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Guerra Civil Griega



La guerra civil griega transcurrió entre marzo de 1946 y octubre de 1949 y fue el primer caso de una insurrección comunista tras la Segunda Guerra Mundial, por lo que se puede considerar como el primer conflicto bélico de la Guerra Fría. La victoria de las fuerzas anticomunistas del gobierno condujo a la entrada de Grecia en la OTAN y ayudó a definir el equilibrio estratégico en el mar Egeo y los Balcanes en la Europa de la posguerra.

La guerra civil enfrentó a la población conservadora y las fuerzas armadas del gobierno monárquico, apoyadas por los Estados Unidos y el Reino Unido, contra los comunistas griegos y los miembros de la organización más grande de la resistencia antifascista que había combatido contra la ocupación de Grecia por parte del Eje: el ELAS (griego: ΕΛΑΣ-Εθνικός Λαϊκός Απελευθερωτικός Στρατός [ELAS: Ethnikos Laikos Apelevtherotikos Stratos], Ejército Popular de Liberación Nacional), cuya dirección estaba controlada por el Partido Comunista Griego (en griego, KKE-Kομμουνιστικό Κόμμα Ελλάδας).

Al terminar la ocupación de Grecia por las Potencias del Eje existía ya un clima de enfrentamiento y acusaciones mutuas de terrorismo por parte de ambos bandos llevadas a cabo durante la operación Marita. El KKE no quiso participar en las elecciones propuestas por los conservadores y patrocinadas por los británicos en septiembre de 1946 y se negó al desarme, lo cual condujo al estallido de un conflicto armado.

En verano de 1944 los monárquicos en el exilio formaron un gobierno de concentración nacional presidido por Georgios Papandreu (en griego: Γεώργιος Παπανδρέου) bajo los auspicios de los Aliados en El Cairo y sin contar con la población griega, en tanto las ofensivas aliadas en Italia y la recaptura de Ucrania por los soviéticos auguraban que la lucha pronto llegaría a los Balcanes. Este gobierno se cuidó de manifestar su lealtad al rey Jorge II pero rehusó restaurar la monarquía hasta que se celebrara un plebiscito en la Grecia liberada, aunque la influencia de los derechistas en el gabinete Papandreu causó que este gobierno no fuera reconocido por los partisanos comunistas del ELAS, que postularon resolver esas diferencias tras la liberación de Grecia.

Los jefes comunistas del ELAS controlaban prácticamente el resto de Grecia en diciembre de 1944, aunque no estaban listos para formar de inmediato tropas con las que resistir a los derechistas y los británicos. Finalmente se llegó a un acuerdo llamado Pacto de Varkiza, firmado en febrero de 1945, en el que influyeron las presiones británica y soviética y por el que el regente (el arzobispo Damaskinos, en tanto aún no se permitía al rey Jorge II volver al país) y el gobierno monárquico acordaron celebrar elecciones bajo la supervisión de los Aliados. El plebiscito celebrado en mayo de 1946 y saboteado por el ELAS permitió la formación de un nuevo gobierno de centro-derecha y la restauración de la monarquía.

El gobierno monárquico de Papandreu pidió ayuda urgente a los británicos, que a su vez solicitaron refuerzos al presidente estadounidense Harry S. Truman al verse incapaces de controlar la situación y carecer de más recursos financieros y humanos para asistir al régimen de Atenas, ante lo cual los Estados Unidos intervinieron con armas y entrenamiento para el ejército monárquico, acuñándose la "Doctrina Truman" como consecuencia, y asegurando el apoyo estadounidense a cualquier régimen en riesgo de ser derrocado por una revuelta comunista.

Por otra parte, el DSE pidió activamente apoyo militar y económico a la URSS pero Iósif Stalin rehusó concederlo pues ya desde 1945 el gobierno de Stalin confiaba en que el KKE podría dominar Grecia solamente mediante un "golpe de mano" violento y oportuno, pero consideraba que sería imposible conseguir tal meta tras desarmarse el ELAS en 1946 y menos todavía en una guerra civil donde Gran Bretaña y Estados Unidos ayudarían sin reservas a los monárquicos griegos –en tanto que Stalin estaba convencido de que ambos países no abandonarían su influencia en Grecia– por lo cual el apoyo militar la URSS al DSE fue muy reducido.

La ayuda decisiva al DSE llegó sobre todo de Yugoslavia, donde el mariscal Josip Broz (Tito) veía con simpatía la creación de una Grecia comunista que afirmaría la seguridad yugoslava en su frontera meridional, y de paso solucionaría el problema del nacionalismo en la Macedonia griega en tanto el KKE ofrecía a los macedonios griegos una autonomía interna similar a la de los macedonios yugoslavos. Muchos miembros del ELAS eran macedonios de etnia eslava, que crearon el Frente de Liberación de Macedonia (FLM) en 1944 con la ayuda de Tito, que en esa época pretendía anexionarse la Macedonia griega, expulsando de allí a los ocupantes alemanes. Ya en 1946, el KKE era partidario de crear una República Socialista de Macedonia que incluiría a toda Macedonia, tanto la parte griega como la eslava, bajo firme control de los comunistas locales, solución que también agradaba a Tito.

Los líderes del DSE, todos comunistas, pretendieron lanzar pronto una guerra convencional contra el gobierno desde septiembre de 1947, tratando de establecer un gobierno revolucionario en la ciudad de Konitsa y de controlar las grandes ciudades, en lo cual fracasaron tras las contraofensivas del gobierno en diciembre del mismo año; pese a esta derrota, a inicios de 1948 el DSE mantenía actividad de guerrillas por todo el país, inclusive en la región del Ática donde se hallaba Atenas, habiendo implicado exitosamente en su lucha a la mayoría de los macedonios eslavos, que veían en el KKE a un garante de su autonomía dentro de Grecia.

El curso de la lucha favoreció paulatinamente a los monárquicos desde 1948, cuando el KKE, soporte básico del DSE, fue ilegalizado y el gobierno Papandreu arrestó a cientos de sus líderes, mientras el ejército gubernamental obtenía armas estadounidenses a bajísimos precios, su moral de combate se elevaba, y se hallaba mucho mejor entrenado que en 1945, a lo cual contribuyó la jefatura del general Alexander Papagos, veterano militar que había detenido con éxito la invasión italiana de 1940.

La insistencia de los líderes del KKE en una "guerra convencional" copiando la última fase de la lucha de los partisanos yugoslavos terminó en un fracaso a mediados de 1948, por lo cual hubo de volverse a la guerra de guerrillas apresuradamente, además de que el dominio total del KKE sobre la jefatura del DSE le enajenó el apoyo de socialistas y centristas en zonas rurales que originalmente les habían apoyado, empeorando la situación la represión política del KKE contra estos disidentes.

Los problemas del DSE se agravaron por la lucha entre la URSS y Yugoslavia, ya que se confirmaba el temor de Stalin: que los EE. UU. y Gran Bretaña intervinieran en Grecia para mantenerla bajo su influencia. Ante el temor de dañar más todavía sus relaciones con británicos y estadounidenses, y juzgando más útil asegurar su predominio en los países de Europa Oriental ya bajo la ocupación militar del Ejército Rojo en lugar de arriesgarse a luchar por Grecia, Stalin insistió en que el DSE cesara en la lucha y que sus fuerzas se replegaran a Yugoslavia.

Tal planteamiento de Stalin disgustó al mariscal Tito, que insistía en que el DSE debía seguir luchando en suelo griego, acusando a la URSS de poner en riesgo a Yugoslavia permitiendo una Grecia anticomunista y hostil en su frontera sur. Esto incidió en la ruptura entre Tito y Stalin de junio de 1948, en tanto el líder yugoslavo acusaba a la URSS de sacrificar a sus aliados balcánicos de modo egoísta, sin darles autonomía para "desarrollar el socialismo" según sus propios rasgos.

La ruptura Tito-Stalin causó una severa crisis en el KKE en el otoño de 1948, pues sus jefes máximos mantenían firme lealtad a la URSS pero eran conscientes de que prescindir del apoyo yugoslavo sería desastroso, más aún cuando el DSE poseía bases de libre acceso en Yugoslavia, que no podrían ser reemplazadas por hipotéticas bases en Albania o Bulgaria, mientras que simultáneamente Yugoslavia requería al DSE para continuar la lucha y la URSS le presionaba para abandonarla.

El KKE resolvió en su plenario de enero de 1949 seguir fiel a la URSS y perseguir –en plena guerra civil– a los "titoístas" en sus filas y reforzar la ortodoxia estalinista, terminando de debilitar al DSE. Ante tal decisión, Yugoslavia suspendió todo auxilio al DSE, y cerró militarmente su frontera griega en julio de 1949, desalojando los campamentos del DSE de su suelo, lo cual perjudicó gravemente la capacidad bélica de los rebeldes justamente cuando las tropas monárquicas de Papagos, mejor armadas y dirigidas gracias al auxilio estadounidense, infligían una severa derrota al DSE en el Peloponeso y la Grecia Central, y se adentraban en la región de Tesalia eliminando las posiciones del DSE.

Tras el cierre de la frontera yugoslava, las tropas del DSE siguieron operando desde bases en Albania, que no podía aportar una ayuda comparable a la de Yugoslavia, pero los mensajes desde la URSS insistieron ahora con mayor firmeza en cesar la lucha y evacuar. En paralelo, las tropas griegas monárquicas lanzaron una gran ofensiva en el Epiro y la Macedonia griega en agosto de 1949, que expulsó de sus posiciones a las debilitadas tropas del DSE a inicios de septiembre. Semanas después las fuerzas del DSE sobrevivientes debieron retirarse a suelo albanés y el 16 de octubre la jefatura del KKE exiliada en Albania ordenó un "cese de hostilidad temporal" que significaba el final de la guerra.

La guerra civil dejó al país en un estado peor que el que supuso la ocupación nazi en 1944, generando más destrucciones de infraestructura en un país que ya era pobre en 1940. Miles de griegos se vieron obligados a emigrar por motivos económicos a países como Estados Unidos y Australia, entre otros. En paralelo, la represión política del gobierno derechista de Papandreu fue severísima con los militantes del DSE que no pudieron huir de Grecia: hasta 100 000 personas quedaron en prisión hasta la década de 1950 en diversas cárceles situadas en las islas del mar Egeo, mientras que cualquier expresión política socialista o comunista, fuera en partidos políticos, sindicatos, o prensa, fue perseguida ferozmente.

La guerra civil dejó también una sociedad polarizada políticamente entre los "vencedores y vencidos" de la guerra civil, polarización que no se restauraría hasta 1974, al finalizar la dictadura de los coroneles y declararse la Tercera República Helénica.

La cantidad de bajas totales rondan los 126.000 - 146.000 .



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Comentarios
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me cago en tus muertos:
klk tu quiele mamaguebo
2022-04-28 10:32:44
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