerables ángeles así como a "todos los justos desde el tiempo de Adán" (9, 6-9). Entonces, una vez el ángel guía le ha explicado cómo el descenso del Amado hará posible que los justos reciban sus vestiduras, coronas y tronos (9, 10-26), Isaías ve una figura "cuya gloria sobrepasaba la de todos" y era adorada por Adán, Abel y todos los demás justos y ángeles (9, 27-28). De manera crucial, a este punto el ángel guía le indica a Isaías que "adore a éste", a quien el ángel identifica como "el Señor de todas las alabanzas que has presenciado" (9, 31-32), el Amado. Isaías se une a la adoración y a los cantos de alabanza dirigidos a esta figura. Se acerca entonces otra figura gloriosa, posteriormente identificada como "el ángel del Espíritu Santo que ha hablado en ti y también en los demás justos" (9, 36), y también se le dice a Isaías que se una a los ángeles para adorarle (9, 35-36). Finalmente, en un clímax cuidadosamente preparado para esta escena, Isaías ve "la Gran Gloria" (pero la ve con su espíritu, pues parece que sus ojos están cegados por la luz que emite esta gloria, 9, 37), y relata cómo tanto "mi Señor" como "el ángel del Espíritu" ofrecieron su adoración a esta tercera figura, junto con "todos los justos" y los ángeles (9.40-42).[3]

La Ascensión de Isaías sugiere una creencia cristiana antigua en el subordinacionismo, similar a la mostrada por Orígenes y, más tarde, por Novaciano.[2]​ El texto describe cómo la "Gran Gloria" es adorada por el "Amado" y por el "Ángel del Espíritu Santo", lo que implica una jerarquía en la trinidad. Se sugiere, además, que los ángeles que acompañan a Isaías en su ascensión no son otros que Jesús ("el Amado") y el Ángel del Espíritu Santo. En tanto el texto describe a Jesús y al Espíritu Santo como seres angelicales, se establece una cristología y pneumatología que crea una distinción entre "el SEÑOR" y "mi SEÑOR" y el Espíritu Santo. Esto sería motivo para que esta narración fuese considerada herética en la tradición ortodoxa occidental, junto con creencias teológicas similares, como el arrianismo. Habiendo dicho esto, los antiguos cristianos judíos, de manera más probable en la región palestina, habrían encontrado esta historia influyente para comprender la teología, la pneumatología y la cristología, en gran parte debido a que se refiere a los profetas de las escrituras hebreas.

En el texto se mencionan los siguientes demonios teológicos:

De acuerdo con la teoría de R. H. Charles,[15]​ el texto incorpora tres secciones distintas, cada una de las cuales es una obra separada que aparece aquí como una compilación única. De estas, una, la primera, parece haber sido escrita por un autor judío y las otras dos por cristianos. Según este autor, El Martirio consiste en:

E. Norelli sugiere, por el contrario, que todo el texto, incluso si fue escrito en diferentes épocas, es la expresión de un grupo profético cristiano docético que estaría relacionado con el grupo al que Ignacio de Antioquía atacara en sus cartas a los Esmirnos y a los Tralianos.[16]​ Según este académico, los capítulos 6-11 (la Visión) son anteriores a los capítulos 1-5 (que representan una introducción pesimista posterior al original de la Visión), la fecha de composición es el final del siglo I d.C. La narrativa del embarazo de María (la Ascensión de Isaías, 11: 2-5) es independiente de la presentada en el Evangelio de Mateo.[17]​ Recientemente, sin embargo, otros académicos han rechazado la caracterización de la Ascensión de Isaías como un texto docético.[18]

El texto existe en su totalidad en tres manuscritos en ge'ez de alrededor de los siglos XV-XVIII, pero también han sobrevivido fragmentos en griego, copto, latín y eslavo eclesiástico antiguo. Los tres textos componentes parecen haber estado en griego, y es posible que el "Martirio de Isaías" se derive de un original en hebreo o arameo. La comparación entre las diversas traducciones sugiere que deben haber existido dos recensiones diferentes del original en griego, una en la que se basaron la versión etíope y una de las versiones latinas, y la otra en la que se basaron la versión eslava y la otra versión latina. Han sobrevivido fragmentos de ambas versiones griegas. El título actual de la obra se deriva del título utilizado en los manuscritos etíopes ('Ergata Īsāyèyās - "La Ascensión de Isaías"). En la antigüedad, Epifanio también se refirió al libro por este mismo título (en griego: Τὸ Αναβατικὸν Ἡσαΐου), como lo hizo Jerónimo (en latín: Ascensio Isaiæ).



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