Falstaff es una comedia lírica operística en tres actos con música de Giuseppe Verdi y libreto en italiano de Arrigo Boito. Está basada en Las alegres comadres de Windsor y contiene escenas de Enrique IV, ambas obras de William Shakespeare. Su estreno ocurrió el 9 de febrero de 1893 en el Teatro de la Scala de Milán, siendo la última de las grandes óperas bufas italianas.
Fue la última ópera compuesta por Verdi, segunda comedia —la primera fue Un giorno di regno—, y tercer material basado en una obra de Shakespeare —después de Macbeth y Otelo—. La trama gira en torno a los esfuerzos infructruosos del caballero Sir John Falstaff para seducir a dos mujeres casadas, con tal de quedarse con la fortuna de sus maridos.
Aunque Verdi era consciente de que su edad avanzada podría ser un impedimento para componer, lo cierto es que anhelaba volver a escribir una comedia y había quedado satisfecho con el boceto de Boito. En total, él y su equipo de colaboradores estuvieron trabajando durante tres años para completar la ópera. Pese a que en Italia recibieron con entusiasmo la noticia del involucramiento de Verdi en otra ópera, Falstaff no resultó ser tan popular como algunas de las obras anteriores del compositor. La obra quedó en el olvido después de algunas presentaciones en Italia y otros países europeos además de EE. UU., hasta que el director de orquesta Arturo Toscanini la volvió a interpretar tanto en La Scala como en el Metropolitan Opera de Nueva York, a finales de los años noventa del siglo pasado.
Para algunos, era evidente que Falstaff carecía de melodías vigorosas, un rasgo presente en los trabajos predecesores de Verdi, algo con lo que estaba en desacuerdo Toscanini. Otros directores de orquesta que elogiaron la comedia fueron Herbert von Karajan, Georg Solti y Leonard Bernstein. A partir de entonces, la obra forma parte del repertorio estándar de muchas compañías de ópera y ha sido admirada por el público y la crítica debido a su orquestación, libreto e invención melódica.
Tras la primera puesta en escena, Verdi llevó a cabo varios cambios en las melodías, motivo por el cual algunos editores han tenido dificultades para definir cuál es el repertorio definitivo de Falstaff. La primera grabación de la ópera data de 1932, y desde entonces existen varias grabaciones de estudio y en vivo. Algunos intérpretes comúnmente asociados con el protagonista homónimo son Victor Maurel, Mariano Stabile, Giuseppe Valdengo, Tito Gobbi, Geraint Evans, Bryn Terfel y Ambrogio Maestri.
En 1889 a Verdi le precedía una trayectoria de más de cincuenta años como compositor de óperas: si bien su repertorio incluía 27 óperas, solo una de ellas era comedia (Un giorno di regno) y se había estrenado en 1840, sin mucho éxito. Gioachino Rossini le comentó en algún momento que pese a que admiraba su trabajo, no consideraba que fuese capaz de escribir una comedia. Verdi rechazó esta percepción y respondió que él podría escribir una comedia pero nadie le habría de dar la oportunidad. Ciertamente algunas de sus óperas trágicas como Un baile de máscaras y La fuerza del destino incluían algunos segmentos cómicos.
A manera de inspiración para su próxima comedia, Verdi tomó en cuenta Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes, y las puestas en escena de Carlo Goldoni, Molière y Labiche, sin embargo ninguna encajaba con el concepto que buscaba. El cantante Victor Maurel le envió entonces un libreto francés inspirado en La fierecilla domada, de Shakespeare, el cual resultó del agrado de Verdi pero en su opinión “para lidiar apropiadamente con él necesitas a un Rossini o un Donizetti”. Tras el éxito de Otello, en 1887, Verdi comentó: “después de haber masacrado despiadadamente a tantos héroes y heroínas, por lo menos tengo el derecho de reír un poco”. De manera discreta, le confió su intención de escribir una comedia al autor de Otello, Arrigo Boito, que comenzó a trabajar en el libreto tomando como inspiración a Las alegres comadres de Windsor y Enrique IV. Varios compositores como Carl Ditters von Dittersdorf (1796), Antonio Salieri (1799), Michael William Balfe (1835) y Adolphe Adam (1856) habían intentado agregarle música a esta última producción, sin mucho éxito.
La primera representación de Falstaff tuvo lugar el 9 de febrero de 1893 en La Scala, Milán con gran éxito. El ilustre barítono francés Victor Maurel, que había creado el papel de Iago en la ópera previa de Verdi, Otello, cantó Falstaff en el estreno.
La reacción del conjunto de los espectadores fue muy favorable, renovando así Verdi su triunfo precedente, Otelo. El estreno tuvo lugar una semana después del éxito considerable la Manon Lescaut de Giacomo Puccini. La primera ópera consiguiente de un joven y prometedor compositor, de un romanticismo fogoso coincide con el canto del cisne firmado por un viejo maestro en plena posesión de sus medios. Así se ve en el mes de febrero de 1893 un "pasarse el testigo" entre el decano y el treintañero. Parte del público quedó confundido por la modernidad de la ópera que contrasta con el estilo más "simple" relativamente de las obras precedentes de Verdi. El hecho de que no hay arias de bravura y de números pudo crear un malestar entre la gente acostumbrada al bel canto más clásico. Los mayores elogios los obtuvo de la crítica. Los músicos suelen reconocer también la ópera como una obra maestra, haciendo especial hincapié en la modernidad, la perfección de la factura y la orquestación.
La primera representación en el extranjero tuvo lugar en Viena, el 21 de mayo de 1893.Gustav Mahler. En el Reino Unido, la ópera se presentó por vez primera en la Royal Opera House, Covent Garden el 19 de mayo de 1894 con Arturo Pessina en el rol titular, mientras que el estreno en los Estados Unidos fue en la Metropolitan Opera, Nueva York, el 4 de febrero de 1895 con Victor Maurel como Falstaff.
Hamburgo vio el primer Falstaff el 2 de enero de 1894, dirigida porLa ópera aún se representa con frecuencia por todo el mundo. En las estadísticas de Operabase aparece la n.º 24 de las cien óperas más representadas en el período 2005-2010, siendo la 14.ª en italiano y la sexta de Verdi, después de La Traviata, Rigoletto, Aida, Nabucco y El trovador.
La acción se desarrolla en Windsor, durante el reinado de Enrique IV, al comienzo del siglo XV, 1399 a 1413.
Escena 1:
Taberna de la Jarretera.
El anciano y corpulento Sir John Falstaff está rodeado por sus sirvientes, Bardolfo y Pistola, y la posadera. Llega el Dr. Caius y le acusa de robo, pero el excitado doctor pronto es expulsado. Falstaff entrega dos cartas a cada uno de los sirvientes para que se las lleve a dos bellas damas, casadas y ricas, la señora Alice Ford y la señora Meg Page. En estas dos cartas de amor, que resultan ser completamente idénticas, Falstaff profesa su amor por cada una de ellas, aunque es realmente el dinero de sus maridos lo que él ansía. Sus criados Bardolfo y Pistola lo rechazan, aduciendo que su "honor" les impide obedecerle. Falstaff responde irónicamente enfrentándose a sus honorables servidores y les grita (L'onore! Ladri! Voi state ligi all’onor vostro, voi! / "¡El honor! ¡Bandidos! Estáis ligados por vuestro honor...") y les manda fuera de su vista. Finalmente, Falstaff envía las cartas a través de un paje.
Escena 2:
Jardín de los Ford.
Alice y Meg han recibido las dos cartas idénticas de Falstaff, esta circunstancia les provoca desdén y gracia, por lo que, junto a la sirvienta Quickly y a Nannetta (la hija de Alice, enamorada del joven Fenton, pero comprometida por su padre con el pedante Doctor Cajus), deciden burlar al insolente caballero, tal que no le queden ganas de comportarse como ardiente seductor.
Por otro lado, el señor Ford y el doctor Cajus han sido informados por los sirvientes de Falstaff de las intenciones del patrón. Los tres desean vengarse. Encontrándose a solas por una vez, le sigue un breve dúo de amor entre Fenton (un empleado de Ford) y Nannetta. Las mujeres regresan a casa y le piden a la señora Quickly que invite a Falstaff a un encuentro con Alice. El hombre también llega a la escena, y Bardolfo y Pistola son persuadidos para presentar Ford a Falstaff, pero bajo un nombre falso.
Escena 1:
Taberna de la Jarretera.
Bardolfo y Pistola (ahora al servicio de Ford), fingen rogar el perdón por sus pasadas transgresiones, anuncian a su maestro la llegada de la señora Quickly, quien le da un mensaje de Alice: la dama ha recibido la carta y lo espera en su casa «entre las dos y las tres», la hora en la cual el marido está ausente. Ella también le da una respuesta por la señora Page y asegura a Falstaff que ninguna es consciente de la invitación de la otra. Falstaff celebra su próximo éxito (Va, vecchio John / "Ve, viejo John, sigue tu camino").
Luego que la señora Quickly ha partido, se presenta Ford, bajo el nombre falso de Señor Fontana, ofreciéndole dinero a Falstaff para que recurra a sus renombradas artes amatorias y conquiste a la señora Ford. Falstaff queda sorprendido por la petición, "Fontana" le dice que si la señora Ford ha perdido ya su virtud, accederá finalmente a entregarse también a él. Falstaff naturalmente acepta, seducido además por la oferta de una rica paga, y asegura al falso señor Fontana que en media hora, ni bien su marido haya salido de casa, Alice caerá entre sus brazos. Por lo tanto va a vestirse y a embellecerse para la cita romántica.
Mientras se viste en sus ropas más fastuosas, Ford se siente consumido por los celos (È sogno o realtà? / "¿Es un sueño o realidad?"), después decide irrumpir en su propia casa con sus hombres para sorprender a los adúlteros.
Escena 2:
Salón de casa de Ford.
Las tres mujeres traman su estrategia (Gaie Comari di Windsor / "Alegres comadres de Windsor, ¡ha llegado el momento!"). Nanetta también averigua que su padre planea casarla con el doctor Caius, pero todas las mujeres declaran que eso no ocurrirá. La señora Quickly anuncia la llegada de Falstaff, la señora Ford ha preparado con antelación una gran canasta. Los intentos de Falstaff de seducir a Alice con cuentos sobre sus glorias pasadas (Quand'ero paggio del Duca di Norfolk / "Cuando yo era paje del duque de Norfolk...") se ven cortadas en seco, en cuanto la señora Quickly avisa de la llegada del señor Ford.
Cuando el enojado Ford y sus amigos aparecen con la pretensión de pillar a Falstaff con las manos en la masa, se esconde primero detrás de una pantalla y luego las damas esconden al caballero en la canasta. Mientras tanto, Fenton y Nannetta se han escondido detrás de la pantalla. Al regresar de su búsqueda de Falstaff, los hombres oyen un beso detrás de la pantalla. En lugar de encontrarse con Falstaff, Ford descubre a su hija Nannetta besándose con Fenton. Ford le ordena que se vaya, y mientras tanto Falstaff se ha estado quejando de que él está sudando demasiado dentro de la canasta. Cuando los hombres de nuevo emprenden la búsqueda, las mujeres ordenan que tiren el canasto a una zanja, a través de la ventana, entre medio de las risas de todos los presentes.
Escena 1:.
Exterior de la taberna.
En un estado de ánimo sombrío, Falstaff maldice el lamentable estado del mundo. Sin embargo, un ponche caliente de vino y especias mejora su ánimo. Alice revela al marido la verdad y todos - varones y mujeres - se confabulan para jugarle a Falstaff una última y espectacular burla: la comadre Quickly acusa a los criados de lo que le había ocurrido y lo convence a encontrarse en una segunda cita con Alice y Meg, a medianoche, en el parque Herne's Oak, vestido como Herne el Cazador, esto es, el Cazador Negro. Aunque al principio duda, Falstaff promete ir. Entra en la casa con la señora Quickly, y los hombres y las mujeres planean su castigo.
En el reparto de roles, a Nannetta le toca la Reina de las hadas, y el padre pretende aprovecharse de la confusión para desposarla con el viejo Dr. Cajus; mientras explica en voz baja al doctor, indicándole también el traje que deberá usar, es oído por casualidad por Mrs. Quickly, que inmediatamente advierte a la joven.
Escena 2:
Herne's Oak en el parque de Windsor a medianoche, a la luz de la Luna.
Fenton llega al roble y canta sobre su felicidad (Dal labbro il canto estasiato vola / "De mis labios, sale volando mi canción de éxtasis") acabando con "Labios que son besados no pierden nada de su atractivo". Entra Nanetta para acabar el verso con "De hecho, lo renuevan, como la luna". Las mujeres llegan y disfrazan a Fenton como un monje, diciéndole que han arreglado las cosas de manera que harán fracasar los planes del doctor Caius. Nanetta, interepretando el papel de Reina de las Hadas, instruye a sus ayudantes (Sul fil d'un soffio etesio / "En brazos de una brisa fragante...") antes de que todos los personajes lleguen a escena..
Pero el encuentro galante de Falstaff con la señora Ford se ve interrumpida por el anuncio de que se acercan las brujas, y los hombres, que están disfrazados como elfos y hadas. Disfrazados de criaturas fantásticas, todos los habitantes de Windsor envuelven al seductor, mientras una ronda de hadas y duendes (los niños de Windsor) lo atormenta y lo incita a confesar sus pecados. Finalmente Falstaff reconoce al sirviente Bardolfo y comprende que ha sido engañado una vez más, pero reconoce que ha recibido lo que se merecía.
Ford anuncia que se va a llevar a cabo una boda (una segunda pareja "por coincidencia" pide que se les case en aquel momento también) y el doctor Caius se encuentra con que, en lugar de Nannetta, se ha casado con Bardolfo que está vestido con el mismo disfraz de Reina de las Hadas que Nanetta y Ford sin pretenderlo ha casado a Fenton y Nannetta. La ópera así finaliza con alegría: Ford se resigna y consiente el matrimonio de Nannetta y Fenton e invita a todos a una cena; y Falstaff, encantado con el hecho de no ser el único engañado, proclama en una fuga, que todo el mundo canta, la moraleja de la historia: «Todo en el mundo es burla» (Tutto nel mondo è burla... Tutti gabbati! / "Todo en el mundo es burla.. ¡Todos engañados!").
Verdi incluyó en la orquesta para Falstaff:
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