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Fernando Maristany y Guasch



¿Qué día cumple años Fernando Maristany y Guasch?

Fernando Maristany y Guasch cumple los años el 18 de marzo.


¿Qué día nació Fernando Maristany y Guasch?

Fernando Maristany y Guasch nació el día 18 de marzo de 924.


¿Cuántos años tiene Fernando Maristany y Guasch?

La edad actual es 1100 años. Fernando Maristany y Guasch cumplió 1100 años el 18 de marzo de este año.


¿De qué signo es Fernando Maristany y Guasch?

Fernando Maristany y Guasch es del signo de Piscis.


¿Dónde nació Fernando Maristany y Guasch?

Fernando Maristany y Guasch nació en Barcelona.


Fernando Maristany y Guasch (Barcelona, n. 1883 - f. 1924) fue un editor, poeta y traductor de poesía español. Era hermano del comediógrafo e industrial Alejandro Maristany y Guasch. Se casó con Matilde Mathieu y Prats, argentina bonaerense, de ascendencia francesa (el ingeniero Mathieu fue el colaborador más estrecho de Ferdinand de Lesseps), de una gran cultura, amiga de intelectuales y artistas, con quien tuvo dos hijos: Carlos y Clara. Carlos F. Maristany y Mathieu (1913-1985) fue el creador de la Editorial Zodiaco tras la Guerra Civil. La Editorial Zodiaco editó libros de gran calidad. Fue la primera editorial que publicó versión completa (sin recortes de la censura) de La vida de Pascual Duarte del Premio Nobel Camilo José Cela. También publicó a Sebastià Juan Arbó; tradujo a Iván Turgénev, Robert Louis Stevenson, etc. Carlos F. Maristany también fue un gran aficionado a la música contemporánea, organizando audiciones en el marco del ADLAN, primero, y el Club 49, después de la Guerra Civil; recibió en su casa a Arnold Schönberg (1931 y 1932); colabroró con Robert Gerhard y Joaquim Homs (Via Crucis, 1956).[1]

Fernando Maristany y Guasch pertenecía a una familia de tradición algodonera. Su padre, Francisco C. Maristany y Garriga (1849-1929) fue fundador y primer presidente del Centro Algodonero Nacional de Barcelona en 1903.[2]​ También urbanizó el paseo principal de Camprodón, Gerona, al pie de los Pirineos; una de las primeras urbanizaciones turísticas de España, que fue acabada hacia 1927. Esto hizo que una parte importante de la alta burguesía barcelonesa fuese a veranear a Camprodón, por lo que el Ayuntamiento le puso su nombre.

El semanario Mercurio Peruano, de Lima, Perú, el año 1919, haciendo referencia a la vida y obra de Fernando Maristany y Guasch, hace los siguientes comentarios:[3][4]

Estudió el bachillerato e ingeniería industrial en Barcelona, pero tuvo que abandonar estos estudios a causa de una larga y grave enfermedad por un crecimiento tardío. La enfermedad transformó su inicial afición al teatro, por la afición a la novela, luego por la filosofía y, finalmente por la poesía. A los 30 años (1913) publicó el primer volumen de su propia poesía con un título muy de la época En el azul, que retiró de la circulación, pues no estaba satisfecho con la obra. Como poeta, estaba adscrito al movimiento final del modernismo. Pero más que ser un poeta que traducía ocasionalmente poesía, se trata de un traductor de poesía que ocasionalmente escribía poesía.[5]

A esta obra le siguió en 1914 la primera de sus numerosas traducciones de antología. La revista L'Esquella de la Torratxa, de Barcelona, comentaba: «La publicación de un volumen de poesía lírica en el tiempo de guerra en Europa (I Guerra Mundial) indica un valor inconcevible por parte del abnegado autor y, cuando el volumen reúne juntos poetas procedentes de varios países en conflicto, el valor asume rasgos de heroísmo. Heroísmo y neutralidad.»[6]

Durante la I Guerra Mundial los intelectuales estaban muy divididos: los liberales y la izquierda estaban a favor de los aliados (Imperio Británico, Francia y Estados Unidos); el ejército y la derecha estaban a favor de Alemania, el Imperio austrohúngaro y el Imperio Turco. Una antología poética incluyendo textos ingleses, franceses y alemanes podía ser considerada en ese momento como una declaración de a-política por parte del autor. No obstante, al final de la guerra se inclinó más por el bando de los vencedores, publicando antologías de poesía francesa e inglesa. En esta última pone al descubierto que, a pesar de las virtudes de la neutralidad, «de todos los parnasos extranjeros, el inglés es el más cercano a nuestro espíritu. (...) Se olvida con frecuencia que (la traducción de poesía extranjera) es el camino por el que voces y formas de otros pueblos entran en nuestra poesía, y que, en el reino del intelecto, no hay conquista estéril. Uno se debe alegrar de la victoria de capturar un determinado pensamiento en estrictas palabras.»[6]

De la primera antología de traducciones de poesía francesa se vendieron 16.000 ejemplares en tres ediciones. La antología de poesía inglesa tuvo dos ediciones. Las demás antologías no tuvieron tanto éxito. En aquella época faltaba un medio adecuado para la difusión de la poesía, dado que la clase media en España era muy reducida y donde había más era en Cataluña, donde por entonces se fomentaba la poesía en catalán y no en español.[6]

Todavía joven se retiró a su masía de San Pedro de Ribas, lindante con Sitges, conocida por El Mur. Entre 1916 y 1920, tradujo y publicó la mayor parte de sus antologías poéticas, a un ritmo de una antología cada seis meses.[6]

En 1919-1920, volvió a publicar una versión muy corregida de los versos de En el azul que retiró en 1913. En 1920, decidió acabar su retiro en el campo y volver a la ciudad, convenciendo a Vicente Clavel y Andrés, su amigo y editor en Valencia, a abrir una oficina en Barcelona y cederle el control literario de la editorial.[7]​ De esta manera, se convirtió en el director literario de la Editorial Cervantes.[6]

En su calidad de editor literario publicó una serie de volúmenes monográficos de traducciones de diversos poetas. Uno de estos volúmenes recogió sus versiones en español de la poesía de Teixeira de Pascoaes. En 1921, dejó momentáneamente la traducción para publicar una antología de poesía española.

Editó numerosas traducciones al español de los poetas clásicos de las literaturas europeas, entre las que figuran antologías de Heine, Leopardi y Goethe. Como poeta escribió colecciones de poemas en verso (La dicha y el dolor; 1920) y en prosa (Gusano de luz; 1923).[6]​ Su poesía fue objeto de estudio por parte de Alfonso Masseras que se incluyó en la traducción francesa de la poesía de Fernando Maristany. En este estudio se hace referencia a otras traducciones al inglés, portugués, italiano y armenio, aunque no se está seguro de que fuesen finalmente publicadas.

Sobre su persona, una crítica reproducida de El Día Gráfico, de Barcelona, que figura al final de su antología de poesía inglesa, dice que «Él es muy del siglo XX, muy gentleman, muy diferente de la burguesía catalana que le rodea. Don Fernando —no sabríamos llamarle de otra manera— es un hombre elegante en su porte y manera, y en sus obras. No es ciertamente elegante a la manera chillona y snob, producto de nuestras latitudes. Nuestro don Fernando tiene mucho de lord. (...) Don Fernanado pertenece al grupo de los selectos, un grupo que, si es raro entre los hombres de letras, es casi inexistente entre las clases adineradas que ocupan su tiempo libre con novelas de dudoso gusto.»[6]

En la misma antología de poesía inglesa figura una crítica aparecida en La Tribuna, de Madrid, que dice: «Don Fernando Maristany —el caballero del monóculo— es el gentleman que ha sabido extractar lo que hay de divino en el ocio que le brinda su posición social. (...) Don Fernando pasa por los salones. Sólo pasa. Pasa por Barcelona, pasa por Madrid... En Barcelona tiene su residencia; pero la residencia efectiva, la que llena su vida (...) es la finca El Mur en San Pedro de Ribas. (...) La labor de Maristany puede calificarse de perfecta dentro de la relatividad de la perfección...»

Para Fernando Maristany, la traducción no era una forma de infiltración destinada a corregir su propia cultura, sino la conquista de las ideas extranjeras. Para él, las batallas públicas también podían lucharse y vencerse en el espacio privado del traductor. No traducía solo por placer, sino que iba más allá, es decir, a popularizar la poesía extranjera en un ámbito superior: España, Portugal e Iberoamérica; quería renovar la poesía lírica de todo este ámbito cultural.[6]

Aunque reconocía la especificidad de la cultura catalana, reconocía los estrechos vínculos existentes entre los pueblos ibéricos. Según él, en una Cataluña grande había que poder escribir también en español. Él era un iberista convencido que reconocía la realidad del país tal como era. Frente al centralismo provinciano, quería poner en práctica una acción afirmativa a favor de los autores de la periferia ibérica, de los nuevos autores de iberoamérica y de los representantes de las pequeñas culturas fronterizas (Armenia, Valonia, etc.). Su Circulo tenía varios núcleos: Barcelona (Ignasi Ribera i Rovira, Vicente Clavel y Andrés, Manuel de Montoliu y de Togores, Salvador Albert, Agustí Calvet i Pascual Gaziel, Alfons Maseras i Galtés y Francesc Mirabent i Vilaplana); los iberistas de Madrid (Adolfo Bonilla y San Martín, Andrés González Blanco, Enrique Díez-Canedo y Valentín de Pedro); los autores de la Renascença Portuguesa (Teixeira de Pascoaes, Leonardo Coimbra y Angelo de Morais); y, finalmente, diversos autores repartidos por todo el mundo, procedentes de culturas minoritarias (Rudolf Jan Slaby, de Checoslovaquia; Mario Garea, de Italia; Eduardo Carrasquilla-Mallarino, de Colombia; Rafael Lozano, de Méjico pero que vivía en París; Hrand Nazariantz, de Armenia, que fue nominado para el Premio Nobel.).[7]

Fernando Maristany fue uno de los traductores más prolíficos de su época y publicó, siguiendo el modelo inglés, las siguientes antologías de poesía extranjera:





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