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Colegio Superior de Señoritas



¿Dónde nació Colegio Superior de Señoritas?

Colegio Superior de Señoritas nació en Costa_Rica.


El Colegio Superior de Señoritas es una institución educativa ubicada en San José, Costa Rica. Fundado en 1888, fue la primera institución creada en el país para la educación secundaria exclusiva de jóvenes mujeres costarricenses. Se encuentra ubicado en un edificio de estilo neoclásico, considerado una de las joyas arquitectónicas de la capital costarricense. Fue declarado institución benemérita de la educación costarricense en 1994.

El Colegio Superior de Señoritas fue creado el 14 de enero de 1888 mediante el decreto N° XIX por el Presidente de la República Bernardo Soto y el Ministro de Educación Pública Mauro Fernández.[1]

Desde el momento de su creación se constituyó en un pilar fundamental de la educación de las mujeres en nuestro país. Por sus aulas, en su cuerpo docente y directoras(es) han pasado figuras cimeras de la sociedad costarricense en los ámbitos político, social, cultural y de las artes. Figuras que con su trayectoria vital y profesional han coadyuvado a afianzar las bases de una sociedad democrática, participativa, igualitaria y equitativa.

Su primera Directora fue Miss Marian Le Capellain, educadora nacida en la isla de Jersey (Canal de La Mancha, perteneciente a Inglaterra) que migró a la ciudad de Nueva York, donde terminó sus estudios, trasladándose a Costa Rica en 1872 con su hermana Ada (posteriormente esposa de Mauro Fernández). Fue ella quien proporcionó la organización al Colegio y los primeros planes de enseñanza,

divididos en dos secciones: Literaria y Pedagogía. “En esta última sección las alumnas podían aspirar a los diplomas de maestra de enseñanza primaria o maestra de enseñanza primaria superior”[1]

Inicialmente el Colegio Superior de Señoritas no otorgó el diploma en Humanidades que hoy conocemos con el título de Bachiller, esto condujo a que la primera mujer que se graduó como Bachiller, cursara su último año en el Liceo de Costa Rica y, posteriormente se convirtiera en la primera mujer graduada en Derecho en el país, nos referimos a Ángela Acuña Braun.

Esta institución recibió estudiantes de todas las clases sociales pues, desde su primer año de funcionamiento, el Estado otorgó un determinado número de becas distribuidas por provincia, con el propósito de que las egresadas regresaran a servir a sus comunidades. Estas becas no solo incluían exención de matrícula y ayuda en útiles escolares, sino también una pensión para las alumnas provenientes de lugares alejados.

La intención era que, una vez preparadas, estas mujeres retornaran a sus lugares de origen para servir como maestras en las escuelas públicas.

Durante la última década del Siglo XIX y los primeros 50 años del siglo XX las directoras(es), profesoras(es) y estudiantes del Colegio tuvieron gran influencia en formar la cultura femenina de Costa Rica y jugaron un papel in-usualmente central en momentos cruciales de la vida política del país. Igualmente, es necesario señalar que el origen del feminismo en Costa Rica está íntimamente ligado al Colegio Superior de Señoritas.

Según afirma la Licda. María Eugenia Dengo Obregón, las alumnas de los primeros años de funcionamiento del Colegio Superior de Señoritas constituyeron el primer contingente de mujeres que se hizo sentir, como generación, en el desenvolvimiento del país.

La mayoría de estudiantes, docentes y Directora tomaron parte activa en la lucha contra la dictadura de los hermanos Tinoco, en las jornadas de junio de 1919. Estudiantes y profesoras/es del Colegio Superior de Señoritas marcharon por las calles, se enfrentaron a la policía y a los bomberos durante cuatro días de protestas urbanas. Los acontecimientos se tornaron cada vez más graves, hasta culminar con el incendio del periódico La Información.

En octubre de 1923, las graduadas, profesoras y la directora del Colegio, participaron en la fundación de la Liga Feminista Costarricense, la primera organización explícitamente feminista del país, para presionar a favor del sufragio femenino. La ceremonia oficial fue en el salón del Colegio Superior de Señoritas y la primera junta directiva estuvo integrada, entre otras, por la propia directora del Colegio Esther de Mezerville, la distinguida graduada Ángela Acuña Braun y la profesora de educación física Ana Rosa Chacón González, quien años después sería una de las tres primeras diputadas del país.

Ya en junio de ese año se había celebrado en el Colegio Superior de Señoritas un debate sobre la conveniencia de conceder el voto a la mujer: el primer debate formal en Costa Rica respecto al tema que, además, fue punto de partida para que se presentara al Congreso una petición a favor del voto femenino.

Cuando la sección normal cerró sus puertas en 1923, sus graduadas representaban una gran parte de la fuerza docente de las escuelas primarias del país, así como de las enfermeras, trabajadoras sociales, organizaciones filantrópicas e inspecciones de escuelas, actividades todas que fueron pioneras en promover ocupaciones y roles públicos para las mujeres. Las organizaciones femeninas costarricenses nunca habían sido tan coherentes política y profesionalmente, ni tan contundentemente demandantes como lo fueron bajo el liderazgo del personal y el alumnado del Colegio Superior de Señoritas durante las primeras tres décadas del siglo XX. La creación de un cuerpo de maestras especializadas en esa institución fue uno de los factores que fortaleció un eje de creciente coherencia y militancia pública. Una compleja composición social y un medio intelectual progresista promovieron un espíritu igualitario y feminista entre las graduadas, el cual no vacilaron en desplegar por las calles de San José.[2]

El papel que ha desempeñado el Colegio Superior de Señoritas en el desarrollo de la ciudadanía de las mujeres y del país, fue reconocido por la Asamblea Legislativa al otorgarle el título de Institución Benemérita de la Cultura, mediante Acuerdo Legislativo N° 2886 del 26 de abril de 1994 y publicado en el Diario Oficial La Gaceta, N° 86 del 5 de mayo de 1994.[3]

Un 10 de octubre de 1988, la Licda. Victoria Garrón de Doryan, Vicepresidenta en ejercicio de la Presidencia en ese momento, lo inauguraba en un acto solemne.

La comunidad educativa y la Junta Administrativa del Colegio Superior de Señoritas, desea agradecer a la Licda. Maria Enriqueta Castro Castro, gestora y defensora perenne de este recinto, donde perdura la memoria de una Institución Centenaria y Benemérita, ícono de la educación de la mujer costarricense.

"Venid, compañeras, venid celebremos

Del noble colegio la augusta misión;

con fe y entusiasmo un himno elevemos

y vibre en los labios la hermosa canción"


"Cantemos los triunfos del Arte y la Ciencia

que dignificaron a la noble mujer;

pues ya ha convertido la humana conciencia

en reina del mundo la esclava de ayer"


"Estallan las flores en plácida calma

y el prado perfuman y adornan también;

así las virtudes, las flores del alma,

perfuman y adornan la senda del bien"

1-Castro Castro, María Enriqueta y María Lina Colombo Víquez. Cantemos los triunfos. Centro Nacional para el desarrollo de la Mujer y la Familia. Imprenta Nacional, 1989, pág. 217

2-Castro C. María Enriqueta y Colombo V. María Lina, Cantemos los triunfos, Costa Rica, 1989. /Rojas Chaves, Gladis. “El nacimiento del feminismo en Costa Rica”. En periódico Huella, Año IV, octubre de 2003.

3-Diario Oficial La Gaceta, N° 86, 5 de mayo de 1994. Pág. 1



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