En biología sistemática se llama carácter (plural caracteres) a cada atributo tomado del organismo que sea heredable (y por lo tanto apto para ser usado en la descripción de los organismos que componen un taxón -según los conceptos taxonómicos más comunes-) y que posee función y por lo tanto, es una unidad evolutiva. Por ejemplo, un gen que codifica para una proteína es un carácter, el sector de ese gen que es económico de secuenciar y que es utilizado como marcador de ese gen o ADN barcode es un atributo heredable, cada base o posible mutación de ese barcode es un carácter. Un carácter se debe definir con los posibles estados del carácter. Por ejemplo el carácter "color de ojos" en humanos y especies con las que se los está delimitando posee los diferentes estados marrón, azul y verde.
Los caracteres pueden ser anatómicos, bioquímicos, citológicos, conductuales, fisiológicos, otros caracteres genéticos, moleculares, morfológicos; los atributos utilizados para dividir la biodiversidad en taxones pueden además ser geográficos o de cualquier otra naturaleza, siempre que puedan asociarse a cada organismo (no al taxón involucrado) y no puedan ser disociados del organismo. La comparación de caracteres homólogos y su diferenciación de los caracteres análogos es la base del método comparativo aplicado en Biología Sistemática, especialmente del análisis filogenético.
Los caracteres pueden ser cualitativos o cuantitativos. Los cuantitativos son los que, para ser descritos, deben ser medidos o contados. En ellos suele haber diferencias entre los individuos, y para la descripción y comparación hay que recurrir a intervalos de variación o a parámetros estadísticos como la media y la varianza. Cuando la variación cuantitativa es un continuum se pueden asignar caracteres "tipológicos" a lo largo de ese continuum. Judd et al. (2007) p.54, en su glosario de morfología de plantas: "Muchos, si no todos, los términos esquematizados aquí deberían ser considerados meramente puntos convenientes a lo largo de un continuum de variación en la forma. Si bien son útiles para la comunicación, condiciones intermedias serán encontradas".
Uno de los asuntos más debatidos en biología es el del origen de los caracteres biológicos.
Entre los caracteres biológicos según su posición evolutiva puede considerarse los siguientes tipos, en la terminología heredada de Hennig (1950, 1966):
Otra terminología utilizada:
Plesiotípico y apotípico se utiliza poco. Son términos con un doble uso, que varía según el autor o el contexto. En su acepción más generalizada se aplican a los caracteres y son sinónimos de plesiomórfico y apomórfico. En el uso más riguroso, apotípico es el taxón que más se aparta de las características del ancestro común cuando lo comparamos con otro. Por ejemplo, si comparamos a los mamíferos con los actinopterigios (los peces más comunes) podemos decir que los mamíferos son más apotípicos. El de las ballenas es un grupo apotípico cuando las comparamos con los hipopótamos (todos ellos encuadrados en el orden cetartiodáctilos); las primeras se apartan en un grado mucho mayor de las características del antepasado común de los dos grupos.
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