La Santa Iglesia Concatedral de Santa María (S.I.C. de Santa María) es el más importante templo cristiano de la ciudad de Cáceres. Indica José Ramón Mélida que es el de más antigua fundación en la ciudad, pues se completó entre los siglos XV y XVI sobre una construcción del siglo XIII de maneras mudéjares y techo de madera.
Realizada completamente con sillares de granito, su estilo se puede considerar románico de transición al gótico. Tiene dos portadas góticas, la del Evangelio, frente al palacio Episcopal, con finas arquivoltas y una imagen moderna de la Virgen en el tímpano, y la portada principal, en los pies, en la que destaca el escudo de Orellana y los canecillos románicos de la cornisa. La iglesia tiene una sola torre, renacentista de tres cuerpos y planta rectangular, coronada por cuatro flameros donde ahora asientan nidos de cigüeñas; fue realizada entre 1554 y 1559 por Pedro de Ibarra. En la esquina oeste de esta torre se halla adosada una estatua de San Pedro de Alcántara ejecutada en 1954 por el escultor extremeño Enrique Pérez Comendador.
El templo es de amplias dimensiones y gruesos muros. Con casi idéntica altura, las bóvedas son de crucería gótica; sus claves y entrecruzamientos lucen todo un catálogo de escudos y símbolos heráldicos de las principales familias de la nobleza cacereña.
La capilla de los Blázquez o del Santísimo Cristo contiene la talla del Cristo Negro de Cáceres, un crucifijo gótico del siglo XIV proveniente de un convento adyacente a la iglesia, ya desaparecido. También destacan la capilla de Santa Ana, de 1446, y la de San Miguel, de 1551, con artística reja decorada con escudos nobiliarios y un retablo barroco.
Dentro de todo el conjunto sobresale el retablo mayor plateresco, realizado de 1547 a 1551 por Guillén Ferrant y Roque Balduque en pino de Flandes y cedro sin policromar, al estilo extremeño. Está dividido en tres cuerpos y cinco calles, con esculturas en alto relieve y figuras intermedias completas de los apóstoles; la calle central muestra motivos relacionados con la Virgen y con la infancia y pasión de Jesús. La talla más importante es la Asunción de la Virgen, en el centro del segundo cuerpo.
La sacristía destaca por la portada plateresca de Alonso de Torralba, realizada en 1527. Alberga el Museo de la Concatedral, con piezas litúrgicas y obras en plata de la región, pinturas religiosas, así como el sepulcro de Francisco de Godoy, capitán de Pizarro.
En la tribuna, realizada por Pedro de Marquina, a los pies de la nave central se encuentra un órgano de 1703 fabricado por Manuel de la Viña (Manuel de la Viña me fezit, anno de 1703), que fue reformado en 1973 por la empresa Orgamusik. Este instrumento en la actualidad cuenta con 27 registros sonantes en dos teclados y pedal.
El 3 de junio de 1931 la iglesia fue declarada Monumento Histórico Artístico. En 1957 obtuvo la dignidad de concatedral de la diócesis de Coria-Cáceres siendo su Obispo Manuel Llopis Ivorra, que desde entonces comparte con la Catedral de Coria.
Portada del Evangelio y torre del campanario, con las torres de la Iglesia de San Francisco Javier al fondo.
Estatua de San Pedro de Alcántara situada junto a la torre del templo.
Torre de la concatedral con sus cuatro flameros.
Cristo Negro de Cáceres (s. XIV).
Capilla de San Miguel, en la cabecera de la nave del evangelio.
Sepulcro de Francisco de Godoy, capitán de Pizarro.
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