El Yiyo

José Cubero Sánchez, conocido como «El Yiyo» (Burdeos, Francia, 16 de abril de 1964-Colmenar Viejo, Madrid, España, 30 de agosto de 1985), fue un torero español nacido en Francia que falleció a los 21 años toreando en la plaza de Colmenar Viejo (Comunidad de Madrid) al ser alcanzado en el corazón por el toro Burlero.

Aunque nacido en Francia, por ser hijo de emigrantes, siempre se consideró del madrileño barrio de Canillejas donde se crio, siendo alumno destacado de la Escuela Nacional de Tauromaquia de Madrid. En marzo de 1980, debutó con picadores en San Sebastián de los Reyes, donde compartió cartel con Carlos Aragón y Antonio Amores.^[1]​ Ese mismo año encabezó el escalafón novilleril y consiguió el famoso Zapato de Oro de Arnedo.^[2]​

Recibió la alternativa como torero el 30 de junio de 1981 en Burgos de manos de Ángel Teruel y con José María Manzanares como testigo, con el toro «Comadrejo» de J. Buendía.

Su confirmación fue el 27 de mayo de 1982 en la Feria de San Isidro con José María Manzanares como padrino y Emilio Muñoz como testigo, con el toro «Bohemio» de Félix Cameno.

Salió dos veces por la Puerta Grande de Las Ventas, el 1 y el 9 de junio de 1983.

El Yiyo compartió cartel con Francisco Rivera «Paquirri» el día de la muerte de este último, provocada por una cornada del toro «Avispado» el 26 de septiembre de 1984, en la plaza de Pozoblanco, once meses antes del fallecimiento de «El Yiyo» en circunstancias similares. En ese mismo cartel estaba Vicente Ruiz "El Soro", que años después sufriría una lesión en la rodilla derecha que le obligó a retirarse de los ruedos.

Estando en la cumbre de su carrera como torero y con gran popularidad, el 30 de agosto de 1985 sustituyó a Curro Romero en la plaza de toros de Colmenar Viejo (Madrid), actuando al lado de Antonio Chenel «Antoñete» y José Luis Palomar, con toros de Marcos Núñez. El sexto de la tarde, de nombre Burlero, permitió a José Cubero «El Yiyo» una lidia que remató con una estocada de la cual salió rebotado el torero. Rodó por el suelo, salieron los subalternos, pero el toro hizo por él, y le hirió, prendiendo al mozo por la axila. El cuerno del toro entró de lleno al corazón, y lo partió en dos. Murió de forma instantánea. José Cubero tenía 21 años y fue enterrado en el Cementerio de la Almudena de Madrid. Posteriormente, se levantó un monumento frente a la Plaza de toros de Colmenar Viejo, en Madrid. El conocido periodista y escritor, Antonio D. Olano, le dedicó ese mismo año una obra en su recuerdo, titulada «Adiós, príncipe, adiós».^[3]​

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