El término dopaje (del verbo inglés dope, «drogar»deporte. Sin embargo, desde la introducción del Código Mundial Antidopaje por la Agencia Mundial Antidopaje (WADA-AMA) en el año 2003, con una nueva edición en el 2009, otra en el 2015 y la actualmente vigente desde el 1 de enero de 2021, el concepto se ha ampliado y se aplica cuando se comete cualquiera de las infracciones de las normas antidopaje descritas en el código Código Mundial 2021
) se utiliza generalmente para definir el uso de sustancias o métodos prohibidos en elLa WADA-AMA define el dopaje como la ocurrencia de cualquiera de las siguientes violaciones de las reglas antidopaje:
El código 2021 adiciona una infracción más que se refiere a "2.11: Actos llevadas a cabo por un Deportista u otra Persona para disuadir de informar a las autoridades o para tomar represalias contra quien lo haga...."
Se comienza a constituir un posible caso de dopaje cuando se comente alguna de las anteriores infracciones. Sin embargo, luego de evidenciarse de alguna manera tal infracción, el deportista o personal que la haya cometido, tiene derecho a un proceso llevado a cabo por un organismo disciplinario, en el cual podría demostrar eventualmente su inocencia y tiene derecho igualmente a acudir a instancias de apelación.
No se sabe a ciencia cierta de dónde proviene la palabra «dopaje». Unos la asocian a la antigua voz inglesa "dope", que refería a una pasta o grasa lubricante, aunque actualmente, el término se utiliza aludiendo al uso genérico de droga. La Enciclopedia Británica la atribuye a la voz flamenca "doop" que se usa para determinar una mezcla. También se comenta que proviene del término surafricano "dope", que era una bebida alcohólica que se utilizaba para poder realizar correctamente unas danzas ceremoniales.[cita requerida]
La utilización de sustancias o de otros medios para mejorar la marca es tan antigua como el deporte de competición. Por ejemplo, se sabe que los atletas que participaban entre el siglo IV al VIII a. C., en las Olimpiadas de la antigua Grecia utilizaban dietas especiales y pociones estimulantes para fortificarse. Los atletas griegos tenían unas ganancias económicas tan importantes (equivalentes a medio millón de euros actuales) que algunos de ellos buscaban medios ilegales para ganar a cualquier precio. Hacia finales del siglo XIX se sabe que algunos ciclistas utilizaban a menudo estricnina, cafeína y alcohol. En 1928, la Federación Internacional de Atletismo fue el primer organismo que prohibió el uso de sustancias dopantes. La mayoría de las federaciones deportivas internacionales introdujeron los controles de dopaje en la década de 1970. Sin embargo, estos controles eran poco efectivos porque no detectaban la presencia de esteroides anabolizantes que estaban siendo utilizados por atletas desde los años 60.
A mediados del siglo XX el consumo de esteroides anabólicos (sintetizados desde 1930) se volvió tan habitual que los consumían desde las ligas escolares hasta los Juegos Olímpicos. El dopaje se propagó con mayor rapidez en el ciclismo, el boxeo y la halterofilia.
En las Olimpiadas de Roma 60 fallece el danés Knud Enemark por uso de anfetaminas; y en 1967 durante el Tour de Francia fallece el inglés Tom Simpson de cansancio y deshidratación a causa de una mezcla de anfetaminas y alcohol. Con estos dos trágicos sucesos se aceleró el proceso para evitar el consumo de drogas en los deportes.
En la década de 1990 se cuestionó la tecnología con la que se detectaban las sustancias, ya que el avance en el mejoramiento de estas sucedía con mayor rapidez, lo que dificultaba que se identificaran. Luego de los bochornosos hechos asociados con la utilización de sustancias prohibidas durante el Tour de Francia de 1998, se creó en 1999 la Agencia Mundial Antidopaje (WADA por sus siglas en inglés, AMA por sus siglas en francés), una agencia de derecho privado suizo que promueve la lucha contra el dopaje mediante la promulgación del "Programa Mundial Antidopaje". Esta agencia creada y apoyada por los gobiernos y el movimiento olímpico, tiene como misión coordinar los esfuerzos de estas autoridades y armonizar todos los procedimientos de control dopaje en el mundo. La principal herramienta para esto es el "Código Mundial Antidopaje" y sus "Estándares Internacionales", entre otros.
Independientemente del origen de la palabra, su uso en la actualidad se limita al campo del deporte. El uso de sustancias restringidas o prohibidas por personas no deportistas, (por ejemplo sustancias psicoactivas) es un tema de salud pública y no está contemplado en la normatividad antidopaje. Por otro lado, tampoco el problema del uso de sustancias o métodos dopantes debe confundirse o mezclarse con el tema de la farmacodependencia que tiene orígenes, características y manejos diferentes. La utilización de sustancias o métodos prohibidos en animales (por ejemplo caballos de carrera) no está contemplada en el Código Mundial Antidopaje y hace parte, en el caso de los deportes ecuestres, de la Federación Internacional de dichos deportes.
Son muchas las sustancias utilizadas por deportistas o su personal de apoyo. La elección de una sustancia para su utilización como dopaje depende del efecto farmacológico que se desee conseguir de acuerdo al tipo de deporte que se practica. Así, en los deportes donde la utilización de la fuerza o potencia son preponderantes se utilizan mucho los esteroides androgénicos-anabólicos. En deportes donde predomina la resistencia se ha utilizado mucho el dopaje sanguíneo en cualquiera de sus formas. En deportes donde la explosividad y la agresividad son necesarias se utilizan mucho los estimulantes.
Una de las sustancias más utilizadas en el dopaje es sin duda la eritropoyetina, más conocida como EPO que es una hormona glicoproteica. También se han utilizado otras sustancias como el propranolol, la pemolina, las anfetaminas, los esteroides o la testosterona.
Resulta difícil detectar el uso inadecuado de sustancias cuando estas también son producidas de forma endógena por el organismo y es cuando se hace necesario recurrir a técnicas muy sofisticadas de análisis para demostrar que el aporte de esa sustancia es exógeno (o sea, que se ha tomado voluntariamente) y no endógeno (que esa sustancia la produce el propio organismo).
Los tres ejemplos de sustancias más difíciles de detectar son la hormona somatotropa, la nandrolona y la eritropoyetina, precisamente porque hay una secreción pulsátil (de forma intermitente y siguiendo un ritmo circadiano, no constante y variable según las horas del día) de estas sustancias. Por ejemplo, se sabe que la hormona del crecimiento (GH, growth hormone o somatotropina) se genera en la hipófisis, especialmente en horario nocturno. Determinados factores pueden aumentar su cantidad, por ejemplo, el aminoácido arginina.
Para la detección de nandrolona (19-nor testosterona), cuyo límite actual se deja artificialmente y por consenso en 2 nanogramos/ml se usan las determinaciones de sus dos principales metabolitos, el 19-nor-androstenodiona y el 19-nor androstenediol.
Sobre la eritropoyetina hay patologías en las cuales su periodo ventana de detección, ya de por sí estrecho (entre 18 y 40 horas) se apantalla aún más. Siempre vamos a encontrar situaciones patológicas o subclínicas en las cuales todas estas sustancias pueden verse alteradas e incluso sobrepasar los límites artificialmente establecidos como de dopaje sin que eso signifique que la persona haya en realidad ingerido dolosamente o con intención de delinquir esa sustancias.
Estas son solo algunas de las sustancias más conocidas que se utilizan en el doping, pero el Comité Olímpico Internacional ha confeccionado una lista de unas cien drogas prohibidas. El problema es que, tan pronto como se prohíbe una de ellas o se desarrollan métodos para detectar su presencia, equipos enteros de médicos y químicos comienzan a trabajar para producir otras. No obstante, todavía existen otros recursos mediante los que los deportistas tratan de mejorar su rendimiento de manera fraudulenta. A fin de aumentar su flotabilidad, algunos nadadores se han hecho llenar los intestinos de gas helio.[cita requerida]
Muchos deportistas han admitido haber recibido transfusiones de sangre para mejorar su rendimiento[cita requerida]. Según algunos, la transfusión de sus propios glóbulos rojos mejora el aporte de oxígeno a todas las partes del cuerpo, incluidos los músculos[cita requerida].
En culturismo de alta competición suele ser habitual el dopaje prohormonal[cita requerida]. Sus efectos secundarios, pueden abarcar cambios fisiológicos, psicológicos y físicos considerables(Andreas Münzer).
En España se empezó a actuar sobre los deportistas que presuntamente se dopan desde la entrada en vigor del dopaje en España de 2006. En Colombia se adoptó la Convención Internacional contra el Dopaje de la UNESCO mediante la Ley 1207 de 2008. Así, en todos los países debe constituirse una ONAD responsable de hacer cumplir el Código Mundial Antidopaje. De esta manera, existen la USADA en Estados Unidos, la ASADA en Australia, etc.
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