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Cascada del Parque de la Ciudadela



¿Dónde nació Cascada del Parque de la Ciudadela?

Cascada del Parque de la Ciudadela nació en Barcelona.


La Cascada del parque de la Ciudadela —también conocida como Gran cascada o Cascada monumental— es un conjunto arquitectónico y escultórico con fuentes y surtidores de agua ubicado en el parque de la Ciudadela, en el distrito de Ciudad Vieja de Barcelona (España). Fue construido entre 1875 y 1888 con un diseño general de José Fontseré, mientras que el proyecto hidráulico fue de Antoni Gaudí, y en sus elementos escultóricos intervinieron Rossend Nobas, Venancio Vallmitjana, Eduard B. Alentorn, Francisco Pagés Serratosa, Josep Gamot, Manuel Fuxá, Joan Flotats y Rafael Atché. Está registrado como Bien Cultural de Interés Local (BCIL) en el Inventario del Patrimonio Cultural catalán con el código 08019/355.[1]

El parque ocupa los terrenos de la antigua Ciudadela construida por Felipe V para dominar la ciudad tras la guerra de sucesión española, en el siglo XVIII. Durante mucho tiempo fue considerada un símbolo de opresión por parte de la población barcelonesa, hasta que la Junta de Vigilancia lo mandó derribar en 1841, proceso que no se realizó hasta 1868 gracias a la revolución de La Gloriosa. Surgió entonces la idea de convertir aquel espacio en un parque público, para lo que en 1872 se organizó un concurso que ganó el maestro de obras José Fontseré, el cual proyectó unos amplios jardines para esparcimiento de los ciudadanos, bajo el lema «los jardines son a las ciudades lo que los pulmones al cuerpo humano». Para ello se inspiró en jardines europeos como los de William Rent en Inglaterra, André Le Nôtre en Francia, o las villas de recreo de Roma y Florencia, y junto con la zona verde proyectó una plaza central y un paseo de circunvalación, así como una fuente monumental y diversos elementos ornamentales, dos lagos y una zona de bosque, además de diversos edificios auxiliares e infraestructuras, como el mercado del Borne, un matadero, un puente de hierro sobre las líneas de ferrocarril y varias casetas de servicios. Fontserè contó con la colaboración del joven Antoni Gaudí, que intervino en el proyecto de la Cascada, uno de los puntos neurálgicos del parque, de la que realizó el proyecto hidráulico y diseñó una gruta artificial debajo del conjunto.[2]​ El monumento fue inaugurado el 12 de junio de 1881, antes de estar completamente terminado. El parque de la Ciudadela fue el epicentro de la Exposición Universal de Barcelona de 1888, que tuvo lugar entre el 8 de abril y el 9 de diciembre de 1888, en la que concurrieron un total de 22 países de todo el mundo y recibió unos 2 240 000 visitantes.[3]


La cascada se sitúa en el ángulo norte del parque, cerca de la entrada por el paseo Lluís Companys, donde se encontraba el Arco de Triunfo que daba la bienvenida a los visitantes de la Exposición de 1888. El conjunto arquitectónico presenta una estructura central en forma de arco triunfal con dos pabellones en sus costados y dos alas laterales con escalinatas, que acogen un estanque dividido en dos niveles. La obra recuerda el Palacio Longchamp de Marsella, obra de Henri Espérandieu, influencia que el mismo Fontserè reconoció.[1]​ En el proyecto original Fontserè preveía una cascada de menor tamaño, en consonancia con las otras fuentes, surtidores y lagos del parque, y que serviría para situar un depósito de agua detrás de ella, para alimentar los dos lagos y los surtidores del recinto; sin embargo, poco más tarde cambió de opinión y monumentalizó el conjunto, que adquirió la fisonomía actual. El motivo del cambio no está claro, y puede que fuese una imposición de la comisión de la Ciudadela, formada por Elies Rogent, Antonio Rovira y Trías y Joan Pau Torras.[1]​ En su parte posterior la cascada tiene varias dependencias, como una gruta artificial, sobre la que se sitúa el Aquarium, al que se accede desde la parte superior de la escalinata, detrás del grupo del Nacimiento de Venus; aquí se hallaba el depósito de agua que alimentaba la cascada, y actualmente es un espacio cerrado al público. El monumento ha sido restaurado en 1956, 1972, 1989 y 2009.

El acuario estuvo en funcionamiento hasta los años 1930, cuando sus colecciones pasaron al Zoo. En su día fue la primera exposición permanente de peces vivos que hubo en Barcelona. En su interior había una decoración en esgrafiado con la figura del dios Neptuno y, en el nivel inferior, un grupo de estalactitas que simulaba una gruta. En una superficie de 120 m² se exponían diversas especies de peces del litoral marino y los ríos catalanes, así como crustáceos, estrellas y erizos de mar, conchas, caracolas, corales, esponjas e insectos vinculados a los ambientes fluviales y marinos.[4]

El monumento destaca por su profusión escultórica, en la que intervinieron varios de los mejores escultores del momento: destaca el grupo escultórico de hierro forjado La Cuadriga de la Aurora, de Rossend Nobas, así como El nacimiento de Venus, de Venancio Vallmitjana; el frontón es obra de Francisco Pagés Serratosa. Otras esculturas son: Anfítrite, de Josep Gamot; Neptuno y Leda, de Manuel Fuxá; y Dánae, de Joan Flotats. Asimismo, Rafael Atché realizó los cuatro grifos que expulsan agua por la boca, en la parte inferior del monumento.



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