Se denomina icnofacies a una asociación de icnofósiles que aparecen en un mismo sedimento o en sedimentos adyacentes. El término lo acuñó el paleontólogo alemán Adolf Seilacher en la década de 1960 al considerar que se podían relacionar estas asociaciones de icnofósiles con factores paleoambientales y batimétricos y establecer de este modo las características del ambiente en el que se formaron. Seilacher definió originariamente cuatro, y con posterioridad seis, icnofacies considerando los factores batimétricos como herramientas prioritarias en sedimentología. A estas facies originales se fueron añadiendo otras con el paso del tiempo hasta las catorce actuales que tienen en cuenta valores principalmente ecológicos. Cada icnofacies recibe el nombre de la pista fósil más característica y abundante en ella y en su definición se incluyen aquellas especies que más comúnmente aparecen, aquellas que compartían la misma icnocenosis.
El valor del término como herramienta en paleobatimetría ha sido cuestionado tras su creación y a día de hoy su uso está más limitado a los estudios de las icnocenosis, esto es al conjunto de comunidades que ocupaban un nicho ecológico determinado. A esto hay que añadir que la atención prestada históricamente al estudio de trazas fósiles de ambientes marinos creadas por invertebrados hace que todas las icnofacies clásicas adolezcan de representación de ambientes terrestres. En la década de 1990 M. G. Lockey adaptó el conocimiento sobre trazas fósiles de vertebrados terrestres al concepto de icnofacies. Tras estos trabajos se definieron siete icnofacies para vertebrados terrestres, posteriormente ampliadas por el autor a 10 y reducido con posterioridad a cinco en Hunt & Lucas (2007).
A pesar de ello el uso de icnofacies de vertebrados terrestres es aún minoritaria.En términos generales pueden definirse dos categorías de icnofacies en función de su capacidad para caracterizar los sedimentos. Las llamadas icnofacies locales son aquellas válidas para yacimientos puntuales o unidades estratigráficas determinadas y su caracterización es útil dentro del ámbito en el que se estudian debido entre otras cosas a que las icnoespecies presentes tienen una distribución temporal y espacial limitada a este ámbito. Las icnofacies universales, arquetípicas o seilacherianas por el contrario presentan un gran ámbito de distribución temporal e icnoespecies recurrentes en yacimientos de todo el mundo.
Las icnofacies universales son por su propia definición las más utilizadas en investigación paleontológica y geológica aunque su aplicación real es muy limitada debido a que su definición se hace atendiendo a características muy diversas. De este modo algunas icnofacies han sido establecidas en función a caracteres sedimentológicos, ecológicos o conservacionales y pueden solaparse.
Desde su nacimiento como concepto las icnofacies han sido utilizadas fundamental para ambientes marinos, sobre todo debido a que el desarrollo de la icnología marina es superior a la terrestre. De las seis icnofacies originales de Seilacher únicamente una, la icnofacies de Scoyenia, se correspondía con ambientes fluviales y terrestres y aún hoy sólo se contemplan tres. Con el paso del tiempo se han añadido nuevas icnofacies, hasta catorce, y en términos generales puede establecerse una clasificación de ellas en función a si aparecen en el medio marino o continental y en función al tipo de sedimentos sobre el que se trazaron los icnofósiles.
Escribe un comentario o lo que quieras sobre Icnofacies (directo, no tienes que registrarte)
Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)