El término Gran Albania, además de Albania, se refiere también a los territorios que están fuera de las fronteras de ese país que los nacionalistas albaneses reclaman como propias, es decir, partes de Grecia, Macedonia del Norte, Montenegro, Kosovo y Serbia. Todos los territorios reclamados tienen una gran población albanesa mayoritaria, excepto Epiro (Çameria), por el antiguo reino helenístico.
Debido a la composición étnica de los habitantes de las regiones, la Liga de Prizren propuso desde finales de la década de 1870 unificar los valiatos otomanos de Scutari, Kosovo, Ioánina y Monastir en una única región que se llamase Valiato de Albania.
Debido a las numerosas revueltas con tintes secesionistas que se vivían en la región balcánica bajo dominio otomano y especialmente tras la revuelta albanesa de 1912 que duró desde enero hasta agosto de aquel año, el gobierno otomano dio luz verde al proyecto del Valiato de Albania en 4 de septiembre de 1912. Sin embargo, durante las negociaciones y acuerdos para hacer efectivo el cambio administrativo, estalló la guerra balcánica y Albania se separó del Imperio otomano el 28 de noviembre de 1912 formando el Principado de Albania, que incluía los territorios del valiato de Scutari y algunas zonas del resto de valiatos.
Aunque la independencia albanesa fue muy apoyada por Austria-Hungría y Rusia, los cuales buscaban negar a la creciente Serbia una mayor salida al mar que podría conseguir anexionándose los territorios albaneses, también encontró intereses contrarios en Reino Unido y Francia, quienes no querían que Albania anexionase todos los territorios de población albanesa propuestos en el Valiato, puesto que no querían un estado poderoso en los balcanes que fuese mayoritariamente musulmán, por lo que apoyaron los intereses del Reino de Grecia en anexionarse los territorios del Valiato de Ioánina, el de Salónica y partes del de Monastir; mientras que los serbios hacían lo propio con el valiato de Kosovo.
Tras la primera guerra mundial y la desocupación de Albania por parte de las fuerzas de la triple entente, el Reino de Grecia se anexionó el territorio del Epiro Septentrional, un territorio que consideraban helénico, pero que Albania había conseguido mantener debido a que la mayoría de la población era albanesa. En esta ocasión, la esfera internacional dio la razón a Albania y en 1924, Grecia accedió a desocupar la zona.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Albania fue nuevamente ocupada, pasando a formar parte de la Italia de Mussolini. Además, en otros territorios de la diáspora albanesa fuera de Albania, la conquista por fuerzas alemanas supuso un frenazo al intento de emancipación que la población civil estaba intentando realizar en base a la composición étnica del territorio, como el caso de Kosovo, donde la mayoría albanesa estaba consiguiendo que la minoría serbia se replegase más allá de Pristina.
Aun así, curiosamente sería durante la ocupación italiana que Albania llegaría a su máxima extensión territorial, anexionandose territorios de Yugoslavia como Kosovo y el oeste de Macedonia durante el transcurso de la guerra. Estos territorios serían devueltos después del conflicto.
Con el fin del régimen socialista que gobernaba Albania en 1991, muchos albaneses que habitaban cerca de las zonas fronterizas en Montenegro y Grecia fueron mudándose paulatinamente a Albania, disminuyendo la presencia albanesa en esas zonas.
No fue así en el caso de Kosovo y Macedonia del Norte, en esta segunda, la zona oeste del país tiene una gran mayoría de población albanesa que ha supuesto la inlusión del país en tensiones territoriales como en 2001.
En el caso de Kosovo, se creó el Ejército de Liberación de Kosovo en 1990, una fuerza paramilitar compuesta de albanokosovares que buscaba la independencia de Kosovo de la RFS de Yugoslavia y la inclusión del territorio en una Gran Albania. Su constante lucha contra las autoridades yugoslavas y las poblaciones serbias en Kosovo acabó desembocando en la guerra de Kosovo. A día de hoy el territorio se ha declarado como país independiente, siendo reconocido por muchos estados del mundo y funcionando con independencia de facto, aunque Serbia y varios países no reconocen la misma. (Véase: Reconocimiento internacional de la independencia de Kosovo)
En el año 2000, motivados por los sucesos de la guerra de Kosovo, surgieron muchos partidos políticos nacionalistas en Albania que buscaban la formación de la Gran Albania, aunque jamás llegaron a ser determinantes en la política albanesa.
Hoy en día, la Gran Albania sigue principalmente en la esfera de la retórica política y, en general, los albaneses balcánicos ven la integración de la UE como la solución para combatir los problemas sociales del país: delincuencia, gobierno débil, y problemas sociales de base, así como para unir a las diferentes poblaciones albanesas bajo un marco de legalidad.
En el caso de Kosovo, al ser una región habitada mayormente por albaneses, el gobierno de Albania tiene muchos intereses en la cooperación regional con la zona, aunque no expresan intenciones de agregar el territorio a Albania, si no de convertirse en una región de cooperación muy cercana. La última de estas políticas en llevarse a cabo fue el anuncio por parte de los jefes de gobierno de ambos países, el albano Edi Rama y el kosovar Ramush Haradinaj, la unificación de las aduanas en el puerto de Durrës, así como otras representaciones diplomáticas y la unificación de los títulos universitarios para 2018. Ante ello, el primer ministro Rama expresó: «Estamos finalizando el proceso de unificación de aduanas en el puerto de Durres, que no es solo de Albania, sino también de los albaneses de Kosovo». .
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