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Giacinto Scelsi



Giacinto Maria Scelsi [dʒaˈtʃinto ˈʃɛlsi] (La Spezia, 8 de enero de 1905Roma, 9 de agosto de 1988), conde de Ayala Valva, fue un compositor italiano y poeta en lengua francesa. Sus obras musicales más características se basan fundamentalmente en una sola nota, alterada por el tratamiento de sus armónicos y por medio de inflexiones microtonales, tímbricas, dinámicas, de volumen, de densidad, de tempo o de octava. Fue el precursor del espectralismo.

Nacido en La Spezia, en una familia de la nobleza italiana con raíces españolas por parte de su madre, la marquesa Giovanna d'Ayala Valva, Scelsi recibió en compañía de su hermana Isabella, una educación particular, que él mismo calificó de «medieval». Sus lecciones de música fueron todas en cursos particulares, primero con Giacinto Sallustio en Roma, y luego con Walter Klein, un discípulo de Arnold Schönberg, en Viena. Se convirtió en uno de los primeros adeptos del dodecafonismo en Italia y se interesó igualmente en las teorías de Scriabin. Pasó temporadas frecuentemente en Suiza y en Francia (Scelsi entendía muy bien la lengua, al punto de escribir poemas en francés), donde hizo amistad con Jean Cocteau, Norman Douglas, Mimì Franchetti y Virginia Woolf. El estreno en 1931 de Rotative bajo la dirección de Pierre Monteux en la Sala Pleyel atrajo la atención sobre el joven compositor. De regreso a Roma en 1937, organizó, con sus propios fondos, conciertos de música contemporánea en colaboración con el compositor Goffredo Petrassi, en los que se interpretaron obras de Stravinski, Kodály, Shostakovich, Schönberg y Hindemith, en ese momento poco conocidos en Italia.

En 1940 se refugió en Suiza, donde se casó con Dorothy-Kate Ramdsen.[1]​ Su actividad artística, fuese como poeta o compositor, fue intensa. El pianista Nikita Magaloff estrenó muchas de sus obras. En 1945, acabada la guerra, retornó de nuevo a Roma. A finales de los años 1940, sufrió una profunda crisis moral que le llevó a cuestionar todas sus composiciones anteriores, incluso las propias nociones de composición y autor en favor de la improvisación. Por ello llevó mal el estreno en París, en 1949, de su Quatuor à cordes y del oratorio La naissance du verbe, dirigidos por Roger Désormière. Durante un internamiento en un hospital psiquiátrico, no tocó al piano más que una única nota (un la bemol) del que exploró todas las posibilidades sonoras con los armónicos provocados por las vibraciones por simpatía. Entre dos internamientos residió en París e hizo editar, por Guy Levis Mano, sus «recueils de poésie», y conoció a Henri Michaux, con quien le unió una gran amistad.

Hizo numerosos viajes a Oriente, en los que descubrió la espiritualidad. Después de residir en varios lugares de Europa, se estableció definitivamente en Roma, donde trabajó de manera solitaria. Se procuró uno de los primeros instrumentos electrónicos, la ondiola, que tenía la capacidad de hacer intervalos inferiores a un semitono. Incapaz física y psicológicamente de transcribir sus improvisaciones, las grababa en cinta magnética y las confiaba a copistas. Así se formó alrededor del creador un círculo privado hecho de asistentes e intérpretes con los que colaboró estrechamente: esta manera de proceder hizo decir a muchos compositores y musicólogos que Scelsi no era el autor de sus obras. Scelsi destruyó todas sus obras anteriores, consideradas como demasiado académicas, y no reveló al público su nueva estética hasta 1961, con el estreno en París de Quattro pezzi su una nota sola, dirigida por Maurice Le Roux. Esta obra para orquesta, cuyos movimientos están construidos cada uno sobre una sola nota —fa, si, sol# y la—, fue compuesta en 1959 y estrenada en París el 4 de diciembre de 1961 (el año que György Ligeti escribió Atmosphères, obra en que éste explota la microtonalidad y la micropolifonia.)

Su obra tuvo una gran influencia sobre los músicos franceses del grupo L'Itinéraire: Tristan Murail, Gérard Grisey, Michaël Levinas y Solange Ancona, a los que Scelsi pudo conocer durante su estancia, a principios de los años 1970, en la Villa Médicis, como consecuencia de haber obtenido el Prix de Rome. También influenció a la compositora Giovanna Sterburina Ellos fueron los promotores de su obra, totalmente desconocida durante toda su vida incluso para los círculos más interesados en la creación contemporánea, y gracias a ellos conoció a inicios de los años 1980 una amplia difusión, siendo editadas muchas de sus obras por Salabert. Al mismo tiempo, toda su obra poética y literaria se estaba conociendo en ediciones de la «Le parole gelate», de Roma. En sus últimos años Scelsi se dedicó, todo lo que su salud le permitía, a los conciertos en que sus obras eran interpretadas: en 1987, en Colonia, tuvo lugar su concierto más exitoso, en el que asistió personalmente a los estrenos y supervisó los ensayos, y en el que se programaron exclusivamente sus obras orquestales. Fue casi un cuarto de siglo después de que las obras fueran compuestas y menos de un año antes de la muerte del compositor. Su último concierto, el 1º de abril de 1988, fue en La Spezia, su villa natal, donde no había vuelto desde la infancia. Perdió el conocimiento el 8 de agosto de 1988 y murió al día siguiente en Roma.

El impacto causado por el descubrimiento tardío de su obra fue descrito por el musicólogo belga Harry Halbreich:

El musicólogo neerlandés, Henk de Velde, aludiendo a Adorno hablando de Alban Berg, llamaba a Scelsi «el maestro de la aún pequeña transición», a lo que Halbreich agregó que «de hecho, su música es sólo transición».[3]

Scelsi fue amigo y mentor de Alvin Curran y otros compositores angloamericanos, como Frederic Rzewski —que vivió en Roma en los años 1960— o John Cage, Morton Feldman y Earle Brown, que le visitaron en Roma. Curran lo recordaba así:

Scelsi llegó a ver la creación artística como un medio de comunicar una realidad más elevada y trascendental al oyente. Desde este punto de vista, el artista se considera un mero intermediario, y Scelsi se creía ante todo un mensajero, «un facteur» como le divertía decir. Por este motivo, nunca dejó que su imagen se hiciera pública para que no se relacionara con su música, y que esta permaneciera, en cierto modo, ajena a su propio yo. Prefirió identificarse con un círculo con una línea debajo, un símbolo de origen oriental. Algunas fotografías de Scelsi salieron a la luz tras su muerte.

Escribió más de 150 piezas musicales y cultivó todos los géneros musicales a excepción de la música escénica. Sus obras más destacadas son posteriores a 1950 y se caracterizan por una focalización sobre el sonido, a menudo monódico, o bajo forma de cluster instrumental o vocal, tocando los microintervalos o la granulación de las articulaciones. Sus nuevas ideas tomaron forma en el curso de los años 1950, primero para un instrumento solo, aumentando luego a pequeñas formaciones de música de cámara y abandonando poco a poco su instrumento predilecto hasta entonces: el piano. Era de hecho poco apropiado para sus nuevas búsquedas, que requerían principalmente la posibilidad de mantener el sonido y de modificar su timbre. Fue con las Quattro pezzi su una nota sola (1959) cuando esta nueva concepción de la música y del sonido tomó su forma más acabada. Cada una de estas cuatro piezas está basada en una única nota tocada por una orquesta de cámara, apoyándose en tiempos y ataques variados. Se nota en la obra una inspiración orientalizante, al igual que en Aiôn, cuatro episodios de la vida de Brahma (1961) y en Konx-Om-Pax (1968) (tres términos que quieren decir «paz» en asirio, sánscrito y latín). Sus obras orquestales de madurez se caracterizan por la utilización preponderante de cobres y percusión, incluso aunque las cuerdas, a menudo, conservasen un papel importante.

La autenticidad de su obra —más exactamente de las copias efectuadas a partir de algunas de sus improvisaciones— ha sido puesta en duda y a menudo de forma vivamente contestada después de su muerte. El compositor Vieri Tosatti ha de hecho difundido en la prensa que él era el verdadero autor de la obra de Sclesi, y esto sólo 6 meses después de la desaparición del compositor. Si no hay ninguna duda de que Tosatti tuvo una colaboración estrecha con él, no se puede definir hoy con precisión cual fue el grado de tal colaboración. Sin embargo, prestigiosos intérpretes y directores de orquesta que trabajaron directamente con el compositor han avalado su credibilidad y hoy en día el asunto parece mayoritariamente zanjado a su favor.[cita requerida] Hay que subrayar que Scelsi trabajaba mucho con los músicos que interpretaban sus obras, ya que era una cuestión a la que daba mucha importancia. Destacados intérpretes suyos son Michiko Hirayama (voz), Joëlle Léandre (contrabajo), Frances Marie Uitti (violonchelo).

Entre sus obras más destacadas, además de las ya citadas Quattro Pezzi su una nota sola —ejemplo emblemático de su estilo compositivo— se pueden destacar las orquestales Aiôn, Uaxuctum y Konx-om-pax; el ciclo de cinco cuartetos de cuerda y varias de sus abundantes obras de cámara, como Anahit, Pranam II, la Trilogía para violonchelo, Las tres edades del hombre o los Canti del capricorno.

Tanto sus técnicas compositivas como sus ideales artísticos se hallan a medio camino entre su origen occidental y la poderosa influencia que sobre él ejercieron las culturas orientales. Rechazaba de plano los conceptos de composición y de autor, ensalzando por el contrario la improvisación y concibiendo la creación artística como una canalización mediante la cual el oyente es puesto en comunicación con una realidad superior de índole trascendente.



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