El bolero es un género musical de origen cubano, muy popular en todos los países iberoamericanos.
El género es identificable por algunos elementos rítmicos y nuevas formas de composición que surgieron en el quehacer musical en la isla de Cuba durante el siglo XIX. Aunque comparte el nombre con el bolero español, que es una danza que surgió en el siglo XVIII y se ejecuta en compás ternario de 3/4, el género cubano desarrolló una célula rítmica y melodía diferente, en compás de 4/4.
El bolero típico cubano surgió alrededor de 1840. Se acepta que el primer bolero fue Tristezas, escrito por el cubano José Pepe Sánchez en Santiago de Cuba en 1883. Esa pieza dio origen formal al género con el acompañamiento musical que denominamos «clásico» de guitarras y percusión.
El bolero evolucionó de música de cantinas y peñas a música de serenatas y su temática romántica lo hizo aceptable para todas las clases sociales. Por otro lado, la aparición de nuevas tecnologías como la radio y las grabaciones provocaron una mayor difusión de este género.[cita requerida]
Los países del gran Caribe hispano adoptaron el producto musical que Cuba ofertaba en los años veinte y los treinta. Con el tiempo, el bolero se fusionó con otros géneros musicales y provocó el surgimiento de algunos «subgéneros» como el bolero rítmico, el Bolero son, bolero-chacha, bolero mambo, el bolero ranchero (mezcla de bolero y mariachi mexicano), el bolero moruno (bolero con influencias gitanas e hispánicas), el bolero salsa y hasta la bachata.
En un primer momento, el bolero desarrolló su lenguaje a partir de los "tríos" de guitarra. En los años 30 aparecieron las orquestas tropicales, luego las orquestas al estilo big band y por último, las orquestaciones de tipo sinfónico que le aportarían refinamiento al acompañamiento musical del bolero durante unos treinta años (1935-1965). Cuba y México se convirtieron en la meca para los músicos y cantantes del bolero.
Para la masificación del bolero fue fundamental el desarrollo de medios de comunicación como la radio, los programas en vivo en televisión y las películas de cine con sus actores-cantantes así como las grabaciones en discos, cuya impresión evolucionó de los discos de 78 a los de 45 RPM (revoluciones por minuto), hasta llegar a los de 33, llamados "larga duración" , LD, LP o long play . Otro factor que incidió en el auge del bolero fue el relativo aislamiento cultural de América Latina en los años cercanos y posteriores a la I Guerra Mundial. Esto permitió al bolero cultivarse y desarrollarse sin claras competencias foráneas que lo amenazaran.
La «era dorada» del bolero es coincidente con el período de las dictaduras militares en los años treinta, cuarenta y cincuenta. El éxito del bolero sirvió a los intereses de estos regímenes, ya que promovía cierta alienación romántica en un público al que se quería mantener al margen de las cuestiones políticas.
Al difundirse el bolero desde Cuba por toda América Latina, el bolero se convirtió en un género musical importante en la historia musical de México. Su nacimiento, influencia y desarrollo dependió de su cercanía a la isla cubana, por lo que comparte un gran parecido en estilo musical con el bolero cubano, incluso llegando a influir más tarde en este. Al ser un género musical que tuvo una alta popularidad en la década de 1940 a 1970, fue un país importante para su proyección internacional durante la época de Oro del cine mexicano (entre 1936 y 1959).
El bolero llega a México a través de la península de Yucatán. Varios son los géneros musicales que permitieron la adopción del bolero en México, aunque fue la música y canto vernáculo de finales del siglo XIX de la península de Yucatán la que por su historia en común (cercanía, historia de esclavitud, ritmos bailables, uso de instrumentos musicales comunes y la corriente migratoria de cubanos hacia México) la que comenzaría interpretando de manera más cercana al bolero cubano. El año de 1921 marca el surgimiento del bolero mexicano y "Morenita mía" de Armando Villarreal Lozano, parece ser el primer bolero mexicano. De 1925 a 1929 hay un gran auge de la trova yucateca, la cual definirá definitivamente el bolero en México.
Para entender el rápido auge que tuvo, se tiene que mencionar que en la década de 1920 a 1930 la radio adquirirá una gran influencia, por lo tanto es en esta década en la que el bolero mexicano se consolida. Surgen las radiodifusoras CYL, CYB (esta estación continúa transmitiendo hasta nuestros días bolero, con las siglas XEB-AM) y posteriormente de forma masiva la XEW y la XEQ juegan un papel muy importante en este proceso, con transmisiones de programas musicales en vivo en los que los boleristas mexicanos logran la consagración de este género en toda América Latina. Durante la década de 1930 el género musical parecía tener en algunos países una fuerte competencia con el tango, pero en 1935, año en que muere Carlos Gardel, el género sufre un enorme empuje.
En México destacarán figuras como la de Manuel M. Ponce (1882-1948) y Tata Nacho (1894-1968), además de los yucatecos Luis Demetrio, Ricardo Palmerín, Pepe Domínguez, Ricardo López Méndez, y José Antonio Zorrilla Martínez. El primero de los llamados en México "grandes intérpretes" fue Augusto Alejandro “Guty” Cárdenas, y posteriormente el Trío Los Panchos y Agustín Lara. Es la década de 1930 muy importante para el género, pues la mayoría de los grandes intérpretes tenían una importante formación académica musical, tal es el caso del mismo Guty Cárdenas y Agustín Lara, María Grever, Lorenzo Barcelata, Alfonso Esparza Oteo, Gonzalo Curiel y Consuelito Velázquez, Juan Arvizu, Nestor Mesta Chayres, entre otros.
Agustín Lara es considerado el mayor de los intérpretes de bolero en México. Nacido musicalmente como un intérprete de burdeles, desarrolla su estilo a través del piano fuertemente influenciado por Guty Cárdenas, para finalmente convertirse en uno de los mayores compositores a nivel mundial, causando revuelo entre la sociedad artística de su época. A través del bolero escribe un considerable número de temas clásicos del cancionero mexicano, como “Rosa”, "María Bonita", “Como dos puñales”, “Gota de amor”, “Sólo tú”, “Cabellera negra”, "Mujer” , "Solamente una vez" y "Granada".
Durante década de 1940, el bolero mexicano fue presentado a grandes audiencias en Los Estados Unidos y Americana Latina en la red de radio CBS y sur red de radio "Cadena de las Américas". Músicos mexicanos como Juan Arvizu y Néstor Mesta Cháyres colaboraron con el compositor argentino Terig Tucci y la vocalista puertorriqueña Elsa Miranda y el accordionista estadounidense John Serry y la cantante mexicoamericana Eva Garza y el director de orquesta estadounidense Alfredo Antonini en el programa de radio Viva América durante la Segunda Guerra Mundial. Estas actuaciones introdujeron el bolero a nuevas audiencias en América del Norte y del Sur.
Entre las décadas de 1940 a 1970 en México se consolidará el bolero ranchero, con base en una mezcla entre la vieja canción melódica con el vigor instrumental del mariachi utilizando trompetas, violines y guitarrón y encarnado en las voces de Pedro Infante, Pedro Vargas, Jorge Negrete, José Alfredo Jiménez y Javier Solís. El bolero ranchero tuvo proyección internacional a través del cine mexicano, a la vez que seguían existiendo grupos de bolero romántico, muy populares en las zonas urbanas manifestados en la serenata popular tradicional, como es el caso de Los Tres Ases; el bolero así se consolida como género de incontables grupos locales.
En el bolero mexicano domina el lirismo literario y una gran riqueza melódica, con intérpretes y cantantes que exhiben una gran amplitud de registros y variabilidad de voces. Su desarrollo y cercanía con otros géneros musicales de México hizo que surgiera una amplía división de boleros mexicanos: lariano (de cabaret), ranchero, de tríos, yucateco, con banda o tambora, etc.
Entre los boleristas mexicanos contemporáneos, destaca Marco Antonio Muñiz y Armando Manzanero, quien grabó su primer álbum como solista en 1967. Interpretarán bolero la española Rocío Dúrcal y José José. Entre los intérpretes mexicanos que continúan interpretando este género actualmente, se puede mencionar a Alejandro Fernández, Cristian Castro, Edith Márquez, Luis Miguel, El Español Raúl Díaz, "Karén", Manuel Mijares, Guadalupe Pineda, Jorge "Koke" Muñiz, Carlos Cuevas, Lila Downs, Natalia Lafourcade y La Santa Cecilia, pareciendo existir dos tendencias, una que trata de acercarse al bolero de antaño, mezclada con orquestación e instrumentos de cuerda y piano, y una nueva corriente ecléctica más libre, con sonidos soul, rock y pop, pero que busca no perder la esencia de los grandes compositores.
En 2016 surge en México el Instituto para la Preservación y Fomento del Bolero en México (IPFBM) A.C., que anunció organizar un Congreso Anual del Bolero y tiene como misión preservar y promocionar el género para las nuevas generaciones.
El bolero se mantuvo como una corriente musical de primer orden durante unos treinta años hasta que su popularidad comenzó a decaer en la segunda mitad de los años 1960. Sufrió, aunque en menor medida, la misma suerte que otros géneros de música bailable como el mambo o el cha-cha-chá. El público empezó a interesarse más por otras músicas como la salsa, y posteriormente también por géneros como el merengue o la bachata.
No podemos sin embargo afirmar que el bolero desapareció. Muchos de su exponentes originales, como Lucho Gatica, Javier Solís, María Dolores Pradera, Chavela Vargas, Orlando Contreras, Alci Acosta, Julio Jaramillo, Rolando Laserie, Daniel Riolobos, Alfredo Sadel, Antonio Prieto, Felipe Pirela o Daniel Santos, seguirían interpretándolo hasta el final de sus días como cantantes. El bolero se constituyó en influencia para las baladas o canción romántica. En compositores como Armando Manzanero es notoria la huella del bolero a la hora de concebir baladas.[cita requerida] Intérpretes como Marco Antonio Muñiz y José José "confesarían" que lo que interpretan son boleros pero con arreglos de baladas pop.[cita requerida]
A finales del siglo XX y durante la primera década del siglo XXI, el bolero vivió un nuevo momento de gloria, aunque las orquestaciones irían tras el sello y color de la balada. En este «revival» del bolero forman parte artistas como Alejandro Fernández, Gloria Estefan, Cristian Castro, José Feliciano, Sin Bandera, Laura Pausini, Edith Márquez, Luis Miguel, Rocío Dúrcal, Mijares, Guadalupe Pineda, Tamara, Dyango, Café Quijano, Andrés Cepeda, Gilberto Santa Rosa, Eliades Ochoa y Charlie Zaa, entre otros.
En la segunda década que siglo XXI, el bolero vive un segundo revival de la mano de artistas como Natalia Lafourcade, Lila Downs, Mon Laferte y La Santa Cecilia quienes incluyen boleros dentro de su repertorio, esto dentro de la escena musical mexicana. En Chile este revival del bolero, tiene como exponentes a la ya mencionada Mon Laferte (que reside en México pero muy cercana a su país natal), Bloque Depresivo (banda liderada por Aldo Asenjo "el macha" fundador de La Floripondio y Chico Trujillo), Demian Rodríguez, Rulo ( también bajista de Los Tetas ), Flor del Recuerdo, Carlos Cabezas Rocuant (álbum Has sabido sufrir ), Paz Court y Ana Tijoux, con un proyecto musical llamado Roja y Negro, todos dentro de un movimiento que se ha denominado pop de raíz, y que en Colombia, el grupo Monsieur Periné. En Costa Rica destacar la fusión de bolero de Debi Nova.
El ritmo del bolero es de un compás de 4/4. En el primer tiempo, la pareja, uno frente a otro y con los cuerpos pegados, solo mueve la pelvis, en el segundo da un paso rápido, en el tercero también, y en el cuarto da un paso lento. [cita requerida]
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