Hilario Álvarez, fue un curaca cuzqueño, que protagonizó la toma de los cuarteles españoles la noche del 8 de octubre de 1820, durante las revueltas libertarias de la ciudad de Guayaquil.
Llegó a Guayaquil desde Perú en 1819 como parte del batallón de "Granaderos de Reserva", pronto se unió al bando libertario. En la madrugada del 9 de octubre de 1820 inicio el primer movimiento al tomar preso al comandante de los Granaderos de Reserva, Benito García del Barrio. Álvarez fue quien convenció a los sargentos españoles Pavón y Vargas del Cuartel Daule de unirse al bando guayaquileño.
También participó del ataque al cuartel la Planchada en el barrio Las Peñas, luego de la independencia de Guayaquil continuó prestando servicios militares a la Junta de Guayaquil. Tenía su residencia en frente al viejo convento de San Agustín, murió poco después de la Batalla del Pichincha.
En honor Hilario Álvarez existe una calle en la ciudad de Guayaquil.
Es una calle ubicada en el centro de la ciudad de Guayaquil donde forma parte del sector de la Bahía de Guayaquil, antiguamente conocida como calle Lazaristas, en los planos de 1909 ya se denomina con el nombre de Cacique Álvarez. En 1919 la vía cambió de nombre a Juan de Dios Morales y en 1920 retoma el nombre de calle Cacique Álvarez. La vía se extendía desde la avenida Olmedo hasta la calle El Oro, desde 1923 se dividió en la intersección de la calle Gómez Rendón donde da paso a la Calle Noguchi.
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