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Estandarte del cuervo



El estandarte del cuervo (en nórdico antiguo, Hrafnsmerki; en anglosajón, Hravenlandeye) fue una bandera posiblemente de naturaleza totémica, utilizada por varios jefes tribales vikingos y otros regentes escandinavos entre los siglos ix y xi. La bandera es descrita en el arte nórdico de forma aproximadamente triangular, con el borde externo redondeado, de donde cuelgan una serie de lengüetas o borlas. Posee cierta semejanza con las veletas finamente talladas utilizadas en las proas de los drakkar.[1]

Se conjetura que el estandarte del cuervo era un símbolo del dios de la guerra Odín, quien a veces era descrito con la compañía de dos cuervos llamados Hugin y Munin y su intención al portarla en batalla pudo haber sido provocar el temor de los enemigos invocando el poder del dios.[2]

El cuervo es una figura icónica común en la mitología nórdica. El dios mayor Odín, tenía dos cuervos llamados Hugin y Munin («Pensamiento» y «Memoria» respectivamente) que volaban alrededor del mundo trayéndole noticias de todo lo que sucedía. Por ello, uno de los muchos nombres de Odín era «dios cuervo» (Hrafnaguð). En Gylfaginning, se relata lo siguiente:

Odín estaba también estrechamente relacionado con los cuervos porque en los mitos nórdicos recibía a los guerreros caídos en el Valhalla, y, a su vez, los cuervos estaban relacionados con la muerte y la guerra debido a su predilección por la carroña. Por consiguiente, es probable que fueran considerados como manifestaciones de las valquirias, quienes escogían a los guerreros muertos en batalla para llevarlos junto a Odín.[5]​ La relación entre los cuervos y las valquirias se debía al hecho de que tanto las diosas como las valquirias solían cambiar de forma y tomar la apariencia de pájaros. Ejemplos de ello son Þrymskviða, en que Freyja presta a Loki su disfraz de pájaro,[6]​ y el relato de la valquiria Kára en Hrómundar saga Gripssonar.[7]

La figura del cuervo aparece en la mayoría de los poemas escáldicos describiendo la guerra. Hacer la guerra era «alimentar y satisfacer» los cuervos (hrafna seðja, hrafna gleðja).[8]​ Un ejemplo de esto se encuentra en Norna-Gests þáttr, donde Regin recita el siguiente poema luego que Sigurd matara a los hijos de Hunding:

En los kenningars utilizados en la poesía nórdica, se describe al cuervo como un pájaro de sangre, cadáveres y batallas; es la gaviota de la ola en la pila de cadáveres, cuyos chillidos se estrellan como granizo y ansía la carne en la mañana cuando llega al mar de cuerpos (Hlakkar hagli stokkin már valkastar báru, krefr morginbráðar er kemr at hræs sævi).[11]

En negras bandadas, los cuervos planean sobre los cadáveres y el escaldo pregunta a dónde se dirigen (Hvert stefni þér hrafnar hart með flokk hinn svarta).[12]​El cuervo va en búsqueda de la sangre de los caídos en batalla (Ód hrafn í valblóði).[13]​ Vuela desde el campo de batalla con sangre en su pico, carne humana en sus garras y el hedor de los cadáveres en su boca (Með dreyrgu nefi, hold loðir í klóum en hræs þefr ór munni).[14]​ Los cuervos tuvieron cada vez más connotaciones infernales y, en una obra cristiana tan temprana como Sólarljóð, se menciona que los cuervos de Hel (heljar hrafnar) arrancan los ojos de los insolentes.[15]​ Dos maldiciones en la Edda poética dicen «que los cuervos arranquen tu corazón partido en dos» (Þit skyli hjarta rafnar slíta).[16]​ y «los cuervos te arranquen los ojos en la alta horca» (Hrafnar skulu þér á hám galga slíta sjónir ór).[17]​ Son entonces vistos como instrumentos de justicia divina cuando esta era severa y desagradable.

A pesar de las violentas e infernales imágenes con la que se los asociaba, los primeros escandinavos veían a los cuervos como figuras positivas; la batalla y la justicia severa no eran vistas de forma desfavorable en la cultura nórdica.[18][19]​ Muchos nombres en nórdico antiguo hacen referencia al cuervo, tales como Hrafn,[20]​ Hrafnkel[21]​ y Hrafnhild.[22]

El estandarte del cuervo fue usado por cierto número de caudillos vikingos mencionados en las sagas como los hijos del rey de Dinamarca y Suecia, Ragnar Lodbrok. La primera mención de una fuerza vikinga portando el estandarte del cuervo está en la Crónica anglosajona para el año 878.

Los Anales de San Neot confirman la presencia de estandarte del cuervo en el Gran ejército danés y da a entender las influencias del seidr en su creación, y su naturaleza totémica y oracular.

Este relato es repetido de forma textual en la obra Vida del rey Alfredo, del obispo Asser:

Geffrei Gaimar en su obra Estorie des Engles, escrita alrededor de 1140, menciona el Hrafnsmerki siendo portado por el ejército de Ubbe en la batalla de Cynwit (878): «el Cuervo era el estandarte de Ubbe. Él era el hermano de Iware; fue enterrado por los daneses en un gran túmulo en Devonshire, llamado Ubbelawe».[24]

Un estandarte triangular con una representación de un pájaro, posiblemente un cuervo, aparece en monedas acuñadas por Olaf Cuaran alrededor del año 924. Se debe señalar que muchas dinastías nórdico-gaélicas en Bretaña e Irlanda eran de la dinastía Uí Ímair, quienes afirmaban descender de Ragnar Lodbrok a través de su hijo Ivar el Deshuesado. Las monedas muestran un estandarte con la forma aproximada de un triángulo recto isósceles, con los dos catetos situados en la parte superior y el asta respectivamente. A lo largo de la hipotenusa hay una serie de cinco borlas o lengüetas. El asta está coronada por lo que parece ser una cruz; esto parece indicar una fusión entre símbolos paganos y cristianos.

El estandarte del cuervo también fue usado por el jarl Sigurd de las Orcadas. Según la Saga Orkneyinga, fue hecho por la madre de Sigurd Hlodvisson, quien era una völva. Le dijo que el estandarte «traería victoria al hombre delante del que se lleve, pero muerte al portador». La saga describe la bandera como «un estandarte finamente hecho, muy ingeniosamente bordado con la figura de un cuervo, y cuando el estandarte ondeara con la brisa, el cuervo parecería volar». La predicción de la madre de Sigurd se hizo realidad cuando, de acuerdo con las sagas, todos los portadores del estandarte tuvieron finales prematuros.[26]​ La «maldición» del estandarte cayó finalmente en el propio jarl Sigurd durante la batalla de Clontarf:

De acuerdo al poema escáldico Darraðarljóð, un hombre llamado Daurrud vio doce mujeres, posiblemente representando a las valquirias, tejiendo un estandarte del cuervo y posteriormente rasgándolo en tiras en una forma ritual luego de la batalla.[27]​ Es confuso si este relato está destinado a ser tomado de forma literal, pero podría indicar un ritual de destrucción del Hrafnsmerki tras la muerte de su dueño.

El ejército del rey Canuto el Grande de Inglaterra, Noruega y Dinamarca utilizó un estandarte del cuervo hecho de seda blanca en la batalla de Assandun en 1016.

En su obra Vidas de Waltheof y su padre Sivard Digri, el Earl de Northumberland, el historiador inglés William de Ramsay (obispo de Crowland) informa que el jarl danés de Northumbria, Sigurd, recibió un estandarte de un viejo sabio desconocido. El estandarte se llamaba Ravenlandeye.[24]

De acuerdo a Heimskringla, Harald Hardrada portaba un estandarte del cuervo llamado Landøyðan, «Gastador de tierra»; es confuso determinar si este estandarte era el mismo que el que portaba Sigurd de Northumbria. Se relata una conversación entre Harald y el rey Svend II de Dinamarca en donde se menciona al estandarte.

Años más tarde, durante la invasión de Harald a Inglaterra, luchó en una feroz batalla contra dos jarls ingleses en las afueras de York. La saga de Harald relata que:

El ejército de Harald llevó el estandarte en la batalla del puente Stamford, donde era portada por un guerrero llamado Frírek. Luego que Harald fuera alcanzado por una flecha y muerto, su ejército luchó ferozmente por la posesión del estandarte, e incluso, algunos de ellos se hicieron berserker en su frenesí por obtener la bandera. Al final la «magia» del estandarte falló, y la mayor parte del ejército noruego fue masacrado; sólo unos pocos pudieron escapar en sus barcos.[31]

Aparte del estandarte del dragón de Olaf II de Noruega, el Landøyðan de Harald Hardrada es el único estandarte real de los primeros noruegos descrito por Snorri Sturluson en Heimskringla.[32]

En el famoso panel del tapiz de Bayeux, se muestran estandartes que parecen ser del cuervo. Este tapiz fue encargado por el obispo Odo de Bayeux, medio hermano de Guillermo el Conquistador; como uno de los combatientes de la batalla de Hastings, Odo podría tener familiaridad con los estandartes portados en la guerra. En uno de los paneles, ilustrando una carga de caballería normanda contra una formación en pared de escudos ingleses, un caballero normando es ilustrado con un estandarte semicircular adornado con un pájaro negro. En otra representación que ilustra la muerte de los hermanos de Harold Godwinson, se encuentra un estandarte triangular parecido al de la moneda de Olaf Cuaran, yaciendo roto en el piso. Los eruditos se dividen entre quienes piensan que simplemente son reliquias de la herencia escandinava normanda, mostrando la influencia escandinava en la Inglaterra anglosajona o si reflejan una presencia no documentada de nórdicos en los ejércitos normandos e ingleses.[33]​ Para el año 1066, todos los ejércitos involucrados en hostilidades en las islas británicas, noruegos, ingleses y normandos, eran, al menos nominalmente, cristianos. Los normandos estaban en muchas formas, incluso lingüísticamente, muy alejados de sus orígenes nórdicos.

A pesar de que algunos alegan de que Hrafnsmerki fue la primera bandera europea en el Nuevo Mundo, no existe ninguna indicación de que fuera una bandera universal llevada por los escandinavos, y ninguna fuente se las asigna a los colonos de Vinland, o ningún otro grupo islandés o groenlandés.[34]



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