El archipiélago de Islas de la Bahía está situado en el Golfo de Honduras y es uno de los dieciocho departamentos de la división político-administrativa de esta nación centroamericana.
El archipiélago de Islas de la Bahía, está formado por tres islas mayores que son Utila, Roatán y Guanaja, más las tres pequeñas islas de Barbareta, Morat y Santa Elena, las Islas del Cisne, ubicadas más al noreste y más de 60 cayos, situados a tan sólo 10 y 40 millas de la parte continental de Honduras en el Mar Caribe.
El archipiélago fue descubierto por Cristóbal Colón en su cuarto y último viaje al continente americano el 30 de julio de 1502. Más precisamente, Colón descubrió la isla de Guanaja, a la que llamó 'Isla de los Pinos'. Estas islas se encontraban densamente pobladas por el grupo étnico llamado Pech, anteriormente también denominado con el nombre peyorativo de Payas, cuando fueron descubiertas por Colón. Con frecuencia, al inicio de la conquista y colonización los Pech fueron capturados, esclavizados y vendidos a otras islas de las antillas como Cuba.
Desde su descubrimiento por lo que ahora es España, estas islas fueron dominadas en diferentes períodos cortos por españoles, ingleses y holandeses. A los españoles les siguieron los ingleses. En mayo de 1638 William Claibourne de Virginia recibió una patente de la Compañía 'Providence' autorizándolo a establecer una colonia en Roatán. Esto, marcó el comienzo de un gran interés por parte de los ingleses en las Islas de la Bahía, interés que se prolongaría por más de doscientos años"
Por encontrarse en la ruta de los envíos españoles desde Nueva España (México) hacia España, los asentamientos de españoles e indios fueron regularmente presa de piratas y bucaneros. Sin embargo, el poderío militar español le permitió gobernar las islas durante gran parte del siglo XVIII. Pero entre 1827 y 1834, otros europeos comenzaron de nuevo a asentarse en Roatán, luego que se prohibió la esclavitud en las colonias inglesas en 1833. En 1859, Inglaterra finalmente cedió el control de las Islas de la Bahía a la República de Honduras.
Al archipiélago de Islas de la Bahía se unen en el mismo departamento las Islas del Cisne o Swan Islands, situadas al noreste.
El nombre de Islas de la Bahía le fue dado a este archipiélago por el gobierno británico bajo el nombre de Colony of the Bay Islands, en referencia a Roatán, Guanaja, Elena, Morat, Barbareta y Utila en 1850.
El origen de los nombres proviene de los primeros habitantes de las islas. Según el historiador hondureño Alberto Membreño en Nombres geográficos indígenas de la república de Honduras (1901), «Utila. — Una de las islas que forman el departamento de las Islas de la Bahía. Es una contracción de Ocotilla, que significa en náhuatl "abundancia de negro de humo de ocote." Se compone de ocotilli, negro de humo de ocote, y la, abundancia. Esta tintura negra la hacían los indios en una especie de alambique.»
Alberto Membreño define el nombre de la isla de Roatán así: «Ciudad, cabecera del departamento de las Islas de la Bahía, y nombre de la isla en que se encuentra la expresada ciudad. Significa en náhuatl "lugar de mujeres." Se compone de eoatl, mujer, y tlan, lugar». En el pasado a Roatán también se le llamó Ruatan o Rattán.
Por otro lado, el nombre la isla de Guanaja también proviene de los primeros habitantes de esta isla. Pero el almirante Cristóbal Colón, en su cuarto y último a América, la llamó Islas de los Pinos. Mientras tanto los ingleses la llamaban Bonacca y los españoles la conocían como Guanaja, nombre con el cual se le conoce en la actualidad.
La geografía de las Islas de la Bahía es quizás una de las características más valiosas para el desarrollo de su industria turística. El ambiente tropical, incluyendo el Mar Caribe, proporcionan recursos importantes para el tipo de turismo que es muy popular hoy en día.
El archipiélago de Islas de la Bahía es uno de los 18 departamentos en la República de Honduras. La superficie total de las islas de la Bahía se aproxima a 260 kilómetros cuadrados. Están localizadas en un arco de 29 a 60 kilómetros de la costa norte. Este departamento, está conformado por tres islas mayores, cinco islas menores y 65 cayos.
La más grande y predominante de estas islas, en términos de territorio y población, es Roatán. Está a 29 kilómetros (18 millas) al este de Utila. Esta isla tiene 33 millas de largo por 4 millas de ancho y representa un tercio del total de las islas. Está situada a los 16° 23' de latitud Norte, y los 86° 24' de longitud Oeste.
La isla de Guanaja localizada 16° 24′ de latitud Norte, 85° 54′ de longitud Oeste es la segunda isla en importancia del departamento por su tamaño. Tiene aproximadamente 9 millas de largo por 4 de ancho (16 kilómetros 668 metros por 9 kilómetros 260 metros). Esta isla, se encuentra a 70 kilómetros de la costa norte de Honduras y a 12 kilómetros de la isla de Roatán.
Utila es la más pequeña de las islas mayores. Tiene 14 kilómetros de largo por 8 o 9 de ancho en su mayor amplitud. De todas las islas es la más cercana a tierra firme. Está ubicada a unos 18 kilómetros del puerto de La Ceiba, (Honduras). East Harbor es el único asentamiento aglomerado de esta isla, sin embargo, doce cayos poblados se encuentran fuera del extremo suroeste de la isla.
Las islas menores del archipiélago son denominadas Islas del Cisne o Swan Islands.
La cadena de islas está formada por la Serranía de Bonaca, la cual es una extensión submarina de la Sierra de Omoa. Esta cordillera continental, que se encuentra cerca de la escarpa sur de la Fosa de Bartlett, desaparece en el mar Caribe cerca de Puerto Cortés. No hay ríos en ninguna de las islas, y las fuentes de agua se encuentran en forma de arroyos temporales o acuíferos subterráneas. Cada una de las islas es única por su composición geológica y topográfica.
En la isla de Utila esta base geológica está cubierta con piedra caliza coralina, en algunos lugares esta piedra caliza se ha erosionado hasta el nivel del mar. Esta isla se caracteriza por sus pantanosos manglares y unas pocas y pequeñas colinas en su extremo oriental. Pumpkin Hill, situado cerca del extremo oriental de la isla, es el remanente de un antiguo volcán que crea el terreno desigual de esta área Los suelos de Utila son sorprendentemente fértiles, debido a la topografía plana de la isla y a los materiales volcánicos que conforman otra parte importante de la topografía de la isla.
Guanaja presenta una mezcla de los rasgos topográficos y geológicos que caracterizan las otras dos islas. Esta isla es más o menos dividido en tres secciones por una serie de colinas, la más alta se eleva a más de 350 metros sobre el nivel del mar, el cual es el punto más alto del departamento de las Islas de la Bahía. Estas cumbres son importantes yacimientos de granito, mármol y serpentina.
En medio de estos cerros, llanuras aluviales de un tamaño moderado atraviesan estos depósitos. Además, en las partes más altas de la isla de Guanaja la vegetación y la fauna es más diversa, y la cantidad de agua fresca aumenta. Roatán, la mayor de las Islas de la Bahía, se caracteriza por su montañosa columna vertebral, compuesta de colinas que corren de oeste a este a través de toda la isla. Estas cumbres a menudo son coronadas por afloramientos de rocas metamórficas tales como mármol, anfibolita, serpentina. Las áreas planas son escasas por toda la cordillera central de la isla, estas se encuentran principalmente en las costas, aunque, limitadas en tamaño. La costa sureña de la isla, cuenta con una abundancia de puertos y ensenadas anchas y profundas, y protegidas por arrecifes. Mientras que la parte norte, salvo por unos pocos pasajes estrechos, es en gran parte inaccesible, debido al extenso arrecife coralino.
La isla de Santa Elena se ha descrito como una extensión de Roatán,
ya que está separada solo por un tramo largo de manglares. Esta isla tiene una pequeña elevada colina en el centro. Se caracteriza por un gran número de cuevas, la mayoría de los cuales están ubicados a lo largo de un acantilado en el extremo occidental. Morat es la más pequeña y más plana de Islas de la Bahía y se compone de una sola cresta con dos colinas pequeñas,
que se componen principalmente de rocas sedimentarias, con algunas intrusiones de serpentinas. Barbareta, aunque también es una isla pequeña, es sin embargo muy diferente ya que contiene varias cumbres, la más alta alcanza una altura de 143 metros sobre el nivel del mar. Barbareta también tiene el mayor depósito de serpentina de todas las Islas de la Bahía. Cubre aproximadamente un tercio de la isla.
El departamento de Islas de la Bahía está formado por cuatro municipios: Roatán, José Santos Guardiola, Guanaja y Utila. Su capital es la ciudad puerto de Roatán antiguamente conocida como Coxen Hole.
El municipio de Roatán fue fundado el 14 de marzo de 1872, luego de la creación del departamento de Las Islas de la Bahía. Este municipio limita al norte, sur y oeste por el Océano Atlántico y al este por el Municipio José Santos Guardiola. Tiene una extensión territorial de 91,3 km². Cuenta con 8 aldeas y 26 caseríos y una población aproximada de 20.000 habitantes. Roatán festeja su feria patronal el 31 de julio, día de San Ignacio de Loyola.
El municipio José Santos Guardiola, ubicado también en la isla de Roatán fue creado en 1960, a solicitud de los vecinos de las aldeas de "Oak Ridge", "Punta Gorda", "Bodden Bight", "Jones Ville", "Calabash Bight", "Santa Elena" y varios caseríos. Su extensión territorial es de 64,6 km² y limita al norte, sur y este por el mar Caribe y Oeste con el municipio de Roatán. Su nombre le fue dado en honor al presidente constitucional de Honduras (1856-1862) José Santos Guardiola.
Al municipio de Guanaja, descubierto por Cristóbal Colón el 30 de junio de 1502, se le dio la categoría de municipio "por acuerdo de la Gobernación Política Departamental, fechado el 25 de agosto de 1887, en representación del Supremo Poder Ejecutivo, se estableció definitivamente el Municipio de Guanaja, con jurisdicción propiamente en la Isla de Guanaja y los cayos vecinos que en forma de media luna se extienden desde Cayo Suroeste, hasta East End, que por su orden son: Cayo Suroeste, Cayo Hog, Cayo Pond, Cayo Flower Pot, Cayo Catherinne, Cayo Medialuna, Cayo Channel, Cayo Crown, Cayo Clark, Cayo Stuart, Cayo Joash, Cayo Jones, Cayo Hendricks, Cayo George y Cayo Noreste." Este municipio tiene una extensión territorial de 55,4 km². Está constituido por 4 aldeas y 27 caseríos.
El municipio de Utila, la más pequeña de la Islas de la Bahía pudo habérsele dado la categoría de municipio en 1880. Este municipio rodeado por el mar Caribe, es el más cercano a tierra firme (18 kilómetros de Honduras). Su extensión territorial es de 49,3 km². La mayoría de la población, que va alrededor de 6500 personas, vive en y en los alrededores de Eastern Harbor o el pueblo de Útila. Útila celebra su feria patronal El 15 de agosto, día de la Virgen del Tránsito.
"El clima de las Islas de la Bahía, se halla condicionado por la temperatura del mar, la llegada de aire de origen extra tropical y marítimo tropical y por el grado de estabilidad e inestabilidad de las masas de aire. El régimen pluvial de las islas es propio de los climas tropicales lluviosos."
En Islas de la Bahía, "el clima es más suave que en el territorio continental, con fuertes precipitaciones. La temperatura media mensual suele situarse entre 20 y 27ºC. La amplitud térmica anual es inferior a los 3º. La humedad relativa es muy alta, más de 2000 mm anuales, Las mayores precipitaciones coinciden con los equinoccios, mientras que los mínimos se producen en los solsticios."
"Las elevadas y constantes temperaturas hacen que el aire cálido se esté elevando de forma constante, creando los centros de bajas presiones que predominan en estas áreas. Al elevarse el aire se va enfriando y al estar muy cargado de humedad y muy cercano al punto de saturación, una pequeña disminución de la temperatura provoca la condensación y precipitaciones. En las últimas horas del día cuando las temperaturas descienden un poco se suelen producir la mayor parte de las precipitaciones."
"La duración día/noche y la posición de los rayos solares varía mínimamente a lo largo del año, lo que unido al elevado grado de humedad produce un calor asfixiante. Es en las últimas horas de la tarde o primeras de la noche, cuando refresca un poco, en el momento en que se producen las lluvias termo convectivas características de este tipo de climas, y que son prácticamente diarias.
Las Islas de la Bahía fueron descubiertas por Cristóbal Colón en su cuarto y último viaje al continente americano el 30 de julio de 1502. Más precisamente, Colón descubrió la isla de Guanaja a la que llamó "Isla de los Pinos". Evidencia histórica revela que Cristóbal Colón y su tripulación desembarcaron en Guanaja en busca de agua y provisiones durante este, su último viaje a las "Indias". Mientras Colón y sus hombres se encontraban en Guanaja, llegó una canoa remada por veinte y cinco indios. A bordo de esta canoa iban un cacique con sus esposas e hijos, cubiertos con un toldo de hojas de palma.
El almirante llegó a la conclusión que estos "indios eran más civilizados que los de las Antillas descubiertas en sus expediciones anteriores, y lo juzgó así, "porque los indios no mostraron "ningún asombro á la vista de los buques, por la clase de vestidos que usaban y por el tráfico que hacían de hachas de cobre, cascabeles, láminas de metal, armas, telas y utensilios superiores á los de sus vecinos." Asimismo, el almirante informó, que estos indios venían de un país muy rico.
Después de este descubrimiento, el almirante Colón reclamó el territorio para España y siguió con rumbo hacia Punta Castilla en tierra firme. Al momento de su descubrimiento, las Islas de la Bahía se encontraban densamente pobladas de indios Pech, también denominados con el nombre peyorativo de Payas. Pero en 1516, "Diego de Velásquez, Gobernador de Cuba, autorizó á varios castellanos para que formaran compañías destinadas al tráfico de esclavos indígenas. Esto, luego que la población indígena de las Antillas, había disminuido considerablemte debido a los trabajos forzados a los que eran sometidos. Los esclavos de las Islas de la Bahía eran vendidos principalmente en México y Cuba. Esta práctica disminuyó considerablemente la población indígena de las islas.
A pesar de la presencia colonial de los españoles, los británicos fueron los primeros europeos en asentarse en estas islas. En mayo de 1638, William Claibourne de Virginia recibió una patente de la Compañía 'Providence' autorizándolo a establecer una colonia en Roatán. La colonia se estableció en los alrededores del viejo Port Royal, en un área de 100 acres de terreno bastante llano que era bueno para la agricultura. Este asentamiento duró sólo 4 años.
A principios de 1642 una partida de "Filibusteros" se apoderó de Roatán y Guanaja y estableció allí su base de operaciones. "Tales fueron las depredaciones cometidas por los invasores, que la suprema autoridad de Guatemala, de acuerdo con la Gobernador de La Habana y la Presidente de la Audiencia de Santo Domingo organizaron una expedición al mando de Francisco Villalba y Toledo, para expulsar de Roatán á los ingleses".
Sin embargo, los piratas defendieron con éxito Port Royal, Roatán, obligando a los españoles a regresar a tierra firme para conseguir refuerzos. En marzo de 1650, los españoles regresaron y ya con un mayor número de hombres, en un violento combate derrotaron y expulsaron de las islas a los piratas ingleses. Posteriormente, los españoles reunieron a los pocos indios que quedaban de la isla y los trasladaron al continente, entre los ríos Polochic y Motagua.
"Al final de los años 1600, la bucanería estuvo en su apogeo. Los líderes de la piratería, Henry Morgan, John Morris, Jackson, Sharp, Coxen y otros, ocuparon estas islas varias veces."
Casi 100 años después, en 1742, los ingleses intentaron tomar posesión de la Costa Atlántica de Honduras.
El 23 de junio de 250 hombres, pertenecientes al regimiento del Gobernador de Jamaica, Coronel Edward Trelawny, desembarcó en el nuevo Port Royal de Roatán, con el firme propósito de levantar fortificaciones. En los años subsiguientes, construyeron los asentamientos de "Augusta" y "Litchfield", y dos fuertes. El contingente creció, hasta llegar a una población estimada en 5000 personas en Roatán. Estos y otros sucesos, produjeron la guerra entre Inglaterra y España. Las hostilidades concluyeron hasta en 1763, con un tratado de paz entre las partes beligerantes, estipulando que "Que S. M. B. haría demoler las fortificaciones que sus súbditos habían construido en la Bahía de Honduras."
"En cumplimiento de ese tratado, en 1764 se evacuaron los fuertes de Río Negro, etc.; pero con violación del convenio, algunos súbditos británicos continuaron ocupando á Roatán y seduciendo á los indios de la costa, lo cual exasperó al Gobierno español, y lo obligó á declarar de nuevo la guerra á Inglaterra en 1780."
En 1782, los españoles atacaron las instalaciones británicas en Port Royal. En un principio los ingleses pusieron una valiente resistencia. Pero al segundo día de hostilidades, los ingleses abandonaron Fort George y capitularon. Durante una semana, los españoles trataron de acorralar los ingleses que se habían retirado a la selva. En última instancia, capturaron 200 ingleses y los intercambiaron por prisioneros españoles. Después de eliminar todos los cañones y suministros, los españoles demolieron las fortificaciones y quemaron todos los edificios en Port Royal.
"En 1783, en virtud de un nuevo tratado, se restableció la paz entre las dos potencias beligerantes, y se estipuló: "Que los ingleses abandonarían todas las Islas de la Bahía y sus dependencias;" pero habiendo infringido el tratado algunos súbditos británicos, en otro" tratado "de 1786, el Gobierno español obtuvo condiciones más estrictas: "Los ingleses evacuarían el territorio Mosquito las islas adyacentes, sin contradicción ninguna."
Por la guerra de 1796, se suspendieron los efectos de ese último tratado e Inglaterra ocupó de nuevo las islas.caribes o garífunas se rebelaron contra el gobierno colonial de San Vicente, destruyeron muchas propiedades en la isla y mataron a varios colonos ingleses. En represalia por estos hechos, las autoridades británicas sometieron a los rebeldes y en marzo de ese mismo año, entre 2000 y 5,000 de esos garifunas fueron desplazados de San Vicente y transportados a Roatán. Posteriormente esta tribu se dispersaría por otras regiones de Centroamérica.
En 1797 la tribu de los negrosTan pronto como se tuvo noticia de aquella invasión, por parte de los ingleses, el Capitán General de Guatemala dio orden al Intendente de Honduras, para que resultara las islas. En cumplímiento de lo dispuesto, se mandó a don José Rosi y Rubio, con la tropa necesaria y las recobró el 17 de marzo de 1797.
Posteriormente, en 28 de agosto de 1814, se ajustó otro tratado entre España o Inglaterra, y en él se confirmaron las condiciones del de 1796, quedando así el Gobierno español en posesión de las islas y del territorio Mosquito, hasta que se independizaron de la madre patria las provincias de Centroamérica.
Después de la independencia de Centroamérica de España, las Islas de la Bahía quedaron bajo la jurisdicción de Honduras; pero en mayo de 1830, el Superintendente de Belice, irritado por no habérsele querido entregar unos esclavos fugitivos, para vengarse, tomó posesión de Roatán en nombre de la corona inglesa. Ante esta nueva invasión, el gobierno federal de Centroamérica, dirigió al de Inglaterra una enérgica protesta. Esta fue atendida y los ingleses terminaron por devolver las islas a Centroamérica, estando ya el General Francisco Morazán al frente del Gobierno federal (1).
Con la desintegración de la República Federal de Centroamérica en 1838, Honduras quedó en posesión de las Islas de la Bahía. Ese mismo año una partida de esclavos liberados del Gran Caimán fueron á establecerse en Roatán. "El Comandante de origen francés, Juan Bautista Loustalet, que custodiaba las islas con una pequeña guardia, notificó á los inmigrantes", que era prohibido establecerse en las islas sin permiso gobierno hondureño. "Algunos de los inmigrantes pidieron el permiso; pero los otros se dirigieron a Alexander Macdonald, Superintendente de Belice para que los apoyara."
El Superintendente de la entonces Honduras Británica aprovechó esta ocasión, para llevar a cabo sus pretensiones sobre las islas y personalmente se dirigió a Port Royal en una "chalupa de guerra". Este "quitó la bandera de Centroamérica y colocó la inglesa"...."El Comandante Loustalet y sus soldados, no obstante sus enérgicas protestas, fueron puestos a bordo del buque, y fueron" enviado "a Trujillo."
"En aquella época se había ya disuelto la República de Centroamérica, y el Estado de Honduras aislado, débil y combatido por facciones interiores no pudo oponer ninguna resistencia a tan injustificable agresión. Se limitó a protestar, sin el honor de recibir una contestación siquiera. Más tarde, el Cónsul Frederick Chatfield hizo - saber al Gobierno hondureño, que los procedimientos de Macdonald, procedían de instrucciones del Gobierno británico."
"Posteriormente, la reocupación de las Islas de la Bahía, la toma del puerto de San Juan en Nicaragua y el protectorado de los indios mosquitos, por parte del Gobierno británico, llamaron la atención del gobierno de los Estados Unidos, que veía en tales hechos una positiva amenaza contra la soberanía e independencia de Centroamérica.
Manifestaciones oficiales y de la prensa en ese sentido, dieron, por consecuencia, la celebración del Tratado Clayton-Bulwer, firmado el 11 de abril de 1850 entre los Estados Unidos de América y la Gran Bretaña. Según el tratado: "Ni los Estados Unidos ni la Gran Bretaña podrán ocupar, fortificar, colonizar ni ejercer dominio sobre parte alguna de Centro-América, ni hacer uso de protectorado de ninguna clase."
En virtud de esa convención tan explícita, debieron cesar las hostilidades británicas sobre las Islas de la Bahía; pero el 11 de julio de 1852, el Superintendente de Honduras Británica declaró oficialmente: "Que S. M. B. se había dignado constituir una colonia de Roatán, Bonaca, Utila, Burbareta, Elena y Morat, designada con el nombre de Colonia de las Islas de la Bahía."
"La organización de aquella colonia contra lo dispuesto en el tratado Clayton-Bulwer, llamó con justicia la atención del Congreso de los Estados Unidos, y después de considerarse oficialmente el asunto, la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, declaró: "que las Islas de la Bahía eran de Honduras, y que su ocupación por la Gran Bretaña constituía una violación del mismo tratado."
Comprendiendo entonces el Gobierno británico la gravedad del procedimiento, y la amenaza que envolvía un hecho que podía comprometerlo en serias cuestiones, especialmente con el de los Estados Unidos, comisionó a Charles Lennox Wyke en calidad de enviado extraordinario y ministro plenipotenciario para arreglar con el Gobierno hondureño el embarazoso asunto de las Islas de la Bahía y la Mosquitia.
El Presidente hondureño nombró por su parte para firmar el convenio a Francisco Cruz Castro, quien con plenas instrucciones concluyó con el representante británico el tratado de 29 de noviembre de 1859, cuyo primer artículo dice así:
Muchos de los colonos ingleses de 'Las Islas' no estuvieron de acuerdo con esta resolución inglesa y buscaron la ayuda del aventurero estadounidense, William Walker con el propósito de presionar a Gran Bretaña a mantener las islas por más tiempo. Walker, quien en 1857 había sido depuesto de la Presidencia de Nicaragua por el ejército aliado de Centroamérica, se encontraba en los Estados Unidos y se propuso auxiliarles.
Walker llegó a Honduras, desembarcó en Trujillo con más de un centenar hombres, pero sus esfuerzos por ayudar a los colonos ingleses, resultaron en vano. Walker fue capturado por el Capitán Nowell Salmon y entregado a las autoridades hondureñas. Estas lo enjuiciaron y condenaron al paredón de la muerte. Su fusilamiento se llevó a cabo a las 8 de la mañana, del 12 de septiembre de 1860.
El 22 de abril de 1861, se llevó a cabo el cumplimiento del tratado. El gobernador inglés Alexander W. Moir, entregó 'Las Islas' al comisionado hondureño, R. Padilla Durán. De esta forma fue reconocida y puesta en práctica la soberanía de Honduras, sobre las Islas de la Bahía.José Santos Guardiola emitió un decreto declarando a las Islas de la Bahía y la costa de La Mosquitia como parte integral del territorio hondureño. Francisco Bermúdez fue el primer gobernador político."
Para hacer efectivo el tratado, el presidente,A pesar de haber pasado a formar parte de la República de Honduras, los isleños, por mucho tiempo no se consideraron hondureños. Se dio "una continua resistencia entre los isleños y los continentales."
"Durante el breve gobierno de Victoriano Castellanos Cortés en 1862, se expresan las primeras preocupaciones sobre la falta de vinculación y sentimientos a la nacionalidad hondureña de los habitantes de Las Islas. En la administración de José María Medina al decretarse la ley de inmigración en 1866, y declarar Puerto la cabecera de Roatán... las relaciones con los isleños empezaron a ser más cercanas."
Sin embargo, "los abusos de los gobernadores políticos en aplicar impuestos, organizar milicias y el desconocimiento de la lengua inglesa son elementos que contribuyeron a desarrollar un sentimiento antinacional. Un informe del gobernador Federico Gahnem, 8 de abril de 1874, describe las arbitrariedades cometidas por autoridades políticas y militares en nombre del gobierno."
Durante "este período, las islas empiezan a potenciar su comercio de frutas (banano-cocos) con Nueva Orleans." Los isleños - que tenían prácticamente el monopolio del recién comenzado comercio de fruta - llegó a ser tan próspero que sus exportaciones ascendieron a cerca de US $300,000.00 -. Alrededor de $75 por cabeza de la población " Durante este período de prosperidad, "se mejoraron atracaderos y edificios públicos tal como el de la gobernación política. Y la isla de Roatán se declara Puerto de Depósito el 28 de marzo de 1879."
El gobierno del presidente Marco Aurelio Soto, "hizo de las islas de la Bahía un verdadero departamento de la República, sujeto a sus leyes" y partícipe de todas las mejoras que había establecido la nueva legislación." Asimismo, "eliminó el impuesto territorial que se venía exigiendo a los habitantes por ser ilegal y arbitrario."
Entre 1870-1895 las autoridades locales y los habitantes mandaron manifiestos de protesta contra las autoridades centrales y los firmantes alegaban ser “súbditos británicos”. El 20 de marzo de 1895, los vecinos principales de Roatán, argumentaban:
“Que aunque muchísimos de nosotros hemos nacido bajo la bandera hondureña después de la cesión de las Islas al gobierno de Honduras, sin embargo no reclamamos ninguna otra nacionalidad sino la de nuestros padres que es la británica, como que nunca hemos prestado juramento de fidelidad a ninguna otra nación o estado”.
"Para el año de 1902, ya varios ciudadanos de la zona habían sido elegidos diputados por las Islas de la Bahía en congresos nacionales.
Aun así la gente continuaba pensando que eran posesión inglesa". Para facilitar la comunicación con las autoridades nacionales el gobierno nombró un traductor en la Gobernación Política, cuyo cargo se mantuvo hasta 1930." A principios del siglo XX, "la situación económica en las Islas era difícil, por cuanto el cultivo del banano, una actividad artesanal, ya no era rentable. Compañías estadounidenses se asentaron en tierra firme para desarrollar el cultivo a gran escala y la ruta comercial de la flota bananera incluía sólo el puerto de La Ceiba y Puerto Cortés. Fueron años difíciles para la vida social y económica de los isleños. Esta situación ahondó el ensimismamiento."
Durante la administración presidencial del Doctor y general Tiburcio Carías Andino, muchos isleños negaban ser de nacionalidad hondureña y continuaban aferrados a sus tradiciones inglesas, practicando la religión protestante y hablando solamente la lengua inglesa". "Las quejas y reclamos de los isleños ya no aparecen en la década de 1940, pero el aislamiento con las autoridades centrales es mayor...Los planes de propios y arbitrios de las Alcaldías de Roatán, Utila y Guanaja, hasta hace unas décadas, imponían tarifas a los hondureños no residentes durante su permanencia en esas localidades, igualmente los aranceles a los productos venidos del “continente”."
Las Islas de la Bahía, "por su estructura tipo enclave, se ha sentido desvinculada de las raíces nacionales hondureñas y sus costumbres entrañan el modelo caribeño presente en todas sus actividades. El tipo cultural caribeño choca con el modelo cultural hispánico, haciendo muy difícil las asimilaciones."
La población de las Islas de la Bahía en 2010, según el INE Censo de Población y Vivienda, fue de 49,158. Islas de la Bahía, es el departamento con la menor población de la República de Honduras, 25,182 son mujeres y 23,976 son hombres. La densidad de la población es de 208 habitantes por km ² con las mayores concentraciones en Roatán y Utila. A este ritmo se proyecta que la población de las Islas de la Bahía, contaría con aproximadamente 55,224 personas para el año 2015.
Roatán es el municipio con más habitantes, 29,636 en total. A este municipio le sigue el municipio, José Santos Guardiola con 11,090. Guanaja cuenta con 5,660, mientras que la población de Utila, según el último censo es de 2,772 personas. La tasa bruta de natalidad en Islas de la Bahía es de 34.3. La tasa de mortalidad, 4.3, mientras que la tasa de fecundidad es de 3.7. Por otro lado, la tasa de mortalidad infantil es de 24.7, mientras que la esperanza de vida en las islas es de 72.6 años (censo 2001). En el año 2001 el saldo migratorio refleja, 13,109 inmigrantes, por 3789 de emigrantes, dejando un saldo migratorio de 9,320.
"Durante el período prehispánico las Islas de la Bahía...fueron habitadas por el pueblo pech y otros pueblos indígenas. Vestigios arqueológicos encontrados en la zona como los de la isla de Guanaja demuestran que habitaron la totalidad de las islas de donde tuvieron que emigrar o fueron capturados" y esclavizados o "asesinados tras la ocupación extranjera de las Islas de la Bahía." De esta forma, las islas quedaron prácticamente deshabitadas para el año 1528.
"El archipiélago empezó a poblarse de nuevo con personas europeas debido a la llegada de bucaneros ingleses, franceses y holandeses que establecieron aquí sus campamentos. A partir de entonces, las Islas de la Bahía fue escenario de fuertes luchas entre españoles y piratas; expulsados finalmente estos últimos y quedando el lugar nuevamente desolado."
En las tres islas principales hay descendientes de colonos británicos (principalmente ingleses) que tomaron las islas en el siglo XVIII. Para mediados del siglo XIX bajo el Tratado Wyke-Cruz, los descendientes de los colonos blancos de Gran Bretaña cambiaron su ciudadanía a la hondureña tras que el país recuperara el territorio y éstas se separasen oficialmente del Imperio Británico. No obstante, tardarían varias décadas para asimilarse a la población hondureña.
Un censo del año 2013 determinó que un 11,41% de la población de las Islas de la Bahía es blanca. Sin embargo se ha confirmado que más del 40% de la población, solo de la isla de Roatán, es de origen extranjero, en su mayoría estadounidenses blancos y franco-canadienses, además de recibir bastantes emigrantes europeos que han decidido comprar propiedades en las islas.
Durante el siglo XVIII y principios del siglo XIX, bajo la ocupación británica arribaron a estas islas, varios contingentes de negros, entre los que destacan tres grandes grupos:
(1) Los afro-coloniales o negros franceses, traídos por los colonizadores españoles.
(2) Los negros caribes (Black caribs) o garífunas.
(3) Los anglo-antillanos conocidos como negros de habla inglesa, traídos de Jamaica e Islas Caimán para laborar en la agricultura.
En la actualidad, los habitantes negros de las Islas de la Bahía o isleños se les llama Black caribs, y no son un grupo genéticamente homogéneo, además de los que tienen un fuerte fenotipo europeo, pues estos están los cruzados de negro con inglés que son caracterizados por ellos mismos en su propia lengua como browns y los menos cruzados se les denomina como 'colored'. Las proporciones de estos diversos grupos raciales no están repartidos homogéneamente en el territorio insular, lo cual refleja que no existe una segregación racial en las islas. Sin embargo, éstos si son reconocidos socialmente.
Durante el siglo XIX, la economía de las Islas de la Bahía estuvo basada en la exportación del banano. Los residentes de estas islas, fueron los primeros productores y exportadores de esta fruta, que posteriormente se convertiría en la base de economía hondureña. Hasta mediados de la década de 1860, estos comerciantes isleños, vendían la fruta a goletas con destino a Nueva Orleans.
Este comercio, llegó a ser tan importante, que el gobierno de estadounidense estableció un consulado en la isla de Utila. Asimismo, la rentabilidad de esta industria, establecida por los isleños, llevó a la compañía, New Orleans and Bay Islands Fruit Co. a adquirirla.
El comercio frutero prosperó hasta la década de 1880, cuando una serie de cambios en las políticas gubernamentales, disminución en las ganancias, y la competencia provenientes de las nuevas plantaciones de banano en comunidades como Omoa, Puerto Cortés, El Porvenir, La Ceiba, y Balfate, provocó el derrumbe de las exportaciones isleñas. En 1920, los isleños trataron de revivir esta industria, pero sin éxito alguno. En tiempos más recientes, los ingresos para la economía insular ha venido del mar.
La pesca comercial, incluyendo las ganancias de las 800 familias de pescadores tradicionales de las islas, genera más de 10 millones de dólares en ingresos. Sin embargo, la pesca que ha sido el alma del comercio isleño durante los dos últimos siglos, está siendo rápidamente reemplazado por el turismo como la industria más importante. Las Islas de la Bahía reciben cerca de un tercio de los turistas que visitan Honduras. Además de los más de 50.000 visitantes anuales atraídos por el buceo y la pesca deportiva, los cruceros contribuyen hoy con unos 60.000 excursionistas que desembarcan en las islas.
Las islas están siendo transformadas, los urbanizadores están comprando pedazos enteros de la tierra, como el West End en Roatán. Hoteles y resorts están reemplazando las tradicionales casas sobre pilotes de madera. A la afluencia de cruceros en Roatán, ya se han agregado, los parques de aventura y autobuses turísticos, y se habla de más puertos y grandes barcos. Esta isla es considerada con el segundo arrecife más grande del mundo.El departamento de Islas de la Bahía tiene una representación de 1 diputado en el Congreso Nacional de Honduras.
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