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Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la UNMSM



La Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (siglas: FLCH-UNMSM) es una de las veinte facultades que conforman dicha universidad y la primera en crearse en el continente americano.[1]​ La facultad en la actualidad forma parte del área de Humanidades y Ciencias Jurídicas y Sociales, y cuenta con las escuelas profesionales de Filosofía, Literatura, Lingüística, Comunicación Social, Conservación y Restauración, Arte, y Danza y Bibliotecología y Ciencias de la Información que brindan tanto estudios de pregrado como de posgrado. El pabellón principal de la facultad se ubica, desde 1962, dentro de la Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en Lima, Perú.

Las primeras cátedras de estudios de letras y ciencias humanas en la Universidad de San Marcos, acontecidas a mediados del siglo XVI, son el origen directo de los estudios universitarios de estas áreas en el Perú y Sudamérica. Inaugurada el 2 de enero de 1553, dos años después de la inauguración de la universidad de San Marcos, los antecedentes de la facultad se remontan a la creación de la Facultad de Artes, donde se impartieron las cátedras de súmulas, lógica, filosofía, filología latina y quechua o «Lengua índica».[1]​ En lo posterior, varió tanto su denominación como las cátedras impartidas. Así, por ejemplo, se incluyeron las cátedras de matemáticas en 1771[2]​ y psicología y prima de retórica en 1850.[3]​ Hacia 1866 se designa a su primer rector: Juan Gualberto Valdivia, a la vez que se establece un primer antecedente para la denominación de Facultad de Letras, la cual es oficializada en 1876 a través del Reglamento General de Instrucción Pública. Un cambio fundamental fue la introducción del régimen de co-facultad en 1941 a través de la denominación de Facultad de Letras y Pedagogía; sistema que fue eliminado en 1946 con la separación de dichas facultades.[3]​ Luego de haber ocupado el local de la ahora Casona de San Marcos, la Facultad de Letras se trasladó a la Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en el año de 1962. En 1965 cambió su denominación por la de Facultad de Letras y Ciencias Humanas, impartiendo la enseñanza en diez departamentos, los cuales se redujeron a las actuales siete escuelas profesionales.[1]

La Facultad de Letras y Ciencias Humanas ha albergado a destacados alumnos y catedráticos, tales como:[4]Ella Dunbar Temple, doctorada en historia y literatura, y primera mujer en ejercer una cátedra universitaria; Esther Festini, educadora, primera universitaria peruana y primera mujer doctorada en Letras; Alfredo Bryce Echenique, escritor peruano; Blanca Varela, poeta; Augusto Salazar Bondy, filósofo, periodista y educador; José María Arguedas, escritor y antropólogo; César Vallejo, poeta; Mario Vargas Llosa, novelista ganador del Premio Nobel de Literatura; entre muchos otros.[5][6]

Los orígenes de la actual Facultad de Letras y Ciencias Humanas se remontan a la fundación de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. A pesar de que los Dominicos —tanto en Cusco como en Lima— impartían estudios de artes y teología a sus miembros incluso antes de la inauguración de la universidad de San Marcos, no fue sino con la creación de la Facultad de Artes y la Facultad de Teología en 1553 que su enseñanza se institucionalizó. El periodo de enseñanza colonial en la Facultad de Artes se caracterizó por la predominancia de los cursos de filosofía tomista dictados por docentes pertenecientes a diferentes órdenes religiosas —quienes, al igual que los estudiantes, eran llamados artistas—.[1]​ Precisamente, uno de los maestros —quienes ostentaban el mismo rango que los doctores— que impartía lecciones en la Facultad de Artes fue fray Tomás de San Martín.[7]​ Cabe resaltar que de acuerdo a la constitución número sesenta y tres de la universidad de San Marcos, los estudiantes estaban obligados a representar dos veces al año una comedia o coloquio ya sea en latín o castellano.[8]​ Hacia 1581, la Constitución bajo la que se regía la universidad refería la existencia de tres cátedras específicas: súmulas, lógica y filosofía; tres de filología latina de acuerdo a los grados mínimos, medianos y mayores; y una de quechua, denominada también lengua índica o lengua de la tierra.[1]​ Esta última estuvo destinada a aquellos estudiantes que quisieran seguir una carrera religiosa, con el objetivo de facilitar la labor de evangelización. Así, en 1577 se nombró al primer catedrático responsable de impartir la enseñanza de la lengua quechua: Juan de Balboa, quien fue además, el primer criollo graduado de la universidad de San Marcos.[9]​ Cabe resaltar que de acuerdo a la constitución número sesenta y tres de la universidad de San Marcos, los estudiantes estaban obligados a representar dos veces al año una comedia o coloquio ya sea en latín o castellano.[8]

Las modificaciones implementadas por el virrey Manuel de Amat y Junyent en 1771[2]​ dispusieron, entre otras medidas, la denominación de Facultad de Filosofía y la creación de la cátedra de Matemáticas; paralelamente, los estudios en dicha facultad se vieron facilitados por la creación de la biblioteca en base a los libros decomisados tras la expulsión de los jesuitas. En suma, las cátedras se fueron ampliando con el paso del tiempo, de manera que durante la rectoría de Toribio Rodríguez de Mendoza (1824-1825), la facultad albergaba los siguientes cursos: filosofía, psicología, prima de retórica y prima y vísperas de matemáticas.[1]

Tras la publicación del Reglamento de Instrucción (1850) durante el gobierno de Ramón Castilla, la facultad pasó a denominarse Facultad de Filosofía y Humanidades.[3]​ Además, sus cátedras fueron ampliadas mediante la inclusión de las asignaturas de Historia, Economía Política, Literatura, y la posterior enseñanza de un primigenio curso de pedagogía. Así, el entonces rector José Dávila Condemarín (1854-1857) daba cuenta de las cátedras impartidas en los siguientes términos:[1]

Debido a que el sistema de educación media y superior no estaba regularizado, tanto los colegios como la universidad compartieron cátedras. Creado en 1769, el Colegio de San Carlos (Real Convictorio de San Carlos) unió los colegios de San Martín y San Felipe, y al igual que el Seminario de Santo Toribio, ofrecían cursos de Filosofía para luego obtener los títulos profesionales en San Marcos. El reglamento publicado en 1861 intentó solucionar esta división al confirmar —como había sido publicado en 1855— la existencia de cinco facultades: Teología, Medicina, Jurisprudencia, Filosofía y Literatura, Matemáticas y Ciencias Naturales. Sin embargo, se resolvió que tanto las facultades de Jurisprudencia, Matemáticas, Filosofía y Literatura y Ciencias Naturales debían funcionar en el Colegio de San Carlos. En el caso de la enseñanza de las letras, estuvo conformada por los cursos de Psicología y Lógica, Historia Universal, Filosofía Moral y Metafísica y Literatura y Gramática General.[8]

La Facultad de Letras como tal tuvo un primer antecedente en el año de 1866 con motivo de las gestiones de José Simeón Tejeda —quien ocupó el puesto de Secretario de Estado en el despacho de Instrucción durante el gobierno de Mariano Ignacio Prado—. En marzo del mismo año se dispuso que el Convictorio de San Carlos albergara a las facultades de Derecho, Ciencias y Letras. Los cursos impartidos en la facultad de Letras fueron: filosofía, literatura, Historia, Geografía histórica y Antigüedades. Fue entonces que se nombró al primer decano que tuvo la facultad: Juan Gualberto Valdivia.[8]​ Sin embargo, hacia 1968 se reformó nuevamente la universidad, declarándose la vigencia del reglamento universitario de 1861, por el que se restableció la denominación de Facultad de Filosofía y Letras.[9]​ Posteriormente, en 1876, el Reglamento General de Instrucción Pública publicado por el entonces presidente Manuel Pardo y Lavalle otorgó a la facultad la denominación de Facultad de Letras. Luego de que el antiguo local de la universidad haya sido ocupado definitivamente por el Congreso de la República del Perú en 1867 y tras el uso militar de las instalaciones del convictorio por el contexto de la Guerra del Pacífico, la Universidad de San Marcos pudo finalmente concretar su instalación y retomar las clases al interior de la entonces conocida Casona de San Marcos:[10]

En 1902, los estudios en la Facultad de Letras cobraron un carácter preparatorio al pedirse como requisito a los aspirantes de la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Políticas el haber cursado dos años en dicha facultad. Así, la Ley Orgánica de Instrucción listaba las cátedras con las que contaba:[1]

Si bien es cierto, el nombre con el que fue designada cambió en varias oportunidades, tanto en los años de 1928 como 1946 se conservó el nombre de Facultad de Letras.[3]​ Hacia 1902, el nombre de la facultad es cambiado por el de Facultad de Filosofía y Letras, según era señalado en la Ley Orgánica de Instrucción. Posteriormente, y como consecuencia de la Reforma de Córdoba, las modificaciones impuestas en 1920 por la Nueva ley Orgánica de Enseñanza cambiaron su nombre por el de Facultad de Filosofía, Historia y Letras y dividieron los estudios de doctorado en las especialidades de Literatura, Filosofía e Historia.[1]​ Cabe resaltar que fue durante los primeros años de la década de 1920 que se gestionó la organización y modernización de la Biblioteca de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos gracias a la labor del filósofo sanmarquino Pedro Zulen. Luego de ejercer como auxiliar, ocupó el cargo de director de la biblioteca entre los años de 1923 y 1925.[11]​ Uno de sus principales aportes fue el inicio de la catalogación moderna de su colección —hito en la labor bibliotecológica— y la publicación del Boletín Bibliográfico —labor continuada por su sucesor en el cargo, Jorge Basadre—.[12]

Luego de que en 1928, el estatuto universitario haya retomado el nombre de Facultad de Letras, este es reemplazado —nuevamente— por el de Facultad de Filosofía, Historia y Letras. Sin embargo, fue la Ley Orgánica de Educación Pública (1941) la encargada de introducir una de las más significativas modificaciones: la sección de pedagogía fue elevada al grado de cofacultad mediante la denominación de Facultad de Letras y Pedagogía. Así, se incluyó a la pedagogía como una las especialidades en las que se otorgaba el grado de doctor, se aprobó la enseñanza tanto del latín como del quechua y se incorporó a la universidad el Instituto de Idiomas —dirigido por Fernando Tola Mendoza—. El sistema de cofacultad, sin embargo, fue eliminado en abril de 1946 tras la promulgación de la Ley 10555 (Estatuto universitario), la misma que establecía la creación de la Facultad de Letras y la Facultad de Educación. Adicionalmente, en el mismo año se decretó la creación de siete institutos al interior de la Facultad de Letras: el instituto de Antropología, a cargo de Julio C. Tello; etnología, dirigido por Luis E. Valcárcel; Historia, dirigido por Raúl Porras Barrenechea; Filosofía, a cargo de J.C. Chiriboga; filología, dirigido por Fernando Tola; literatura bajo la dirección de J. Jiménez Borja y literatura peruana y folklore a cargo de José Gálvez.[3]​ Precisamente, el Instituto de Filosofía tuvo una gran influencia en la enseñanza de la psicología en el Perú. Así, en 1945 se dictó el curso de Psicología General al interior de la Facultad de Letras con una clara impronta fenomenológica teorizada en un inicio por docentes de filosofía. En años posteriores, dicho instituto pasaría a denominarse Instituto de Filosofía y Psicología.[13]​ Por otro lado, sobre la labor de enseñanza del historiador Raúl Porras Barrenechea al interior de la Facultad de Letras durante la década de 1950, el escritor Mario Vargas Llosa evoca lo siguiente:[14][15]

Tras su inauguración en mayo de 1951 y oficializado como Estadio de San Marcos en septiembre del mismo año, las celebraciones llevadas a cabo por dicha entrega fueron secundadas por la colocación de las primeras piedras tanto del monumento de fray Tomás de San Martín como de las facultades de letras y ciencias; así se iniciaba la construcción de la ciudad universitaria.[16]​ De manera posterior a la instalación de la facultad de letras en la ciudad universitaria en 1962 —tras dejar su antiguo local en la ahora Casona de San Marcos—, en el año 1964 se crearon el Instituto de Investigaciones Psicológicas, el de Investigaciones Sociológicas, Lingüísticas y finalmente, el de Estudios Literarios.[17]​ En 1965 se cambió su denominación por la de Facultad de Letras y Ciencias Humanas, vigente al día de hoy. En dicho año se registró el funcionamiento de diez departamentos en su interior: Historia, Filosofía, Literatura, Filología y Lingüística, Periodismo, Psicología, Antropología, Arte, Sociología y Geografía.[1]​ Tras la inauguración de la Facultad de Ciencias Sociales en 1984; la creación, en 1988, de la Facultad de Psicología;[18]​ la transferencia en 1980 de la Escuela Nacional de Bibliotecarios a la Universidad de San Marcos;[19]​ el traslado de la escuela de Geografía a la Facultad de Geología, Minas, Metalurgia, Mecánica de Fluidos en 1984;[20]​ y la implementación de la escuela profesional de danza en 2010,[21]​ las carreras profesionales albergadas en la Facultad de Letras se redujeron a las vigentes al día de hoy: Filosofía, Bibliotecología y Ciencias de la Información, Comunicación Social, Arte, Lingüística, Danza, Conservación y Restauración y Literatura.[22]

En la actualidad, la Facultad de Letras y Ciencias Humanas está organizada en las siguientes instancias:[23]

A nivel de estudios de pregrado, la facultad cuenta con las siguientes ocho escuelas profesionales:

La facultad ofrece diversos programas de posgrado con una orientación multidisciplinaria. El programa de maestría es de dos años, incluye cursos, seminarios, tutorías, un examen de calificación, una tesis y un examen de grado. La Facultad de Letras y Ciencias Humanas cuenta con diez programas de maestrías: Maestría en Arte Peruano y Latinoamericano con mención en Historia del Arte; Bibliotecología e Información; Comunicaciones; Educación Intercultural Bilingüe; Escritura Creativa; Filosofía con mención en Epistemología; Filosofía con mención en Historia de la Filosofía; Lengua y Literatura; Lingüística y Literatura con mención en Literatura Peruana y Latinoamericana. También destaca el programa de doctorado con una duración de tres años, los cuales incluyen seminarios, tutorías, un examen de calificación, una tesis y un examen de grado. Ofrece Doctorados en la especialidad de Filosofía; Historia del Arte; Lingüística y Literatura Peruana y Latinoamericana. Además de los programas anteriores, también se brindan estudios de especializaciones y diplomados. [48]

En la actualidad, la Facultad de Letras y Ciencias Humanas posee un edificio dentro de la Ciudad Universitaria de la UNMSM, ubicada en el Cercado de Lima.[49]

La biblioteca de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas tiene su origen más remoto en la Biblioteca de la Facultad de Artes (una de las tres facultades con las que San Marcos inició sus actividades en 1533). Dicha biblioteca fue creada en el local de la Casona de San Marcos el año 1933, en el marco del seminario de la facultad de letras —contó con un promedio de 3000 volúmenes antes pertenecientes a la Compañía de Jesús—.[50]​ Desde el traslado de su sede a la ciudad universitaria en 1962, está ubicada en el primer piso de la Facultad de Letras y se encuentra interconectada a través del Sistema de Bibliotecas (siglas: SISBIB) con la Biblioteca Central Pedro Zulen de la Universidad de San Marcos. La jefa de la Unidad de Biblioteca, Hemeroteca y Centro de Documentación de dicha facultad es Carmen Patricia Tesén Romero.[51]​ Su fondo documental consta de recursos impresos tales como libros y folletos, material antiguo (hasta el año de 1920), publicaciones periódicas, tesis y material almacenado en casetes y discos compactos. Ofrece los siguientes servicios para estudiantes de pre y post grado, docentes y público externo:[50]

Adicionalmente, desde el año 2019 la Unidad de Biblioteca ha llevado a cabo el evento denominado Semana de la Biblioteca. La primera edición fue titulada Cultura Informativa y Entornos digitales,[52]​ mientras que la segunda edición se llevó a cabo del uno al tres de diciembre del 2020 bajo la denominación de Espacios, aprendizajes y emociones.[53]

La facultad cuenta con dos laboratorios: el Laboratorio de la Escuela de Conservación y Restauración —inaugurado en el 2019—[54]​ y el Laboratorio de Medios MEDIA-LAB —inaugurado en 2016—. Este último es el primer laboratorio de medios con el que cuenta la universidad peruana y tiene como objetivo el estudio de los usos del internet y otros medios digitales, además de la formación de comunicadores sociales críticos que fomenten la difusión de la cultura en un formato digital.[55][56]​ Para ello cuenta con equipos de cómputo, impresoras a tinta, micrófonos condensadores, cámaras de video y de fotos digitales, un proyector, grabadoras digitales de bolsillo, etc.[57]​ Las actividades del Laboratorio de Medios MEDIA-LAB están centradas en: la identificación y el estudio de los modelos nacionales de convergencia multimedia, el observatorio de medios y el repositorio de lenguas originarias. Así, además de desarrollar proyectos de investigación de carácter interdisciplinarios, difunde investigaciones a través de podcasts y streamings. Es uno de los miembros fundadores de la Red de Investigación Interdisciplinar en Tecnologías y Comunicación (RED ITC) y cuenta con alianzas con laboratorios de universidades extranjeras tales como las de Brasil, España y México.[55]

El Centro de Idiomas de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas inició sus funciones en el año de 1988. Actualmente ofrece la enseñanza de siete idiomas dirigidos tanto a la comunidad sanmarquina como al público en general: inglés, portugués, francés, italiano, quechua,[58]​ alemán y japonés. Los cursos regulares están organizados en los niveles básico, intermedio, avanzado; adicionalmente, ofrece los cursos para instructores de inglés y posgrado (para la obtención de los títulos de maestría y doctorado).[59]​ De la misma manera, el centro de idiomas ofrece un examen de suficiencia para aquellos alumnos interesados en obtener el título de bachiller, pues el conocimiento de un idioma extranjero es un requisito indispensable para tal fin.[38]

La Facultad de Letras y Ciencias Humanas registra un total de cuatro Institutos de Investigación:[60]

La facultad cuenta actualmente con los siguientes grupos de investigación:[67][68]

La Facultad de Letras y Ciencias Humanas expone sus principales investigaciones científicas en la publicación semestral de cuatro revistas:

En los cuatroscientos setenta años de desarrollo de los estudios de letras y ciencias humanas en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, han transitado varios personajes destacados: alumnos, catedráticos, e investigadores; a varios de ellos se les ha conferido el título de profesores honorarios. Del mismo modo, la universidad ha entregado el grado de Doctor honoris causa a algunos personajes destacados también aquí mencionados.[73]

A continuación se brinda una relación de alumnos y catedráticos destacados en letras, ciencias humanas o afines que tiene o ha tenido la Universidad de San Marcos:[5][6][74]

Martín Adán

José María Arguedas

Alfredo Bryce Echenique

José Santos Chocano

Jorge Eduardo Eielson

Javier Heraud

Augusto Higa Oshiro

Enrique López Albújar

Marco Martos

Mariano Melgar

Pedro de Oña

Ricardo Palma

Armando Robles Godoy

Goran Tocilovac

Abraham Valdelomar

César Vallejo

Blanca Varela

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Carlos Eduardo Zavaleta Rivera

Emilio Adolfo Westphalen

A continuación se da la relación de personajes destacados en letras y ciencias humanas a quienes la Universidad de San Marcos les confirió el grado de Doctor honoris causa:[75][76][77][78][79][80][81][82][83][84][85][86][87][88][89][90]



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