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El mago de Oz



El mago de Oz (título original: The Wizard of Oz) es una película musical, fantástica, estadounidense, de 1939, producida por Metro-Goldwyn-Mayer (aunque ahora Time Warner posee los derechos de la película), y protagonizada por Judy Garland, Frank Morgan, Ray Bolger, Jack Haley, Bert Lahr, Billie Burke y Margaret Hamilton. En la actualidad, es considerada una película de culto, a pesar de su proyecto inicial como fábula cinematográfica infantil.

La película está basada asimismo en la novela infantil El maravilloso mago de Oz, de L. Frank Baum,[4]​ en la cual una niña estadounidense es arrastrada por un tornado en el estado de Kansas hasta una tierra de fantasía donde habitan brujas buenas y malas, un espantapájaros que habla, un león cobarde, un hombre de hojalata y otros seres extraordinarios.

Notable por su uso del Technicolor, la narración fantástica, su partitura musical y los personajes inusuales, con los años se ha convertido en un ícono de la cultura popular estadounidense. Fue nominada a seis premios Óscar en la 12.ª entrega, incluyendo mejor película. Ganó en otras dos categorías, incluyendo mejor canción original, por «Over the Rainbow» y mejor banda sonora, por Herbert Stothart.[5]

A pesar de recibir críticas positivas, la película fue un fracaso de taquilla en su estreno inicial.[2][6]​ Fue la producción más cara de MGM hasta la fecha y no recuperó completamente la inversión del estudio ni obtuvo ganancias hasta sus reestrenos en 1949.[7]

Su lanzamiento para televisión en 1956 por la cadena CBS reintrodujo la película a un público más amplio y, con el paso de los años, su presentación anual se convirtió en una tradición, haciéndola una de las películas más conocidas en la historia del cine.[4]

Es uno de lοs pocos filmes considerados Memoria del Mundo por la Unesco (otros son los filmes documentales de los hermanos Lumière, Los olvidados, dirigida por Luis Buñuel, de 1950, y Metrópolis de Fritz Lang, de 1927).[8]

En 1989, la película fue considerada «cultural, histórica y estéticamente significativa» por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y seleccionada para su preservación en el National Film Registry.[9]​ Está considerada como el tercer mejor musical del cine estadounidense por el American Film Institute.[10]

La huérfana Dorothy Gale (Judy Garland) vive una vida sencilla en una granja en Kansas con su tía Emm (Clara Blandick), su tío Henry y tres pintorescos peones: Hunk (Ray Bolger), Zeke (Bert Lahr) y Hickory (Jack Haley). Un día, la severa vecina Miss Gulch (Margaret Hamilton) es mordida por el perro de Dorothy, Totó. Miss Gulch se lo lleva por orden del sheriff, a pesar de las apasionadas protestas de tía Emm y de tío Henry. Totó escapa y regresa junto a Dorothy, quien se alegra enormemente, pero luego, al darse cuenta de que Miss Gulch regresará, opta por huir, llevándose a Totó, en busca de una vida mejor «en algún lugar sobre el arco iris».

En su viaje, Dorothy se encuentra al supuesto adivino "Profesor Maravilla" (Frank Morgan), que, con la intención de que la niña vuelva a su hogar, la engaña haciéndole creer que la tía Emm está enferma. Dorothy se apresura de vuelta a la granja, pero un repentino tornado se desata y fuerza a la familia a esconderse en un sótano fuera de la casa. Dorothy busca a la tía Emm por toda la casa, pero al entrar a su habitación, el marco de la ventana se rompe a causa de los fuertes vientos y golpea a Dorothy en la cabeza, dejándola inconsciente.

Una confundida Dorothy despierta para descubrir que la casa ha sido atrapada por el tornado. A través de la ventana de la habitación, ve a Miss Gulch volando sobre su bicicleta, y luego se transforma en una bruja montada en una escoba. Momentos después, el tornado deja caer la casa con Dorothy y Totó sobre la tierra de Oz.

Glinda, el hada buena del Norte (Billie Burke), llega y le informa a Dorothy que se encuentran en Munchkinland (Pequeñilandia en la versión española). Le dice a Dorothy que ha matado a la Bruja Mala del Este 'dejando caer una casa' encima de ella. La bruja calzaba unos zapatos de rubí.

Animados por Glinda, los tímidos munchkins salen de sus escondites y celebran el deceso de la bruja hasta que su hermana, la Bruja Mala del Oeste (también interpretada por Margaret Hamilton), aparece para reclamar las poderosas zapatillas de rubí. Glinda transporta mágicamente los zapatos a los pies de Dorothy y le recuerda a la bruja que su poder no tiene efectos en Munchkinland. La bruja jura vengarse de Dorothy y desaparece mágicamente. Glinda le dice a Dorothy que la única manera de regresar a Kansas es pidiéndole ayuda al misterioso Mago de Oz, el cual vive en la Ciudad Esmeralda, y que para ír allí tiene que seguir el camino de baldosas amarillas.

En su camino, Dorothy se hace amiga del Espantapájaros (Ray Bolger), quien desea un cerebro, el Hombre de Hojalata (Jack Haley), quien desea un corazón, y del León Cobarde (Bert Lahr), quien desea reencontrar su coraje. Los tres deciden acompañar a Dorothy al encuentro del Mago, con la esperanza de obtener sus deseos (un cerebro, un corazón y coraje, respectivamente). Durante el camino, son atormentados por numerosos intentos fallidos de la bruja para detenerlos.

Al fin llegan a Ciudad Esmeralda, y solo consiguen entrar al palacio después de que la bruja vuele sobre ellos, escribiendo en el cielo con su escoba humeante «RÍNDETE DOROTHY». El Mago (también interpretado por Frank Morgan) aparece como una terrorífica cabeza flotante rodeada de fuego y humo. Acepta ayudarlos solo si demuestran ser dignos apoderándose de la escoba voladora de la Bruja Mala del Oeste.

En su camino al castillo de la bruja, los atacan unos monos voladores que se llevan a Dorothy y a Totó y los entregan a la bruja, quien reclama las zapatillas de rubí. Cuando Dorothy se niega, la bruja trata de quitárselas, pero una lluvia de chispas que emergen de las zapatillas la detiene. Al comprender que no podrá quitarle las zapatillas mientras Dorothy esté viva, trama cómo destruirla.

Totó escapa y encuentra al Espantapájaros, al Hombre de Hojalata y al León en el Bosque Embrujado y los guía hasta el castillo, donde entran disfrazados con la ropa de tres soldados a quienes han dejado inconscientes. Una vez dentro, liberan a Dorothy e intentan escapar, pero son cercados en una terraza por la bruja y sus soldados. La bruja quema la punta de su escoba con un candelabro y prende fuego al Espantapájaros. Dorothy toma una cubeta de agua para apagarlo, pero accidentalmente moja a la horrorizada bruja, quien a causa de esto se derrite. Para la sorpresa del grupo, los soldados los aclaman. Ellos le dan a Dorothy la escoba de la bruja como agradecimiento por haberles liberado de ella. De regreso adonde el Mago, Dorothy le da la escoba al mago, pero este trata de inventar excusas para retrasar las peticiones del grupo. Entonces Totó, al tirar del cordón de una cortina cercana, revela la inesperada verdad: el "Mago" es un hombre normal y corriente (que, de hecho, luego revelará que era un aeronauta de Kansas que llegó a Oz en globo) que usa trucos de ilusionista para parecer un mago.

Al saberlo, Dorothy y sus amigos se sienten estafados, pero el mago resuelve sus deseos a través del sentido común: al Espantapájaros le da un diploma que amerita el título de "Doctor del Pensamiento", al Hombre de Hojalata le da un reloj con forma de corazón que simula los sonidos que hace un corazón latiendo, y al león le entrega una medalla de valor que lo nombra miembro de "La Legión del Coraje". Promete llevar a Dorothy a casa en el mismo globo en que llegó a Oz, dejando al Espantapájaros, al Hombre de Hojalata y al León a cargo de Ciudad Esmeralda. Justo antes de despegar, Totó salta de la canasta del globo para perseguir un gato. Dorothy salta para atraparlo y el Mago, incapaz de controlar el globo, se va sin ella. Dorothy se resigna tristemente a pasar el resto de su vida en Oz hasta que Glinda aparece y le dice que puede usar las zapatillas de rubí para regresar a casa con Totó. Glinda le explica que no se lo dijo en un principio porque la niña necesitaba aprender que «Si no puedes encontrar el deseo de tu corazón en tu propio patio, entonces nunca lo perdiste realmente».

Dorothy se despide de sus amigos llena de lágrimas y sigue las instrucciones de Glinda de «golpea tus talones juntos 3 veces y repite las palabras 'No hay lugar como el hogar' (en la versión en español dice 'Se está mejor en casa que en ningún sitio')». Ella se despierta en la habitación de su casa rodeada de su familia y amigos y les cuenta su viaje. Todos se ríen y le dicen que todo fue un mal sueño. Una feliz Dorothy, todavía convencida de que el viaje fue real, abraza a Totó y le dice «Realmente no hay lugar como el hogar».

Música y letras fueron escritas por Harold Arlen y E.Y. "Yip" Harburg, quienes ganaron dos premios Óscar por mejor música original y mejor canción por «Over the Rainbow».[5]




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