García Ruiz de la Mota, personalidad burgalesa del siglo XVI y hermano del célebre obispo palentino Pedro Ruiz de la Mota.
Hijo de Juan Alonso de la Mota y Catalina de Lalo y Orense, asumió como alcalde mayor de Burgos el 12 de abril de 1511, gracias a la renuncia que en él efectuó su padre Juan. Ejerció este cargo hasta el 15 de noviembre de 1544, cuando lo dimitió en favor de su hijo Pedro. Fue comendador de Montijo por la Orden de Santiago, señor del lugar de Otero de Guardo y en 1524 primer patrón de la capilla de San Nicolás de Tolentino en el Monasterio de San Agustín de Burgos.
Casó con Catalina de Lerma, con quien tuvo una hija y un hijo, Pedro.
En enero de 1520, García Ruiz de la Mota fue el encargado de traer a Burgos una licencia real para echar sisa, cuyo importe serviría para pagar los gastos que ocasionarían el futuro recibimiento de Carlos I en la ciudad.
Este recibimiento tuvo lugar, efectivamente, en la tarde del 19 de febrero de 1520. El monarca juró en manos de Juan Zumel que respetaría los privilegios, buenos usos y costumbres de Burgos, y luego García Ruiz de la Mota le dijo que agradecía a Dios por el bien que había hecho con su venida y le suplicó que se sintiese a gusto «como en ciudad que tanto bien le venía de su bienaventurada venida».
En 1520 Mota fue elegido procurador de Burgos para las Cortes de Santiago y La Coruña, junto con Juan Pérez de Cartagena, pero sin que hubiesen resultado sus pedidos al rey para que la reunión tuviese lugar en Burgos.
En estas Cortes se enfrentó verbalmente al conde de Villalba, que pedía diputados propios para el reino de Galicia, y aprobó en la sesión inaugural del 31 de marzo el discurso de su hermano Pedro Ruiz de la Mota, declarando que votaba el servicio pedido por considerarlo justo y necesario. Como recompensa, el 17 de mayo recibió del Consejo Real una merced de 600 ducados de oro (para casar a una hija suya) y el día 30 la autorización para renunciar su oficio de alcalde mayor en quien quisiese.
El 10 de junio, en el contexto de las revueltas antifiscales que dieron lugar al movimiento comunero, una multitud destruyó su palacio en Burgos, incendiando todos sus bienes e incluso una gran parte de los archivos del Estado almacenados en él. También fue nombrado alcaide del castillo de Magaz, desde el cual, en septiembre, se dedicó a impedir el aprovisionamiento de Palencia apoderándose de los bastimentos que llegaban a la ciudad, en represalia por la destrucción de la fortaleza episcopal de Villamuriel.
En la madrugada del 23 de enero de 1521 García Ruiz de la Mota defendió eficazmente el castillo de Magaz del ataque orquestado por el obispo comunero Antonio de Acuña, que finalmente se contentó con saquear a población. Cuando el capitán Sant Román volvía a Palencia tras dar alcance a las fuerzas de Acuña y repartirse el botín de cabezas de ganado, Mota sacó al encuentro cinco caballeros, siete escopeteros y tres piqueros, capitaneados por Juan de Almotar. Estos recuperaron el ganado, capturaron a dos de los palentinos, mataron otros tres, e hirieron al resto. El alcaide de Magaz también pretendió ahorcar a uno de los prisioneros, que resultó ser el regidor Pedro de Haro, pero prefirió esperar la respuesta del Condestable. Sus andadas por la comarca debieron ser importantes, pues el 17 de febrero el concejo comunero de Palencia decidió elevar a la Santa Junta —supremo órgano político, militar y administrativo de los comuneros— cinco peticiones, y entre ellas, que se pusiese fin a las mismas.
Años más tarde, García Ruíz de la Mota reclamó a Burgos la suma de 500 millones de maravedíes por las destrucciones infringidas a su palacio, durante las revueltas de junio de 1520. También acudió a la justicia para pedir un pesquisa de los daños sufridos por los vecinos de la villa de Magaz, de parte de los rebeldes de Palencia, Dueñas y Torquemada. Para esta tarea fue comisionado el licenciado Montiel, que el 16 de noviembre de 1521 recibió una prorrogación del plazo perentorio para llevar a cabo su investigación.
García Ruiz de la Mota fue, además, el encargado de gestionar una pesquisa sobre la destrucción de Villamuriel y el soto de Santillana, en representación de su hermano el obispo palentino, Pedro Ruiz de la Mota. De hecho, el 27 de junio de 1522 el deán y cabildo de Palencia fueron elegidos para negociar con él la personalidad del pesquisidor que se quería traer a la ciudad.
García Ruiz de la Mota murió hacia 1544-1545, tras renunciar el oficio de alcalde mayor en su hijo Pedro Ruiz de la Mota. Al igual que el obispo su hermano, fue enterrado en el Monasterio de San Agustín de Burgos, en un sepulcro de 1, 40 metros de alto, 2, 20 de largo y 0, 80 de ancho.
Escribe un comentario o lo que quieras sobre García Ruiz de la Mota (directo, no tienes que registrarte)
Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)