La Escuela Nacional de la Judicatura (ENJ) es el órgano que tiene a su cargo la formación y capacitación permanente de todos los servidores del Poder Judicial dominicano. En virtud de la Ley núm. 327-98, del 11 de agosto de 1998, sobre Carrera Judicial, tiene categoría de centro de educación superior y, en consecuencia, está autorizada a expedir títulos y certificados en la rama de la administración judicial con el mismo alcance, fuerza y validez que tienen los expedidos por las instituciones oficiales o autónomas de educación superior.
Contribuir a la excelencia de la administración de justicia, conforme a los valores de una sociedad democrática, mediante la creación de espacios para la discusión de corrientes de pensamiento, la formación y capacitación permanente de los servidores del Poder Judicial y el intercambio de conocimiento con los demás integrantes de la comunidad jurídica nacional e internacional
Ser escuela líder, innovadora, plural y participativa, reconocida por su excelencia académica y como centro de pensamiento, basado en un sistema abierto de educación que contribuya a la transformación de la comunidad jurídica nacional e internacional.
Conciencia Institucional
Supone un sentimiento de pertenencia a la institución, una actitud de cada uno de sus integrantes de armonizar sus intereses individuales con los intereses propios de la institución. Esta conciencia individual y colectiva se opone de forma inteligente a los intereses particulares y confiere preeminencia a los valores, objetivos y metas de la institución. Cada integrante de la ENJ tiene la facultad de conocer de un modo preciso y reflexivo la importancia que representa para la sociedad el trabajo realizado por nuestra institución.
Compromiso
Un equipo humano siempre dispuesto a dar respuesta a los retos y obligaciones que se le presentan en su labor diaria, de modo voluntario, identificados con la misión y la visión de la institución.
Entusiasmo
Los integrantes de la ENJ se interesan y se involucran con emoción y fervor, en todas las acciones, para alcanzar los objetivos comunes de la institución.
Vocación de servicio
Cada miembro de la ENJ se entrega de manera auténtica a los planes y tareas propias de la institución; buscando satisfacer plenamente todas las expectativas de sus usuarios, la preservación de los valores que esta asume y la realización de sus metas.
Espíritu democrático
Cada miembro de la ENJ está en actitud de apertura y de tolerancia a la diversidad y a la adopción de métodos participativos para la toma de decisiones.
Creatividad
Los miembros de la ENJ se muestran ingeniosos y colaboradores al aportar medidas e ideas innovadoras y trascendentes que ayudan al logro de las metas de la institución.
Integridad
El equipo humano de la ENJ se caracteriza por su honradez, seriedad y rectitud en la ejecución de sus acciones; logrando desarrollar destrezas de pensamiento y competencias profesionales con apego y respeto a las normas éticas y a los valores que derivan de la dignidad de las personas.
Esta institución diseñó su modelo educativo partiendo de las teorías del constructivismo, donde el usuario es el centro de la formación. Alrededor del usuario se desarrolla la relación docente-discente, la evaluación y los recursos educativos. Esta relación entre el docente y el participante se ve reflejada tanto en la presencialidad como en la virtualidad; bajo estas modalidades el docente asume el rol de guía, orientador del trabajo académico. La evaluación se caracteriza por ser continua, en permanente retroalimentación que genera el insumo de la mejora continua; los recursos educativos se convierten en medios de apoyo para la acción formativa. La Escuela ha mantenido un vínculo permanente con la comunidad jurídica nacional e internacional como un elemento que vincula a jueces y defensores públicos con la realidad social a la que deben darle respuesta en el ejercicio de sus funciones. Su metodología educativa conjuga la presencialidad y la virtualidad, la teoría y la práctica.
Partiendo de este modelo educativo, se evalúan y se implementan mejoras de cada uno de los elementos que la componen. Registrando y documentando los eventos identificados sujetos a corrección y mejora, dando como consecuencia lecciones aprendidas y sistematizando las acciones correctivas y preventivas a adoptar. La institución marca la diferencia e impone sus criterios de calidad, únicos de la Escuela, con sus normativas, su proceso constante de innovación y en el uso adecuado de sus recursos humanos, económicos y tecnológicos.
Este programa asegura la formación permanente de todos los servidores del Poder Judicial (Jueces y empleados). Comprende las áreas de estudio: Derecho Constitucional, Derecho Privado y Administrativo, Derecho Penal, Funcional y Formación Integral.
El Consejo Nacional de la Magistratura de la República Dominicana, designó en 1997 la Suprema Corte de Justicia, dando cumplimiento a lo que establecía la Constitución de 1994 e iniciando el proceso de reforma judicial. El principal reto en aquella época, era hacer valer la independencia del Poder Judicial e impulsar el desarrollo del sistema de administración de justicia, apegado a la ética y la ley. Era imprescindible la creación de un centro superior de formación de jueces, dado que la Suprema Corte de Justicia, tan pronto como tomó posesión, designó nuevos jueces en los Tribunales de todo el territorio nacional, a quienes era necesario capacitar de acuerdo a las mejores prácticas judiciales.
Fue así como el 12 de febrero de 1998, mediante resolución del Pleno de la Suprema Corte de Justicia, nació la Escuela de la Magistratura. Más adelante, el 11 de agosto de 1998, fue promulgada la Ley de Carrera Judicial, con lo cual quedó constituida formalmente como la Escuela Nacional de la Judicatura, una institución adscrita al Poder Judicial dominicano y con la misión de formar a los servidores del Poder Judicial.
Al no existir en el país antecedentes de capacitación para la formación de jueces, se procedió a explorar las mejores prácticas de las escuelas judiciales latinoamericanas, y establecer vínculos con las entidades y consultores que pudieran ayudar a encaminar los primero pasos de la Escuela. Luego se formó una estructura de dirección y gestión, cuyos servidores eran seleccionados por concurso público. Fue así, como en 1998 fue seleccionado el primer Consejo Directivo, integrado por los magistrados Jorge A. Subero Isa, Víctor José Castellanos, Arelis Ricourt Gómez y Claudio Aníbal Medrano. Así mismo, los doctores Juan Manuel Pellerano y Diego Babado Torres; el director licenciado Luis Henry Molina; los consultores internacionales, los docentes nacionales y, más adelante, hasta los aspirantes a jueces.
Cumpliendo con el fin para el que fue creada, la Escuela Nacional de la Judicatura amplió su misión, enfocándose en contribuir a la excelencia en el sistema de administración de justicia, y para ello implementó un conjunto de programas dirigidos a satisfacer todas las necesidades de capacitación de los integrantes del Poder Judicial y de aquellos que aspiraban a formar parte del mismo. Incluyó la cooperación con la capacitación y la renovación de los demás actores del sector justicia, a la vez que ha intentado enriquecer el acervo jurídico nacional y las relaciones entre los distintos actores de la comunidad jurídica nacional de internacional.
El ámbito de trabajo ya para el año 2002, por resolución del Pleno de la Suprema Corte de Justicia, la Escuela recibe la encomienda de capacitar a todos aquellos que aspiran a formar parte de la Defensa Pública, (esta última nació ese mismo año bajo las alas de la Suprema Corte de Justicia). Esta asignación fue confirmada por la Ley núm. 277-04, del 12 de agosto de 2004, que crea el Servicio Nacional de Defensa Pública.
La Dirección y el accionar de la Escuela responde a la estrategia trazada por su Consejo Directivo que conforme a lo dispuesto en el reglamento de la Escuela dicho debe estar compuesto por:
- El Presidente de la Suprema Corte de Justicia, quien lo preside; Por otro juez de la Suprema Corte de Justicia, elegido por sus pares por un período de (4) años; - Por un Presidente de la Corte de Apelación elegido por los demás jueces presidentes de Corte de Apelación por un período de tres (3) años; Un juez de Primera Instancia elegido por los magistrados de esa misma jerarquía, por un período de un (1) año; Por el Presidente del Colegio de Abogados de la República Dominicana o en su lugar un miembro designado por la Junta Directiva de dicho Colegio; Por un jurista de renombre nacional con experiencia en el quehacer docente, elegido por la Suprema Corte de Justicia, por un período de dos (2) años.
Presidentes del Consejo Directivo
Representantes de los Jueces del Pleno de la Suprema Corte de justicia y del Consejo del Poder Judicial: Representantes de los Jueces Presidentes de Cortes:
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|- ! Nombre !! Inicio !! Fin !! Cargo en funciones |- | Arelis Socorro Ricourt || 1999|| 2002 || Juez Presidente de la Cámara Civil y Comercial de la Corte de Apelación de La Vega |- | Nancy Idelsa Salcedo || 2001 || 2004 || Juez Presidente de la Corte de Trabajo de Santiago |- | Erick Hernández Machado|| 2004 || 2009 || Juez Presidente Corte de Trabajo del Distrito Nacional |- | Altagracia Norma Bautista || 2009 || 2012 || Juez Presidente de la Cámara Penal de la Corte de Apelación de San Cristóbal |- | Yadira de Moya Kunhardt || 2013 || 2015 || Jueza Presidente de la Cámara Civil y Comercial de la Corte de Apelación del Departamento Judicial de Santo Domingo |- | Juan Francisco Pérez Lora || 2015 || 2018 || Juez Presidente de la Corte de Niños, Niñas y Adolescentes del Distrito Nacional |- | Rafael Vásquez Goico || 2018 || 2019 || Juez Presidente del Tribunal Superior Administrativo |- | Bernabel Moricete Fabián || 2019 || actual || Juez Presidente de la Corte de Niños, Niñas y Adolescentes del Departamento Judicial De la Vega
|}
Representantes de los Jueces de Primera Instancia y equivalentes:
Representantes de renombre en la comunidad jurídica:
Representantes por el Colegio de Abogados de la R.D.:
En el plano internacional la Escuela Nacional de la Judicatura ha desarrollado una significativa presencia dentro del ámbito de la capacitación judicial. Fue la Secretaría General de la Red Iberoamericana de Escuelas Judiciales (RIAEJ) por diez años (2001-2011), integrada por centros de capacitación judiciales de toda Iberoamérica, entre los que se encuentran 2 subredes (Red de Escuelas Judiciales de las provincias Argentinas y la Red de Escuelas Judiciales de los Estados de México).
La RIAEJ es una comunidad de enlace para la cooperación y apoyo recíproco entre las escuelas judiciales y centros públicos de capacitación judiciales de Iberoamérica. La RIAEJ tiene su origen en la VI Cumbre Iberoamericana de Presidentes de Cortes Supremas y Tribunales Supremos de Justicia, efectuada en Canarias, España, en el mes de mayo de año 2001. En septiembre de ese mismo año realizó su primera asamblea general en Puerto Rico, en la cual la ENJ fue escogida a unanimidad como sede de la Secretaría de su Red. En su categoría de sede de dicha secretaría, se constituyó en la responsable de la coordinación de los trabajos de esta y de la facilitación de sus relaciones con organismos nacionales e internacionales y otras instituciones afines.
Actualmente la Escuela es integrante de la junta directiva del Centro de Capacitación Judicial para Centroamérica y el Caribe (CCJCC), desde donde pone en marcha actividades de capacitación para los integrantes. Las actividades de capacitación del centro están dirigidas a los jueces, juezas, magistrados y magistradas de la región. También es miembro de la Junta Directiva de la Red Iberoamericana de Escuelas Judiciales-RIAEJ.
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