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Curculionidae



entre otras

Los curculiónidos (Curculionidae), conocidos como gorgojos y picudos, son una familia de coleópteros herbívoros, la más importante y diversa de la superfamilia Curculionoidea. Son una de las familias más grandes de animales con 5489 géneros y 86 100 especies en el mundo.[1]

Son fitófagos (se nutren con alimentos vegetales), y algunos son plagas dañinas para la agricultura. Unos pocos son usados como controles biológicos de malezas invasoras.

Se caracterizan por tener su aparato bucal masticador en el extremo de una probóscide o rostro que puede ser relativamente masiva, o larga y estrecha, según las especies. Las antenas, de extremo mazudo, quedan resguardadas en unos surcos a lo largo de la probóscide. La construcción del cuerpo es masiva, pero el tamaño es generalmente pequeño cuando se comparan con otros escarabajos. Es una de las familias de animales más diversa y rica en especies. Otra característia de estos pequeños organismos es que tienen el caparazón duro, que es lo que cubre al abdomen.

La filogenia de los curculiónidos es compleja; con más de 40.000 especies, el debate acerca de las relaciones entre géneros y subfamilias ha sido muy fuerte. En 1997 se realizó un análisis que buscó reconstruir la filogenía de este grupo basándose en aspectos morfológicos de las larvas.[2]

Se reconocen alrededor de dos docenas de subfamilias, no siendo estas comparables entre autores. Siendo solo consideradas universalmente como subfamilias Baridinae, Cossoninae, Curculioninae, Cyclominae, Entiminae, Molytinae, Platypodinae y Scolytinae. Entre los esquemas taxonómicos, cada autor crea subfamilias adicionales, une taxones o segrega otros. Existiendo muy poco consenso entre autores sobre las jerarquías de taxón. En particular la subfamilia Molytinae se ha visto muy cuestionada.[3]

Las subfamilias consideradas válidas por al menos dos o más autores son a la fecha:

Muchos gorgojos o picudos son considerados plagas en los cultivos o de los alimentos almacenados, pero en algunas ocasiones, los gorgojos han funcionado perfectamente como controladores biológico de plantas no nativas. Uno de los primeros casos más sobresalientes, fue documentado en Uganda.

En 1989 se informó de la aparición del lirio de agua (Eichhornia crassipes) en el lago Victoria. El lirio de agua, también conocido como lirio acuático o jacinto de agua (en inglés, water hyacinth o water lily), es una planta originaria de América del Sur y es considerada una maleza acuática. El desastre ecológico provocado por esta planta, introducida irresponsablemente en África, afectó al Lago Victoria, y directamente a Tanzania, Kenia y principalmente a Uganda, donde las orillas del Lago Victoria vieron ocupadas casi un 80% de su superficie. Esto impidió la pesca, transporte, y el uso de represas y canales de riegos afectando a cerca de 30 millones de personas. La aplicación de plaguicidas afectó a otras especies, tanto flora como fauna.

En 1996, una empresa australiana con experiencia en control biológico, junto con la ayuda de expertos africanos, introdujeron las especies Eochetina eichhorniae y Neochetina bruchi. Una cantidad de aproximadamente 100.000 gorgojos, principalmente de la segunda especie fueron arrojadas en los lirios de agua del Lago Victoria. A finales de 1998, el lirio de agua prácticamente había desaparecido. La introducción del gorgojo no afectó a otras especies, ya que al no contar con su alimento principal, en este caso el lirio de agua, el gorgojo al poco tiempo muere.[4]



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