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Donación de sangre



La donación de sangre es un procedimiento médico por el cual a una persona (de manera voluntaria) se le realiza una extracción de sangre que luego se inyecta en otra persona (transfusión de sangre) o se utiliza para elaborar medicamentos (fraccionamiento). Dado que la sangre humana es una sustancia que a la fecha sigue sin poder sintetizarse, entonces es necesario extraerla de otra persona.[cita requerida]

En muchos países, la donación de sangre tiene lugar bajo un sistema público organizado: Argentina, Bolivia, Costa Rica, Cuba, España, Guatemala, México, Nicaragua, Uruguay , Venezuela y Colombia. En estos países, está prohibida la compra y la venta de sangre, que se considera un recurso público únicamente destinado a instituciones sanitarias para el tratamiento de pacientes y cuya donación es totalmente voluntaria. En países en los que no existe tal sistema, la donación es realizada por familiares, o se paga para encontrar un donante.[1]​ Cabe destacar que se considera que una de las ventajas del donante voluntario es que en general representará un riesgo menor de estar contaminado. En otros países, más pobres, los donantes suelen donar sangre cuando la familia o los amigos necesitan una transfusión (donación dirigida). Muchos donantes donan como un acto de caridad, pero a algunos se les paga, y hay otros incentivos además del dinero como, por ejemplo, la obtención de un día libre en el trabajo. También es posible la extracción de sangre para que el propio donante la utilice en un futuro (donación autóloga; véase suero autólogo y autotrasplante). La donación es relativamente segura, pero en algunos donantes se presentan moretones donde se inserta la aguja o pueden sentirse débiles.[cita requerida]

Cuando la donación de sangre se introdujo en 1926, debido a la renuencia de los potenciales donantes de sangre, la Cruz Roja dio 400 francos belgas (10 euros) por cada medio litro de sangre. Si el donante era llamado a emergencias, se añadían 50 francos belgas (1,25 euros) por la donación. En comparación, los trabajadores ganaban aproximadamente 235 francos belgas mensuales, es decir, casi el doble de un sueldo. Gracias a ello, se logró que hubiera cerca de 8000 donantes de sangre en Bélgica.[cita requerida]

Los donantes potenciales se evalúan para cualquier cosa que pueda hacer que su sangre no sea segura para su uso. El examen incluye pruebas para las enfermedades que pueden transmitirse por transfusiones de sangre, lo que incluye VIH y hepatitis viral. El donante también debe responder a las preguntas acerca de su historia clínica y un breve examen físico, para asegurarse de que la donación no es peligrosa para su salud. La frecuencia con que un donante puede dar varía desde días hasta meses, en función de las características de la donación y de las leyes del país donde se lleva a cabo la donación. Por ejemplo, en los Estados Unidos, los donantes deben esperar ocho semanas (56 días) entre donaciones de sangre entera, pero solo tres días entre donaciones de plaquetas (plaquetoaféresis).[2]

La cantidad de sangre extraída y los métodos pueden variar. La extracción puede realizarse manualmente o con un equipo automático que solo toma porciones específicas de la sangre. La mayoría de los componentes de la sangre usada para transfusiones tienen una corta vida útil, y mantener un suministro constante es un problema persistente.[cita requerida]

La Organización Mundial de la Salud decidió, en 1997, que impulsaría las donaciones de sangre voluntarias en todo el mundo.[cita requerida]

Se ha convenido celebrar, el 14 de junio de cada año, aniversario del nacimiento de Karl Landsteiner, quien descubrió los grupos sanguíneos, el Día Mundial del Donante de Sangre, como una manera de agradecer y promover la donación desinteresada.[cita requerida]

El tiempo que transcurre desde la donación de sangre hasta su transfusión a un paciente debe ser en el menor tiempo posible, comprendiendo un tiempo de entre 12 a 14 horas.[cita requerida]

Tras haber donado, la bolsa que contiene la sangre donada debe someterse a un proceso llamado tipaje de la sangre, a través del cual se identifica el grupo sanguíneo del donante. Tras una primera clasificación, la bolsa pasa al laboratorio de fraccionamiento, y allí se somete a un proceso de centrifugado, lo que permite la separación de cada uno de sus componentes (plasma, células sanguíneas y plaquetas).

Los laboratorios de serología e inmunología serán los últimos recorridos realizados por la sangre donada. Es aquí donde la sangre se analiza para descartar la existencia de enfermedades como la hepatitis B, VIH, sífilis o elevación de transaminasas. A partir de allí, y solo tras haber pasado los más severos controles de seguridad, la sangre estará en condiciones de servir a un posible receptor.[cita requerida]

Hay ciertas reglas específicas que deben seguirse a la hora de realizar una transfusión de sangre (grupo sanguíneo):

El número de enfermos transfundidos ha disminuido debido a las técnicas quirúrgicas con las que se cuentan actualmente, por ejemplo, la cirugía laparoscópica. Además, los hospitales están poniendo en marcha programas de ahorro en el uso de sangre. Hoy en día, el problema reside en que los enfermos que requieren de una transfusión la necesitan en grandes cantidades.

A continuación se citan los hemoderivados necesarios para los pacientes que requieren una transfusión sanguínea:

En una donación se extraen 450 ml de sangre, más otros 30/40 ml que servirán para las posteriores pruebas de laboratorio para determinar el grupo sanguíneo y la calidad y salubridad de la sangre. Los últimos análisis de laboratorio son fundamentales porque evitan la transmisión de enfermedades por transfusión sanguínea.

La donación de sangre es exclusiva para personas mayores de 18 años, que pesen más de 50 kg y que, evidentemente, gocen de buena salud. El donante no debe estar en ayunas a la hora de la donación. En cuanto a la capacidad de donación, los hombres pueden donar 4 veces al año y 3 veces las mujeres. El hecho de que la mujer pueda donar solo 3 veces al año está relacionado con evitar una posible anemia debida a la suma de pérdidas de sangre por menstruación y a que el depósito de hierro es menor en la mujer que en el hombre.

Antes de las pruebas físicas, se ha de rellenar un cuestionario para garantizar la seguridad tanto del donante como del receptor; y responder a unas preguntas en una entrevista con el médico.

Tanto si es la primera vez como una posterior, el procedimiento es básicamente el mismo: si el individuo supera el peso mínimo (50 kg), se le mide la tensión y, si es adecuada, se le mide la hemoglobina (con un pinchazo en el dedo para extraer un poco de sangre), a fin de comprobar que no haya anemia. Si las tres mediciones tienen un resultado positivo, se procede a inyectar en el brazo la aguja de la bolsa de recolección y almacenaje de sangre, que es de un solo uso, para prevenir posibles contagios por reutilización de materiales.

Al donante se le enviará a su domicilio un carné de donante de sangre, donde constan sus datos, incluyendo el grupo sanguíneo y el factor Rh, su número de donante, las donaciones que ha realizado y en qué fechas lo ha hecho. En la actualidad no existe un modelo único, por lo que cada institución encargada de la gestión de las donaciones perteneciente a la consejería de sanidad de cada comunidad autónoma, así como la Cruz Roja y hospitales privados con bancos de sangre, expiden un modelo propio diferente en cuanto a formato de registro, aunque todos muy similares en cuanto a la información que contienen.

Actualmente en España, no se ha alcanzado el mínimo de donaciones recomendado por la OMS (Organización Mundial de la Salud) de 40 donaciones por cada 1000 habitantes.

Entre las personas que no pueden donar se encuentran las siguientes:

No se consideran motivos de exclusión:

Antes de proceder a la donación, un médico realiza un reconocimiento oportuno y determina si la persona es apta para realizar la donación. Una persona que haya sido rechazada en alguna ocasión, no implica que no pueda donar en otro momento, dependiendo siempre de cuál haya sido el motivo del rechazo.

La Federación Española de Donantes de Sangre agrupa las Asociaciones o Hermandades de Donantes de Sangre que colaboran con los Bancos de Sangre de los Hospitales o de los Centros de Transfusión. Tiene por finalidad el fomento y la concienciación ciudadana sobre la donación altruista y regular de sangre y plasma. El Centro de Transfusión de las Fuerzas Armadas, es el organismo responsable de las donaciones y transfusiones de sangre en el seno de las Fuerzas Armadas.

En la Argentina el 1,5% de la población dona sangre, y para cubrir las necesidades transfusionales a nivel nacional se requiere elevar el porcentaje a un 5%, según estudios realizados por el hospital Garrahan.[5]

Desde el año 2006 se comenzaron a organizar campañas de donaciones de sangre por distintas organizaciones que buscaron concienciar a la población en la importancia de la donación, 3200 jóvenes, entre donantes y colaboradores, formaron la gota humana más grande del mundo en el año 2013.[6][7]

Requisitos que deben cumplir los donantes de sangre:[5]

En caso de que el donante no esté apto para donar, el personal profesional del banco de sangre explicará los motivos y orientará en cuando al lapso pertinente para intentar de nuevo la donación, si es posible.

En Uruguay, el Servicio Nacional de Sangre (SNS), dependiente de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), gestiona el programa de intercambio de hemocomponentes, con alcance a toda la red de hemoterapia del país, tanto del sector público como privado, y el programa de intercambio de plasma por hemoderivados, resultado del acuerdo del Ministerio de Salud Pública con la planta de hemoderivados de la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina). Impulsa la donación de sangre, voluntaria y repetida, con acciones educativas, campañas de sensibilización y promoviendo la participación y el protagonismo comunitario.

El SNS es el centro de referencia nacional de inmunohematología: recibe de todos los servicios de hemoterapia del país aquellas muestras de donantes y pacientes que presenten dificultades para realizar su diagnóstico y posible tratamiento. Garantiza un stock estable de insumos para todos los servicios de la red de hemoterapia de ASSE, y centraliza e integra, para su publicación anual, los datos recabados de la actividad mensual que envían los servicios de hemoterapia del país, públicos, mutuales y privados, lo que permite estudiar diferentes índices productivos y asistenciales a nivel país, por región, e individuales de cada servicio.

Los requisitos para donar sangre en Uruguay son:

Es norma difundida en distintos países que a la persona que concurre a donar sangre se le solicite la firma de un formulario en el que consta de la información que proporciona acerca de las circunstancias que podrían llevar a su exclusión como donante.

La veracidad de esta información es importante porque hay padecimientos que se transmiten por la sangre que tienen un período de latencia inmediatamente posterior a la infección durante el cual no se es posible detectarla mediante los análisis de la sangre.

En la donación de sangre los pacientes y los donantes son lo más importante. En el banco de sangre se les proporcionará información verbal y escrita, que les oriente sobre el proceso de donación, los requisitos, los beneficios, eventos adversos asociados y todo lo necesario para lograr una donación segura.

No se discriminará a nadie; pero para dar cumplimiento a los requerimientos establecidos por la autoridad sanitaria, el proceso de la donación se lleva a cabo mediante una serie de fases o filtros para seleccionar a la persona que cumpla con todos los criterios de aceptación, por lo que es importante que sepan que existe la posibilidad de que sea rechazado como donante en alguna etapa del proceso. (NOM-253-SSAI-2012).

Mientras inicia el proceso de donación es importante que considere cuales son sus derechos y obligaciones:

En algunos casos los donantes deben dar su consentimiento para el proceso. Por lo general, en caso de ser menores de edad no pueden donar sin el permiso de un padre o tutor.[9][10]​ En algunos países, las respuestas se asocian con la sangre del donante sin nombre para proporcionar anonimato; en otros, como en Estados Unidos, los nombres se mantienen para crear listas de donantes elegibles.[11]​ Si un donante no cumple con estos criterios, es "diferido". Este término se usa porque muchos donantes que no son elegibles pueden permitirse donar más tarde. Los bancos de sangre en los Estados Unidos pueden estar obligados a etiquetar la sangre si se trata de un donante terapéutico, por lo que algunos no aceptan donaciones de donantes con una enfermedad de la sangre.[12]​ Otros, como el Australian Red Cross Blood Service, aceptan la sangre de los donantes con hemocromatosis, un trastorno genético que no afecta la seguridad de la sangre.[13]

El origen étnico de los donantes es a veces importante, ya que algunos tipos de sangre, especialmente los más raros, son más comunes en ciertos grupos étnicos.[14]​ Históricamente, los donantes fueron segregados o excluidos debido a sus creencias religiosas o a su origen étnico, pero esto ya no es una práctica habitual.[15]

Los donantes son examinados para detectar cualquier riesgo para la salud del receptor, lo que lo convertiría en un donante inseguro. Algunas de estas restricciones son controvertidas, como la restricción de las donaciones de homosexuales.[16]​ En 2011, el Reino Unido retiró su prohibición a los donantes de sangre homosexuales; en cambio, Canadá continuó su prohibición. En el caso de donantes autólogos, no siempre se realiza un análisis exhaustivo de la sangre.[17]​ A los donantes también se les pregunta acerca de los medicamentos que consumen como, por ejemplo, dutasterida, ya que puede ser peligroso para una mujer embarazada recibir la sangre.[18]

Se examina a los donantes para detectar síntomas de las enfermedades que se pueden transmitir en una transfusión de sangre, tales como VIH, malaria y hepatitis viral. La investigación puede incluir preguntas acerca de factores de riesgo para diversas enfermedades, tales como viajes a países en riesgo de malaria o la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob.[cita requerida]

Se examina a los donantes, y tienen que contestar preguntas específicas acerca de su historial médico. A la persona candidata a donar se le toma una muestra sanguínea previa a la donación. Estos estudios son: biometría hemática, grupo sanguíneo y factor Rh, con la finalidad de valorar, principalmente hemoglobina, hematocrito y plaquetas, ya que para donar deben encontrarse en valores normales o por encima de ello, a fin de que la donación de sangre no tenga repercusiones en la salud del donador. Una vez realizados estos estudios, el médico encargado del banco de sangre elaborará una historia clínica. Ésta se basa en una serie de preguntas (que pueden resultan incómodas), a fin de hacer una minuciosa selección de donadores. Las preguntas más frecuentes son, entre otras:[19]

También se registran el peso, la talla y los signos vitales. Una vez pasados estos filtros, se lleva a cabo la donación propiamente dicha, que dura aproximadamente 5 minutos. Si se trata de donación de plaquetas por medio de aféresis, dura entonces entre 60 y 90 minutos. Al término de la donación, el banco se sangre o puesto de sangrado ofrecerá a los donadores una colación (recuérdese que se solicitó a los donantes que llegaran en ayunas).

Las personas que donan tienen derecho de conocer los resultados de serología que se realizan a la sangre que donaron. Esto a fin de garantizar que la sangre sea segura y pueda ser transfundida. Estos estudios son:

Las donaciones de sangre se dividen en tipos en función de quien recibirá la sangre.[20]​ Una donación alogénica es cuando un donante dona sangre para su almacenamiento en un banco de sangre y se haga una transfusión a un destinatario desconocido. Una donación "dirigida" es cuando una persona, a menudo un miembro de la familia, dona sangre para una transfusión de sangre a un individuo específico.[21]​ Las donaciones dirigidas son relativamente poco frecuentes cuando existe un suministro establecido.[22]​ Una donación de reemplazo es un híbrido de los dos y es común en los países en desarrollo, como Ghana.[23]​ En este caso, un miembro de la familia o algún amigo cercano dona la sangre para reemplazar la sangre almacenada que se utilizó anteriormente en una transfusión, lo que garantiza un suministro constante. Cuando una persona tiene sangre almacenada que se transfunde de nuevo al donante en una fecha posterior, por lo general después de la cirugía, que se llama una donación autóloga (véase suero autólogo y autotrasplante).[24]​ La sangre que se utiliza para hacer los medicamentos se pueden hacer de donaciones homólogas o de donaciones exclusivamente utilizadas para la fabricación.[25]

El proceso real varía de acuerdo con las leyes del país, y las recomendaciones para los donantes varían de acuerdo con la organización que recoge y almacena la sangre.[26][27][28]​ La Organización Mundial de la Salud proporciona recomendaciones para las políticas de donación de sangre,[29]​ pero en los países en desarrollo muchos de éstos no se siguen. Por ejemplo, las pruebas recomendadas requieren instalaciones de laboratorio, personal capacitado y reactivos especializados, los cuales pueden no estar disponibles o ser demasiado caros en los países en desarrollo.[30]

Un evento donde los donantes llegan a donar sangre alogénica a veces se llama un "colecta de sangre". Esto puede suceder en un banco de sangre, sino que se establecen a menudo en una posición en la comunidad, como un centro comercial, lugar de trabajo, escuela o casa de culto.[31]

El tiempo que transcurre desde la donación de sangre hasta su transfusión a un paciente debe ser el menor posible, estando generalmente comprendido entre 12-14 horas.[cita requerida]

Tras haber donado, la bolsa se somete al proceso de tipaje de la sangre, a través del cual se identifica el grupo sanguíneo del donante. Tras una primera clasificación, la bolsa pasa al laboratorio de fraccionamiento, y allí se somete a un proceso de centrifugado, que permite la separación de cada uno de sus componentes (plasma, glóbulos rojos y plaquetas).

Los laboratorios de serología e inmunología serán los últimos recorridos realizados por nuestra sangre. Es aquí donde la sangre es analizada para descartar enfermedades como la hepatitis B, sida, sífilis o elevación de transaminasas. A partir de allí, y solo tras haber pasado los más severos controles de seguridad, la sangre estará en condiciones de servir a un posible receptor.

Se obtiene retirando el plasma de la sangre.

Uruguay: Servicio Nacional de Sangre - Preguntas frecuentes]



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