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Jeanne Calment



Jeanne Louise Calment (pronunciación francesa: [ʒan lwiz kalmɑ̃]; Arlés, Bocas del Ródano, 21 de febrero de 1875-Ib., 4 de agosto de 1997) fue una supercentenaria francesa, conocida por ser la persona documentada más longeva de la historia confirmada, al alcanzar la edad de 122 años y 164 días (en total 44 724 días de vida).[1][2]

Residió durante toda su vida en la ciudad de Arlés, al sur de Francia. Calment saltó a la esfera pública a la edad de 113 años, durante la conmemoración del centenario de la visita de Vincent van Gogh a Arlés, que motivó la llegada de periodistas al municipio. Calment había interactuado con Van Gogh durante dicha visita.[3]​ La vida de Calment ha sido ampliamente documentada por estudios científicos, aunque no existe consenso en torno a los factores que hicieron que Calment llegara a alcanzar 122 años. Calment tuvo una vida acomodada y vivió sin gran estrés, pero ninguno de sus familiares alcanzó una edad semejante.

Calment practicó esgrima hasta los 85 años y montó en bicicleta hasta los 100, y caminó sin necesidad de un bastón hasta los 114 años. Dejó de fumar a los 117 años. A los 118 años, tenía una capacidad cognitiva y lingüística semejante a la de una persona de entre 80 y 90 años. Sin embargo, a los 121 años ya era casi totalmente ciega y sorda y, tras su 122º cumpleaños, el deterioro de su salud se aceleró, especialmente durante su último mes de vida. Sobrevivió a no menos de 328 supercentenarios indiscutiblemente verificados menores que Calment.

El amplio estudio médico de su figura hace que sea la supercentenaria con una mayor cantidad de pruebas que confirman su longevidad. Calment es la única persona en la historia de la cual se confirmó que alcanzó las edades de 120, 121 y 122 años.[4]

Jeanne Calment nació en Arlés el 21 de febrero de 1875.[1]​ Su padre, Nicolas Calment (28 de enero de 1838-22 de enero de 1931),[4]​ fue un constructor de barcos, y su madre, Marguerite Guilles (20 de febrero de 1838-18 de septiembre de 1924), pertenecía a una familia de molineros.

Algunos de sus familiares más cercanos también alcanzaron una edad avanzada: su hermano mayor, François (25 de abril de 1865-1 de diciembre de 1962), vivió hasta los 97 años, su padre hasta una semana antes de cumplir los 93 años y su madre hasta los 86.[5]​ Jeanne fue la menor de al menos cuatro hijos, ya que el número exacto de los hermanos es incierto. Si bien solo sabía que tenía un hermano más aparte de François, también se registraron dos hermanas más, Antoine ―fallecida a los 4 años― y Marie ―fallecida en su primer año de vida―.[4]

Calment asistió a la escuela primaria de la iglesia Mrs Benet's desde los 7 años hasta su Primera Comunión, y luego prosiguió sus estudios secundarios en una escuela local, de donde se graduó a los 16 años. En los años subsiguientes, continuó viviendo con sus padres mientras desarrolló aficiones como la pintura y el piano.[6]

En 1896, a la edad de 21 años, se casó con su primo segundo —nieto de su tío abuelo, de ahí el mismo apellido— Fernand Nicolas Calment,[4]​ un rico propietario de tienda. Él había comenzado a cortejarla cuando tenía 15, pero ella era «demasiado joven para estar interesada en chicos».[7]​ El matrimonio se mudó a un espacioso departamento ubicado sobre la tienda familiar en el centro de la ciudad. La riqueza de su marido posibilitó que Calment llevara una vida de ocio y practicara algunas aficiones como el tenis, el ciclismo, la natación, el patinaje, el piano y la ópera.[1]​ Su marido murió en 1942 con alrededor de 73 o 74 años, después de que ambos comieran un postre con cerezas contaminadas.[8]​ Su única hija, Yvonne Marie Nicolle Calment, nació el 19 de enero de 1898 y, en matrimonio con el coronel Joseph Billot, dio a luz a un único hijo, Frédéric, nacido en 1926.[4]​ Sin embargo, Calment sobrevivió a Yvonne, que murió el día de su cumpleaños n.º 36 en 1934 a causa de una neumonía, tras lo cual Jeanne se hizo cargo de su nieto de siete años.[9]​ Posteriormente, Frédéric se convirtió en médico y murió prematuramente en un accidente automovilístico en 1963 a la edad de 36 años.[1]

En 1965, a los 90 años y sin herederos naturales, Jeanne Calment firmó un acuerdo para vender su antiguo apartamento con reserva de usufructo vitalicio (hipoteca inversa) al notario André-François Raffray ―entonces de 47 años―, mediante un contrato de contingencia por el que le otorgaba un pago mensual hasta su muerte. A pesar de que accedió a pagar una suma mensual de 2500 francos hasta que Calment muriera, Raffray nunca imaginó que Calment llegaría a vivir 122 años (32 años más) y terminó abonándole aproximadamente un millón de francos (unos 150.000 €), cifra que equivalía al doble del valor del apartamento. Raffray murió víctima de cáncer treinta años después, en 1995, a los 77 años, y su viuda continuó el pago hasta el deceso de Calment el 4 de agosto de 1997.[1]​ La anciana hizo referencia a la situación diciendo: «En la vida, a veces se hacen malos tratos».[10]​ Sin embargo, desde que cumplió los 110 años hasta su muerte con 122, Calment residió en una residencia de ancianos, por lo que su piso en el centro de Arlés estuvo vacío, aunque seguía cobrando dinero por él. Durante todos esos años Calment solía decirles en forma de broma que «competía con Matusalén».[11]

En 1985 la visión de Calment se deterioró y, mientras cocinaba, causó un pequeño incendio en su apartamento. Tras el episodio se trasladó con 110 años por voluntad propia a un hogar de ancianos.[1]​ Su notoriedad internacional se intensificó en 1988, cuando la conmemoración del centenario de la visita de Vincent van Gogh a Arlés le brindó la ocasión de ser entrevistada por los periodistas. Comentó que en el momento en que se había encontrado con Van Gogh, cien años antes, cuando era una niña de apenas 13 años de edad y él concurrió al taller de tejido de su tío para comprar unas lonas, lo notó «sucio, mal vestido, desagradable, muy feo, descortés, grosero y enfermo».[1][9][12]​ Durante los reportajes, Calment también recordaba la venta de lápices de colores para Van Gogh y la construcción de la torre Eiffel.[13]​ A la edad de 114 años, apareció brevemente en la película de 1990 Vincent and Me como ella misma, convirtiéndose en la persona de mayor edad en haber actuado en una película.[14]

Fue incorporada a El libro Guinness de los récords en 1988, y el 17 de octubre de 1995 se convirtió en la persona más vieja jamás conocida después de haber superado el caso (actualmente verificado como falso) de Shigechiyo Izumi de Japón.[5]​ Se convirtió en la última persona viva documentada nacida en la década de 1870[5]​ tras la muerte de la supercentenaria japonesa Tane Ikai acaecida el 12 de julio de 1995 a los 116 años.

En 1995 se estrenó una película documental sobre su vida, titulada Beyond 120 years with Jeanne Calment.[15]​ En 1996 se presentó Time's mistress, un CD de cuatro pistas de Calment hablando sobre un fondo de rap.[16]

En su cumpleaños número 122, el 21 de febrero de 1997, se anunció que no haría más apariciones públicas ya que su salud se había deteriorado seriamente. Falleció el 4 de agosto de 1997[15]​ a las 10:45 CET a la edad de 122 años y 164 días debido a causas naturales, y sus restos fueron inhumados en el cementerio de Trinquetaille, en Arlés.

Tanto antes como después del óbito de Calment se llevaron a cabo varias reclamaciones por parte de otras personas que admitieron haber superado su edad, pero ninguna fue certificada ni aceptada, por lo que Jeanne Calment continúa siendo la portadora del título de «persona más longeva certificada». Los casos más reconocidos fueron:

Después de una entrevista en 1988, a la edad de 113, Calment recibió el título de la «persona viva más antigua del mundo» otorgado por el Libro Guinness de los récords.[21]​ Sin embargo, en 1989, el título le fue retirado y otorgado a Carrie C. White de Florida, que manifestó haber nacido un año antes que Calment, aunque luego se demostró que fue una reclamación de edad falsa con la investigación de un censo posterior.[22]​ A la muerte de White, el 14 de febrero de 1991, Calment se convirtió en la persona más antigua del mundo apenas una semana antes de cumplir 116 años.[23]​ El 17 de octubre de 1995, cuando contaba 120 años y 238 días, pasó a convertirse en la persona verificada más longeva de toda la historia, tras superar a Shigechiyo Izumi, de Japón, cuya edad —120 años y 237 días en el momento de su muerte en 1986, el día del 111º cumpleaños de Calment— resultó ser falsa tras las pertinentes investigaciones realizadas años después.[15]​ Descartados los casos de Izumi y White, Calment fue la segunda persona documentada hasta ese momento en haber alcanzado la edad de 115 años luego de Augusta Holtz. También es la única persona que vivió indiscutiblemente 120 años —y más—.[24]

Calment tiene el récord de ser la persona más anciana durante el mayor período de tiempo con nueve años y siete meses, a partir de la muerte de Florence Knapp, el 11 de enero de 1988,[25]​ hasta su propia muerte el 4 de agosto de 1997. Calment batió el récord de longevidad confirmada —el anterior lo sustentaba Anna Eliza Williams, que murió a la edad de 114 años y 208 días, en 1987—[26]​ por casi ocho años. Romper la anterior marca de edad por tanto tiempo es en sí mismo otro récord. Antes de Calment, la única persona que superó la marca de longevidad confirmada por más de un año fue Delina Filkins, que en 1928 fue la primera en alcanzar los 113 años. Filkins sobrepasó el anterior récord de longevidad confirmada por algo más de dos años.[27][28]​ Además de ser la persona verificada más vieja de la historia y la última en haber conocido a Vincent van Gogh, Calment fue la última persona viva documentada nacida en la década de 1870.[15]​ Tras su muerte, Marie Louise Meilleur ―entonces de 116 años― se convirtió en la persona viva más anciana del mundo.[23]

Particularmente, desde el fin de 2018 algunos analistas sostienen que la edad de Calment constituye un valor atípico, ya que su edad supera en más de tres años a la de la supercentenaria siguiente en la lista, Sarah Knauss.[29][30]​ Natalya Gavrilova y Leonid Gavrilov argumentaron en 2000 que esta anomalía arroja dudas respecto a la veracidad de su edad.[30]​ En 2018, el gerontólogo ruso Valery Novoselov y el matemático Nikolay Zak revivieron la teoría de que Jeanne Calment murió en 1934 y su hija Yvonne, nacida en 1898, asumió el nombre de su madre.[31]​ Una revista científica rusa rechazó el documento de Zak por considerarlo demasiado informal, aunque fue publicado en otros sitios posteriormente.[32]​ La teoría atrajo la atención de los medios en diciembre de 2018 después de que las publicaciones del bloguero de gerontología Yuri Deigin se volvieran virales.[33]​ En enero de 2019, el artículo de Zak fue admitido y posteriormente publicado en Rejuvenation Research.[34]

El demógrafo belga Michel Poulain dijo que, aunque el artículo de Zak estaba detallado y bien desarrollado, Jean-Marie Robine, uno de los dos verificadores de la edad de Calment, había dicho que la anciana había respondido correctamente a preguntas sobre situaciones de las que su hija no podría haber tenido conocimiento.[35][36]​ Michel Allard, el segundo médico que ayudó a verificar los registros de Calment, dijo que el equipo había considerado la teoría del cambio de identidad mientras Jeanne vivía debido a que parecía más joven que su hija en algunas fotografías, pero discrepancias similares se encontraron en familias con miembros centenarios.[37]​ Allard dijo que las pruebas presentadas por Novoselov y Zak no eran concluyentes.[37]The Washington Post, después de entrevistar a varios expertos, señaló que «estadísticamente improbable no es lo mismo que estadísticamente imposible».[32]​ Después de una reunión del Instituto Nacional de Estudios Demográficos (INED) en París el 23 de enero de 2019, expertos de longevidad franceses, suizos y belgas declararon que el estudio ruso no proporcionó pruebas suficientes sobre su teoría y consideró que podría ser necesaria una exhumación del cadáver de Calment para resolver la controversia.[38]

Calment mantuvo una vida sumamente activa para su edad. Practicó esgrima hasta los 85 años y siguió montando en bicicleta hasta los 100.[40]​ Dejó de fumar a los 117, luego de tener problemas para guiarse los cigarros a la boca debido a sus cataratas.[1]​ Desde los 21 años fumaba seis cigarrillos diarios. Vivió por su cuenta hasta poco antes de su cumpleaños 110, cuando tomó la decisión de que debía ser trasladada a un hogar de ancianos después de que un accidente en la cocina originara un pequeño incendio en su apartamento. Sin embargo, Calment aún estaba en buena forma y era capaz de caminar hasta que se fracturó el fémur en una caída a la edad de 114 años y 11 meses, lo que requirió una cirugía.[4][22]​ Después de su operación, necesitó utilizar una silla de ruedas. En 1994 pesaba 45 kilogramos (99 libras).[41]​ Poco antes de su cumpleaños 116, enfermó de gripe pero logró reponerse.[39]

La propia Calment atribuyó su longevidad y su estado relativamente saludable para su edad al aceite de oliva, el cual vertía en todos sus alimentos[12]​ y lo utilizaba para frotarse la piel, así como a una dieta de vino de Oporto y a la ingesta de casi un kilo de chocolate a la semana.[16]



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