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Christus, der ist mein Leben, BWV 95



Christus, der ist mein Leben, BWV 95 (Cristo es mi vida) es una cantata de iglesia escrita por Johann Sebastian Bach en Leipzig para el decimosexto domingo después de la Trinidad y estrenada el 12 de septiembre de 1723.[1][2][3][4]

Bach compuso esta obra durante su primer año como Thomaskantor en Leipzig para el decimosexto domingo después de la Trinidad. Forma parte de su primer ciclo anual de cantatas corales y fue interpretada por primera vez el 12 de septiembre de 1723.[1][2]

Las lecturas establecidas para ese día eran de la epístola a los efesios, la oración para el fortalecimiento de la fe en la congregación de Éfeso (Efesios 3:13-21), y del evangelio según San Lucas, la resurrección del hijo de la viuda de Naín (Lucas 7:11-17).

En la época de Bach la historia apuntaba inmediatamente a la resurrección de los muertos, expresado como un deseo de morir pronto. Al igual que Salomon Franck expresó en su texto para la cantata Komm, du süße Todesstunde, BWV 161 compuesta en Weimar en 1715, el poeta desconocido se centra en el deseo de morir, con la esperanza de ser resucitado como el hijo de la viuda de Naín.[2]​ El poeta incluye cuatro estrofas de cuatro corales diferentes.[5]​ Dos estrofas de corales se introducen ya en el primer movimiento, "Christus, der ist mein Leben" (Jena 1609)[6]​ y "Mit Fried und Freud ich fahr dahin" escrito por Martín Lutero en 1524,[7]​ que es una paráfrasis del cántico Nunc dimittis. En el tercer movimiento aparece "Valet will ich dir geben" de Valerius Herberger,[8]​ y el coral de cierre es la cuarta estrofa de "Wenn mein Stündlein vorhanden ist" de Nikolaus Herman.[9][10]

La obra está escrita para tres voces solistas (soprano, tenor y bajo), un coro a cuatro voces; trompa, dos oboes d'amore, dos violines, viola, violonchelo piccolo y bajo continuo.[2][3][11]

Consta de siete movimientos.[4][12]

Una semana antes, Bach había incluido tres estrofas de un coral en Warum betrübst du dich, mein Herz, BWV 138. En esta cantata incluye cuatro estrofas de cuatro himnos fúnebres distintos.[13]​ Los tres primeros movimientos combinan tres de ellos, las primeras estrofas. El primer coral sobre una melodía de Melchior Vulpius[14]​ se inserta en un concierto de oboes y cuerda en motivos sincopados en terceras y sextas paralelas. La melodía en la soprano es reforzada por la trompa. El verso "Sterben ist mein Gewinn" (morir será mi premio) es más lento que los otros, siguiendo una tradición ya observada por Johann Hermann Schein.[2]

El recitativo alterna entre secco y accompagnato, con los mismos motivos del coral en el acompañamiento. El segundo coral sobre la melodía de Lutero[15]​ está adornado por una parte independiente de violín y cada línea va precedida por una entrada de la trompa. Un recitativo secco conduce al tercer coral,[16]​que es cantado por la soprano sola como un aria, acompañada en la primera línea únicamente por el continuo y en el resto del texto por los oboes, que tocan una melodía obbligato al unísono.[2]

La única aria de la cantata está dominada por los oboes y va acompañada por la cuerda en pizzicato que simboliza campanas fúnebres. El coral de cierre es de nuevo adornado por una imponente parte adicional de violín.[17][2][13]

De esta pieza se han realizado una serie de grabaciones entre las que destacan las siguientes.[3][4]



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