Fernando de Castilla (1225-1248)

Fernando de Castilla (Cuenca, 1225-Sevilla, 1248). Infante de Castilla, hijo de Fernando III de Castilla y de su primera esposa, Beatriz de Suabia. Falleció en 1248 durante el sitio de Sevilla, ciudad que acabaría capitulando ante los ejércitos de su padre aquel mismo año.

Hijo de Fernando III, rey de Castilla, y de su primera esposa, Beatriz de Suabia, era por parte paterna nieto de Alfonso IX de León y de Berenguela, reina de Castilla, que renunció al trono que había recibido por la muerte de su hermano, Enrique I de Castilla, siendo ambos hermanos hijos del rey Alfonso VIII de Castilla. Por parte materna era nieto de Felipe de Suabia, rey de Romanos y duque de Suabia, y de Irene Ángelo, hija de Isaac II Ángelo, emperador del Imperio Romano de Oriente. Fueron sus hermanos, entre otros, Alfonso X de Castilla, Fadrique de Castilla, ejecutado en 1277 por orden de su hermano Alfonso X, y Manuel de Castilla, padre de Don Juan Manuel.

Tuvo un hijo natural llamado Alfón Fernández, a quien su tío, el rey Alfonso X de Castilla, llama nuestro sobrino y nuestro consegero en el codicilio que otorgó el monarca el 22 de enero de 1284.^[1]​

Falleció durante la conquista de Sevilla, el mismo año en que esta ciudad capituló ante los ejércitos de Fernando III de Castilla,^[2]​aunque algunas fuentes señalan que pudo haber vivido hasta el año 1255.^[3]​

Se desconoce la situación de su sepultura. En la capilla de Belén del Convento de Santa Fe de Toledo se conserva un sepulcro que la tradición atribuyó en el pasado al infante Fernando.^[4]​ Así lo afirmaba Enrique Flórez en su obra Memorias de las Reynas Catholicas (1761),^[5]​ aunque también existen autores como Diego Ortiz de Zúñiga quien, ya en 1677 dudaba de la veracidad de esta interpretación.^[6]​

Sobre el sepulcro está colocado un bajorrelieve de mármol que representa a un caballero yacente. El epitafio aparece grabado en caracteres góticos sobre una lápida blanca. La inscripción en caracteres góticos es la siguiente:^[a]​

Los autores modernos niegan que la citada sepultura se referiera a Fernando de Castilla, ya que, de ser así, en la inscripción anterior aparecería como hijo del rey Fernando III y no con el patronímico Petri, «Pérez» («hijo de Pedro»).^[4]​ De la misma forma, la fecha de la muerte que figura en el epitafio tampoco coincide con la generalmente aceptada para Fernando de Castilla.^[7]​ Por tanto, si bien la filiación de Fernando Pérez es controvertida, ha quedado descartada la posibilidad de que se trate del infante Fernando, hijo de Fernando III. Entre las diferentes hipótesis que barajan los autores modernos, se encuentra que Fernando Pérez fuera nieto bastardo de Fernando III como hijo de un infante llamado Pedro^[8]​^[9]​ (teoría puesta en duda por Faustino Menéndez Pidal)^[9]​ o que se trate de un maestre de la Orden de Calatrava.^[9]​

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