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Batería (instrumento musical)



La batería es un conjunto de instrumentos musicales de percusión usado por muchas agrupaciones musicales.

El término «batería» también se refiere al músico que toca estos instrumentos, al igual que el término «baterista», ambos equivalentes.[1][2]​ Este instrumento nació de la necesidad de producir diferentes percusiones en un solo sistema agrupado y cómodo para tocar simultáneamente por una sola persona.

Los instrumentos de percusión son considerados los más antiguos de los instrumentos musicales junto a los de viento o armónicos. El origen de la batería se localiza en los Estados Unidos a finales del siglo XIX y radica en la unión, en 1890, de unos cuantos instrumentos que se tocaban por separado hasta el momento: el redoblante, el bombo y los platillos, popularizados por la música europea pero todos de origen turco.

En el siglo XIX, los músicos románticos comenzaron a utilizar baterías cada vez más grandes, que fueron utilizados a principios del siglo XX, en el cakewalk y otros estilos estadounidenses precursores del jazz.

Antes de que todos los instrumentos fueran unidos y mientras su unión no era popular, eran tocados por varias personas (entre 2 y 4), cada una de las cuales se encargaba de alguno de los instrumentos de percusión. Pero las pérdidas durante la Primera Guerra Mundial afectaron a la alta burguesía, que solía contar con pequeñas orquestas privadas, y se vieron obligados a reducir el número de músicos, y en muchos casos estos, sobre todo los percusionistas, aprendieron a tocar varios instrumentos a la vez.

Con la invención del pedal de bombo (primero, de madera; después, de acero), en 1910, por parte de Wilhelm F. Ludwig, se permitió que casi todos los instrumentos de percusión pudieran ser tocados por un solo músico.

La batería está compuesta por un conjunto de tambores, comúnmente de madera, cubiertos por dos parches que están hechos comúnmente de un material derivado del plástico y dependiendo del tambor es un tipo de parche u otro. Hay desde parches muy básicos hasta los parches más complejos compuestos, por una capa de un plástico base, otra con aceite que guarda el sonido y crea un "reverb" y otra que es la sección de golpeo hecha de un material derivado del látex para la mayor duración del mismo. Un tambor está compuesto por dos parches, uno de golpeo (en la parte superior) y otro resonante (en la parte inferior). Estos tambores pueden variar su diámetro, afectando al tono, y la profundidad, variando la sensibilidad sobre el parche de resonancia.

Además la batería también es acompañada por los imprescindibles platillos, otros accesorios relativamente comunes (tales como el cencerro, panderetas, bloques de madera, entre otros) y ocasionalmente cualquier objeto que produzca un sonido con cierta músicalidad y del gusto del baterista. La batería se puede afinar con una llave de afinación y un sistema de capachos o lugs y pernos de afinación que tensan el parche. Mientras más tenso el parche, más agudo el sonido, y viceversa.

Las configuraciones de tambores y platillos se hacen a gusto del baterista. Por tal motivo varían los tamaños y formas e incluso marcas, ya que cada una de ellas brindan un sonido único y fácilmente característico.

La batería se toca con baquetas o con escobillas. Raramente se emplean mazas de percusión clásica aunque en ocasiones se puede ver a algún baterista usarlos en algunos pasajes.

Las escobillas poseen en uno de sus extremos un peine de pelos o cerdas, usualmente metálicos o plásticos, permitiendo golpear de manera más suave y melódica, por lo que generalmente se usan en estilos como Jazz, Swing o Blues, aunque cualquier baterista de cualquier estilo puede usarlas.

Las baquetas varían según el material (madera, fibra o aluminio), grosor, longitud, tipo, material de punta (de madera o de nailon), forma de la punta (en forma de nuez, ovalada, barril...) y peso para tocar con mayor o menor rapidez, intensidad, precisión o con diferentes tonos en el caso de usar baquetas de punta de felpa, según las características de cada baterista.

Generalmente las más pesadas se usan para estilos más contundentes como el Hard Rock y el Metal por la potencia que proporcionan, y las más ligeras para estilos más suaves como el Jazz o el Pop, aunque cada baterista suele usar aquello con lo que más cómodo se siente.

Los pedales se emplean para controlar con los pies distintos elementos de la batería, generalmente los platillos hi-hat y el bombo de la batería. En ocasiones, aunque no es tan común, algunos bateristas usan pedales en cajas, tambores u otros hi-hats que controlan con pedales remotos.

Los pedales de bombo constan básicamente de:

El funcionamiento del pedal de platillo hi-hat es parecido, aunque su función es la de cerrar horizontalmente los dos platillos y volver a separarlos al soltar el pedal, por lo que carece de leva y maza.

Tradicionalmente se ha usado un solo pedal de bombo, aunque en las últimas décadas el pedal doble (un segundo pedal unido mediante una junta homocinética cardan) ha ganado bastante popularidad, al permitir al baterista tocar el bombo con dos pies, pudiendo así tocar patrones más complejos de la misma forma que toca con las manos. Además, tiene la ventaja de no tener que recurrir a un segundo bombo completo con su pedal (doble bombo) con el coste que ello acarrea.

El doble pedal es un aparato similar al pedal simple con la ventaja de poder controlar los golpes de bombo con ambos pies. El doble pedal articula dos mazas en la mayoría de las veces a un solo bombo, con lo cual se obtiene la ventaja de un sonido similar en cada golpe. La incorporación de este tipo de pedal dentro de la batería presenta ciertos retos ya que resulta complicado encajar el pedal dentro del conjunto ya existente. A veces el músico tiene que re-colocar los soportes de la caja con su encaje con el hi-hat o charles siendo especialmente difícil dado que los pedales de ambos aparatos deberían posicionarse directamente bajo el pie del músico.

Uno de los pioneros del uso del pedal de doble bombo fue el baterista de jazz Louie Bellson.[3]​ Posteriormente, este tipo de pedal se ha utilizado principalmente en grupos de rock, metal, hardcore, y relacionados. Asimismo, muchos bateristas profesionales independientes de estudio destacan en el uso de este aparato.

Otros instrumentos que pueden ir comúnmente en la batería son, entre otros:

La batería está muy abierta al gusto del propio músico por utilizar variedad de sonidos. Por ello, aunque generalmente se emplean piezas muy parecidas, cada baterista es libre de incorporar cualquier objeto que produzca un sonido digno de aplicar musicalmente.

La batería electrónica consta generalmente de parches virtuales, o pads electrónicos, similares a los de práctica (de material poco vibrante), que producen un sonido determinado y programable. Hay algunos modelos que permiten tocar encima de la música o de otros ritmos ya registrados anteriormente o ya incluidos en la caja de sonidos instalada en la batería electrónica. Muchas baterías ya llevan incluidos muchos sonidos para programar en los parches y no tener que incluir ningún instrumento más.

Las diferentes partes de una batería electrónica común son (en algunos tipos se pueden incluir más):

En su mayoría, son baterías "alternas" que son utilizadas para ritmos contemporáneos electrónicos, son muy versátiles pero a veces, muy limitadas en cuanto a sonido, afinación y sensación, ya que como lo hemos mencionado anteriormente, en general sus "parches" son electrónicos y de sonido programabable y por lo tanto no brindan respuesta ni sensación muy buena.

En todo caso, hoy en día los fabricantes de baterías electrónicas disponen de muchas tecnologías que buscan homologar sonidos, apariencia y sensación al golpe, llegando incluso a tener sonidos que imitan diferentes tipos de maderas, sonidos diferentes en las áreas de los pads (imitando rimshots o golpes en la campana, centro y borde del plato, aleaciones de metales, y/o marcas en el caso de los platillos). También hay algunas que usan parches tradicionales y algunas híbridas o electroacústicas, que pueden usarse de ambas formas.

Otra ventaja es que pueden ser fácilmente conectadas a una computadora, con lo que se pueden experimentar una infinidad de sonidos y es fácil de grabar. Hay bateristas como Phil Collins, Neil Peart de Rush y Rick Allen de Def Leppard, que usan kits con ambos sistemas.

La manera de tocar la batería ha ido evolucionando con el tiempo, dado que las necesidades de los bateristas cambian.

En primer lugar cabe destacar que actualmente no solo existen las baquetas de madera para tocar, sino que también hay escobillas o escobetillas, baquetones de goma o de fieltro, etc.

A la forma de agarrar las baquetas se le llama agarre o en inglés, "grip". La forma de tomarlas más común hoy en día es el Matched Grip, que aunque tiene variantes, básicamente consiste en:

Se emplean movimientos de dedos y muñecas principalmente, también se usan codos y brazo, dependiendo de la distancia, fuerza y técnica de cada baterista.

El término «percusionista» se refiere al músico que toca percusión académica (música clásica) o latina, aunque la persona que toca la batería se la denomina «batería» o «baterista», indistintamente.[1][2]

Es raro que la batería no forme parte de las formaciones de música popular occidental del siglo XX con influencias norteamericanas (jazz, blues, rock, pop, reggae, heavy metal, etc.)

Se asume que el mismo necesita tener coordinación, musicalidad, capacidad de crear-mantener el tiempo y energía, ya que por lo general tiene que tocar a la vez varios elementos de percusión. Una de las funciones más importantes del baterista es la de mantener el tempo o pulso de la canción, bien sea para "generar" el tiempo y que los demás músicos le sigan, bien sea para crear diferentes ritmos alrededor de ese tempo, dándole a la canción dinámicas muy distintas.

Se denomina «batería de estudio» o «de sesión» a los profesionales capaces de desenvolverse en cualquier estilo de música, además de estar preparados para interpretar la mayor parte de las obras musicales con unos pocos minutos de analizar la partitura maestra o una partitura de batería.[4]

Un elemento fundamental en un baterista es poseer una condición física apropiada, dada la naturaleza mecánica del instrumento de percusión. Según un estudio realizado en la Universidad de Chichester, Inglaterra, un baterista en un concierto de una hora de duración puede quemar entre 400 y 600 calorías, lo cual lo pone a la altura de un futbolista profesional. El estudio realizado por el doctor Marcus Smith, especialista en medicina deportiva, arrojó otros datos interesantes sobre el extraordinario esfuerzo físico que realizan estos músicos en cada presentación.

El baterista encargado de ayudar en este estudio fue Clem Burke de Blondie.[5]



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