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Benín



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Benín[4]​ (en francés: Bénin, antiguamente Dahomey), oficialmente la República de Benin (en francés: République du Bénin),[5]​ es un país ubicado en el oeste de África. Está limitado por Togo al oeste, por Nigeria al este y por Burkina Faso y Níger al norte. La mayoría de la población vive en el golfo de Benín.[6]​ La capital de Benín es Porto Novo pero su gobierno está en Cotonú, la ciudad más grande del país. Benín cubre aproximadamente un área de 112.622 kilómetros cuadrados,[2]​ con una población de 11 millones de personas. Benín es una nación tropical y subsahariana, dependiente mayoritariamente de la agricultura, que es la principal fuente de empleo e ingresos.[7]

La lengua oficial de Benín es el francés. Sin embargo, algunas lenguas indígenas como el fon o el yoruba son habladas comúnmente. La religión más extendida es el catolicismo, seguido por cerca del islam, el vudú y el protestantismo. Benín es miembro de las Naciones Unidas, la Unión Africana, la Organización para la Cooperación Islámica, la Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur, La Francophonie, la Comunidad de Estados Sahel-Saharianos, la Asociación de Productores de Petróleo Africanos, y la Autoridad de la Cuenca del río Níger.[8]

Es una antigua colonia francesa, conocida con el nombre de Dahomey debido a un antiguo reino local, que alcanzó la independencia el 1 de agosto de 1960, como República de Dahomey. En 1975, se adoptó el nombre actual de República de Benín, tomando el nombre de la Bahía de Benín, en cuya costa está situado el país. A su vez el nombre de la Bahía procede del antiguo reino yoruba de Benín, que se encontraba más al este, en torno de la actual ciudad nigeriana de Benin City, lo que puede llevar a confusión. La razón de haber elegido el nombre de Benín para rebautizar a Dahomey, es que se trataba de un nombre neutral: antes de la colonización francesa, "Dahomey" era solamente el nombre de un reino costero sureño, y por lo tanto su nombre no representaba a la región de Atakora en el noroeste, ni al antiguo reino (hoy departamento) de Borgou en el noreste.

La República de Benín es el resultado artificial de la expansión colonial francesa, que unió los antiguos reinos del pueblo fon (Dahomey y Porto Novo) con numerosos pueblos del interior, formando la colonia de Dahomey.

En torno al 1575, los fon fundaron el reino de Allada, que ocupaba el centro del moderno Benín.[9]​ Hacia el 1625, uno de los príncipes de este reino fundó a su vez los reinos de Dahomey y Ajase.[9]

El Reino de Dahomey lo creó en el interior del país en el XVII una etnia llamada Adja, como un movimiento de autodefensa por parte de la población, diezmada por las frecuentes cacerías de esclavos.

Las disputas entre tres herederos al trono del reino de Allada o Gran Ardra concluyeron en 1625, cuando Meji asumió como rey de Allada, mientras otro hermano, Gangnihessou, fundó la ciudad-estado de Abomey (núcleo del reino de Dahomey), y Té Agbanlin fundó la ciudad de Ajatche o Pequeño Ardra (llamado Porto Novo por los comerciantes portugueses). Los Adja de Abomey organizaron un reino fuertemente centralizado y apoyado por un ejército profesional. A lo largo de los años, los Adja fueron mezclándose con la población autóctona y dieron origen al grupo étnico hoy conocido como fon o Dahomey.

A finales del siglo XVII Oudah era la principal plaza del comercio de esclavos de África occidental.[9]​ La actividad de los tratantes suscitó desavenencias entre los distintos reinos de la región.[9]​ En el siglo siguiente, Dahomey firmó acuerdos con los tratantes, facilitando su comercio pero controlándolo a la vez.[9]​ La dependencia económica del reino de la trata, sin embargo, lo mantuvo en constante estado de guerra.[9]​ En 1755 los portugueses fundaron Porto Novo, una nueva colonia dedicada al comercio de esclavos, en el reino de Ajase.[9]​ A principios del siglo XIX Dahomey se sumió en un periodo de decadencia e inestabilidad interna.[9]

En el XIX la trata fue sustituida progresivamente por el comercio del aceite de palma y la región costera inició una época de desarrollo agrícola y de apertura exterior bajo el gobierno del rey Ghezo (1818-1858).[10]​ Este introdujo la producción del aceite, que importaba Europa, así como la de otros productos como el maíz, el tomate y el tabaco.[9]​ Los inmigrantes afrobrasileños, antiguos esclavos, comenzaron a dominar el comercio exterior del territorio.[9]​ Este grupo, surgido de la prohibición progresiva de la trata, se situó como grupo intermedio entre Europa y la población aborigen.[11]​ En 1851 Ghezo firmó un tratado con Francia en el que reconocía los intereses de esta en Oudah, aunque no cedía su posesión.[9]

En 1863, los franceses se instalaron en Porto Novo.[9]​ En 1868 lo hicieron en Agué y Cotonú; el dominio francés de la costa privó a Dahomey de los ingresos aduaneros, lo que suscitó una sublevación.[9]

El reino de Porto Novo fue transformado sin resistencia en protectorado de Francia en 1883; su rey, Toffa, pretendía protegerse así del vecino Dahomey.[9]​ En 1889 franceses y británicos pactaron el trazado de la frontera entre las colonias del futuro Benín y de la futura Nigeria, hasta cien kilómetros tierra adentro.[12]​ Por entonces los franceses poseían los puertos de Ouidah y Cotonú y mantenían desde 1863 al pequeño reino de Porto Novo sometido a un protectorado oficioso.[13]​ Este a su vez era parcialmente dependiente del belicoso reino de Abomey (o Dahomey) situado en el interior, que realizaba incursiones periódicas en la zona costera para demostrar su primacía y al que los franceses tenían por bárbaro.[13]​ Este reino bloqueaba el acceso francés al interior, en especial, al río Níger.[12]

En noviembre de 1889, los franceses enviaron una embajada al rey Gegle de Dahomey, con el fin de trazar una frontera clara entre su reino y los territorios de influencia francesa, acabar con los sacrificios humanos que se practicaban en su reino y hacer que cesasen las incursiones contra Porto Novo.[13]​ La misión resultó un fracaso.[14]​ Aprovechando los sacrificios humanos que el nuevo soberano de Dahomey, Behanzin, hizo durante los funerales de su padre Gegle, fallecido poco después de fallida embajada francesa, Francia decidió invadir el territorio.[15]​ El mando de las dos campañas que fueron necesarias para someter el reino (una realizada en 1892 y otra en 1893-94) se encomendó al general Alfred Dodds, que ya había combatido en Senegal.[15]​ Pese a la encarnizada resistencia de Dahomey, el hábil uso de la artillería que sorprendió a los franceses y el sacrificio de casi todo el famoso cuerpo de amazonas, la guerra acabó con el sometimiento del reino a Francia en enero de 1894 y el exilio del rey.[15]​ Ese mismo año se creó al colonia de Dahomey, que englobaba todas las posesiones francés en el golfo de Benín.[9]

A continuación, británicos y franceses se disputaron la conquista del reino de Borgu, cuyo dominio día permitir a los segundos el acceso al Níger.[16]​ El objetivo de cada una de las dos potencias era aislar por el interior a las colonias costeras de la otra.[17]​ La carrera hacia la supuesta capital del codiciado reino, Nikki, acabó con la firma de sendos tratados con franceses y británicos, cuya legitimidad quedó en entredicho.[18]​ Dada la rivalidad por el territorio, las dos potencias tuvieron que negociar; las conversaciones bilaterales comenzaron en 1896.[19]​ Ante el estancamiento de estas, los franceses ocuparon Bussa en marzo de 1897, territorio en el que los británicos tenían derechos merced a un tratado, si bien no ocupaban.[20]​ Tras un periodo de gran tensión en la zona por el avance de fuerzas francesas y británicas que se disputaban el dominio de tierras colindantes, la Comisión del Níger franco-británica alcanzó un acuerdo para delimitar las colonias de las dos potencias el 14 de junio de 1898.[21]​ El acuerdo, favorable al Reino Unido, puso fin a veinte años de competencia por el dominio del bajo Níger.[21]​ Los franceses, sin embargo, consiguieron el ansiado acceso al gran río en Nikki, que quedó integrado en la colonia francesa.[21]

El 1904 el territorio del actual Benín fue incorporado al África Occidental Francesa.[22]​ El sistema administrativo francés mantuvo el poder de la aristocracia de la región en los gobiernos locales.[22]​ El territorio dependía directamente de la metrópoli.[23]

Durante la Primera Guerra Mundial, el norte de la región fue una de las zonas de más intenso reclutamiento de soldados para la contienda europea, lo que, junto a las requisas de alimentos, desencadenó rebeliones.[24]

Durante el periodo de entreguerras, surgieron diversos partidos políticos y periódicos que criticaban los abusos del sistema colonial.[22]​ La actividad política se concentraba en el sur de la colonia, más instruido merced a las misiones religiosas.[22]​ Pese a esto, menos del 10 % de la población gozaba de enseñanza primaria y la colonia carecía de centros de educación media o superior.[25]

En 1946 se transformó en territorio de ultramar y diez años más tarde se le concedió autonomía en política interna.[22]​ En 1958, el principal partido de la colonia, el Partido Progresista de Dahomey, rechazó que la región ingresase en la Federación de Malí.[22]

En el tratado franco-alemán de 1897 y en el anglo-francés de 1898 quedaron fijados los límites definitivos de la colonia, que accedió a la independencia el 1 de agosto de 1960 (también muchos países africanos lo harían en estos años), bajo la denominación de Dahomey.[22]​ Su primer presidente fue Hubert Maga,[22]​ el cual sería destituido tres años más tarde. La nueva república ingresó en el Consejo del Entendimiento y firmó varios tratados con la antigua metrópoli.[22]​ En 1960, formaba parte de la Comunidad Francesa.[26]

En 1961 y 1962 aumentó notablemente el paro, debido en parte al regreso al país de funcionarios y militares, que habían servido hasta entonces en las colonias francesas de África que se habían independizado.[22]​ En 1963 el general Christophe Soglo dio un golpe de Estado que traspasó el poder a un triunvirato.[22]​ Al año siguiente se promulgó una nueva Constitución, al tiempo que aumentaba la tensión entre dos de los triunviros: el presidente Sorou-Migan Apithy y el presidente del Gobierno Ahomadagbé.[22]​ En 1965 Soglo dio un nuevo golpe de Estado y asumió el poder.[22]​ En 1967, el teniente coronel Alphonse Amadou Alley se hizo con la presidencia mediante un nuevo golpe.[22]​ Al año siguiente, se celebran elecciones presidenciales, pero los militares anulan el resultado e imponen un Gobierno civil de su agrado.[22]​ En 1970 se produjo un nuevo golpe de Estado, que entregó el poder a un consejo presidencial formado por tres miembros.[22]

El 27 de octubre de 1972 el coronel Mathieu Kérékou destituyó al consejo y le arrebató el poder; instauró un gobierno que se proclamó en 1974 marxista-leninista.[22]​ El 30 de noviembre de 1975, se proclamó la República Popular de Benín —el país deja de llamarse Dahomey—, con un Consejo de Ministros exclusivamente militar.[27]​ Ese mismo año, el país ingresó en la Comunidad Económica de Estados de África Occidental, dedicada con escaso éxito al progreso de la región y dominada por Nigeria.[28]​ En enero de 1977, Kérékou prohibió el resto de partidos políticos, rompió las relaciones diplomáticas con Gabón, al que acusó de colusión con ciertos mercenarios acaudillados por Bob Denard, y en agosto promulgó una nueva Constitución que instauró un sistema político de partido único.[22]

El régimen de la República Popular de Benín experimentó varias transformaciones durante su existencia: un breve período de nacionalismo. (1972-1974); una fase Socialista (1974-1982); y una fase de apertura hacia los países occidentales y el liberalismo económico (1982-1990) En 1974, bajo la influencia de jóvenes revolucionarios, el gobierno emprendió un programa socialista de nacionalización de sectores estratégicos de la economía, reforma del sistema educativo, establecimiento de cooperativas agrícolas y nuevas estructuras de gobierno local, y una campaña para erradicar las "fuerzas feudales", incluido el tribalismo.[29]

En 1984 se produjo una gran crisis económica al expulsar la vecina Nigeria a unos cien mil benineses y cerrar la frontera entre las dos naciones.[22]​ En 1987 se aplicó un plan del Fondo Monetario Internacional que redujo los gastos estatales y aumentó los ingresos mediante nuevos impuestos.[22]​ En 1988 tuvieron lugar tres intentos de golpe de Estado, que fracasaron.[22]​ En 1989 se aprobó un acuerdo de reforma económica con el FMI, que suscitó protestas internas.[22]​ Estas llevaron a Kérékou a aceptar la celebración de una «conferencia nacional» en la que participaron todos los dirigentes políticos, incluso del exilio.[30]​ El plan de reforma estructural económica se llevó a cabo entre 1989 y 1993.[31]

En febrero de 1990, una asamblea de representantes de todas clases sociales decidió destituir al Gobierno, disolver la Asamblea Nacional y nombrar primer ministro a Nicéphore Soglo, antiguo administrador del Banco Mundial.[32]​ Pese a que Kérékou mantuvo el cargo de presidente y obtuvo inmunidad, se produjo una notable reforma política: se liberó a los presos políticos, se permitió la actividad de treinta y cinco partidos, se otorgó libertad de prensa y en diciembre se aprobó mediante referéndum una nueva Constitución.[32]

En la elecciones multipartidistas de 1991, Nicéphore Soglo, apoyado por una liga de tres partidos, venció al exdirigente marxista Mathieu Kérékou y fue elegido presidente de Benín, el régimen abandonó la ideología socialista y el país pasó a llamarse República de Benín.[32]​ Se produjeron enfrentamientos entre población de norte y del sur, pero los Estados Unidos condonaron la deuda al país, mientras que los países del Club de París perdonaron la mitad de la que se les debía.[32]​ En 1992 resurgieron las protestas y las huelgas y la pobreza creció.[32]​ La oposición acusó a Soglo de no acabar con la corrupción.[32]​ En 1993 el primer ministro perdió el apoyo de la liga de partidos que le había respaldado en 1991 y se produjeron choques entre distintas comunidades religiosas.[32]​ En 1995 la oposición a Soglo venció en los comicios legislativos de marzo y en las presidenciales del año siguiente Kérékou se impuso al primer ministro.[32]​ Tras la dimisión del primer ministro Adrien Houngbédji en 1998, Kérékou asumió todos los poderes ejecutivos.[32]​ En marzo de 1999, sin embargo, fue vencido en las nuevas elecciones parlamentarias.[32]

En 1990 el general Mathieu Kérékou permitió que se llevasen a cabo elecciones multipartidarias, poniendo fin a diecisiete años de unipartidismo. En 1996, Kérékou volvió a ser elegido presidente, pero la oposición ganó los comicios legislativos de marzo de 1999.

En las elecciones presidenciales de 2006 resultó elegido Yayi Boni, lo que puso fin a la dominancia de las figuras de Soglo y Kérékou en la política nacional. Desde las elecciones parlamentarias de 2007 las Fuerzas Cauris para un Benín Emergente han gozado de mayoría en el Parlamento. El éxito de las justas y libres elecciones multipartidistas en Benín fue alabado internacionalmente. Boni fue reelegido en 2011 merced a obtener el 53,18 % de los votos en la primera ronda, lo que bastó para evitar una segunda vuelta electoral; fue el primer presidente que ganó una elección sin balotaje (segunda vuelta) desde la restauración de la democracia en 1991.

En las elecciones presidenciales de 2016, venció el independiente Patrice Talon. Hablando el mismo día en que el Tribunal Constitucional confirmó los resultados, Talon dijo que "abordaría ante todo la reforma constitucional", discutiendo su plan de limitar a los presidentes a un solo mandato de cinco años para combatir la "complacencia". También dijo que planeaba reducir el tamaño del gobierno de 28 a 16 miembros.

En materia de derechos humanos, respecto a la pertenencia a los siete organismos de la Carta Internacional de Derechos Humanos, que incluyen al Comité de Derechos Humanos (HRC), Benín ha firmado o ratificado:

Durante décadas, Benín se dividió en seis departamentos, pero en 1999 cada uno se dividió en dos. Los departamentos están divididas en 77 comunas.

Los doce departamentos son:

Benín es el 94.° país más poblado y el 101.° más grande del mundo, con una población cercana a los 8 millones de habitantes y una extensión de 112 622 km².[2]​ A efectos comparativos, su superficie y su número de habitantes son similares a los de Honduras.

Ubicado entre el río Níger, situado al norte,[43]​ y la bahía de Benín, al sur, la altitud de Benín es casi la misma en todo el país. La mayor parte de la población vive en las llanuras costeras, donde se hallan las ciudades más grandes de la nación como Porto Novo y Cotonú. El territorio se divide en tres franjas aproximadamente paralelas a la costa: una de bosque ecuatorial, junto al mar; otra mucho mayor más al norte, en el centro del país, de bosque tropical; y una tercera de sabana en el norte, en las tierras cercanas al río Níger.[43]​ El sector norte del país está formado por sabanas y zonas montañosas semiáridas.

El clima de Benín es cálido y húmedo, con algo más de lluvia que otros países del oeste de África. Hay dos estaciones de lluvia anuales: abril-julio y septiembre-noviembre.

WWF divide el territorio de Benín entre cuatro ecorregiones:

La economía de Benín sigue estando en vías de desarrollo y dependiente de la agricultura de subsistencia, producción de algodón e intercambio regional. Únicamente el 13 % del territorio nacional es cultivable.[22]​ Hay petróleo, oro, mármol y piedra caliza, pero explotados por extranjeros, permitiendo la salida del capital. Desde 1988 se genera electricidad en la represa de Nangbeto, sobre el río Mono. Las principales exportaciones del país son los hidrocarburos y el algodón.[22]​ La mayor parte de los intercambios comerciales se realizan con Francia, Tailandia, Portugal, Japón, el Reino Unido, Italia y China.[22]​ Entre el 50 % y el 90 % de las exportaciones las constituyen materias primas.[45]

El nivel de producción ha subido un 5 % en los últimos seis años, pero el rápido crecimiento de la población ha compensado este logro. La inflación ha bajado durante los últimos años. Con el fin de aumentar su crecimiento, Benín planea atraer más inversores extranjeros, incrementar los ingresos por el turismo, facilitar el desarrollo de nuevos sistemas de procesamiento de comida y productos agrícolas, y enfocarse en nuevas tecnologías de información y las comunicaciones.

En torno al 5 % de la población ha emigrado del país; los países con más inmigrantes benineses son Nigeria, Gabón y Costa de Marfil.[22]

Entre el 13 % y el 17 % del PNB se debe a la ayuda exterior que recibe el país; entre el 50 % y el 60 % proviene de la Unión Europea y más de mitad lo hace de la antigua metrópoli.[46]

Un 66 % de la población sigue las creencias tribales.[22]​ El nivel de alfabetización es del 42,4 % aproximadamente y notablemente mayor el de los hombres (55,2 %) que el de las mujeres (30.3 %).[47]​ Fuera de las ciudades los servicios de salud son escasos. Las principales ciudades son Cotonú, Abomey-Calavi, Porto Novo, Djougou, Parakou, Bohicon y Kandi, las únicas del país que superan los cien mil habitantes. Además la ciudad de Ganvié es conocida como la Venecia africana, ya que está situada en medio del lago Nokoué. La densidad de población crece en general de norte a sur: en la costa es de más de cien habitantes por kilómetro cuadrado, mientras que en el norte se halla entre los diez y cincuenta, salvo a orillas del río Níger, donde es similar a la de la zona costera.[48]

La población de origen europeo está formada por 5500 personas (0,1 % de la población total del país). Aunque el idioma oficial es el francés,[49]​ también se habla el hausa, especialmente entre la población musulmana. El idioma yoruba se habla en la región fronteriza con Nigeria. Las lenguas autóctonas pertenecen al grupo de lenguas kwa.[49]

La esperanza de vida es de 56 años.[22]​ El promedio de hijos por mujer es de 5,20 y la mortalidad infantil, del 88 ‰.[22]​ Al ritmo de crecimiento de población de 1991, el número de habitantes del país se ha de duplicar en menos de un cuarto de siglo.[50]

Evolución demográfica[51]

Previsión a futuro:

Según el censo de 2002, la mayoría de la población profesa el cristianismo (52 %) en sus distintas variantes; la mayoritaria es el catolicismo, seguido del protestantismo. El 24,4 % de la población es musulmana, y un 17,3 % practica el vudú.[56]

La tasa de alfabetización de Benín se encuentra entre las más bajas del mundo: en 2010 solo el 42,4% de las personas mayores de 15 años sabía leer y escribir (55,2% para los hombres y 30.3% para las mujeres).[47]​ Aunque hasta hace algunos años la educación no era gratuita,[57]​ el gobierno de Benín abolió las colegiaturas y está aplicando las recomendaciones hechas por la comunidad internacional en el Foro Educativo de 2007.[58]



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