Cahors (en francés oficial, pronunciado [kaɔʁ], Caors en occitano y pronunciado [kaˈurs, ˈkɔws, ˈkɔw]), es una ciudad y comuna de Francia situada en el departamento de Lot, en la región de Occitania. Su gentilicio en francés es cadurciens y en occitano caorsins. Cahors fue la capital de la antigua provincia de Quercy y una etapa de peregrinaje del Camino de Santiago, en la llamada Via Podiensis.
Cahors limita con las comunas de Mercuès, Calamane, Pradines, Arcambal, Lamagdelaine, Laroque-des-Arcs, Trespoux-Rassiels, Labastide-Marnhac, Le Montat y Flaujac-Poujols.
Cahors se sitúa en una península rocosa rodeada por el río Lot. El istmo queda en dirección norte y fue cerrado por fortificaciones. El terreno a norte y sur de la ciudad se eleva en las estribaciones del Macizo Central, hacia el este. La zona más llana es el valle del río, pero hay que tener en cuenta que la curva de Cahors no es un meandro sedimentario plano, sino una estructura rocosa fuertemente elevada sobre el nivel de las aguas.
El río es navegable para pequeñas embarcaciones y hay esclusas para facilitar su paso. Su uso como vía de comunicación ha sido muy importante para la historia local. Aún pueden verse los caminos de sirga en sus orillas. Cuatro puentes, entre ellos el famoso Puente Valentré, cruzan el Lot en Cahors.
La ruta entre París y Toulouse atraviesa Cahors en sentido norte-sur, transversalmente al eje del Lot. Este punto de la carretera RN20 era uno de los tradicionales tapones de la red de carreteras francesas, que se intentó superar mediante circunvalaciones por el oeste. Sin embargo el problema no quedó resuelto hasta la finalización del tramo Cahors-Nord Cahors-Sud de la autopista A20, en 2003, que pasa algunos kilómetros al este del casco urbano.
En el referendo sobre la Constitución Europea ganó el no con un 56,35% de los votos.
Algunos resultados electorales recientes (primeras vueltas del sistema francés):
Los resultados electorales de las elecciones cantonales de 28 de mayo de 2004 no son homogéneos, al estar Cahors repartido en tres cantones. Es de señalar, sin embargo, que el Frente Nacional no presentó candidatos en ninguno de los tres, que las fuerzas de izquierda tradicional (socialistas, comunistas y radicales) obtuvieron el 57,9% de los votos, la derecha tradicional (UMP y otros grupos de derecha moderada) el 34,8%, y el resto se repartió entre candidatos de extrema izquierda y verdes que no concurrían en todos los cantones.
Según el censo de 1999, la distribución de la población activa por sectores era:
El vino de Cahors disfruta de AOC (denominación de origen controlada) desde 1971.
Cahors fue la capital de los cadurci. Romana desde el siglo I de nuestra era, los ocupantes la llamaron Divona, e hicieron uso de la fons Divona, manantial de agua que aún suministra a la ciudad (fontaine des Chartreux). En época romana fueron famosos sus tejidos.
Sufrió una gran destrucción en el siglo VI por el paso de los austrasianos de Teodoberto. Fue ocupada por los visigodos y los musulmanes. Aunque la ciudad romana cubría casi todo el meandro del río, tras estos hechos la ciudad se redujo al espacio entre el actual bulevar Gambetta al oeste y el Lot al este. Saint Didier, obispo de Cahors de 636 a 655 fue el gran reconstructor.
En el siglo XIII, y gracias a los banqueros lombardos establecidos en el lugar, se transformó en un importante centro financiero. Este surgimiento también se vio favorecido por la geografía, al ser el río una vía de comunicación más segura que los caminos de la época. Todo ello generó un comercio importante. De 1316 hasta la Revolución francesa los obispos y los representantes de real compartían el señorío de la ciudad. El papa Juan XXII, nacido en la villa, estableció una universidad en 1331, que perduró hasta 1751 cuando fue absorbida por la de Toulouse.
A mediados del siglo XIV, la guerra de los Cien Años obligó a reorientar la vida de la ciudad hacia un programa de defensas, incluyendo el Pont Valentré, fortificado. En este conflicto la ciudad pasó a control inglés, ya que aunque no fue nunca conquistada -ni se rindió a pesar de la peste negra- el tratado de Brétigny la asignó a Inglaterra. Solo la orden del rey de Francia hizo que los habitantes entregaran las llaves de la ciudad al enemigo, quien la controló hasta 1450, dejándola en la ruina.
El fin de la guerra señaló un reinicio inmediato de la actividad económica, sobre todo de la construcción.
El renacimiento, a diferencia del caso de muchas otras ciudades del sur de Francia, fue un periodo muy discreto para Cahors, donde sus manifestaciones fueron pocas.
En 1680, el obispo acuerda con los vecinos extramuros de la villa la autorización para traspasar las murallas, abriendo una perspectiva nueva para el desarrollo urbano de la ciudad.
Habrá que esperar al siglo XIX para asistir a la eclosión de la villa. Se recobra todo el terreno de la curva del Lot, y se elige como eje principal el viejo foso de las fortificaciones, actualmente bulevar Gambetta (Léon Gambetta nació en Cahors en 1838). La altura de los edificios se homogeneiza a inicios del siglo XIX (creación de terrazas). La villa pone en escena sus instituciones a lo largo del bulevar, que consigue entonces su aspecto actual: nuevo ayuntamiento (1837-1847), teatro (1832-1842), juzgados (1857), biblioteca (1890). En 1879 se restaura la catedral. Además, de Luis XVIII a la Tercera República, se emprenden grandes mejoras: saneamiento y nivelación del terreno, realineamiento de las calles, creación de muelles en el Lot, de jardines y paseos, y embellecimiento general de la ciudad.
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