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Chihiro



El viaje de Chihiro (千と千尋の神隠し Sen to Chihiro no Kamikakushi?, lit. La misteriosa desaparición de Sen y Chihiro)[3]​ es una película de animación japonesa de 2001 dirigida por Hayao Miyazaki y producida por Studio Ghibli. Se trata del séptimo largometraje dirigido por Miyazaki dentro del estudio y de la decimosegunda producción de Ghibli. El filme cuenta la historia de una niña de doce años llamada Chihiro, quien durante una mudanza se ve atrapada en un mundo mágico y sobrenatural, teniendo como misión buscar su libertad y la de sus padres, y así poder regresar a su mundo.

Miyazaki escribió el guion después de haber decidido que la película estaría basada sobre la hija de diez años de un amigo, quien iba a visitar su casa cada verano. En ese momento Miyazaki estaba trabajando en dos proyectos personales, pero ambos fueron rechazados. Con un presupuesto de 1900 millones de yenes —19 millones de dólares estadounidenses—, la producción de El viaje de Chihiro comenzó en 2000.[4]

Desde su estreno, que fue el 20 de julio de 2001, El viaje de Chihiro alcanzó un gran éxito dentro y fuera de Japón. Con una recaudación mayor a los 30 mil millones de yenes —229 millones de dólares—, fue la película más taquillera en la historia del cine japonés;[5][2]​ (hasta la llegada de la película de Demon Slayer en 2020), mientras que a nivel mundial recaudó más de 264 millones de dólares.[6]​ Aclamada por la crítica internacional, la película es considerada una de las mejores de la década de los 2000, y una de las mejores películas animadas de todos los tiempos.[7][8]​ En cuanto a premios, ganó un Óscar en la categoría de mejor película de animación —la única película de anime que ha recibido dicha condecoración hasta ahora—; también ganó el Oso de oro, ex aequo con Domingo sangriento, en el Festival Internacional de Cine de Berlín de 2002, siendo la única película de animación en conseguirlo hasta la fecha.[9]​ Además, se encuentra en el top 10 de las 50 películas que deberías ver a los 14 años según el British Film Institute.

Chihiro y sus padres se están mudando a otra ciudad, un hecho que la niña encuentra molesto al no estar de acuerdo con el cambio, y no duda en demostrarlo con su falta de ánimo y mal humor. Durante el trayecto, su padre decide tomar un atajo para ahorrar tiempo, pero solo consiguen internarse en un bosque y encontrarse frente a un estrecho y extraño túnel. Sus padres deciden bajar del coche para explorarlo. Chihiro se niega, pero sus padres insisten en hacerlo. Al otro lado del túnel, la familia descubre un pueblo aparentemente abandonado que su padre razona es uno de los tantos parques de atracciones que se inauguraron y quebraron rápidamente años atrás en Japón. La familia decide recorrer el lugar con la finalidad de encontrar a alguien. En su recorrido encuentran puestos al aire libre donde se detienen a comer; sin embargo, al no encontrar quien los atienda, deciden tomar los alimentos servidos sin permiso alguno, razonando que al tener dinero para pagar pueden hacerlo. Chihiro decide alejarse para continuar investigando y se encuentra con un misterioso joven llamado Haku, quien le alerta que debe llevarse a sus padres y huir de allí antes de que anochezca, lo que sucederá en pocos minutos.

Chihiro corre en busca de sus padres, aunque a medida que va oscureciendo la ciudad poco a poco va cobrando vida, los faroles se encienden y aparecen de la nada una gran variedad de espíritus. Al llegar al restaurante en el que había dejado a sus padres, Chihiro descubre que se han convertido en dos enormes cerdos; atemorizada, la niña decide salir huyendo del sitio, pero cuando intenta llegar al pequeño túnel descubre que la pradera junto a los locales se ha vuelto un océano inmenso por donde arriba un barco, del cual comienzan a desembarcar espíritus de diversas formas y tamaños. Chihiro pronto descubre que su cuerpo está desapareciendo; sin embargo, Haku aparece nuevamente y le da de comer alimentos de ese mundo, lo que la hace regresar a la normalidad. Tras esto, la lleva rápidamente y de manera clandestina a una casa de baños termales, en la cual debe conseguir un trabajo hasta que él pueda ayudarla a escapar. Haku envía a Chihiro con el calderero de la casa de baños, Kamaji, y le dice que le pida un trabajo a este. Kamaji rehúsa la petición de la niña, debido a que ya tiene a los susuwatari trabajando para él; sin embargo, le encomienda a Lin, una trabajadora de los baños, que envíe a Chihiro con la bruja Yubaba, la dueña de la casa de baños. Yubaba le informa a Chihiro que en realidad el lugar es un balneario público al que vienen a sanar y descansar ocho millones de dioses (cifra metafórica del sintoísmo y folclore japonés para referirse al infinito en el mundo sobrenatural). Yubaba trata de repeler a Chihiro, pero ella persiste y no cesa de pedirle un trabajo, recordando la advertencia de Haku de que todo aquel que no trabaje será convertido en un cerdo. La persistencia de Chihiro provoca que Yubaba finalmente le otorgue un puesto de trabajo, pero la bruja la obliga a firmar un contrato con el que le roba su nombre y rebautiza como Sen (千). Haku aparece, pero al recibir órdenes de Yubaba actúa como alguien frío y cruel, y aparentemente sin reconocer a Sen le ordena a Lin que sea su compañera y le enseñe a trabajar.

Al día siguiente, Sen se reencuentra con Haku, quien ahora se muestra amistoso y la lleva a los corrales a ver a sus padres. Allí, Sen encuentra entre sus viejas ropas una tarjeta de despedida dirigida a Chihiro por parte de sus amigos y se da cuenta de que casi había olvidado su propio nombre. Haku le advierte que Yubaba controlaba a la gente tomando sus nombres y que si llegaba a olvidar el suyo, tal como había sucedido con él, no podría salir jamás del mundo de los espíritus. Antes de regresar, Haku le da un alimento que ayuda a Chihiro a expresar su dolor interno. Mientras trabaja, Sen invita a una criatura enmascarada y silenciosa llamada Sin Cara a la residencia, creyendo que se trataba de un cliente. Posteriormente, un «espíritu pestilente» arriba a los baños, a pesar de que hacen lo posible por evitar que se acerque. Yubaba se lo encarga a Sen, quien lo conduce hasta la tina que ella tiene asignada. Mientras lo baña, Sen descubre que en realidad es un poderoso y respetado dios de un río que ahora sufre por la contaminación, pero se las arregla para quitarle la suciedad, purificándolo con el baño y permitiéndole recuperar su aspecto de dragón. En agradecimiento por limpiarlo, el dios le otorga a Sen un pastelillo de hierbas y rocía el lugar con pepitas de oro como pago. Esa noche uno de los empleados revisa el lugar en busca de oro olvidado, encontrándose con Sin Cara, quien lo tienta creando oro, para luego comérselo, aunque esto hace que aumente de tamaño y se corrompa. Cuando llegan otros empleados demanda comida y comienza a dar propinas, engullendo en el proceso a otros dos trabajadores codiciosos, creciendo y corrompiéndose cada vez más.

Al día siguiente, Sen descubre en el cielo decenas de shikigamis de papel atacando a un dragón blanco, al que sin comprender por qué reconoce como Haku. Cuando un Haku gravemente herido se estrella en la oficina de Yubaba, Sen va rápidamente tras él sin darse cuenta de que un shikigami se había pegado a su espalda. Al llegar se esconde en la habitación de Boh, el gigantesco y malcriado bebé de Yubaba, y escucha como Yubaba ordena que arrojen a Haku al vertedero y posteriormente se pone en marcha. Sen intenta enfrentarse a los sirvientes de la bruja cuando el shikigami se transforma en Zeniba, la hermana gemela de Yubaba. Zeniba se jacta de que gracias a Sen había podido echarle un buen vistazo a la residencia de su hermana y transforma a Boh, el hijo de Yubaba, en un ratón, sosteniendo que así tendría un «poco de libertad», no sin antes crear un señuelo del bebé. También convierte a la criatura voladora de Yubaba en una mosca y le informa a Sen de que Haku había robado su sello mágico y que como consecuencia una maldición mortal estaba matándolo lentamente. Haku destruye el shikigami de Zeniba golpeándolo con su cola y escapa por los conductos hasta caer a la sala de calderas con Sen, Boh y el ave de Yubaba. Sen, junto con la ayuda de Kamaji, obliga a Haku a comer la mitad del pastelillo para que sane sus heridas, lo que le hace vomitar el sello y una babosa negra, la cual Sen aplasta con su pie. Kamaji explica a Sen que años atrás Haku llegó pidiendo trabajo igual que ella, siendo un misterio quién era o de dónde venía. Con Haku inconsciente, Sen decide devolver el sello y pedir disculpas a Zeniba en nombre de éste, y para ello Kamaji le da un par de billetes para el tren. Antes de salir de la casa de baños, se enfrenta a Sin Cara, quien no solo se ha obsesionado con ella, sino que ahora es gigantesco y trata de tentarla con oro, pero Sen no muestra interés, y en cambio decide darle el resto del pastelillo que había guardado para salvar a sus padres. El Sin Cara persigue a Sen fuera de la casa de baños, vomitando la corrupción que lo llena y a los trabajadores que ha devorado. Al llegar fuera del establecimiento ha vuelto a la normalidad y ha recuperado su personalidad silenciosa y tranquila, por lo que termina acompañando a Sen y Boh a ver a Zeniba. A su vez, Yubaba ordena que los padres de Sen sean asesinados, pero un Haku recuperado negocia la libertad de Sen y sus padres después de revelar que Boh estaba desaparecido y ofrecerse para traerlo de vuelta. Yubaba acepta, pero bajo la condición de que si Sen fallaba en su prueba, el acuerdo se rompería.

Sen, el Sin Cara y Boh llegan al hogar de Zeniba. Allí descubren que en realidad la anciana es una mujer amorosa y amable, y que la maldición del sello había sido obra de Yubaba; al mismo tiempo les informa que el hechizo que colocó sobre Boh y el ave hace tiempo había perdido su efecto, pero no habían regresado a la normalidad simplemente porque se estaban divirtiendo y no lo deseaban. Zeniba también le revela a Sen que su amor por Haku había roto la maldición y que Yubaba usaba la babosa para controlar a Haku. Posteriormente Haku se aparece en su forma de dragón y se lleva a Sen y Boh de regreso a la casa de baños, mientras que el Sin Cara se convierte en el ayudante de Zeniba. En medio del vuelo, Sen recuerda haber caído en su niñez en un río y haber sido llevada a la orilla por alguien. Sen reconoce que había sido Haku, revelando así su verdadera identidad como el dios del río Kohaku. Haku finalmente puede recordar cuál era su verdadero nombre: Nigihayami Kohakunushi, y también puede recordar cómo había perdido su hogar cuando los humanos secaron su río para construir sobre él. Cuando llegan a la casa de baños son recibidos por Yubaba y en el instante en que llegan Boh y el ave de Yubaba recuperan sus verdaderas formas y el bebé le explica a Yubaba que se divirtió mucho acompañando a Sen, pero Yubaba les dice que solo los puede dejar ir si Sen pasa un acertijo que ella le impondrá: identificar a sus padres de entre un grupo de cerdos con el fin de romper su hechizo. Después de que Sen responde que ninguno de los cerdos presentes eran sus padres, su contrato se termina, al haber respondido correctamente el acertijo y Yubaba finalmente acepta su derrota y los deja ir.

Haku lleva a Chihiro al lecho del río ahora seco y explica que ahora que él también ha recuperado su verdadero nombre y sus recuerdos Yubaba ya no podrá lastimarlo; y ambos prometen encontrarse de nuevo. Chihiro cruza el lecho del río y se encuentra con sus padres vueltos a la normalidad, quienes no parecen recordar nada. La película termina con Chihiro y sus padres alejándose en su vehículo.

A continuación se lista a los personajes principales junto a sus respectivos seiyū (actor de voz en Japón), así como a los actores de voz que hicieron sus interpretaciones en español para las versiones de España, México y Argentina:[10][11][12]

La temática principal que se trata en la película es el viaje liminal que realiza el personaje protagonista hacia el reino de los espíritus, donde queda alejada de todo lo que conoce. El tránsito de Chihiro en este mundo alternativo, que puede ser comparado con Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas, de Lewis Carroll, representa su paso de la niñez a la adultez.[13]​ La entrada arquetípica hacia otro mundo delimita la condición de Chihiro como alguien que se encuentra entre la niñez y la adultez. El personaje también se mantiene fuera de los límites de la sociedad en el entorno sobrenatural. El uso de la palabra «kamikakushi» (神隠し? lit. «Oculto por los dioses») en el título japonés de la película y su respectivo folclore refuerzan este pasaje: «Kamikakushi es un veredicto de 'muerte social' en este mundo, y regresar a este mundo tras el kamikakushi significa la 'resurrección social'».[14]​ Por su parte, el personaje de Yubaba comparte ciertas similitudes con el cochero de Las aventuras de Pinocho, puesto que esta transforma humanos en cerdos de la misma manera que los niños del país de los juguetes eran transformados en asnos. Al conseguir empleo en la casa de baños termales, Yubaba roba el verdadero nombre de Chihiro, lo que simbólicamente significaría la muerte de la niña, y que debe asumir entonces la adultez.[13]​ Chihiro experimenta un rito de paso según el formato del monomito. En su intento de recuperar la continuidad con su pasado, Chihiro debe forjar una nueva identidad.[13]

Además del tema de la adultez, El viaje de Chihiro hace una crítica a la sociedad japonesa moderna en cuanto a conflictos generacionales, la lucha con la disolución de las costumbres y la cultura tradicional dentro de una sociedad global, así como la contaminación ambiental.[15]​ Chihiro ha sido vista como una representación del género shōjo, cuyos papeles e ideologías han cambiado dramáticamente desde el Japón de la posguerra.[15]​ Al igual que Chihiro busca su identidad pasada, Japón, en su ansiedad por el decrecimiento económico durante el estreno de esta película en 2001, buscó reconectarse con sus antiguos valores.[13]​ En una entrevista, Miyazaki comentó sobre este elemento nostálgico de un antiguo Japón.[16]

La casa de baños termales no puede ser vista como un lugar libre de ambigüedad y oscuridad.[17]​ Varios de los empleados que ahí trabajan son groseros con Chihiro tan solo porque es humana, y la corrupción siempre está presente;[15]​ un lugar ostentoso y repleto de avaricia, como se ve con la aparición inicial de Sin Cara.[18]​ Las representaciones de la contaminación ambiental están dadas en la película, por ejemplo, con la deformación del cuerpo del dios del río por la basura, o con la pérdida del río de Haku debido a la construcción de un complejo de departamentos.

Otras de las temáticas de la película son expresadas a través del personaje de Sin Cara, que refleja al resto de los personajes que lo rodea, pues aprende con ejemplos y toma los rasgos de aquellos a quien devora. Esta naturaleza resulta en una masacre en la casa de baños termales, pero luego es salvado por Chihiro cuando le da de comer la bola de masa obsequiada por el dios del río; así, Sin Cara vuelve a ser tímido. Para el final de la película, Zeniba decide hacerse cargo de él para evitar que se exponga a la influencia negativa de la casa de baños.[19]

Cada verano, Miyazaki pasaba sus vacaciones en una cabaña de montaña con su familia, amigos de la familia y cinco jóvenes, hijas de esos amigos. El viaje de Chihiro surgió como la idea de crear una película que pudiese dedicarle a estas pequeñas jóvenes. Miyazaki ya había hecho películas como Mi vecino Totoro y Kiki: Entregas a domicilio (también llamada Nicky, la aprendiz de bruja), las cuales están dirigidas a niños y adolescentes, pero nunca había creado una para niñas de diez años. Para inspirarse, leyó revistas de manga shōjo, como Nakayoshi y Ribon, que las niñas habían dejado en la cabaña. No obstante, Miyazaki sentía que las obras publicadas por las revistas solo trataban temas subjetivos, como romances y enamoramientos. Al mirar a sus jóvenes amigas, Miyazaki veía que este tipo de temas contrastaban con ellas, por lo que decidió producir una película sobre una pequeña heroína a la que pudieran ver en su lugar.[20]

Miyazaki quería hacer una nueva película desde hacía mucho tiempo. Escribió dos proyectos como propuestas, pero ambos fueron rechazados. El primero estaba basado en el libro japonés Kirino Mukouno Fushigina Machi, y el segundo trataba sobre una heroína adolescente. La tercera propuesta de Miyazaki, que terminó convirtiéndose en El viaje de Chihiro, fue la que tuvo éxito. Las tres historias giraban en torno a una casa de baños basada en una que había en la ciudad natal de Miyazaki. El autor pensaba que este era un lugar misterioso, con una pequeña puerta junto a las bañeras. Curioso por saber qué había detrás de ella, terminó inventando varias historias al respecto; una de las cuales le sirvió de inspiración para crear la casa de baños que aparece en la película.[20]

La producción de la película comenzó en el 2000, con un presupuesto de 1500 millones de yenes —15 millones de USD—.[4]​ La fecha que se fijó para el estreno de la película fue julio de 2001.[21]

Al igual que en La princesa Mononoke, Miyazaki y el personal de Studio Ghibli experimentaron con la animación por computadora. Con el uso de más computadores y programas como Softimage, el personal del estudio aprendió a utilizar el software, pero mantuvo la tecnología a un nivel que realzara la historia y que no se «robara el show». Cada personaje fue dibujado casi por completo a mano, con Miyazaki trabajando junto a sus animadores para asegurarse de que todo marchaba bien.[4]​ La mayor dificultad en hacer la película consistió en la reducción de su duración. Cuando la producción inició, Miyazaki se dio cuenta de que esta duraría más de tres horas si la continuaba haciendo de acuerdo a su trama. Tuvo que borrar varias escenas de la historia, y trató de reducir la «exquisitez» de la película porque quería hacerla simple. Tampoco quería que la heroína fuese una «chica linda». En un principio, se vio frustrado al notar que el personaje se veía «insípido», así que pensó: «No es linda. ¿No hay nada que podamos hacer?». No obstante, a medida que la película se acercaba al final, se sintió aliviado porque «[Chihiro sería] una mujer encantadora».[20]

Para la creación de algunas edificaciones en el mundo de los espíritus, Miyazaki se basó en estructuras reales que aparecen en el Museo de Arquitectura al Aire Libre Edo-Tokio, en Koganei, Japón. Mientras trabajaba en la película, solía visitar el museo para inspirarse. Miyazaki siempre estuvo interesado en el estilo pseudo-occidental de los edificios de la era Meiji que se encontraban allí. El museo hacía que se sintiera nostálgico, «especialmente cuando estoy solo en las tardes, cerca de la hora de cierre, y el sol se comienza a poner; las lágrimas caen de mis ojos».[20]​ Otra fuente de inspiración fue el Notoya Ryokan, una posada tradicional japonesa de la prefectura de Yamagata, famosa por su arquitectura y elementos ornamentales.[22]​ La pequeña localidad de Jiufen, en Taiwán, también sirvió como modelo para el diseño del mundo de los espíritus de la película.[23]

La música de El viaje de Chihiro fue compuesta y dirigida por Joe Hisaishi —colaborador habitual de Miyazaki—, e interpretada por la New Japan Philharmonic.[24][25]​ La banda sonora recibió una condecoración a la mejor música en la 56.ª ceremonia de premiación del Mainichi Film Competition Award, así como también ganó el Tokyo Anime Award a la mejor música de película en el Tokyo International Anime Fair de 2001. Por último, recibió la 17.ª entrega del Japan Gold Disk Award en la categoría de álbum de animación del año.[26][27]​ Hisaishi le agregó letra a «Ano natsu e» (あの夏へ? lit. «Un día de verano») —uno de los temas de la banda sonora—, y tituló esta nueva versión «Inochi no Namae» (いのちの名前? lit. «El nombre de la vida»), la cual fue interpretada por Ayaka Hirahara.[28]

El tema de cierre, «Itsumo nando demo» (いつも何度でも Siempre conmigo?, lit. «Siempre, no importa cuántas veces»), fue escrito e interpretado por Yumi Kimura;[29][30]​ la letra fue escrita por Wakako Kaku, un amigo de Kimura. En un principio se planificó que esta canción integre otra obra de Miyazaki, Entotsu-kaki no Rin (煙突描きのリン?). Finalmente el proyecto se desestimó, y el autor decidió incluirla en El viaje de Chihiro ya que trataba sobre la misma idea.[30][31]​ La cantante ucraniana Nataliya Gudziy interpretó una versión en televisión nacional japonesa el 6 de agosto de 2008, fecha del aniversario del bombardeo atómico sobre Hiroshima. Gudziy, quien experimentó el accidente nuclear de Chernóbil, comentó en vivo su vivencia y emitió un mensaje anti nuclear durante el concierto. Esta interpretación de la canción también se asoció al posterior terremoto de Japón de 2011.[32]

Además de la banda sonora original, se publicó un image album titulado Sen to Chihiro no kamikakushi Imējiarubamu (千と千尋の神隠し イメージアルバム?), el cual contiene diez pistas.[33]

El viaje de Chihiro se comenzó a exhibir en los cines de Japón el 20 de julio de 2001,[34]​ y desde entonces logró recaudar 229 607 878 USD, para así convertirse en la película más taquillera en la historia del cine japonés.[5]​ Además, obtuvo una recaudación a nivel mundial de 274 925 095 USD, siendo la primera película que ha ganado más de 200 millones de dólares a nivel mundial antes de estrenarse en Estados Unidos.[6][31]​En otros países como Venezuela y Perú, la película se estreno el 6 y el 13 de agosto de 2003.[35]​ En Argentina, se encuentra entre las diez películas de animación japonesa con más tickets vendidos en la historia,[36]​ siendo la única en la lista en no estar basada en una serie de anime.

El viaje de Chihiro recibió una buena acogida entre los críticos. En el sitio web especializado Rotten Tomatoes, la película posee un 97 % de aceptación, con un total de 152 comentarios y con una calificación promedio de 8.5/10. El consenso entre los críticos señala: «El viaje de Chihiro es una deslumbrante, encantadora y magníficamente elaborada historia que dejará a los espectadores un poco más curiosos y fascinados por el mundo que los rodea».[37]​ Además, en este mismo sitio web ocupa el decimotercer lugar en una lista de las cincuenta mejores películas animadas.[38]​ En el sitio web Metacritic, consiguió una calificación de 94/100, basándose en 37 críticas,[39]​ mientras que en Internet Movie Database (IMDb), con una puntuación de 8.6/10 dada por el público —281 153 votantes—, ocupa el trigésimo sexto lugar en el top 250 de las mejores películas según los votantes del sitio.[40]​ En el sitio web FilmAffinity, la película tiene una calificación de 8.1/10, sobre la base de los votos de más de 80 000 usuarios.[41]

Roger Ebert, crítico cinematográfico del Chicago Sun-Times, le dio cuatro estrellas de cuatro posibles y alabó tanto la película como la dirección de Miyazaki. Ebert también calificó a El viaje de Chihiro como una de las «mejores películas del año».[42]Kenneth Turan, de Los Angeles Times, consideró buenas las actuaciones de voz, y dijo que la cinta es «producto de una fiera e intrépida imaginación cuyas creaciones son diferentes de cualquier cosa que una persona haya visto antes». Al igual que Ebert, Turan alabó la dirección de Miyazaki.[43]​ Jay Boyaer, del Orlando Sentinel, también hizo buenos comentarios sobre la dirección de Miyazaki, y comentó que la película «es la opción perfecta para un niño que se haya mudado a un nuevo hogar».[44]Elvis Mitchell, de The New York Times, dio una reseña positiva de la película, y elogió las secuencias de animación. Asimismo, realizó una comparación favorable con la obra A través del espejo y lo que Alicia encontró allí, de Lewis Carroll, señalando que sus películas son acerca de «cambios en el estado de ánimo como un humor» y que los personajes «intensifican la tensión [de la película]».[45]​ Por su parte, Derek Elley, de Variety, comentó que El viaje de Chihiro «puede ser disfrutado tanto por jóvenes como por adultos», así como también halagó la animación y la música.[46]

El viaje de Chihiro consiguió treinta y cinco premios, entre los que se incluye un Óscar a la mejor película de animación, en 2003.[47]​ Así, se convirtió en la segunda película animada en recibir esta condecoración —la categoría se inició en el 2001—, y la primera y única película de anime que ha ganado un Óscar hasta ahora.[31]​ En la vigésima quinta entrega de los premios de la Academia Japonesa —equivalentes japoneses de los óscares—, recibió dos galardones, en las categorías de mejor película del año y mejor canción.[48]​ En el Festival Internacional de Cine de Berlín del 2002, este largometraje ganó el Oso de oro, ex aequo con Domingo sangriento, convirtiéndose en la única película de animación en conseguirlo hasta la fecha.[49][50]​ La película también recibió cuatro premios Annie: a la mejor película, mejor dirección, mejor música y mejor guion en una cinta de animación.[51]

El largometraje salió a la venta el 19 de julio de 2002 en los formatos de video VHS y DVD.[52][53]​ Además, el DVD incluyó guiones gráficos, y su edición especial contó con el obsequio de un reproductor de DVD del estudio Ghibli.[54]

En Norteamérica, la película —en estos mismos formatos de video— fue lanzada a la venta por Buena Vista Home Entertainment el 15 de abril de 2003. Las ventas se vieron favorecidas por el recibimiento del Óscar a mejor película de animación en 2002.[55]​ El contenido adicional constó de tráileres japoneses, entrevistas a los actores de voz norteamericanos y The Art of Spirited Away, un documental narrado por Jason Marsden, el actor de voz que interpretó a Haku en inglés.[56]

En Argentina, la película fue editada en VHS y DVD por Argentina Video Home con doblaje y versión original subtítulado al castellano el 7 de abril de 2004.[57]​ Fue reeditada en DVD el 3 de febrero de 2010 por SBP.[58]​ En México, también fue editada en VHS y DVD con doblaje al castellano el 16 de enero de 2004 por Universal Pictures. Fue reeditada por Zima Entertainment en DVD en noviembre de 2010 y en Blu-ray el 10 de noviembre de 2015.[59]



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