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Bombo legüero



El bombo legüero es un popular membranófono del folklore argentino originario de la provincia de Santiago del Estero. Debe su nombre a la característica que se le supone, esto es, la de poder ser oído incluso a una legua de distancia.[1][2]​ El músico que se especializa en este instrumento es llamado bombisto.[3]​ El uso del bombo legüero se expandió también a países colindantes con Argentina como Chile y Bolivia.

El bombo pertenece a la familia de los membranófonos; consta de dos parches o membranas de cuero con pelo sujetas a una caja o cilindro de madera por correajes de suela o de cuero crudo torcido.[1]​ Se percuten tanto los aros como los parches[4]​ con mazos forrados en cuero llamados palos o palillos.

La caja se fabrica de tronco ahuecado.[5]​ Generalmente, se usa ceibo bien estacionado (seco), lo que le da una mejor calidad en el sonido y le asegura una pertenencia duradera al instrumento.[1]​ Muchos fabricantes usan troncos no estacionados o verdes que no son para nada recomendables. Los bombos de ceibo son los más buscados, pero por su elevado costo (el árbol tarda varios años en tener el diámetro necesario para la construcción), son muy difíciles de conseguir. Por esta razón, muchos artesanos recurren a láminas de terciado de guatambú y de cedrillo, y utilizando varias capas, logran el espesor parecido a un tronco de ceibo aunque el sonido no sea el mismo.

Para su fabricación comúnmente se utiliza cuero curtido de oveja, de cabra o de chivo, aunque en algunas regiones de la Argentina se han visto algunos bombos armados con cuero de panza de burro, cuero de nonato (ternero aún no parido extraído del útero de la vaca), corzuela (una especie de venado típico del campo argentino), y en algunos bombos chicos (es decir: no ya propiamente legüeros), cuero de gato montés y de serpiente. Por supuesto que en las ciudades se hace difícil conseguir cualquiera de estos parches exóticos así como lograr que se conserven en buen estado (por la humedad).

Es recomendable utilizar un parche de cabra y un parche de oveja en el mismo bombo para lograr que el instrumento obtenga dos sonidos distintos.

Los aros se construyen de maderas duras como palo blanco y guatambú, lo cual le da un mayor volumen y duración al golpe de las baquetas con las que se percute.

Es una larga lonja de cuero crudo de vaca una punta se ata a una presilla de aro; se pasa en forma oblicua por las presillas de aro contrarias, hasta llegar a la primera atadura donde vuelve a ajustarse.

es una especie de anillo de cuero crudo se atan de a unao cada dos lonjas del tensor. Al ajustar el tensor con las presillas,se estira el tensor y las membranas, que se vuelven elásticas y resonantes. Esto se llama "templar el bombo".en los valles calchaquíes se le denominan "trabas y en jujuy "apretaderas".

Después del armado, seguramente habrá que hacer un nuevo ajuste y estiramiento de los tientos mientras estén húmedos y aun cuando estén secos. Hay que tener en cuenta aspectos tales como que el aro tenga un calce justo y holgado para permitir un pequeño deslizamiento del parche en el extremo del tronco, pero que no sea demasiado ancho y se zafe del apoyo sobre el arillo del parche.

El bombo legüero ha tenido otros usos aparte del musical: para transmitir señales, información, e incluso como elemento de mensura. En efecto, tradicionalmente en el Noroeste argentino (especialmente en la provincia de Santiago del Estero) se demarcaban los límites de los terrenos de los gauchos aparceros hasta donde se podía escuchar el sonido de este tipo de bombo batido muy fuertemente (esto es, en condiciones favorables, más de dos leguas).



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