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Corriente Marxista Internacional



La Corriente Marxista Internacional (inglés: International Marxist Tendency), de ideología trotskista, es uno de los mayores grupos que se reivindica heredero de la Cuarta Internacional fundada por León Trotsky en 1938, con las aportaciones posteriores de Ted Grant. Su organización interna se organiza como un partido internacional de grupos políticos de distintos países que se autodefine como "tendencia" y que a día de hoy no cree necesario proclamarse como partido revolucionario abiertamente a nivel internacional por sus teorías sobre las organizaciones de masas de la clase trabajadora, cuestión que, a priori, la separa totalmente del resto de grupos trotskistas similares. Alan Woods es, desde 2006, su cara pública principal tras el fallecimiento de un ya muy anciano Ted Grant el 20 de julio de 2006 en Londres.

La CMI fue fundada como el Comité para una Internacional Marxista (CIM) en 1992, pero se ha renombrado como la Corriente Marxista Internacional (en adelante CMI) desde 2006. La CMI se fundó tras la crisis de la tendencia Militant, donde los dirigentes de la CMI eran minoría y que sin embargo contaron con la mayoría de la antigua internacional CIT (Comité por una Internacional de los Trabajadores). Desde entonces mantienen su dirección a nivel internacional (denominada Secretariado Internacional) en Londres.

Esta organización política se rige internamente por el modelo de organización y funcionamiento de los partidos denominado centralismo democrático, con celebración de congresos cada dos años. Actualmente está presente en más de 50 países de los 5 continentes y tiene cerca de 5.000 cuadros políticos distribuidos por todo el mundo, con relativa influencia en procesos políticos actuales como los de Venezuela y Pakistán.

Esta organización política surgió de militantes en el Partido Laborista británico que daban gran importancia a las tácticas defendidas por la Tercera Internacional en la década de 1920 y una renovación de las tácticas entristas defendidas por Trotsky y sus seguidores en la década de 1930.

De acuerdo con Ted Grant, los grupos trotskistas debían trabajar en los grandes partidos y sindicatos de la clase obrera, como aplicación del método de Trotsky en las difíciles condiciones impuestas para la Cuarta Internacional en la situación mundial creada tras 1945. En particular a partir de los años 50, el entrismo defendido por Ted Grant se diferenció del entrismo profundo defendido por dirigentes de la Cuarta Internacional como Michel Pablo: los revolucionarios deben trabajar, según Grant, dentro, fuera y alrededor de las organizaciones de masas porque los trabajadores comienzan a movilizarse a través de sus organizaciones de masas tradicionales y porque fuera del movimiento obrero no hay nada. Esta premisa le diferencia de todo el resto de grupos trotskistas, que a escala mundial son considerados por ellos como degenerados en prácticas sectarias bajo la influencia de las ideas de la pequeña burguesía (guerrillerismo, nacionalismo, énfasis en los estudiantes, el Tercer Mundo o el feminismo, etc.).

En 1964, Ted Grant lanzó su nuevo periódico, Militant. La tendencia creció muy lentamente, hasta que a partir de los años 1970 se convirtió en una corriente poderosa del Partido Laborista. Ganó la mayoría en las Juventudes Socialistas, sacó el periódico con periodicidad semanal, y en los años 80 ya tenía 10 000 militantes, 200 liberados, tres diputados, decenas de concejales y la alcaldía de Liverpool. La Tendencia Militant se convirtió, aplicando las ideas de Ted Grant y defendiendo un programa socialista en el seno del Partido Laborista, en una poderosa corriente del movimiento obrero británico.[1]​ Tenía mucha influencia en numerosas agrupaciones del partido, en los sindicatos y entre la juventud. Reflejo de ello eran sus tres parlamentarios y su control del ayuntamiento de Liverpool. Esta situación amenazaba la política de la dirección, desde 1985 liderada por Neil Kinnock, partidario de moderar el discurso del partido y abandonar cualquier referencia a sus principios socialistas. Entre 1983 y principios de los años 90 se dirigió una campaña de expulsiones de los dirigentes, militantes y simpatizantes de Militant,[2]​ azuzada por el gobierno conservador de Margaret Thatcher y los grandes medios de comunicación.[3]​ En 1983, Ted Grant, junto al resto de miembros del Comité de Redacción de Militant, fueron expulsados del Partido Laborista, aunque con una fuerte oposición interna. A finales de los 80, a pesar de las expulsiones, Militant conservaba intacta su influencia en el Partido Laborista y la mayoría de sus posiciones parlamentarias, locales y sindicales. Dirigió la lucha contra el Poll Tax (un nuevo impuesto), que desembocaría en la dimisión de Thatcher como primera ministra en 1990.

En 1991, la mayoría de la dirección de Militant propuso lanzar un partido independiente argumentando el giro a la derecha del laborismo y basándose en el potencial creado por la tendencia durante todos esos años. Esta decisión se encontró con la firme oposición de Ted Grant, que junto a Alan Woods y una minoría de la tendencia en Gran Bretaña defendió seguir trabajando en el Partido Laborista y los sindicatos. Tras el debate, la minoría, incluyendo al fundador de Militant, fue expulsada de la organización. Cuando se producen estas expulsiones Alan Woods y Ted Grant siguen defendiendo participar en las organizaciones tradicionales. Grant argumentó que la salida del Partido Laborista arruinaría muchas décadas de trabajo paciente y mantuvo que los marxistas debían permanecer dentro del partido, creando para ellos el periódico “Socialist Appeal”. Toda esta lucha que se produce en Militant en 1991 se reproduce a escala mundial en la Internacional que Ted Grant había fundado en 1974 juntos con otros dirigentes. Aquí, sin embargo, la correlación de fuerzas es distinta y ellos son la mayoría de la dirección de la Internacional. Alan Woods y Ted Grant deciden escindirse y crean una nueva internacional en 1992.

Siguiendo las teorías de Alan Woods y Ted Grant, la nueva internacional, denominada inicialmente Comité por una Internacional Marxista, siguió una política de entrismo en el Partido Laborista británico, que mantiene hoy en día. En 2006 cambió su nombre, para adoptar el de Corriente Marxista Internacional (CMI).

Actualmente tiene grupos importantes fuera de Gran Bretaña que hacen entrismo en las organizaciones políticas y sindicales de masas tradicionales de la clase obrera, aunque este trabajo siempre lo combinan con el trabajo fuera de dichas organizaciones.

En algunos países como Francia, Italia o España, lo hacen en los partidos comunistas o los herederos de estos. En otros como Pakistán, participan en partidos con un carácter socialdemócrata como el PPP, que dirigía Benazir Bhutto.

Además, en los últimos años se ha extendido por América Latina, donde tiene grupos implantados en Bolivia, El Salvador, Argentina, México y Brasil, además de contactos permanentes y discusión abierta en otros países, como Cuba, país del que defienden su antiimperialismo demostrado durante 40 años, y del que han apartado del énfasis sus críticas históricas de falta de democracia.

A finales de 2002, la CMI promovió el lanzamiento de Manos Fuera de Venezuela, una campaña de solidaridad con la revolución bolivariana que está activa en 30 países y ha conseguido el apoyo de numerosas organizaciones sindicales en Gran Bretaña, Canadá, Italia y otros países, siendo la organización internacional en apoyo a la revolución Bolivariana con mayor fuerza a nivel mundial. Esto ha ocasionado que otras organizaciones lancen campañas paralelas usando el mismo o parecido nombre, para hacerse pasar por MFV y beneficiarse del reconocimiento mundial que esta posee.[4][5]

Dentro de la propia Venezuela, la CMI quiere establecerse como la corriente marxista del PSUV, el partido creado por Hugo Chávez y que ellos apoyan sin titubeos, aunque con críticas a algunos dirigentes regionales.

Cada año todas las secciones de la CMI participan en un acontecimiento conjunto, ya sea un Congreso Mundial o una Escuela Mundial de Marxismo. La diferencia es que los congresos son para aprobar la línea política, informar sobre el progreso e implantación de la CMI en el mundo, también informes de la situación actual y planificar las futuras actividades, sobre la base de las perspectivas mundiales que elaboran su dirigentes, mientras la Escuela Mundial es aprovechada principalmente para profundizar en la teoría marxista, vinculándola a la historia del movimiento de los trabajadores y la situación real de la lucha por el socialismo mundial.

En enero de 2010 se produjo una escisión de esta internacional. Encabezada por su sección española, un grupo de esta organización abandonó sus estructuras llevándose a la mayoría de sus secciones en España y Venezuela y al grupo de Colombia. No está claro quién tuvo la mayoría en México. Los escindidos formaron un nuevo agrupamiento internacional denominado Corriente Marxista Revolucionaria. Con esta escisión, la CMI perdió también el Sindicato de Estudiantes (al que consideraba un aspecto secundario en el trabajo de la sección española) y la Fundación Federico Engels, que será sustituida por el Centro de Estudios Socialistas Carlos Marx[6]

Unos meses más tarde, la CMI sufrió otra escisión, que le llevó a perder sus secciones en Irán y Polonia, a la mayoría de la sección sueca y a grupos minoritarios de militantes en Gran Bretaña, Alemania y Bélgica.

En 2016, la mayor de todas las secciones, la pakistaní, abandonó la CMI. Una minoría permaneció.




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