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Francisco Cardama



Astilleros Cardama

Astilleros y Varaderos Francisco Cardama S.A. (Cardama Shipyard) es un astillero español, sus instalaciones se encuentran situadas en el barrio de Bouzas (Vigo),[2]​ iniciándose en el año 1916 en las actividades de diseño, construcción, reparación y transformación de buques en acero, así como también de todo tipo de estructuras flotantes en general. Actividad que la empresa continúa desarrollando en la actualidad.

Los orígenes del astillero se remontan a los tiempos en que su fundador, Francisco Cardama Godoy, trabajaba en el astillero de su padre José Cardama en el barrio vigués de Guixar, situado en la parroquia de Teis. Entre otras actividades, la atarazana realizó durante esos años diversos trabajos como subcontrata para el astillero Viuda e Hijos de J. Barreras.

En el año 1916 es cuando Francisco Cardama abandona el astillero familiar y funda el suyo propio con el objetivo de expandir su actividad, el nuevo astillero comienza a funcionar gracias a una concesión por parte del Ayuntamiento de Vigo, en la que otorgó a la empresa un permiso para la construcción de unos galpones cubiertos, lo que permite a la factoría la construcción y reparación de buques de madera bajo techo y la fabricación de pinturas.[3][4]​ Al margen de dirigir su propio astillero, Francisco Cardama estableció en el año 1923 otra nueva sociedad junto con Manuel Sanjurjo,[5]​ hijo del industrial e inventor fallecido un año antes, Antonio Sanjurjo Badía.[5]​ Además en esos años también dirigió hasta finales de la década el varadero la Industriosa, propiedad de la familia de su entonces socio Manuel Sanjurjo.

En sus primeros años el astillero tiene como principal actividad la construcción y reparación de buques de madera, así como la fabricación de pintura, principalmente para uso propio. Posteriormente, el 18 de junio de 1932, Francisco Cardama Godoy funda una sociedad anónima con el nombre de Francisco Cardama S.A.

En estas décadas la empresa continuó con la construcción de buques de madera, además también se inicia en la reparación de buques de acero, principalmente pesqueros. Compaginando ambas actividades hasta enero del año 1978, que es cuando tiene lugar la botadura del último buque de madera construido por la atarazana.

En estos años y con la aparición en las décadas anteriores de nuevos materiales empleados en la construcción naval como el acero remachado o el acero soldado, supusieron que Astilleros Francisco Cardama S.A. tuviese que adaptarse a las nuevas demandas marcadas en el sector, por lo que realizó importantes inversiones tanto en maquinaria como en innovación, así como el desarrollo de una cultura de actualización constante de tecnología, con el objetivo de satisfacer a las nuevas necesidades de los armadores.

Comenzando el siglo XXI, en el año 2000, la empresa se fusiona con su astillero vecino Asgalo, el resultado de esa fusión es la sociedad existente hoy en día, Astilleros y Varaderos Francisco Cardama S.A. A partir de ese año el astillero relanza su actividad de constructor de nuevas embarcaciones, produciéndose la primera botadura de esta nueva etapa en diciembre del año 2000, un buque arrastrero tangonero encargado por un armador venezolano. En 2001, apenas un año después, se produce la botadura del remolcador Charuca Silveira, uno de los buques más activos durante la catástrofe del Prestige.

En ese mismo año el astillero implanta en su oficina técnica un departamento de I+D+i, enfocado a la innovación e investigación. Como resultado de estas políticas empresariales de investigación, ya en el año 2013 la empresa inicia un proyecto conjunto (Proyecto Magallanes) con las empresas Magallanes Renovables de Redondela y CNV Naval Architects de Vigo,[6]​ con el objetivo de construir una plataforma marina (trimarán) de 42 metros de eslora, 25 metros de manga, 25 metros de calado y 350 toneladas de peso. Destinada a la generación de energía a partir de las corrientes marinas. Siendo la primera vez que el astillero participa en un proyecto relacionado con las energías renovables, los trabajos para la construcción del trimarán se iniciaron en abril del año 2014 y remataron en el año 2015.[6]​ Finalmente en el año 2017, la empresa rompe su cooperación con Mallaganes Renovables y abandona definitivamente el proyecto debido a diferencias con los técnicos de la empresa redondelana surgidas durante la construcción y puesta en marcha del prototipo.[7]

A mediados del año 2014 el Ayuntamiento de Vigo le encarga al astillero los trabajos de rehabilitación del histórico arrastrero Bernardo Alfageme y su posterior instalación en una rotonda del barrio vigués de Coya,[8]​ la cual se realizó en febrero de 2015. Además durante ese mismo año la empresa fue víctima de un caso de espionaje industrial por parte de una empresa de ingeniería naval con sede en Madrid, la cual difundió en la red social Facebook varios diseños de embarcaciones realizados por el astillero, haciéndolos pasar como propios. Ante esta situación la empresa presentó una demanda ante el Juzgado de lo Mercantil contra aquella empresa, litigio que el astillero ganó dos ocasiones, en primera instancia y en apelación.[9]

A principios de 2016 y coincidiendo con su centenario, la empresa se adjudica diversos contratos encargados por armadores de Marruecos, Senegal e Irak.[10]​ Estos contratos consolidaron a Astilleros Cardama S.A. como un referente entre los astilleros españoles en la construcción de remolcadores y modernos buques especializados en salvamento y vigilancia marítima.

En los años posteriores la principal actividad de la factoría gallega fue la realización de diversos proyectos de reformas navales y transformación de buques, como fue el caso de la reparación del Hidria Segundo, el único buque de vapor conservado en España.[11][12]​ Asimismo la empresa participó en otros proyectos no relacionados con la construcción naval, entre ellos destaca su participación en el proyecto Peiraos do Solpor, promovido por la Autoridad Portuaria de Vigo,[13]​ la tarea de Cardama Shipyard fue el diseño y construcción de visores submarinos flotantes.[14]

Astilleros y varaderos Francisco Cardama S.A. dispone de diversas instalaciones situadas en Bouzas (Vigo), entre las que destacan 6 vías de varadero destinadas a la construcción y reparación con capacidad máxima para buques de 105 metros de eslora y 14,60 metros de manga. Además el astillero también dispone en sus instalaciones de un muelle de reparaciones propio de 80 metros de longitud.

La principal actividad de Astilleros Cardama es la construcción de buques de gran tonelaje en acero. Construyendo principalmente los siguientes tipos de barcos: buques escuela, dragas, mercantes, oceanográficos, patrulleras, pesqueros (arrastreros, cerqueros y palangreros), pontonas, remolcadores, etcétera.

La atarazana gallega también realiza labores de reparación y transformación de embarcaciones,[15]​ ya que cuenta con gradas destinadas a la varada de buques en donde se realizan diversos trabajos, como por ejemplo: pintado, chorreado, calderería, mecánica, tubería, carpintería, alargamientos, etcétera.

Otra de las actividades de la empresa al margen de las anteriormente citadas es el desguace de buques.[16]

El astillero actualmente está en posesión de los siguientes certificados de calidad: ISO 9001 (diseño, construcción, reparación y transformación de buques y artefactos flotantes), la ISO 14001 de medioambiente y la ISO 18001 OSHAS sobre prevención de riesgos laborables.

Actualmente el 100% del accionariado de la empresa es de capital privado y está dividido de la siguiente manera:[20]

A lo largo de sus más de 100 años de historia Astilleros y Varaderos Francisco Cardama ha construido más de 200 buques,[21][22]​ entre los que se pueden citar los siguientes:



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