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Catalán salado



El catalán salat o "salado" es un rasgo dialectal que se da en determinados dialectos y hablas catalanas en España. Consiste en hacer uso de los artículos denominados salats (o sigmáticos), que son los procedentes de los demostrativos latinos ĬPSE, ĬPSA e ĬPSŬM:

Tanto el masculino (singular) es como el femenino sa se reducen a s' ante una palabra que comience por vocal o hache. Actualmente es propio de algunas áreas de la costa de Cataluña y, sobre todo, en las islas Baleares.

Dentro de las lenguas románicas también el sardo en Cerdeña (Italia) posee artículos sigmáticos (masc. sing. y pl. su, sos; fem. sing. y pl. sa, sas; con variantes dialectales is (m. sg.) y soi (m. pl.)).[1]

La variación entre formas no sigmáticas (el/lo, la, els/los, les) y sigmáticas o "saladas" (es, sa, sos, ses) es problemática porque parece que en época antigua no era un rasgo dialectal restrigindo a ciertas áreas o variedades dialectales, como sucede actualmente. Los testimonios de la lengua preliteraria sugieren que el uso de las formas sigmáticas fue general en todo el dominio. Todos los textos de los siglos X y XI muestran invariablemente formas sigmáticas. En el siglo XII se nota la competencia de las formas no sigmáticas, y a partir del siglo XIII las formas sigmáticas decaen claramente frente a las formas no sigmáticas.[2]​ La toponimia también muestra la extensión general de las formas sigmáticas en áreas donde actualmente no hay formas sigmáticas: Puigsacalm, Collsacabra, Collsacreu, Sant Joan Despí, Sant Just Desvern, Sant Climent Sescebes, etc.

Aunque a partir del siglo XIII las formas no sigmáticas empiezan a predominar, pudiera ser que el uso de las formas sigmáticas tuviera un uso más general en la lengua coloquial que en la lengua hablada, ya que en ocasiones los copistas siguen introduciendo es, sa por descuido. El hecho de que las formas sigmáticas fueran las que se extendieron a los nuevos territorios de la Corona de Aragón como Baleares sugieren lo mismo. Mucho más tarde de esta época, las formas sigmáticas estaban en desuso en la mayor parte del dominio lingüístico, permaneciendo activo en lugares aislados como característica propia.

Actualmente, este rasgo dialectal se da de forma generalizada solo en el catalán balear (excepto en Pollensa) y de forma más local en algunos pueblos de la Costa Brava, así como en dos pueblos de la Comunidad Valenciana repoblados por mallorquines después de la expulsión de los moriscos. Antiguamente, en la Edad Media, se "salaba" en toda la zona de Cataluña donde ahora se habla catalán oriental central, quedando numerosos testimonios en la toponimia: San Juan Despí (des Pi), Solivella (s'Olivella), San Lorenzo Savall (sa Vall), etc.

En el catalán balear, después de la preposición amb (con) o en se usa so (masculino singular) y sos (masculino plural), salvo en Pollensa, donde, como ya se ha dicho no se sala sino que se utiliza lo, y los, tras la preposición amb.

Dialectalmente el artículo salado masculino plural es se pronuncia ets en Mallorca ante palabras que empiezan por un sonido vocálico.

Junto con las preposiciones se pueden dar las siguientes combinaciones:

Los artículos salados nunca son utilizados ante nombres de personas donde se usan los artículos personales en y na, reducidos a n' ante vocal o hache.

Excepcionalmente, en balear, se utiliza el artículo literario ante determinadas palabras, tales como "la mar", "el món", "el Barça"... Si bien no se puede dar una norma general entre las distintas regiones que emplean el salado.

Estas formas no se consideran propias de la lengua estándar dado que el criterio del Instituto de Estudios Catalanes para que así sea, es que los rasgos lingüísticos deben aparecer en dos grandes dialectos. No obstante son universalmente usados en el habla habitual balear y en escritos poco formales como en carteles publicitarios.

Desde finales de la década de 1950, el uso del artículo salat de la costa catalana ha descendido muchísimo. Básicamente, el desuso del artículo salat se explica por los siguientes factores:

A mediados del siglo XX, los pueblos del litoral de Gerona tuvieron un gran crecimiento de población debido a la inmigración exterior y de otros hablantes portadores de variantes dialectales sin este rasgo. Hubo muchas parejas mixtas y se acabó con el tipo de sociedad endogámica.

También fue importante el impacto del turismo. Los pequeños municipios de la costa crecieron considerablemente y el sistema de vida de sus gentes cambió. En este época, la pesca ya no es la principal actividad económica: las playas dejaron de estar ocupadas por las barcas pesqueras para llenarse de turistas. Se edificaron hoteles, apartamentos, tabernas, entre otros. Igualmente, las distancias entre los pueblos se acortaban. Se mejoraron las comunicaciones entre los núcleos, lo que favoreció la movilidad. Los automóviles se convirtieron en un bien de consumo que las familias comenzaron a poder adquirir. El uso del artículo salat quedó reducido a las poblaciones peor comunicadas y de acceso más difícil (como los núcleos marineros del municipio de Bagur (Gerona)).

El artículo salat experimentó una pérdida de prestigio en la segunda mitad del siglo XX. Su uso quedaba fuera de la lengua escrita y del ámbito de la enseñanza, cosa que hizo que se percibiera de forma negativa.

Cadaqués (Gerona) es la única localidad del nordeste de Cataluña donde se mantiene vigente el uso del artículo salado. Ahora bien, los más jóvenes cada vez lo utilizan menos. La influencia de la lengua estándar y, sobre todo, el cierre de la transmisión generacional propician decisivamente la recesión. Esta tendencia hacia la pérdida del salat tan sólo puede ser frenada por la buena percepción del uso del salat que tienen algunos habitantes de la localidad, que identifican el elemento como una seña local de identidad que no quieren perder y, por tanto, son conscientes, que se ha de proteger.



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