x
1

Bugatti Royale



El Bugatti Type 41, más conocido como Royale, es un automóvil de gran lujo con 4,3 metros de distancia entre ejes y 6,4 metros de longitud total. Su peso es de aproximadamente 3.175 kilogramos y utiliza un motor de ocho cilindros en línea de 12,7 L (12.763 cc). En comparación con el moderno Rolls-Royce Phantom (producido desde 2003), el Royale es aproximadamente un 20% más largo, y un 25% más pesado. Esto hace del Royale uno de los coches más grandes del mundo.[1][2]

Ettore Bugatti había planeado construir 25 ejemplares del Royale, y venderlos a la realeza para convertirlo en el automóvil más lujoso. Pero incluso la realeza europea no iba a poder comprar esos coches durante la Gran Depresión, y Bugatti solo fue capaz de vender tres de los seis fabricados.

Elaborado por Ettore Bugatti, se dice que fabricó el Type 41 porque se ofendió por los comentarios de una dama inglesa que comparó negativamente sus coches con los de Rolls-Royce.[3]

El prototipo tenía un motor con una cilindrada de cerca de 15 litros. En la versión de serie, la cilindrada fue reducida a 12,7 litros. El motor fue construido alrededor de un único gran bloque (aprox. 1,4 metros de largo por 1,1 metros de alto), siendo uno de los motores de automóvil más grandes que se fabricaron, con una potencia de 205 a 223 kW (275 a 300 CV). El motor se basaba en un diseño de motores de aviación que había sido concebido por el Ministerio del Aire francés, pero nunca se produjo en esa configuración.[4]

El chasis era comprensiblemente robusto, con una suspensión convencional semielíptica de ballesta en la parte delantera.[4]​ En la parte trasera se complementó con un segundo juego de ballestas. Unas grandes zapatas eran operadas mecánicamente a través de cables: los frenos eran eficaces pero, sin servofreno, se necesitaba un piloto con gran fuerza muscular para accionarlos.[4]​ Las ruedas del coche "Roue Royale" miden 610 mm de diámetro.

Como reflejo de algunas modas de la época, el conductor tenía delante una serie de botones de barba de ballena, mientras que el volante estaba cubierto de madera de nogal.

La prueba de carretera realizada en 1926 por W. F. Bradley a solicitud de Ettore Bugatti para la revista Autocar demostró cómo la construcción del chasis permitía un muy buen y equilibrado manejo a alta velocidad, similar al de los pequeños deportivos de Bugatti, a pesar del peso y el tamaño del coche.[5]

Todos los Royales fueron carrozados individualmente. La tapa del radiador representaba un elefante, una escultura del hermano de Ettore Rembrandt Bugatti.

En 1928 Ettore Bugatti afirmó que "este año el rey Alfonso de España recibirá su Royale", pero el rey español fue derrocado sin recibir el Royale. El primero de los coches fue entregado a un cliente en 1932. El Royale, con un precio de chasis básico de 30.000 dólares, se puso en marcha justo cuando la economía mundial comenzaba a deteriorarse en la década de 1930, la Gran Depresión. Fueron construidos seis Royales entre 1927 y 1933, pero solo tres fueron vendidos a clientes. Destinado a la realeza, no fue finalmente vendido a miembros de la realeza, Bugatti hasta se negó a vender uno de ellos al rey Zog de Albania, afirmando que los modales en la mesa de ese hombre están más allá de lo admisible!.[6]

Aún existen los seis Royales fabricados de serie (el prototipo resultó destruido en un accidente en 1931), y cada uno tiene una carrocería diferente. Algunos fueron carrozados varias veces.

Para utilizar los 23 motores restantes tras el fin de la producción de los Royale, Bugatti construyó el Automotor Bugatti, un tren accionado por dos o cuatro de las unidades de ocho cilindros.[1]​ Fueron construidos setenta y nueve automotores para el Ferrocarril Nacional de Francia SNCF.[1]​ El último de ellos permaneció en uso regular hasta 1956[4]​ o 1958 (las fuentes difieren). El automotor convirtió el fracaso económico del Royale en un éxito comercial para Bugatti. Se redujo la potencia a los motores para producir solo unos 200 caballos, pero hasta en esta forma proporcionaron un excelente rendimiento.[4]​ Uno de los automotores logró una marca de velocidad media mundial de 196 km/h.

En vista de la escasez del Type 41 y su precio asociado, no sorprende que se hicieran algunas réplicas.

A los hermanos Schlumpf les gustaba la carrocería cupé original del chasis 41.111 del Dr. Armand Esders, y usando piezas originales de Bugatti hicieron una réplica del automóvil. Se encuentra junto a los dos originales en el Museo Nacional del Automóvil de Mulhouse.[9]

El difunto Tom Wheatcroft encargó a Ashton Keynes Vintage Restorations (AKVR) la construcción de una réplica exacta del Royale personal de Bugatti, el Coupé Napoleón (chasis número 41.110), para su Donington Grand Prix Collection de Inglaterra. Desde entonces se vendió y salió de la colección. Tan buena fue la réplica, que cuando el coche Kellner necesitó un pistón de repuesto, sus propietarios japoneses encargaron a South Cerney Engineering (parte de AKVR[15]​) la pieza de repuesto.[1]

En 2007, para celebrar el octogésimo aniversario del Royale, cinco de los seis coches se encontraban en exhibición en el Festival Goodwood de Velocidad.[14]



Escribe un comentario o lo que quieras sobre Bugatti Royale (directo, no tienes que registrarte)


Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)


Aún no hay comentarios, ¡deja el primero!