Espaldas mojadas (película)

Espaldas mojadas, conocida también como Río Bravo o Pan ajeno, es una película mexicana de 1955 escrita y dirigida por Alejandro Galindo y protagonizada por David Silva, Víctor Parra y Martha Valdés.^[1]​ Se filmó a partir del 4 de mayo de 1953 en los cines Tepeyac y se estrenó el 16 de junio de 1955 en el Cine Mariscala, donde permaneció durante cinco semanas. Se trata de un melodrama que retrata las difíciles condiciones de trabajo para los mexicanos que deciden emigrar a los Estados Unidos en busca del sueño americano.

Rafael (David Silva) joven trabajador mexicano que trabajaba manejando un tractor decide ir a los Estados Unidos porque ha disputó a un mujer con el hijo de un cacique y no puede quedarse. Sin embargo no tiene papeles, así que debe pasar como bracero o espaldas mojadas (términos con se conocía a quienes decidían ir sin papeles al país del norte) y paga a Frank Mendoza (José Elías Moreno), un experto en cruzar a hombres ilegalmente a través del Río Bravo. Aunque muchos compañeros de viaje mueren en el intento, al ser baleados por los guardias estadounidenses, Rafael logra cruzar a suelo estadounidense,pero apenas hacerlo, se da cuenta de que las cosas no son tan fáciles: todo es desconocido, incluso el idioma.

Durante sus andanzas, se encuentra con un simpático vagabundo llamado Louie (Óscar Pulido), que conoce a detalle el sistema ferroviario de Estados Unidos y no sólo eso, sino que sabe donde contratan a personas sin papeles. El primer trabajo de Rafael será en una maderería, pero pronto se ve obligado a huir cuando los inspectores le exigen presentar sus documentos. Después logrará encontrar trabajo como lavaplatos, donde lo explotan aprovechando su situación y, tras una pelea con un compañero se encuentra huyendo nuevamente.

Perseguido y escondiéndose por ser un sin papeles, Rafael consigue trabajo en las vías del tren, donde se encuentra con un grupo de mexicanos que recuerdan con nostalgia y orgullo a su país. Pero la vía está a cargo del abusivo capataz Mister Sternier, con quien Rafael pelea por defender a un paisano, con la consecuencia conocida: volver a huir. Durante su huida conoce a María del Consuelo (Martha Valdés), una pocha que nació en Estados Unidos pero es hija de mexicanos, por lo que no se siente parte de ninguno de ellos. Ella lo ayuda y lo esconde para que no sea detenido. Finalmente, Rafael y María del Consuelo se enamoran y deciden reencontrarse en México, a donde llegará cada uno por su lado.

Cuando regresa, y pesar de ser tiroteado mientras cruza a nado por el Río Bravo aprovechando la oscuridad de la noche; Rafael sale ileso y llega a Ciudad Juárez, donde se encuentra con María, pero también con Mr. Sternier, a quien da una paliza. Con participación de todos los presentes, Steiner arrojado al río para que regrese nadando a su país, pero es muerto por las balas disparadas por los guardias de la frontera norteamericana. Finalmente, Rafael y María del Consuelo han regresado a México y deciden viajar hacia el sur, a donde los acompañará Louie.

Después de filmar Doña Perfecta y Una familia de tantas, el director Alejandro Galindo, mejor conocido por abordar temas citadinos y clasemedieros; vuelve a trabajar con su actor de cabecera, David Silva, para tratar un tema candente a mediados del siglo XX: la emigración de mexicanos que buscaban el sueño americano en los Estados Unidos.

En su Historia documental del cine mexicano, Emilio García Riera dice de la cinta:

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