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Cordyceps sinensis



Ophiocordyceps sinensis (anteriormente conocido como Cordyceps sinensis) es un hongo entomopatógeno (un hongo que crece como parásito en los insectos) que se encuentra en las regiones montañosas del Tíbet y Nepal. Parasita larvas de la familia Hepialidae, del género Thitarodes, y produce un cuerpo fructífero valorado por la medicina tradicional como un remedio herbal. Contiene arsénico y otros metales pesados, por lo que es potencialmente tóxico y su fabricación y ventas fueron estrictamente reguladas por Administración de Alimentos y Medicamentos de China, en 2016.[2]

El hongo germina en la larva viviente, la mata y la momifica, y luego emerge del cadáver un cuerpo fructífero parecido a un tallo marrón oscuro que tiene unos pocos centímetros de largo y se para en posición vertical.

Es conocido en inglés como caterpillar fungus (hongos oruga) o como yartsa gunbu (tibetano: དབྱར་ རྩྭ་ དགུན་ W, Wylie: dbyar rtswa dgun 'bu, literalmente "gusano de invierno, hierba de verano") o como dōng chóng xià cǎo (chino: 冬蟲夏草).[2]

Se clasifica como un hongo medicinal, y su uso tiene una larga historia en la medicina tradicional china, así como en la medicina tradicional tibetana.[3]​ El cuerpo de hongo-oruga intacto, recolectado a mano, es valorado por los herbolarios como medicina y como afrodisíaco, y debido a su costo, su uso también es un símbolo de estatus.[4]​ Varias cepas fermentables de Ophiocordyceps sinensis han sido aisladas por científicos chinos,[5]​ para producir cultivos comerciales, que se desarrollan también en Vietnam.

Las reservas naturales de Ophiocordyceps sinensis han disminuido considerablemente los últimos años, ello sumado a su alto precio ha provocado que se cultive en laboratorio el micelio de este hongo, la cual es la versión habitualmente usada en los suplementos alimenticios basados en Cordyceps sinensis.[6]

En un estudio del 2010,[7]​ se estudió el efecto del Cs-4 (Cordyceps sinensis) en el desempeño del ejercicio físico en personas mayores. Veinte sujetos de entre 50 a 75 años participaron en un estudio doble ciego controlado con placebo. Los participantes consumieron el suplemento 3 veces al día durante 12 semanas, después de lo cual los umbrales metabólicos y respiratorios se incrementaron significativamente.

Un ensayo del 2014, realizado en animales,[8]​ estudió los efectos protectores del Ophiocordyceps sinensis de lesiones en el hígado y el corazón comúnmente vistos en individuos con enfermedad renal crónica. Luego de un tratamiento de 8 semanas con Cordyceps sinensis, el estudio concluyó que se había atenuado significativamente el daño hepático y cardíaco.

Un estudio[9]​ mostró que, cuando se suministró un suplemento de Ophiocordyceps sinensis a 22 hombres durante 8 semanas, se mostró un aumento del 33% en el recuento de espermatozoides, una disminución del 29% en las malformaciones de los mismos y un aumento del 79% en la tasa de supervivencia espermática.




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