x
1

Cliente (economía)



Un cliente (del Latín cliens, -entis) es la persona o empresa receptora de un bien, servicio, producto o idea, a cambio de dinero u otro artículo de valor.[1][2]

Los clientes activos son aquéllos que en la actualidad, están realizando compras o que lo hicieron dentro de un periodo corto de tiempo. En cambio, los clientes inactivos son aquéllos que realizaron su última compra hace bastante tiempo atrás, por tanto, se puede deducir que se pasaron a la competencia, que están insatisfechos con el producto o servicio que recibieron o que ya no necesitan el producto.

Esta clasificación permite:

Una vez que se han identificado a los clientes activos, estos se pueden clasificar según su frecuencia de compra, en:

Después de identificar a los clientes activos e inactivos, y de realizar una investigación de mercado que haya permitido determinar sus niveles de satisfacción, se los puede clasificar en:

Un detalle que se debe considerar al momento de clasificar a los clientes activos, independientemente de su volumen y frecuencia de compras, es su grado de influencia en la sociedad o en su entorno social, debido a que este aspecto es muy importante por la cantidad de clientes que ellos pueden derivar en el caso de que sugieran el producto y/o servicio que la empresa ofrece. Este tipo de clientes se dividen en:

Los clientes tienen necesidades y expectativas que deben ser tomadas en cuenta por la organización. Una necesidad es algo que el consumidor realmente necesita, como una cuota de seguro de coche. Una expectativa es algo que el consumidor no necesariamente va a conseguir pero que espera conseguir del producto o servicio, como que su coche le lleve desde su lugar de salida hasta su destino.

Las necesidades y las expectativas de las personas varían con el tiempo, ya sea por el crecimiento y desarrollo normal del individuo o por la influencia del entorno. Es normal que nuestras necesidades cambien con el pasar de los años, nuestras prioridades se modifican con la madurez y experiencia, así como con la satisfacción de las mismas. Algunas necesidades se denominan "básicas" porque perduran con el tiempo y se relacionan con aspectos físicos y ambientales como la necesidad de comer o la necesidad de tener un lugar en donde vivir. Otras necesidades aparecen con el tiempo como la necesidad de ser amado o la necesidad de ser reconocido.

Las necesidades no se presentan necesariamente de manera escalonada o secuencial, muchas veces podemos tener varias necesidades de manera simultánea, como la necesidad de aprender y la de descansar, las cuales se pueden dar al mismo tiempo sin que se afecte la una u la otra. En otras oportunidades la limitación de recursos puede generar la necesidad de priorizar, es el caso de necesitar pagar el estudio o necesitar la compra de un televisor para distraerse, la persona deberá elegir entre una u otra, si no cuenta con el dinero para satisfacer las dos.

A su vez, las necesidades pueden suplirse o reemplazarse por otras. En el caso de la necesidad de distraerse y divertirse con el televisor, se puede reemplazar por la lectura de un buen libro o por compartir el tiempo con la familia o por utilizar otro medio como la radio.

Es la acción de explorar el mercado o parte de este, en búsqueda de clientes potenciales, también llamados "prospectos", que son aquellas personas o empresas que han reunido ciertas condiciones que permiten asegurar que tiene potencial para adquirir nuestros bienes. Para convertirse en clientes primero tuvieron que convertirse en prospectos, generándose una oportunidad de negocio, que se derivó en una acción de compra.[4]

Desde el punto de vista contable, la cuenta de clientes recoge los derechos de cobro derivados de la venta de productos de la empresa, que se ocasiona debido al desajuste entre la venta y el cobro. Tienen la consideración de activos financieros y figuran normalmente en el activo corriente del balance.[5]

En el contexto de la normativa española en materia de prevención del blanqueo de capitales y de la financiación terrorista (PBC&PFT), el término cliente sería utilizado para identificar a la persona física, persona jurídica o instrumento jurídico que adquiere o utiliza, con asiduidad o de forma ocasional, los productos y servicios de un profesional o empresa. Se trata pues del titular formal de las relaciones jurídicas que surgen al concretarse la actividad profesional o empresarial del sujeto obligado. El rol de cliente, o titular formal, no deber ser confundido con el de otro tipo de intervinientes en las relaciones de negocio u operaciones del sujeto obligado, con el del titular real o con el de otros participantes en las operaciones realizadas por el sujeto obligado por cuenta de sus clientes.




Escribe un comentario o lo que quieras sobre Cliente (economía) (directo, no tienes que registrarte)


Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)


Aún no hay comentarios, ¡deja el primero!