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Gran Premio de Japón de 2007



El Gran Premio de Japón de 2007 fue la decimoquinta carrera de la temporada 2007 de Fórmula 1. Tuvo lugar del 28 al 30 de septiembre en el Fuji Speedway. La pole position fue conseguida por Lewis Hamilton en la primera clasificación de la temporada que se realizó sobre la lluvia. El inglés también vencería en la carrera, que al igual que la clasificación, se disputó con lluvia de principio a final. Lo seguirían Heikki Kovalainen y Kimi Räikkönen.

La carrera comenzó con una salida detrás del Safety car, debido a las condiciones extremas de lluvia y niebla que había en la pista. El coche de seguridad permaneció en la pista durante las primeras diecinueve (19) vueltas, lanzando la carrera a falta de cuarenta y ocho (48) vueltas. Hamilton pudo mantener la primera posición por delante de Fernando Alonso, con los Ferrari fuera de puntos, ya que montaron en un principio neumáticos intermedios y tuvieron que entrar al pit lane a poner los extremos. La escudería Ferrari aseguró posteriormente que el hecho de haber escogido neumáticos intermedios se debió a que no recibieron a tiempo una notificación de los comisarios de carrera para que todos los coches empezasen con neumáticos de lluvia extrema.[1]​ Destacar también que el Super Aguri de Takuma Satō se incendió durante su primera parada, pero afortunadamente el fuego se apagó poco después.

Los dos pilotos de McLaren entraron a repostar, Alonso una vuelta antes que Hamilton. Una salida de pista de Alonso y la diferencia previa de tres segundos con respecto a Hamilton hizo que, tras las paradas de ambos, el español estuviese a una mayor distancia de Hamilton, con cuatro coches que no habían parado en medio de ambos. Los dos pilotos llenaron el depósito de combustible lo suficiente como para no tener que volver a repostar en la carrera.

Tras la primera parada, Fernando Alonso empezó a experimentar problemas con la conducción de su monoplaza, que poco después se reproducirían en el coche de Lewis Hamilton. Esto hizo que el español perdiera varias posiciones; sin embargo, los problemas de su coche desaparecieron en algunas vueltas. Poco después de esto, Sebastian Vettel impactaba levemente con el coche de Alonso originando la rotura del deflector lateral derecho del McLaren. Así, el asturiano sufría algunas vueltas después una salida de pista y un espectacular choque que hizo necesaria una nueva salida del Safety car. Lewis Hamilton también se había tocado con Robert Kubica, hecho por el cual los comisarios sancionaron con un drive through al polaco. La carrera terminó sin más complicaciones para Lewis Hamilton; sin embargo, a final de carrera, los pilotos de Ferrari protagonizaron sendas luchas con Heikki Kovalainen y Robert Kubica. Esta última lucha acabó con varias salidas de pista tanto del polaco como de Felipe Massa, quien sin embargo pudo acabar por delante del piloto de BMW Sauber. Ninguno de los dos pilotos fue sancionado, a pesar de haberse tocado en varias ocasiones.

Lewis Hamilton fue investigado durante varias horas después de finalizado el Gran Premio, por supuestamente haber provocado acelerones y frenadas bruscas, que pudieron ser los responsables del accidente entre Mark Webber y Sebastian Vettel cuando iban en la segunda y tercera plazas respectivamente. La realización mostró al joven piloto alemán llorando en el box de su equipo. Hamilton no fue sancionado, pero Vettel sí por ese mismo incidente, perdiendo 10 puestos en la parrilla del Gran Premio de China.[2]​ El jueves 4 de octubre, la FIA anunció que se abría de nuevo la investigación del incidente, pero no sancionó Lewis Hamilton, y anunció una decisión definitiva al día siguiente, donde retiró la sanción a Vettel y confirmó que no sancionaría a Hamilton.



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