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Elena Martín Vivaldi



¿Qué día cumple años Elena Martín Vivaldi?

Elena Martín Vivaldi cumple los años el 19 de julio.


¿Qué día nació Elena Martín Vivaldi?

Elena Martín Vivaldi nació el día 19 de julio de 8.


¿Cuántos años tiene Elena Martín Vivaldi?

La edad actual es 2015 años. Elena Martín Vivaldi cumplirá 2016 años el 19 de julio de este año.


¿De qué signo es Elena Martín Vivaldi?

Elena Martín Vivaldi es del signo de Cancer.


¿Dónde nació Elena Martín Vivaldi?

Elena Martín Vivaldi nació en Granada.


Elena Martín Vivaldi, (Granada, 1907-ibid., 8 de marzo de 1998) fue una poeta española del siglo XX.[1]

Nació en 1907 en Granada, ciudad en la que vivió y trabajó casi toda su vida. Murió en esta misma ciudad, cuando acababa de cumplir, en 1998, los 90 años de edad. En su mesa había un libro de Virginia Woolf.[3]

Fue la cuarta hija de los ocho que tuvieron Elena Vivaldi Romero y José Martín Barrales. Su padre, catedrático de Ginecología y Obstetricia, fue el primer alcalde republicano de Granada, cargo que aceptó por la presión de los amigos y del que dimitió cuatro meses y veinte días después, porque lo suyo era “curar”.

El Ayuntamiento de Granada la nombró, en 1988, Hija Predilecta. Elena tenía entonces ochenta años y ya había sido aclamada, en el II Encuentro de poetas andaluces de 1982, como maestra indiscutible de las generaciones posteriores a la suya.[4]​ Las mujeres escritoras también le rindieron homenaje, pero fue en noviembre de 2002.

Por expreso deseo de la poeta, su fondo bibliográfico debía ser para la Universidad de Granada y los documentos y manuscritos autógrafos de sus obras pasarían a la Fundación Jorge Guillén donde, una vez digitalizados, podrían ser consultados en la página web de esta institución.[5]

Elena estudió en el Colegio de «Riquelme» y luego cursó Bachillerato en el instituto Padre Suárez de Granada, siendo una de las pocas jóvenes que por aquel entonces estudiaban. Después se diplomó en Magisterio en la ciudad de Guadix. Desde su infancia pudo satisfacer su interés por la lectura gracias a que, en casa de los Martín Vivaldi, existía una gran biblioteca en la que, además de libros de medicina, tenía fácil acceso a los clásicos de nuestra literatura y extranjeros.

En 1933, con la oposición de su madre y su hermana, pero animada por su padre y por Gallego Burín, se matriculó en la Facultad Literaria de la Universidad de Granada donde estudiaban entonces, nueve o diez mujeres. Obtuvo la licenciatura en Filología Románica. Trabajó como bibliotecaria en Osuna, ciudad donde vivió sola pese a no estar muy bien visto en aquella época. En 1939 falleció su padre. Elena se trasladó a Madrid, a una residencia femenina, para preparar unas oposiciones de Archivos, Biblioteca y Museos. En el año 1942 opositó al Cuerpo de Bibliotecas, Archivos y Museos y obtuvo una plaza como archivera; en calidad de tal trabajó en Huelva, en el Archivo de Indias de Sevilla. Desde 1948, en que regresó a Granada, se ocupó de las bibliotecas de las facultades de Medicina y Farmacia, llegando a alcanzar el cargo de directora hasta su jubilación (1977).

De Elena Martín Vivaldi se dice,[6]​ que vivió casi toda su vida en su Granada natal, dedicada a su profesión de bibliotecaria, al margen del mundo literario. Si bien, los poetas granadinos que la apreciaban, buscaron su compañía y su consejo. Francisco Gil Cravioto cuenta cómo conoció a Elena en el café Granada[7]

Lo cierto es que durante la década de los cincuenta, se vinculó al grupo poético Versos al aire libre. Entre 1953 y 1956, centró sus actividades en las tertulias veraniegas del carmen de Las tres estrellas, así como en los encuentros en la Casa de América. Su nombre aparece en la histórica Antología de la actual poesía granadina (1957) de Víctor A. Catena.

Emilio de Santiago describe los encuentros en el café “Granada”

[8]

Otro poeta, Luis García Montero refiere que

[9]

Elena bromeaba con sus amigos. Antonio Chicharro da cuenta de la respuesta de Juan de Loxa a una carta en la que le preguntaba por si lo de “elenamente y elenísima” tenía que ver con él. La respuesta:

[10]

Veraneaba en Almuñécar (Granada). En el hotel donde se hospedaba con su familia, la chiquillería se reunía a la hora de la siesta para escuchar a Elena contarles cuentos y recitarles poemas mientras los padres descansaban.

Fue una de las primeras mujeres que en la Granada conservadora de la posguerra utilizó pantalones, fumó en público y formó parte de grupos literarios.[11]

En 1972 publicó Durante este tiempo (1965-1972); y luego, Los árboles presento (1977), Noctunos (1981), Y era su nombre mar (1977), Desengaños de amor fingido (1986), Jardín que fue (1977), Tiempo a la orilla (Obra reunida, 1942-1984), Jardín que fue (1985), Con solo esta palabra (1990), La realidad soñada (1990), Poemas (1994) y Las ventanas iluminadas (1997).

El 8 de febrero de 2008, para conmemorar el centenario de su nacimiento, se organizó el sipmposium “Elenamente”. En palabras del comisario del evento, Antonio Carvajal, poeta también, "se pretendía ponerla en su sitio como la voz lírica más pura del siglo XX español, sin diferencias masculinas o femeninas".[12]

Fidel Villar Ribot, el centenario era la oportunidad de lograr que se conociera y estudiara la obra de la poeta granadina, para lo que era preciso realizar una labor conjunta de toda la sociedad cultural granadina

[13]

La Junta de Andalucía, en colaboración con la Universidad de Granada, publicó Unos labios dicen, una antología de poemas de Elena seleccionados y prologados por Andrea Villarubia y con Ilustraciones de Mª Teresa Martín Vivaldi, destinado al alumnado andaluz. Además de la nota bibliográfica, las seis lecturas de poemas de Elena Martín Vivaldi que hacen Rosaura Álvarez, Antonio Carvajal, Rafael Guillén, José Gutiérrez y Rafael Juárez, envueltas en este Unos labios dicen,[11]​ son un hermoso regalo para leer poesía en voz alta y dar a entender a los jóvenes que:

[11]

Elena Martín Vivaldi fue poetisa. En tanto que mujer que escribía poesía, prefería la palabra ‘poetisa’ para referirse a ella. Es difícil, dejó escrito, decir qué se escribe y cómo; sus técnicas, motivos, temas, etc.

La poesía de Elena Martín Vivaldi se caracteriza por un tono intimista y melancólico y un romanticismo callado donde resuena, como ya se ha mencionado, el eco de Bécquer. En ella hay una fuerte presencia tanto de la frustración vital y amorosa, como de (a pesar de ello) un continuo reafirmarse en la esperanza. La naturaleza, árboles y flores y pájaros sobre todo, supone una constante a lo largo de su obra, con el paisaje como reflejo del estado anímico o moral.

Desde un punto de vista cronológico, Elena Martín Vivaldi es contemporánea de varios poetas de la Generación del 27.Autores posteriores como Antonio Carvajal, Luis García Montero, Rafael Juárez Ortiz, Javier Egea, José Gutiérrez, Francisco Acuyo o Luis Muñoz la toman como referencia. Puede, por tanto, considerarse el engarce entre estos y la generación del 27.Para Gallego Morell

En 1945 publica, en la colección granadina «Vientos del Sur», su primer poemario Escalera de Luna. Diez décimas y tres sonetos para un rosario nostálgico de dolor, dedicado a A. Gallego Burín. En 1953, El alma desvelada. En 1963 publica Arco en desenlace. De este libro es el conocido poema

Qué plenitud dorada hay en tu copa,
árbol, cuando te espero
en la mañana azul de cielo frío.
Cuántos agostos largos, y qué intensos
te han cubierto, doliente, de amarillos.
(…)
Hazte un sol de crepúsculos, ardiente:

Mantuvo correspondencia, entre otros, con Jorge Guillén quien en agosto de 1966 le escribió

En 1968 publicó Materia de esperanza. En este libro, el que el eje poético es la maternidad frustrada.

Hace tiempo que esa estrella

Luis García Montero, en octubre de 2007 publicó un artículo titulado “soledad edificada" en el que afirma que

En 1971 publica Diario incompleto de abril.

En Durante este tiempo, se encuentra el poema dedicado a Juan de Loxa “Lluvia con variaciones”.

“elenamente triste”,
(….)
Es verdad que estoy triste.

En el ABC de 17 de abril de 1973, Guillermo Díaz Plaja dedica la sección crónica semanal de las letras a este libro, afirmando que Elena enlaza si no cronológicamente sí efectivamente con el grupo del 27 y aprecia la gracia significativa de “elenamente triste”.

Francisco Acuyo publica en su [1] las cartas originales de la correspondencia que mantuvieron Elena Martín Vivaldi y Jorge Guillén. En una de esa cartas, la de fecha 30 de septiembre de 1973, Jorge Guillén decía

Antonio Chicharro explica que Elena transformó su propio nombre en un adverbio elenamente y luego en el grado superlativo mejor, mayúsculo por su forma y significación: elenísimamente. Decir Elenamente es designar su humana forma de estar triste, el más cabal signo de una melancolía.

Para Eva Morón Olivares, en la poesía de Elena Martín Vivaldi,

Julia Olivares, en su discurso de recepción pública en la Academia de Buenas Letras de Granada que tituló Elena Martín Vivaldi, una poblada soledad[15]​ aborda la cuestión desde la perspectiva de la mujer que escribe. Esa soledad está en versos como los que cita Olivares en su discurso:

si sola, es esa doble

En El país de las mariposas dice:

Y la protagonista de Un día cualquiera reflexiona de esta forma:

Después de las pinceladas sobre otras causas de soledad, incluida la de la mujer que en pleno nacionalcatolicismo se rebela, escribe, fuma, viste pantalones, tiene un trabajo para no depender de nadie, se sienta sola en los cafés, Julia Olivares entra en la soledad poblada del sujeto femenino creador que, para escribir, antes tiene que leer. Es así como, de la mano de Julia, entramos en la biblioteca de Elena, ordenada siguiendo los criterios que aplicaba como bibliotecaria que era. Más de 3.123 títulos, solo, de literatura. Ahí están sus fuentes, ahí están las tres generaciones, la del 27, la del 36 y la del 50.

Francisco Acuyo, en los estudios publicados en Fisiología de un espejismo, En el corazón de la noche o La ciudad total, abunda sobre los aspectos simbólicos muy importantes conexos íntimamente con la experiencia vital y sensitiva de la poesía de Elena Martín Vivaldi,

Luis García Montero considera que

En “motivo de mi melancolía (escrito a causa de las preguntas indiscretas de un amigo)”, manuscrito de Elena que encontró Antonio Chicharro en la caja 06 del fondo legado por la poeta, y que Chicharro reproduce en el artículo publicado bajo el título Elenamente triste: Algunas claves del discurso poético de la tristeza en "lluvia con variaciones" de Elena Martín Vivaldi,[16]​ Elena explica

Antonio Chicharro considera que la razón de ser de la tristeza de Elena es:

En Desengaños de amor fingido (1986) Elena explica

Elena en la elegía a Celia Viñas (fallecida en 1954), del libro Cumplida soledad (1958),[11]​ La elegía y un artículo de Rafael Guillén. dice:

Y sonreirás un poco de mis penas, y me dirás:
«Pero si estás con vida».
Ay, perdóname, Celia; tú no sabes
cómo duele la vida, cómo a veces
el verso se nos quiebra en un tibio sollozo

Elena Martín Vivaldi pertenece a ese grupo de escritores que expresamente dicen qué hay detrás de su obra. En el caso de Elena lo que hay es el conocimiento que, por su licenciatura en Románicas y su interés por la lectura, pudo llegar a tener de la obra de sus autores preferidos, a algunos de los cuales dedica poemas-homenaje.

Antonio Sánchez Trigueros, entra en el laboratorio de Elena para estudiar las dos versiones del mismo poema que Elena escribió, en un "diálogo con el autor francés"

Ronsard, en sus «Sonetos para Elena»,
evocaré los días en que plena
de una ilusión mi alma se colmara.
(...)
Irá la noche entrando en mi aposento,
roja la llama danzará en la sombra,
dando a mis ojos una luz mentida,
y escucharé una voz que con tu acento,
urgiéndome, dirá, mientras me nombra:

BLOG del colegio "Elena Martín Vivaldi" de Loja (Granada)

[2]

BLOG Ancile, del poeta "Francisco Acuyo"

[3]



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