La batalla de Huế en 1968 fue una de las batallas más largas y sangrientas de la guerra de Vietnam (1959-1975). El Ejército de la República de Vietnam (ERVN) y tres batallones del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos atacaron y derrotaron a más de 10 000 efectivos del EVN y del Viet Cong.
Aprovechando la fiesta religiosa del Têt, el Vietcong decidió lanzar una poderosa ofensiva. El 31 de enero, ocuparon la ciudad y los marines norteamericanos tuvieron que luchar duramente para reconquistarla.
El inicio de la ofensiva del Tet el 30 de enero de 1968 empezó con el año nuevo lunar vietnamita y los festejos de esa época. Las fuerzas estadounidenses llevaban ya casi tres años en operaciones en Vietnam. La ciudad se hallaba dividida por el río Perfume en norte y sur siendo además una línea de suministros importantes para Da Nang.
A pesar de su valor estratégico y simbólico la ciudad tenía pocas fortalezas y muchas tropas estaban de licencia cuando las fuerzas comunistas lanzaron un ataque sorpresa sin respetar la tregua contra cientos de objetivos en todo Vietnam del Sur entre ellos Hue.
Había sido ocupada por dos regimientos del Ejército de Vietnam del Norte y dos batallones del Vietcong. Solo dos focos de resistencia de tropas aliadas se mantenían incólumes dentro de la ciudad, a la espera de refuerzos: una instalación de la Comandancia para Ayuda Militar de Vietnam, al sur, y un destacamento de soldados del Ejército de Vietnam del Sur, al norte. Este destacamento fue clave, porque se ubicaba en medio de las líneas enemigas y permitió el aterrizaje de helicópteros con refuerzos.
Las fuerzas comunistas ocuparon rápidamente la ciudad procediendo a masacrar a miles de civiles relacionados al gobierno sureño, cosa que después harían también los survietnamistas y estadounidenses al recuperar la ciudad y en la Matanza de Mỹ Lai. Posteriormente, en una batalla casa por casa que duró un mes, fueron expulsados gradualmente. Miles de civiles murieron y la ciudad fue casi totalmente destruida. A pesar de la victoria militar las enormes pérdidas afectaron negativamente la percepción del público estadounidense de la guerra y el apoyo político para esta comenzó a decaer.
Los defensores transformaron cada manzana en una auténtica fortaleza. Si no actuaban con cuidado, cada esquina podía convertirse en una trampa mortal para los efectivos de los ocho batallones de marines y trece del ejército survietnamita enviados a recuperar Hue. Sin embargo, los norvietnamitas no pudieron resistir el asalto final, y el 2 de marzo se retiraron.
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