Cruz Laureada de San Fernando
Medalla Militar Individual (título póstumo)
Medalla Militar Colectiva (5)
Cruz de María Cristina
Cruz del Mérito Militar
Joaquín García-Morato y Castaño (Melilla, 4 de mayo de 1904 - Griñón, Madrid, 4 de abril de 1939) fue un militar y aviador español que participó en la Guerra Civil en el bando nacional. Está considerado como el máximo as de la aviación española hasta la fecha. En 1950 se le concedió, a título póstumo, el título de conde del Jarama.
Joaquín García-Morato y Castaño era hijo del comandante de Infantería José García-Morato Cánovas. Ingresó a los 16 años en la Academia de Infantería de Toledo y tras ser ascendido al empleo de alférez de Infantería, fue destinado al Protectorado de Marruecos. El 24 de diciembre de 1924 su padre desapareció en acción de guerra en Marruecos.
En el año 1925, siendo teniente de Infantería, solicitó hacer el curso de Piloto militar de avión, y tras finalizar el curso, regresó destinado a Marruecos como piloto en el Grupo de Melilla, tomando parte en numerosas acciones de guerra.
Una vez finalizada la Guerra de Marruecos en 1927, realizó el curso de piloto de hidroaviones, siendo después destinado a la base de hidroaviones de Base Aeronaval El Atalayón, donde sufriría un grave accidente de vuelo el 24 de octubre de 1928. Estando ingresado en el Hospital Militar de Carabanchel (el actual Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla) recuperándose de sus heridas, el 21 de febrero de 1929 ingresan gravemente herido a su hermano, el teniente de Infantería Antonio García-Morato, que servía como observador en aviación y que era alumno en la Escuela de Transformación de Guadalajara, realizando el curso de piloto. Se había estrellado durante un vuelo de entrenamiento y murió a consecuencia de sus heridas el 1 de marzo de 1929.
Casi un año después, recuperado de sus graves heridas vuelve al servicio activo, realizando el curso de Observador y el curso de Combate y Bombardeo en la Base Aérea de Los Alcázares. En 1930 es designado profesor en la Escuela de Transformación de Guadalajara, y al año siguiente pasaría destinado como profesor a la Escuela de pilotos de Alcalá de Henares.
Tras proclamarse la Segunda República, sería dado de baja en el arma de Aviación y sería destinado al Batallón de Infantería de Montaña, Estella N.º 4. Destinado a Aviación de nuevo un tiempo después, fue a la Escuela de Guadalajara como profesor de vuelo. En 1935 asciende a capitán y es destinado al Ministerio de la Gobernación, y de allí como profesor a la Escuela de Vuelo y Combate, publicando por esas fechas dos libros: "Vuelo sin visibilidad exterior" y "Acrobacia Aérea". Como experto piloto acrobático era frecuentemente invitado a participar en concursos y festivales aeronáuticos.
Estando en una exhibición aérea en Inglaterra, el 18 de julio de 1936 lo sorprende el Golpe de Estado, regresando a España, incorporándose al ejército rebelde, a primeros de agosto. Pasó a realizar misiones de caza en el Frente de Andalucía el mismo mes de agosto. Reclamó su primer derribo el 12 de agosto, un Vickers Vildebeest que cayó sobre Antequera (Málaga). El 18 de agosto reclamó otros dos derribos y el 2 de septiembre el 4º.
En septiembre empezó a volar el Fiat CR.32, avión con el que volaría durante el resto de la guerra, alcanzando el 11 de septiembre su 5ª victoria, siendo el primer piloto español en alcanzar los cinco derribos. Continuó derribando aparatos a lo largo de los meses siguientes. En diciembre de 1936, creó la Patrulla Azul, al poder disponer en exclusiva de tres Fiat CR-32, pudiendo operar de forma autónoma en unión de los pilotos Narciso Bermúdez de Castro y Julio Salvador Díaz-Benjumea.
En febrero de 1937, en plena Batalla del Jarama, la aviación de caza italiana se negó a escoltar a los grupos de bombardeo nacionales dotados de aviones Ju-52 tras las líneas republicanas, debido a las muchas bajas que estaban sufriendo. Debido a esto, el 16 de febrero fue derribado el Ju-52 pilotado por el capitán José Calderón Gaztelu, el cual ordenó a su grupo que cumplieran su misión con escolta o sin ella ("mañana bombardearemos caiga quien caiga"). Por esta acción, el Capitán Calderón Gaztelu recibió la Cruz Laureada de San Fernando, a título individual póstumo, el 14 de enero de 1948 (última Laureada individual concedida por la guerra civil).
Llamado Morato a Salamanca por el jefe de la aviación del bando nacional, el general Alfredo Kindelán, este le ordenó que se incorporara con su patrulla a una escuadrilla de la caza italiana para proteger a los bombarderos nacionales. El 18 de febrero de 1937, durante un servicio de protección de bombarderos, los cazas italianos, al llegar a la línea del frente, se negaron a proteger a los bombarderos sobre el territorio fuera del control de los nacionales.
A pesar de no ser escoltados, los bombarderos continuaron el vuelo y tras pasar la línea del frente fueron atacados por más de 30 cazas de la Fuerza Aérea Republicana. García-Morato se lanzó con su patrulla (tres aviones) a proteger a sus bombarderos. Tras unos minutos de incertidumbre y viendo en el aprieto que se encontraban los cazas nacionales, el piloto italiano capitán Nobille desobedeció la orden de no cruzar la línea del frente y salió en su ayuda, siendo seguido por el resto de la escuadrilla italiana. Por esta acción, Joaquín García-Morato sería recompensado por el gobierno nacional con su máxima condecoración militar, la Cruz Laureada de San Fernando, a título individual.
El 25 de febrero sería habilitado para Comandante de Aviación, es decir, era aún capitán, pero podía ejercer las funciones de un Comandante. En abril de 1937, la Patrulla Azul se convirtió en la Escuadrilla de Caza 1-E-3 mandada por García-Morato. Pocas semanas después se creó otra Escuadrilla de Caza, la 2-E-3, bajo el mando del Capitán Ángel Salas Larrazábal, y la unidad pasó a denominarse entonces 2-G-3, Grupo de Caza, que se puso bajo el mando de García-Morato. En septiembre de 1937 cede el mando de la 2-G-3 a Ángel Salas Larrazábal y él es destinado a Italia en misión oficial.
En diciembre de 1937, al recibir 23 nuevos Fiat CR.32, que le proporcionaban enorme superioridad frente a la gran mayoría de aviones republicanos lo cual explica sus 40 derribos (no contrastados) se forma la tercera escuadrilla del grupo de caza, la 3-E-3, y poco después al formarse la 4-E-3, se unen ambas escuadrillas en un nuevo Grupo de Caza, el 3-G-3, el Segundo Grupo de Caza compuesto con la 3-E-3 y la 4-E-3, poniendo este segundo Grupo bajo el mando de José Ibarra Montís. A finales de 1937, se crea la I Brigada Aérea Hispana, formada por tres Escuadras de bombarderos y una de cazas. La Escuadra de Caza estaba bajo el mando de García-Morato y estaba compuesta por los dos grupos de Fiats, el 2-G-3 y el 3-G-3.
A lo largo de 1938, ambos grupos pasaron de tener dos escuadrillas cada uno a tres escuadrillas, participando en todas las batallas importantes acaecidas en 1938, en las que Morato seguía acumulando derribos, hasta convertirse en el piloto con más derribos de la Guerra Civil Española. En julio de 1938, Joaquín recibe una buena noticia, sus hermanos Vicente y Ricardo García-Morato, de los cuales no sabía nada desde 1936, había conseguido huir de la zona republicana y se habían pasado a la zona Nacional. Pocos días después Ricardo, que estudiaba en la Universidad de Madrid antes de estallar la guerra, era seleccionado por mediación de Joaquín por la Jefatura del Aire para realizar el curso de Piloto de Aeroplano, y Vicente, que era alumno de 4.º curso de Medicina, era reclamado para servir como Médico en el servicio de Sanidad de Aviación.
En abril de 1939, finalizada la guerra, Joaquín García-Morato había derribado 40 aviones enemigos comprobados y 13 probables, había realizado 1.012,23 horas de vuelo, participado en 511 misiones de guerra y luchado en de 144 combates aéreos y 122 ametrallamientos.
El 4 de abril de 1939, falleció como resultado de un accidente mientras efectuaba una exhibición, para la realización de una película de guerra, en el Aeródromo de Griñón con su famoso avión 3-51. La exhibición consistía en un combate aéreo simulado entre el Fiat CR-32 de Morato y un Messerschmitt Bf 109, contra un Polikarpov I-16 capturado.
Como cuenta en sus memorias póstumas en el libro "Guerra en el Aire":
El avión se estrelló de panza unos metros antes de llegar al campo, produciéndole la muere en el acto, antes de cumplir los 35 años de edad, con el empleo de comandante habilitado, desempeñando el puesto de teniente coronel.
La casualidad quiso que ese mismo día su gran amigo, el piloto José Ibarra Montís, muriera al estrellarse a bordo de un Dornier Do-17 de bombardeo. Pocos días después, el ataúd con sus restos mortales recorrió España, siendo homenajeado en multitud de poblaciones, hasta recalar en Málaga, donde sería enterrado en la Iglesia del Carmen. Estaba casado y tenía 4 hijas.
El 2 de agosto de 1939, sólo cuatro meses después de la muerte de Joaquín, un avión de bombardeo Heinkel 111, con tres aviadores en su interior, se estrellaba en la provincia de Málaga, muriendo sus ocupantes. Uno de ellos era su hermano, Ricardo García-Morato y Castaño, que a pesar de ser piloto de caza, en esta ocasión viajaba como pasajero.
Actualmente una calle de Torralba de Oropesa, en la provincia de Toledo, y un Instituto de Educación Secundaria de Madrid llevan su nombre. La calle de Santa Engracia, en Madrid, se llamó de Joaquín García-Morato durante el franquismo.
En Utrera, Sevilla podemos encontrar la calle Joaquín Garcia Morato en su memoria.
En Huelva la actual calle Médico Luis Buendía, se llamó anteriormente Aviador García Morato.
En Albox (Almería), la calle Rulador se llamó calle García Morato durante el franquismo.
En Sevilla, la actual Ciudad Sanitaria Virgen del Rocío, se llamaba anteriormente "Hospital García Morato".
En Logroño existió hasta 2020 una calle llamada "García Morato", entre las Calles República Argentina y la Calle San Antón, denominada ahora Calle Pilar Salarrullana.
En Maliaño (Cantabria) existe la calle de García Morato (barrio construido por la obra F.Franco)
El 4 de octubre de 2018, el Ayuntamiento de Alicante ha asignado a la antigua calle García Morato el nombre de José Gutiérrez "Petén", famoso pintor acuarelista alicantino a petición de los vecinos que rechazaron el nombre de Miquel Grau.
Recientemente, en 2020, el Ayuntamiento de Villanueva del Pardillo (Madrid) cambió el nombre de la calle García-Morato por la de Adolfo Suárez. Dicha acción tuvo el apoyo del Partido Popular de la localidad.
En Bailén (Jaén), la calle García-Morato pasó a llamarse Calle Carpinterías.
En Mengíbar (Jaén), la calle García-Morato recuperó su antiguo nombre de Calle Alta.
En Écija (Sevilla), el colegio de "detrás de la Plaza" fue denominado Colegio Nacional García-Morato desde su creación en 1969, pasando a ser posteriormente Colegio Público García Morato y, desde 2003, C.E.I.P. Astigi.
En Málaga, el Aeropuerto de Málaga-Costa del Sol se sitúa en una dirección con su nombre, la Avda. del Comandante García Morato
En Antequera, la actual calle Francisco de Roa (guerrillero en la Guerra de la Independencia Española), se llamó calle García Morato hasta 2017.
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