x
1

Clase Giuseppe Garibaldi



La Clase Giuseppe Garibaldi, fue una serie de diez cruceros acorazados construidos en Italia de los cuales tres sirvieron en la Regia Marina, uno en la Armada Española, dos en la Marina Imperial Japonesa y cuatro en la Armada Argentina.

La Regia Marina italiana siempre consideró prioritario que sus buques, especialmente los de mayor porte, fuesen más veloces que sus homólogos extranjeros. En 1890, el patrón comparativo lo constituían las unidades de Francia y del Imperio Austrohúngaro, considerados como potenciales enemigos.

Con esta visión técnica y operativa, la marina italiana prestó el máximo interés a los cruceros acorazados. La Regia Marina intentó adoptar algunas unidades potenciadas de este tipo, es decir, que pudiesen equipararse con los acorazados, especialmente gracias a una velocidad superior.

Los conceptos bajo los que se desarrolló el proyecto fueron la posibilidad de poder disponer de unidades capaces de asumir los cometidos propios del crucero acorazado y de los buques de línea, y que fuesen capaces de operar estrechamente con estos últimos. La eventual utilización estratégica, incluso en misiones individuales, por lo que debían disponiendo de un fuerte armamento para afrontar formaciones de cruceros protegidos. Y ser capaces de sostener una confrontación con unidades de mayor porte gracias a su velocidad superior con relación a la de los buques contemporáneos. La responsabilidad del proyecto fue confiada a Edoardo Masdea, discípulo y colaborador del famoso ingeniero naval Benedetto Brin.

Una vez completado el proyecto, resultó que el nuevo tipo de buque era ideal, obteniéndose un óptimo equilibrio en las características de armamento, protección y velocidad: con solo 7300 toneladas, se consiguió un unidad armada con una pieza de 254 mm, 2 de 203 mm, 14 de 152 mm y otras menores, dotada de una protección adecuada y con una velocidad del orden de los 20 nudos.

La marina italiana encargó las dos primeras unidades en 1893. La quilla de la primera se colocó en los astilleros Ansaldo de Génova-Sestri Ponente, y la de la segunda, en los astilleros Orlando de Livorno. Recibieron, respectivamente, los nombres de Giuseppe Garibaldi y Varese.

Con la crisis fronteriza entre Argentina y Chile, que amenazaba desembocar en guerra abierta, Argentina consiguió que la marina italiana vendiese ambos buques para su armada. Bajo la nueva bandera fueron rebautizados ARA Garibaldi y ARA San Martín.

En sustitución de ambas unidades, la Regia Marina ordenó la construcción de otros dos barcos con los mismos nombres, que a su vez fueron de nuevo vendidos a Argentina, aunque revendió uno de ellos a España, que lo rebautizó con el nombre de Cristóbal Colón, conservando el otro, al que nombró ARA General Belgrano. Una quinta unidad del mismo tipo, tras algunos intentos de compra por parte del gobierno de Chile acabó, por ser adquirida por el gobierno de Buenos Aires, y recibió el nombre de ARA Pueyrredón.

Finalmente la marina italiana consiguió en 1898 la inclusión entre sus fuerzas de los cruceros acorazados solicitados, que fueron el Giuseppe Garibaldi, el Varese y el Francesco Ferruccio.

En 1902 otras dos naves, que debían recibir los nombres de Bernardino Rivadavia y Mariano Moreno fueron encargados por Argentina. Sin embargo, tras lograr un acuerdo en el conflicto con Chile, y por exigencias de la guerra ruso-japonesa, fueron vendidos a Japón donde sirvieron durante muchos años con los nombres de Kasuga y Nisshin.

En total se construyeron diez unidades de la clase Giuseppe Garibaldi, lo que constituyó todo un récord de la época, pues nunca se habían construido en Italia tal número de unidades del mismo tipo y de gran desplazamiento.

El casco de los Clase Giuseppe Garibaldi eran de puente continuo, con un espolón muy pronunciado a proa, y la popa redondeada y con timón semicompensado. Entre el puente acorazado y el de cubierta se encontraban el puente de galería y el de batería, por lo cual, los buques tenían un francobordo muy alto.

La relación manga/eslora era muy elevada, lo que beneficiaba tanto su estabilidad en navegación como sus cualidades de plataforma de tiro. Las superestructuras resultaban casi simétricas, con dos castillos, uno a proa y otro a popa. Del castillo proel se elevaba la torre de mando, en la sección central entre los dos castillos se encontraban dos chimeneas de sección circular y perfectamente simétricas respecto al único palo, emplazado prácticamente en el combés del buque.

Este tipo de arquitectura general había sido extraído de los acorazados de la clase Emanuele Filiberto, en los que se había demostrado satisfactorio. Tal disposición reducía al mínimo esencial las superestructuras, lo cual, en un buque de bordas muy altas, resultaba importante, ya que disminuyen el blanco ofrecido al enemigo y reduce los pesos generales.

Entre las distintas unidades de este tipo existían diferencias tanto arquitectónicas como de artillado y de otros tipos, que se acentuaron con las modificaciones paulatinamente introducidas.

El aparato motor de los Giuseppe Garibaldi consistía en dos máquinas alternativas de triple expansión, alimentadas por el vapor producido por 24 calderas. Tanto máquinas como calderas eran de procedencias diversas. Las máquinas accionaban dos ejes motrices con dos hélices de bronce y de palas desmontables.

En las pruebas el Giuseppe Garibaldi desarrolló una potencia de 14 700 Cv y una velocidad de 19,7  nudos, con 106,7 rpm de las hélices y con un desplazamiento de 7359 t.

La cintura acorazada, que se extendía con espesor uniforme hasta el puente de cubierta, estaba constituida por planchas de acero al níquel de 150 mm de espesor en el combés y 80 mm en los extremos. El reducto central quedaba cerrado por mamparos transversales blindados de 130 mm, y el puente acorazado, que tenía tanta longitud como eslora el buque, contaba con una ligera curvatura y un espesor de 38 mm.

Las torres de artillería principales y de mando estaban protegidas por 150 mm, mientras que los cañones de 152 mm contaban con una protección de un espesor máximo de 130 mm. La protección subacuática, se confiaba únicamente al doble fondo, y resultaba insuficiente, como se puso de manifiesto cuando el Giuseppe Garibaldi fue torpedeado por un submarino austriaco durante la Primera Guerra Mundial.

A pesar de las diferencias, dispusieron de un armamento principal más o menos uniforme. El Giuseppe Garibaldi, el Varese y el Ferruccio tenían un solo cañón de 254 mm en la torre de proa y dos de 203 mm en la de popa. Tres de los buques argentinos sustituían las dos piezas de 203 mm por una segunda pieza de 254 mm. El ARA San Martín sustituía la pieza de 254 mm para montar cuatro de 203 mm en dos torres dobles.

El Cristóbal Colón debería haber portado dos piezas de 254 mm (y ninguna de 203 mm), pero la realidad es que fue entregado sin ellas, por haberse considerado defectuosas las dos ofrecidas en un primer momento por la casa Armstrong de Pozzuli,[1]​ dándose además la circunstancia de que uno de los citados cañones había sido rechazado previamente a causa de dichos defectos por la Regia Marina para el acorazado Dandolo.[2]​ El conflicto con los Estados Unidos, y el posterior bloqueo armamentístico, provocaron que el buque entrara finalmente en servicio sin su artillería principal.

Finalmente, por lo que respecta a las unidades japonesas, el Kasuga estuvo artillado como el Giuseppe Garibaldi, y el Nisshin como el San Martín.

A partir del Cristobal Colón, todos tuvieron el mismo armamento secundario, formado por 14 cañones de 152 mm, 10 de 76 mm, 6 de 47 mm, dos ametralladoras y cuatro tubos lanzatorpedos.



Escribe un comentario o lo que quieras sobre Clase Giuseppe Garibaldi (directo, no tienes que registrarte)


Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)


Aún no hay comentarios, ¡deja el primero!